Disclaimer: Percy Jackson no me pertenece.
Categoría: Godslash.
Pareja: Persate (Perséfone/Hécate)
Modo: Personal.
Día límite: 31 de Noviembre
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Todo lo que necesitaba
Perséfone en general era infeliz a donde fuera.
¿El inframundo? claro, quedarse en un lugar donde no llegaba la luz del sol y casi todo el mundo estaba muerto, con un marido que había tenido más hijos con mortales que con ella y que siempre estaba muy ocupado como para dirigirle la palabra a menos que fuera para quejarse. ¿El olimpo? su madre sobreprotectora le amargaba la experiencia, "Mamá, tengo más de dos mil años, puedo estar sola" "¡Nada de eso, ya sabes lo que paso la ultima vez y estabas con las ninfas! No dejare que te apartes" sobreprotectora.
El mundo mortal no era una opción; su marido no le dejaría poner un pie fuera porque era "peligroso", como en ese lugar se efectuó su secuestro su madre menos le permitiría ir. Era pasar de una cárcel a otra.
Excepto, por un lugar.
Era la única persona en la que podía confiar, aquella que no le creía incapaz de cuidarse de sí misma aunque fue por ella que logró volver al Olimpo, la única que podía hacer la experiencia del Inframundo agradable.
Hécate.
Oh, cómo no maravillarse con su aura misteriosa, su sonrisa traviesa, su niebla escurridiza que le mostraría escenas de las que nunca había podido ser partícipe, y le transportará a lugares increíbles sin tener que salir del inframundo.
Ella estaba casada, Hécate nunca quiso casarse, lo suyo tendría que ser prohibido por temor a su esposo, así que su tiempo juntas nunca podría ser eterno.
Pero lo feliz que le hacía.
El tacto suave por sus curvas, sus labios acariciando su piel, la forma en la que decía su nombre y lograba olvidarse de la pésima vida que llevaba. Su bruja, su diosa, su amante.
Ella era encantadora, su forma de ser era imposible no sentirse atraído, ¿quién no adoraba la magia, el misterio, la aventura? Cada momento con ella significaba su corazón latir como loco, cosas nuevas que ver, una sonrisa que por fin aparecería luego de meses de apatía. Todo con ella, por ella.
Puede que no siempre pudieran estar juntas, que tuviera que soportar un matrimonio sin amor y una madre insoportable, incluso que ella tampoco le fuera fiel. Pero no le importaba.
Si podía estar con ella, aunque sea unos momentos en tantos tiempos de disgusto, era todo lo que necesitaba para ser feliz.
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Amo esta pareja, no sé porque no tiene más consideración.
Dado que había traido angst, quise traer algo más feliz, correspondido; así que salió esto. Lo hubiera hecho más largo, pero la verdad no se me ocurría más y con esto estaba bastante feliz.
Me encanta la idea de su química, una Persefone más divertida y feliz, una Hécate traviesa, encantadora y enamorada. Quizás escriba má de ellas.
Esto es todo, quiero ver si termino el reto hoy, ¡solo quedan 2!
Decidí que pondré el reto en mi perfil, si tienen curiosidad, miren.
Lira.