¡Hola a todos! ¿Qué tal? Bueno, quiero decirles que esta historia NO me pertenece, es propiedad de Reyna Cariño, pero yo la leí por parte de una autora de The Hunger Games hace como 2 añitos (hay era bebé, tenia 12) y admito que esta es una de mis historia favoritas y la quiero compartir con ustedes porque esta buenísima. Okey, los personajes tampoco me pertenecen, son propiedad de Mike Dante Dimartino y Bryan Konietzko.
CAPÍTULO 1: ¿QUIERES SER MI NOVIA?
-¿Quieres ser mi novia? – preguntó Aang tan rápidamente que Katara creyó que las palabras habían sido distorsionadas por el silbato del campo de futbol.
¿Por qué el chico más popular del instituto, le preguntaría eso a ella?
Seguramente había escuchado mal, no había de otra. Katara era una chica bonita, pero era simplemente una chica más del montón en el instituto. Mientras Aang, con su cabellera oscura brillante y sonrisa deslumbrante era no sólo el chico más guapo y popular del instituto sino también a sus 18 años ya era un modelo profesional y ella… bueno ella, era sólo ella y punto, nada especial, no era muy inteligente, tampoco muy amistosa o sociable, sólo era una chica promedio y ya.
¿Entonces porque aquella pregunta había salido de la perfecta boca de Aang?
-¿Qué? – preguntó Katara incrédula.
Una fresca ventisca de marzo los rodeó a ambos y el sonido constante del silbato en el campo de futbol los alcanzaba a pesar de estar en los bebederos alejados del campo.
-¿Qué si quieres ser mi novia? – dijo Aang detenidamente ya que no estaba dispuesto a repetirlo una vez más, no sólo por ser vergonzoso si no porque no quería que nadie más lo escuchara.
-¿Por qué? - preguntó Katara cruzándose de brazos. Si bien ella no era la mejor alumna, tampoco era tan ingenua para creer que el grandioso Aang Airs le pediría algo como eso a una chica como ella.
-Te necesito – dijo claramente Aang y la observó seguramente esperando una reacción un poco escandalosa de su parte, pero sólo encontró una sonrisilla sarcástica.
-Continua – dijo ella cortésmente y un atisbo de interés sonó en su voz.
-Eres prácticamente una chica antisocial – dijo Aang sin ninguna delicadeza lo cual tampoco le importaba a Katara porque sabía que no mentía – así que como no tienes amigas – dos, en realidad ella tenía dos amigas solo que iban a diferentes clases – pensé que si tú y yo salimos, nadie te preguntaría nada – el chico lanzó una sonrisa victoriosa como si fuera un plan brillante.
Katara se apoyó sobre una pierna y suspiró profundo tratando de analizar las ganancias que ese trato le brindaba a ella. – Hay cientos de chicas con las que puedes salir y ten por seguro que no dirían ni una sola palabra si se lo pidieras.
- Lo sé – dijo obvio como si ninguna chica pudiera resistírsele – pero tú eres más fácil.
Las chicas levanto las cejas y cuando Aang entendió sus propias palabras se vio obligado a rectificar más no se disculpó.
-Lo qué quiero decir es que es más fácil salir contigo que con cualquier otra chica ¿entiendes? – Katara asintió orgullosa – Sólo mírate casi te estoy rogando y tú solo pides y pides explicaciones y no me das la respuesta que necesito escuchar.
-Debe ser difícil insistir tanto para ti ¿verdad?¨- preguntó Katara divertida.
- ¿Quieres ser mi novia sí o no? – preguntó Aang cansado. Cuando había pensado su plan no pensó que Katara fuera tan… difícil pero tenía bien en claro que ella no aceptaría a no ser que le conviniera, que pudiera sacar un provecho de eso.
-No lo sé – dijo pensativa colocando su mano izquierda en su cintura y su índice derecho en su barbilla como si esa pregunta fuera de mucho analizar – Es que no comprendo que ganaría yo con esto.
Aang rodó los ojos, sabía que saldría con esa frase.
-Saldrás conmigo, es lo mejor que puedes ganar – dijo obvio como si realmente eso pudiera ser lo mejor del mundo.
-No lo creo – Katara decidió que no tenía porque perder su tiempo y dispuesta a irse dio media vuelta solo para ser detenida por el firme agarre de Aang en su brazo.
-¿Qué es lo qué quieres? – dijo rendido.
-¿Qué puedes darme? – dijo ella contenta de que Aang la detuviera.
-No lo sé, dime que quieres y lo conseguiré para ti - dijo Aang sin suavizar su agarre lo que empezó a provocar un leve ardor en el brazo de Katara quien hizo una mueca.
-Primero deja libre mi brazo – Aang observó el brazo y lo soltó con delicadeza pero como siempre sin pedir disculpas – Y bien, ahorita no quiero nada pero si en el procesos de este… "trabajo" hay algo que quiera, tendrás que dármelo.
Aang observó nuevamente a Katara y no comprendió como una chica de su apariencia podía ser de esa manera. Katara tenía apariencia de ser una niña bien portada. Su cabello era de un castaño común, le llagaba poco más debajo de los codos y la mayoría del tiempo lo llevaba trenzado, su piel era morena pero lucía hermosa, parecía tener la suavidad de terciopelo, pero la frialdad de la porcelana, sus ojos azules y su cuerpo… había mejores cuerpos que el de ella, era delgada y tenía curvas en donde las necesita, excepto en la parte superior.
Aang aclaró su mente y asintió mientras por dentro se mordía la lengua para no maldecir entre dientes. Katara podía sacar de quicio a alguien rápidamente, seguramente esa era la causa de que casi no tuviera amigos.
-Lo que quieras, pero a cambio debes hacer un gran trabajo como mi novia – la chica rodó los ojos dejando salir un enorme suspiro de irritación.
-Yo siempre trabajo en serio – se dio media vuelta dejando al muchacho de pie tras ella y empezó a caminar pero nuevamente el brazo de Aang la detuvo - ¿Qué? – preguntó girando su cabeza hacia el modelo.
-Empiezas ahora, en este preciso momento ya eres mi novia y al finalizar las clases hablaremos en privado más sobre este trabajo – la seriedad en el rostro del muchacho era tanta que la chica tuvo que volverse completamente hacia él.
La verdad los motivos por los que tenía que pretender ser su novia no le importaban, pero ya que era un trabajo debía aceptar y fue por eso que asintió, desinteresadamente.
Para finalizar las clases en el colegio todos sabían que Aang y Katara estaban en una relación romántica (era el tema del momento).
Habían rumores que decían que Katara había engatusado al modelo para que salieran y otros rumores más certeros decían que Aang llevaba mucho tiempo interesado en Katara ya que ocasionalmente se le había visto observándola.
Al terminar la última clase de Katara todos en su salón la observaban cuidadosamente, una eran miradas amistosas y otras eran miradas de envidia y odio. Cuando salón del salón vio a su "novio" esperándola fuera lo cual la sorprendió ya que no creyó que el fuera a ser tan serio al respecto.
-Hola, linda – le habló con una de esas sonrisas que dibujaba en su rostro para las fotografías en las que modelaba.
Ella le asintió tiernamente, algo que se veía ajeno en su rostro, y el tomó la mochila que colgaba del hombro de la castaña. Con un brazo la rodeó por la cintura y la pegó a su cuerpo, ambos escucharon como un "clic" al estar tan cerca, era como si sus cuerpos encajaran perfectamente, ignorándolo se pusieron en marcha por el pasillo hasta llegar a la puerta principal del edificio en donde un grupo de chicas, todas admiradoras del modelo, les obstruyeron el paso.
-¿Cómo puede ser posible que salgas con ella? – señalaron las chicas casi con repulsión, la que parecía ser la líder dio un paso al frente y jaloneó a la castaña separándola de los brazos de Aang – solo mírala – dijo jaloneando su cabello.
-En primer lugar no tienes permitido tocarla así – habló molesto, molesto de verdad – en segundo lugar no tienes ni permiso de pensar en ella. ¿Preguntas por qué la elegí?, la respuesta es sencilla, a ella le importa mi fama tanto como le importas tú – y nuevamente atrajo a Katara a sus brazos de una forma protectora que la chica no se imaginó que existiera en Aang – Te agradezco por ser mi admiradora pero si te metes con mi chica entonces no quiero saber nada de tu club de fans – y dicho eso ambos se abrieron paso entre el grupo de chicas que veían boquiabiertas como su amor platónico se llevaba a la chica más común del mundo sujetada fuertemente a él.
-¿No fue un poco duro eso? – susurró Katara mientras seguía con paso acelerado al chico.
-Me tomo todo en serio… por cierto – dijo observando a su alrededor en donde los chicos se reunían solo para verlos pasar – sería bueno demostrarlo ahora que hay más público.
-¿Demostrar qué? – preguntó pero en cuestión de segundos comprendió a lo que se refería – Entiendo – dijo regresando su mirada hacia el modelo – Pero tú hazlo, se supone qu tú estás más enamorado de mí.
Aang rodeó los ojos y sin darle tiempo la detuvo en medio del camino y aprisiono sus labios con los de él. Los labios de Katara se pusieron tensos bajo los del chico y después de unos segundos siguieron un tímido beso. Aang no había besado de esa manera desde… nunca, por lo regular las chicas se morían por besarlo y devoraban su boca, pero en cambio con ella era diferente, era lento, delicado, suave, cariñoso y cálido. Sus ojos que se habían cerrado con fuerza se habían suavizado y el brazo con el que rodeaba la cintura de Katara se había afirmado aún más. La reacción de ella era más suave, más inocente y cuando la razón golpeó a Aang entendió que le había robado su primer beso.
Bueno, como dije ante leí esta historia hace dos años, y me había gustado mucho pero no quiero que quede en el olvido, así que se las quiero compartir a ustedes este linda historia. Ya saben, créditos y aplausos a la autora Reyna Cariño...
¿Y que tal? ¿Les gusto? ¿Qué es lo que le pedirá Katara a Aang?
Descúbranlo en el próximo capitulo...
