Amistad… ¿o algo más?

Capitulo I


Al entrar a la sala de clases noté como el profesor y un total de treinta alumnos posaba su vista en mí.

Con un tímido hola cerré la puerta tras de mí y luego de escuchar el sermón de Orochimaru, el profesor de física, pude al fin ir a sentarme a mi puesto. Aquel puesto para dos personas, que tendría que ocupar solamente yo, por que mi mejor amigo, al cual no veía por ninguna parte, obviamente se sentaría con su novia.

Las vacaciones de invierno habían terminado y debíamos volver a nuestras actividades escolares. Por supuesto que al inicio del nuevo semestre los alumnos tenían la libertad de sentarse con quienes quisieran, así que Sasuke se sentaría con la zorra que tenía por novia.

—Valla, al fin llega la pelo de chicle— hablando del rey de Roma, allí estaba ella, Karin, esparciendo su veneno por todos lados.

—Cállate cabeza de zanahoria— escuché a mi otro mejor amigo, Naruto, defenderme.

Volteé hacia donde él estaba sentado junto a Hinata, su novia y mi mejor amiga, y le sonreí en muestra de agradecimiento. Él me devolvió la sonrisa y me guiñó el ojo, así que intuí que algo no muy bueno se traía entre manos.

La puerta del aula se abrió dejando ver a Sasuke, mi mejor amigo, con su típica expresión fría. Ignorando los sermones del profesor se dirigió hacia el puesto que compartía conmigo con porte altivo y se sentó a mi lado.

Lo miré en busca de alguna explicación, pero antes de que pudiera responderme, la odiosa de Karin se sentó en sus piernas besándolo. Era asqueroso pero tenía que tragarme el ácido como fuera, no quería ensuciar mi puesto.

—Sasuke-kun, te extrañé tanto—dijo con su típica voz chillona

—Karin, bájate de encima mío— dijo Sasuke molesto, con aquel tono frío que utilizaba para dirigirse a todos, exceptuando a mí y a Naruto y algunas personas más.

—Pero Sasuke-kun…—dijo de forma seductora.

¿Es que no podía ser por algún momento en su vida menos zorra?

—Señorita Karin, vuelva a su puesto—ordenó molesto Orochimaru, con una expresión de asco.

Pobre profesor, aunque me caía mal la mayoría de las veces, no podía dejar de sentir un poco de lástima hacia él por tener a Karin por alumna, realmente eso no se lo desearía a nadie. La zorra, resignada, volvió a su puesto, pero cuando se sentó un extraño sonido provocó que toda el aula, a excepción de Orochimaru, estallara en risas. Ese debió ser Naruto, ¿Quién sino?

—valla Karin, ¿Qué comiste en la mañana? —cuestionó Kiba en tono burlesco.

—De seguro fueron porotos— escuche a Hanako, la prima de Sasuke, mientras contenía la risa.

—Cállate Hanako—dijo molesta la zorra.

—Karin, te recuerdo que es mi prima—le dijo Sasuke tratando de contener la risa— y por muy fastidiosa que sea, no puedes tratarla así.

—Pero Sasuke-kun…

—Gracias primito lindo, yo también te quiero…—dijo Hanako simulando haber ignorado el último comentario dicho por Sasuke.

— ¡Se callan todos!—dijo Orochimaru autoritario.

Y como nosotros somos adolescentes de 16 años muy obedientes, así lo hicimos.

—ahora me dirán quien fue el muy graciosito que hizo la broma.

— ¿Cuál broma? No es culpa de nosotros que la pelos de tomates se hubiera desinflado—contestó Ino, otra de mis amigas, ella al igual que yo odiaba a Karin. Bueno… ¿Quién no lo hacia?

—Cállate rubia teñida— silbó Karin.

—para tu información linda, mi cabello es natural, no como el tuyo—dijo Ino calmada con una sonrisita petulante.

Y eso hizo que Karin echara humo por las orejas, casi literalmente.

Miré a Sasuke y vi una expresión divertida en su rostro. Sasuke era un mal novio, ni siquiera defendía a la pelos de zanahoria; aunque tampoco era partidaria que lo hiciera.

Orochimaru nuevamente preguntó por el muy graciosito que hizo la broma. Pero como era de esperarse, nadie dijo nada, ni para admitir ni para revelar al culpable. Por supuesto que todos sabíamos quien había sido, no era necesario ser un genio para adivinarlo, pero nadie diría nada porque casi la mitad el curso pertenecíamos al mismo grupo y los otros simplemente no se metían y les daba lo mismo. Además todos gozábamos con las bromas que le hacían a Karin, así que era de esperarse que, aunque nos dejaran castigados, nadie diría nada. En ese aspecto nuestro curso era bien unido.

Finalmente luego de que nos preguntaran por cerca de chorrocientas mil veces, Orochimaru decidió dejar pasar el problema. No hay para que decir que la pelos de tomate se puso furiosa, pero bueno, nadie la manda a ser como es y que hasta algunos profesores la odien.

Lamentablemente, las continuas amenazas de Karin hacia Orochimaru diciéndole que su papa iría a reclamar para que lo despidieran del colegio, no lo puso de muy buen humor. Nos mando cerca de no se cuantos ejercicios de tarea y por último, antes de irse, nos castigó a mí y a Sasuke por llegar atrasados.

Genial.

Todo gracias a la bruja.

En la clase siguiente en la que nos tocaba consejo de curso con el profesor jefe, a la cual él llego tarde por que seguramente se había perdido en el camino de la vida, escribí en mi cuaderno de borrador un mensaje para Sasuke, en la parte donde como una especie de juego hacíamos nuestro msn.

Por lo menos saluda.

Al leerlo sonrió con una media sonrisa, de esas que a mí me dejaban sin aliento.

Hola ¿contenta?

Sí, Sasuke.

¿Qué pasó con el kun?

Después de leerla no se la respondí, estaba molesta con él, pero no se porque. Supongo que porque estaba celosa, después de tanto tiempo debo admitir que me enamoré de Sasuke, el problema es que no creo que sea correspondido. Para él solo soy una muy buena amiga, su mejor amiga, nunca me verá como algo más.

Luego de cinco minutos en que no le llegó respuesta, tomo nuevamente el papel, escribió algo en él y luego me lo pasó.

Estas rara, normalmente estas mas sonriente.

Estoy igual que siempre.

Me miró acusador, pero lo dejo pasar.

¿Te quedaste enredada en las sabanas que llegaste tan tarde?

Sí. Y esto me esta asustando, nunca eres él que empieza una conversación, usualmente hay que sacarte las palabras con tirabuzón.

Eso provocó en Sasuke una sonora carcajada que trató de disimular con tos. Kakashi-sensei se quedo mirándolo con su típica expresión relajada, característica de un profe de filosofía. Por que había que agregar que él aparte de nuestro profesor jefe era el profe de filosofía, así que nosotros nunca sabíamos cuando estábamos en filosofía y cuando estábamos en consejo de curso.

— ¿algo de lo que dije le parece gracioso, señor Uchiha?

—no, para nada, profesor, es solo que me acordé de un chiste gracioso—mintió, pero pudo haberse inventado una mejor escusa porque Sasuke era la mayoría del tiempo serio y que yo supiera no se sabía ningún chiste.

—ojala que algún día lo cuente, porque para sacarle una carcajada a usted debe ser muy chistoso.

—Ni se lo imagina— le contesto mi amigo de vuelta con una expresión burlona.

—entonces lo contará la próxima clase en frente de todo el curso.

sin comentarios…

***

—por tu culpa tendré que buscar un chiste en internet que sea gracioso. —Se quejó cuando estábamos en el recreo.

—Es tu culpa por reírte tan fuerte— le recriminé.

—sí, sí, bueno. Entonces… ¿Por qué te quedaste dormida?

—mi mama se fue ayer en la noche y que yo sepa no es fácil levantarse temprano luego de estar por tres semanas levantándote a las una de la tarde.

—hmp, eso te pasa por ser tan floja… si quieres puedes pasar hoy por la tarde por mi casa, no creo que quieras estar sola.

—bueno, así aprovecho de ver a la tía Mikoto, hace tiempo que no la veo. — dije emocionada cambiando de ánimo inmediatamente mientras me apoyaba en el árbol de cerezos en el que estábamos conversando. —ah, y antes que se me olvide ¿por que llegaste tarde? ¿Te quedaste dormido?

—no, digamos que llegue atrasado por ser un buen amigo.

—Explícate— dije mirándolo extrañada.

—hoy me levante a la hora de siempre, salí en el auto diez para las ocho de la casa. No se porque se me ocurrió llamar a Naruto preguntándole si habías llegado, me dijo que todavía no llegabas y que eso era extraño por que siempre eres la primera en hacerlo. Así que pensé que como eres tan floja te habías quedado dormida—fruncí el seño cuanto dijo eso lo de floja — como tu casa está al otro extremo de la ciudad, llegué casi a las ocho a tu casa y no había nadie. Debo agregar que la puerta estaba abierta— palidecí cuando dijo eso— cuando entre te llame al celular y escuche la melodía que venia de tu habitación, ahí encontré tu celular, tu billetera así que supongo que te viniste corriendo. Por cierto…tengo eso en la sala. —y estaba en lo correcto— y también el trabajo de bilogía que hicimos juntos y que había que entregarlo hoy día —reí nerviosamente cuando dijo eso, ya sabía yo que algo se me había olvidado —cuando Salí de tu casa luego de asegurarme de que todo estaba en orden y de que te habías llevado tu cabeza, eran pasadas las ocho y cinco. Cuando iba llegando al colegio divisé tu tan poco llamativo pelo como a una cuadra así que por eso llegue después de ti. —cuando terminó su relato yo estaba al borde de un colapso.

—y tu dices que no soy un buen amigo.

—gracias Sasuke-kun.

—hmp, así me gusta. —dijo con esa sonrisa torcida que tanto me gusta.

Pobre, lo habían dejado castigado por mi culpa.

—…Sasuke…lamento lo del castigo.

—hmp. No te preocupes ya me lo veía venir, total escribir quinientas veces la frase "no debo llegar atrasado a clase" no es tan tortuoso.

Palidecí cuando dijo el número.

Él estaba sentado al lado mío y, al igual que yo, apoyado en el árbol. Cerró sus ojos dando le impresión de estar dormido.

Se veía tan guapo en esa pose que me dieron ganas de robarle un beso, uno solo, nadie nos vería, pero de todos modos sabía que no podía hacerlo. Él era mi mejor amigo, él no me veía como algo mas y yo no quería que nuestra amistad acabase, éramos amigos desde hace años.

—Sasuke-kun — musité mirando el cielo.

—Dime…—dijo mientras posaba sus ojos negros en mí.

—es que…

—Sakura, suéltalo, sabes que me puedes preguntar cualquier cosa, menos si me puedo acostar contigo—dijo en un tono burlón.

—hmp, idiota—dije avergonzada y controlándome para no golpearlo.

— ¿Qué me ibas a preguntar? —cuestionó en ese tono de niño bueno pero con esa cara que ponía cuando estábamos chicos y hacía una maldad.

— ¿Qué sientes por la pelos de zanaho…perdón…Karin? ¿Realmente la quieres?, por que déjame decirte que no se te ve muy enganchado con ella. Llámale instinto femenino.

—Tú y tu instinto femenino—se quejó rodando los ojos.

Pero no respondió la pregunta, ya que Karin, que al parecer lo estaba buscando como loca, lo encontró y se le tiró encima.

— ¡Sasukito-kun! — una pregunta… ¿esa palabra existía?

Sasuke lo único que hizo fue chasquear la lengua y yo a sabiendas que no conseguiría mi respuesta, apenas ella llegó me pare del césped, me despedí de Sasuke con un seco "adiós" y sin siquiera mirarla a ella, me fui tranquilamente de ahí, o al menos eso aparente.

No podría describir como me dolía cada vez que lo veía con ella.

No hay para que decir que durante las otras horas ni siquiera lo miré, no se por qué, pero estaba nuevamente molesta con él. Se que es tonto pero ¿Qué otra cosa puedo hacer? El como siempre noto mi estado de ánimo porque me escribió un mensaje en el cuaderno que usábamos para el juego del msn.

¿Qué te pasa?

Aunque leí el mensaje no se lo respondí; me mantuve mirando al frente en todo lo que quedaba de clase, aunque ni siquiera pusiera atención en los ejercicios que explicaba Asuma-sensei.

Otros dos mensajes le sucedieron pero tuvieron el mismo destino.

Al parecer se dio cuenta de que no se los iba a responder, así que como es orgulloso optó por no mirarme en todo lo que quedaba del día. Yo realmente me sentí mal por eso, él no tenia la culpa de que estuviera enojada, pero igual, tampoco le dirigí la palabra.

Fue al final de la jornada escolar, al tocar la campana, cuando volví a hablarle…o algo así.

—Sasuke-kun…—dije mientras todos los demás salían de la sala.

Como era de esperarse no me respondió… solo comenzó a ordenar su mochila tranquilamente, como era usual en él.

—Oye Uchiha, te estoy hablando—dije con el tono que usaba cuando estaba enojada con él.

— ¿Qué? ¿Me vuelves a dirigir la palabra? —cuestionó con una sonrisa completamente irónica, pero sus ojos mostraban molestia.

Valla, al parecer se había enojado.

—no, solo te iba a recordar que estamos castigados y debemos ir a la oficina de Orochimaru. —le respondí en tono frío, al parecer se me habían pegado un poco sus malas costumbres.

—Hmp, molesta—musitó.

De acuerdo, estaba muy molesto conmigo, esa palabra la ocupaba solamente cuando se enojaba.

Caminamos en silencio hasta la oficina de Orochimaru, yo quería hablarle, no me gusta estar enojada con él, eso me duele en el alma. Orochimaru nos dejó en una sala con la tarea de escribir doscientas veces la oración "no debo llegar atrasada a clase". Él tenía que ir a una reunión con el consejo de profesores así que nos cerró la puerta con llave para que no escapáramos.

De inmediato comenzamos a escribir en un incomodo silencio. Él mantenía toda su concentración en las hojas que debía llenar y yo igual, aunque a veces dejaba las hojas de lado para mirarlo, es que es tan guapo. Su cabello azabache con reflejos azulados, sus ojos negros como la más oscura noche y su piel pálida.

No puedo asegurar desde cuando estoy enamorada de Él.

Él notó mi mirada y me la devolvió con una expresión fría.

— ¿tengo algo en la cara? —cuestionó molesto.

—Que simpático— dije esta vez molesta volviendo a escribir, lo que menos quería era estar en una habitación con un Sasuke molesto.

—que yo sepa no fui yo él que te ignoro en todas las clases.

—Tú también me ignoraste— le repliqué sin siquiera despegar mi mirada de la hoja.

—lo hice porque te escribí tres mensajes y ninguno lo respondiste— me acusó molesto.

No le respondí, no quería que este pequeño dialogo se convirtiera en una discusión, no me gusta discutir con él.

Pasaron unos diez minutos en los que ninguno de los dos hablo, hasta que Sasuke decidió acabar con el silencio, algo poco usual en él.

—Sakura…— me llamó en tono suave.

— ¿si Sasuke-kun? —le respondí con el mismo tono. Después de todo no tenía razones para estar enojada con él, que no me haya respondido la pregunta que le hice no fue su culpa.

— ¿Por qué estabas molesta? —levanté la mirada y lo vi con una mirada suave.

—no lo se……—admití con una pequeña sonrisa. —supongo que porque no me respondiste la pregunta que te hice.

—haber déjame ver si te entendí…—me dijo mirándome confuso— ¿todo esto fue porque no alcancé a responderte una simple pregunta?

Asentí tímidamente.

—Eres increíble—dijo rodando los ojos.

— ¿responderás a mi pregunta?

—si, y no, no la quiero, solo estoy con ella para pasar el rato.

— ¿y te gusta alguien más? —cuestioné algo aliviada.

— ¿Por qué tanta curiosidad? —cuestionó en tono burlón.

Desvié mi cara para que no notara el sonrojo.

—Solo me preocupo por mi mejor amigo, no te hagas ilusiones Uchiha—le dije a sabiendas que él nunca pensaría en mí de esa forma.

—algún día te diré quien me gusta, Sakura. Con la condición que me digas quien te gusta.

—Sabes que no me gusta nadie—le dije comenzando a escribir nuevamente, para que no notara la mentira.

Me pareció ver en su mirada algo así como ¿decepción? No, solo debía ser mi imaginación.

Luego de unos minutos lo volví a llamar.

—Sasuke… siento haberme enojado conmigo.

—disculpas aceptadas y tú también perdóname por no tratar de aclarar las cosas antes contigo.

— ¿siempre te tienes que echar algo de la culpa no es así?

—Así son los caballeros —me respondió riéndose.

— ¿al final iré a tu casa?

—te dije que te llevaría ¿no es así? Además ya le avise a mi madre, y además imagínate como se pondría Maki si llego sin ti. —me respondió con esa sonrisa que tanto me gusta.

Como me gusta no estar enojada con Sasuke.


no tengo tiempo para mucho comentario por que estoy apurada.

lo unico que digoi es que espero que les haya gustado y que me lo digan con un reviews.

ya vine, ya lo dije, ya me voy

besos