Se que no soy buena escribiendo... pero ultimamente no puedo dormir por las noches, y entre el sueño y mis desvarios se me ocurren varias ideas que aveces me animo a escribir.

espero les divierta y no les aburra.


Hoy he tenido el placer de encontrarte nuevamente en mi camino. 10 años, ¡Cielos! … diez largos años y parece que el tiempo no ha pasado por tu persona. Aún conservas esa delirante sonrisa de ninfa traviesa, que acompaña tan bien a tus perspicaces ojos azules.

Tu imagen se mantiene casi intacta, como el día en que nos despedimos. ¿Lo recuerdas? Yo sí.

Caminabas del brazo de tu padre hasta el altar, vestida de blanco y con deslumbrante belleza… donde Yuuno te esperaba ansioso, sonriendo.

Ese día tu camino y mi camino al fin se separaron, y aunque dolió comprendí, que tú vida ya estaba hecha y mi destino trazado.

Me gustaría decir que deseaba que fueras feliz a su lado. Me encantaría pregonar que estaba encantada con tus decisiones… Pero eso solo sería un engaño. Egoístamente deseaba que tu vida no resultara a su lado; que arrepentida corrieras a mí y desahogaras todas tus tristezas y reclamos contra él, en mis brazos.

Pero al parecer, él nunca dio ocasión. Y el tiempo siguió su curso. Tú tomaste la mejor decisión, mientras yo dejé que tú y el tiempo tomaran la mía.

Sé que fue mi culpa al no hablar, al no decírtelo a tiempo... Sé que fui yo, quien te dejé escapar. Y créeme que no hay día en que no me arrepienta de ello. Pero a estas alturas, ya no hay tiempo para lamentaciones.

Yo por mi parte, no me puedo quejar. Viaje a todos aquellos lugares, que alguna vez soñamos con visitar juntas e hice todas aquellas cosas que se suponía haríamos las dos.

Con el tiempo conocí a una buena chica que me acepto tal cual me encontró. Y juntas formamos esa familia que un día tú me prometiste. Si bien nuestra relación nunca fue un cuento de hadas, siempre fue recompensada con muchos esmeros de su parte. Quizás el amor nunca se quedó a vivir por completo con nosotras. Pero la amistad y la costumbre hicieron que la perseverancia se mantuviera de nuestro lado.

El trabajo fue aliado en nuestra relación. Ambas apostamos, a que la distancia nos ayudara a revivir la pasión y a mí… me ayudara a olvidar lo perdido. A no desear lo imposible. A no anhelarte tanto, a ti.

No puedo desmerecer su esfuerzo, es una buena mujer y una excelente amiga. Juntas hemos criado hermosos niños. Pero, lo cierto es que algo siempre nos falta. Y cuando las alegrías de nuestros hijos se marchan, solo quedamos dos solitarias amigas, que ven como uno a uno sus días se escapan.

Sé que por años he usado de escusa al trabajo, para no asistir a las reuniones familiares, ni de tu familia ni la mía. Pero, ¿qué más querías que yo dijese o hiciera? Si ella se dio cuenta desde hace mucho, que tú eres, quien me aleja de su lado.

Por años, fiestas, matrimonios, nacimientos y demás han sido olvidados… y es que, es muy probable que nos encontremos. Al ser tus padres y mis padres tan amigos, es casi como si fuéramos familia. Si lo piensas racionalmente, solo he querido evitar un enfrentamiento que nos hiriera más a ambas.

Ella… mi esposa, es fuerte, valiente, perfecta… y si fuera la mitad de inteligente de lo que eres tú, terminaría con nuestro secreto hastío. Estamos enfrascadas en la rutina de una imagen perfecta. Porque… ¿qué le diría ella, a su familia?, ¿cómo lo explicaría yo a la mía?, ¿de qué manera sería la correcta, para explicárselos a los niños?, ella lo ha asumido y yo también. Estamos condenadas a hacernos mutuamente compañía.

Eso es todo…Esa es mi vida con ella, y esa es su vida conmigo.

A menudo, me pregunto, si tú tienes dudas, me pregunto si tú eres tan feliz como pareces. Si él te hace tan feliz como juró hacerlo. Frecuentemente me encuentro divagando en el pasado, en ¿cómo habría sido si tu, si yo, si nosotras…? ¡Pero qué tontería! Solo es una falacia, lo sé… Pero a nuestra edad y con nuestras vidas hechas, es lo único que puedo retener…

¡Tu familia es hermosa! Hoy viéndote junto a ellos, puedo ver cuánto les amas; y no puedo creer lo mucho que esa pequeña en tus brazos, se parece a ti. Es preciosa, sí; pero también, me pregunto, ¿cómo habrían sido unos niños, criados por nosotras? No me malentiendas, amo a mis hijos, son lo único que tengo en el mundo de lo que me enorgullezco. Pero no dejo de pensar, en lo que pudimos haber formado… juntas.

Sé que no serían los mismos, sé no sería igual… y sé que al pensar en esto, sería como desaparecerlos del mundo…. Pero en mi mente aún puedo ser algo egoísta, ¿no lo crees?

Lo sé, es muy tonto todo esto, así que mejor… déjame decirte, ¡cuánto te he extrañado!, en todos estos años, me has hecho tanta falta. La voz de mi conciencia, esa que nunca me atreví a contarte, esa que tenía tu nombre; se fue hace mucho tiempo de mi cabeza. Y en las mañanas cuando más necesito un buen consejo, una palabra amable, no queda nada en mi mente, más que mis solitarias conversaciones. ¡Cuánto he hablado conmigo misma desde entonces!

Sabes, a veces quisiera retroceder el tiempo y cambiar tantas cosas. Hoy mismo, en este preciso instante; quisiera correr a tus brazos y estrecharte fuertemente como tu solías hacerlo en antaño. En vez de eso, debo conformarme con abrazar a Erio mi hijo, e imaginar que eres tú quien ocupa su lugar.

Puedo ver por tus pupilas risueñas, que te encuentras de maravilla. Y aunque la educación dicta que me comporte como una adulta, mis ojos no han podido apartarse de tu cuerpo, de tu rostro, de todo cuanto eres tú, ahora. No sé si los demás se darán cuenta y la verdad, tampoco me importa.

Lo siento, sé que ni siquiera le saludé a él, a Yuuno… tu esposo… Pero como nuestros caminos se separaron hace bastante tiempo, ¡No tienes idea lo que te añorado!

Puedo notar que Yuuno está molesto; solo es cosa de ver como aprieta los puños y tensa la quijada. A ella, mi esposa, ya la has visto, mejor calla… te ve y sabe que junto a ti; toda mi atención te pertenece.

Apenas te escuché reír y la calma volvió a mi alma. Sonrío como una idiota, lo sé. Pero, ¿…de qué otra forma quieren que te mire? Si, a palabras secretas, todos saben que yo sigo enamorada de ti.

Te observo despedir a tu hija, y yo hago lo mismo con el mío. Estamos lado a lado, en el mismo sitio donde ambas fuimos muy felices. Y no sabes cuánto añoro ser yo, quien me pierdas tras las puertas del colegio, contigo a mi lado.

Las caras de los niños poco a poco se pierden en la distancia… Ambas debemos irnos con ellos, a vivir nuestras vidas, en nuestras respectivas realidades… y Volveremos a ser un par de viejas amigas, que solo se encontraron casualmente, el primer día de clase de sus hijos.

Pero antes de despedirme nuevamente, quisiera tener el valor de decirte solo dos simple y sencillas palabras: TE AMO.

Sé que lo lees en mis labios, sé que no eres la única que lo ha hecho… Pero si sé que serás la única que retroceda ante ello. Quien vuelva a marcar nuestros senderos con una cálida sonrisa y un suave apretón de manos.

Marcharemos nuevamente…Tu a su lado y ella al mío.

— Ha sido un verdadero placer volver a verte, Nanoha Takamachi.

— lo mismo digo, Fate T. Harlaown.

finite.


Si has llegado hasta aqui, no me queda mas que agradecerte por tu visita !muchas gracias!