Fanfiction escrito por mi persona, sin fines lúdicos, basado en la obra de Ichiei Ishibumi, las novelas ligeras HighSchool DxD... ¿Algo más?
Diálogos:
(Amo las oppai) – Pensamientos varios.
"Probando, probando ¿se oye?" – Retransmisiones holográficas, conversaciones telefónicas, etc.
-No hay mayor placer en el mundo que poner mi **** entre los pechos de Rias y Akeno huahahahaha- uso de diferentes idiomas.
[No quiero hablar de ello] – Ddraig, seres sobrenaturales de categoría superior.
[Aquí hay demasiada perversión, mierda de autor] – [Excalibur]
[Dejadme dormir…] – Svalinn
Atención, este fanfiction puede catalogarse de animalada...
Remarco que en este fanfiction puede haber actos sexuales que puedan ofender/alarmar/molestar al lector.
Asimismo la ley me obliga a decir que los menores de 18 años (según la nacionalidad) deberíais de ser buenos chicos y no leer esto.
Si, nadie lo cumple, lo sé.
A quien lo lea... Nadie os obliga, leedlo bajo vuestra responsabilidad.
Yo me limpio las manos.
– High School DxD –
-Xenovia Gaiden-
Regalo de Dios
Jasminum; flor de Jazmín; Regalo de Dios.
-Residencia Hyodo- Actualidad-
Las mañanas eran pacificas.
Bueno, todos los días lo eran.
No.
No lo eran…
Mmm
Esto es más difícil de lo que parece…
¿Era así como debía de empezar una historia?
Issei probablemente lo haría así…
Bueno, paso a paso.
Lo que si que era cierto es que todos los días empezaban igual…
En cuanto la morena y la pelirroja que dormían con su amado empezaban a gemir fuertemente y la luz solar se asomaba por su ventana significaba que ya era la hora de levantarse.
Especificación.
Gemidos = Sexo matinal.
Si, su amado, su dueño, se acostaba con asiduidad con dos hermosas mujeres.
Más que a ella.
Se podía permitir el lujo de decir que las amaba mas.
Si.
Las amaba más que a ella.
Pero aun así, la amaba.
Y con todo dicho y contrario a lo que cabía pensar… No le molestaba.
Amar a Issei…
Issei era un tío raro.
Un pervertido, despreocupado, cínico, alegre, pervertido, un pervertido sobretodo.
Pero una buena persona por encima de todo.
Además de ser un dragón.
Esa es una matización importante.
Un ser que estaba por encima de todos los demás… psicológicamente hablando.
Intentar comprender como pensaba un dragón… Era algo a lo que había renunciado hacia muuuucho tiempo.
Querer estar a su lado implicaba aceptar unos términos… un tanto extraños.
Hacia muchos años que se había echo a la idea.
Levantándose, acercándose al espejo de tamaño completo que tenia junto a un modesto escritorio, un espejo, un accesorio, mobiliario regalo de Le Fay para que estuviese más… Para que fuese más…
No lo recordaba…
Femenina, eso, femenina.
No es que Le Fay pensase que era poco femenina, sino que creía que no debía de olvidarse de cuidar otras facetas además de la militar.
Le Fay era la otra amante de Issei…
Unos meses menor que ella… Pero la madre de la familia.
Su sabiduría no tenia parangón.
Ciertamente tenía razón, Rias Gremory y Akeno Himejima eran sumamente femeninas a pesar de ser moderadamente poderosas.
Estaban echas de una pasta especial, no necesitaban actuar o proponérselo, eran sexy por naturaleza.
No necesitaban maquillaje…
Su misma naturaleza, su esencia derrochaba sensualidad, erotismo…
Lo único que necesitaba Issei para vivir…
Y ese espejo le recordaba que tenía unas facciones hermosas y una muy buena figura.
Le recordaba que ella también podía darle la esencia al chico que deseaba, que ella también podía estar a su lado.
Que ella era una mas.
Apartándose del espejo, retirando su pijama semitransparente. Caminando hasta el baño de su dormitorio, abriendo el grifo de la ducha, metiéndose debajo sin molestarse a esperar a que se calentase el agua.
Le Fay le había dejado bien claro que unos hábitos saludables de higiene matutina son obligatorios en la Residencia Hyodo.
-Yo personalmente prefiero algo de agua caliente- murmuró el castaño tras la peliazul, abrazándola por la espalda.
-Buenos días Ise- murmuró Xenovia sonriente
-Buenos días preciosa…- respondió el castaño besando el cuello de la chica.
-¿Aun con ganas de fiesta?- sonrió la joven al sentir su miembro duro pegado contra su trasero.
-Siempre…-
-¿Qué hora es?- separándose del castaño, caminando hasta la pared de la ducha, regulando la temperatura algo mas caliente.
-Falta algo mas de una hora para ir al instituto… ¿por?-
-Tenemos tiempo… Ven aquí Ise… ¿A que esperas?- apoyándose contra la pared con una mano, moviendo su trasero levemente de lado a lado, abriendo sus labios vaginales con su mano libre –Ise… te necesito aquí… ahora!-
-Oh si…- murmuró el chico tomando a la chica de la cintura, tomando su miembro, acariciando el sexo de la joven con su miembro.
-Ise… No juegues conmigo!-
-Como desees!- exclamó el castaño penetrando a la peliazul de un golpe, arrancándole un fuerte gemido, sosteniéndola de la cintura, estableciendo un ritmo lento y fuerte, obligando a la chica a apoyarse en la pared, apoyando su frente contra la fría pared, cerrando los ojos, gimiendo con fuerza.
El chico solo sonreía, disfrutando la estrechez de su amante, bajo el agua caliente de la ducha, tomando a la chica de sus pechos, pasando a abrazarla de la cintura y del cuello para mejorar su agarre sobre la joven.
Abriendo los ojos levemente, girando su rostro para mirar al chico, sonriendo contenta, amaba cuando la sometía a el.
Deteniéndose unos segundos, separándose de la chica, tomando una de sus piernas, colocándola sobre su hombro, aumentando la penetración, agarrándose en unos de sus grandes pechos, observando como la peliazul no disminuía sus gemidos.
Soltando su pierna. Tomándola con fuerza entre sus brazos la chica envolvió la cintura del chico con sus piernas, dejando que el chico la penetrase de nuevo, sostenida por su trasero, tomando el rostro del chico, besándolo con pasión, con amor, dejando que el chico la penetrase con todas sus fuerzas.
-¿Dónde lo quieres?- preguntó el castaño.
-Dentro… Siempre dentro- respondió la chica.
-Pues aquí lo tienes…- gruño el castaño embistiendo con todas sus fuerzas, llenando a la joven con su esencia –Xenovia… Eres una delicia…-
-Ise… hay que limpiarte…- susurró la joven besando al chico, arrodillándose al soltarla el castaño. Sonriente acaricio levemente el miembro del chico, separando sus rojos labios, besando dulcemente la punta del miembro del chico, dejando que entrase en su boca lentamente, cerrando sus ojos ronroneando levemente. Degustando su sabor recientemente favorito, bombeando lentamente su cabeza, dejando que cada vez mas carne entrase en su húmeda boca. Contenta al sentir la entrecortada respiración del castaño, que acariciaba su cabello afectuosamente.
RAS
Abriendo un ojo curiosa vio, tras abrirle una puerta de la mampara de golpe, a una furiosa fénix rubia.
PAM
Siguiendo con la explicación…
Tras vestirse solía bajar a por el desayuno.
-Buenos días Xenovia- sonrió Le Fay vestida con un delantal sobre su uniforme escolar, preparando el desayuno junto a una sonriente Akeno.
-¿El desayuno de siempre?- preguntó la morena.
-Si, gracias- caminando hasta la mesa, dejando su cartera colgada en la silla. Sentándose, observando con hambre el apetitoso desayuno colocando frente a ella.
-Issei-sama! Debe de ser mas cuidadoso!- exclamó Ravel entrando en el comedor, sentándose en una de las sillas.
-¿Cuidadoso? Has irrumpido mientras estaba ocupado en la ducha!- exclamó el castaño esquivando un puñetazo de la rubia, caminando hacia la cocina, tomando a las chicas de la cintura, besándolas por turnos -¿Qué tal preciosas?-
-Muy bien Issei-sama- sonrió Le Fay.
-Otro día en el paraíso- sonrió Akeno pegándose al castaño.
-Eso es bueno- guiñándoles un ojo, separándose, caminando hasta el pequeño rubio sentado en una de las sillas, quitándole la consola que sostenía en sus manos.
-¡Hermano!- exclamó Gasper.
-No se juega en la mesa Gasper- murmuró Issei sentándose junto al rubio.
[Guargh]
-¿Cómo esta la cría de dragón mas guapa del mundoooo?- preguntó el castaño tomando al dragón entre sus brazos.
[Guargh]
-Buenos días Ise- saludo Rias caminando hasta el castaño, agachándose, besándolo dulcemente en los labios, sentándose junto a el.
-Buenos días… ¿Hemos llegado a tiempo?- preguntó Kiba entrando en la sala, dejando su cartera en uno de los percheros, junto a la peliplatino.
-Buenos días- murmuró Koneko.
-Entiendo que Neko venga a desayunar… ¿Pero porque gorronea el rubiales también?- preguntó el castaño.
-No seas maleducado Ise- murmuró Rias sirviéndose algo de café.
La espadachín draco-demoníaca solo podía observar la escena frente a ella con un deje de nostalgia.
Una familia…
La que nunca tuvo de niña…
Hermanas…
Una figura materna…
Amigas…
Un hermano pequeño…
Un novio…
Observando divertida la situación la peliazul no pudo sino sonreír.
Era feliz.
No podía imaginarse una vida mas completa.
Removiendo su café absorta en sus pensamientos.
Pero no siempre… fue así…
-Hay que guapa que es Raissei!- exclamó Issei acariciando la barriguita de la cría de dragón, que tumbada sobre la mesa ronroneaba ante las caricias del castaño -¿Quién es la mas guapa?-
[Guargh!]
-Ise, no hagas eso con Raissei en la mesa mientras comemos- lo regaño la pelirroja.
-Lo tuyo son celos-
-¿Q-que?-
-¿Quieres que te tumbe en la mesa y empiece a acariciarte la barriguita? ¿O prefieres otra cosa?-
-¿Q-que cosas d-dices?- exclamó la pelirroja tan roja como su cabello.
-Mmm… Eso me da ideas… ¿Ise? ¿No prefieres otro desayuno? Podría tumbarme desnuda sobre la mesa y…- abriéndose de piernas sensualmente.
-Oh!- exclamó Issei divertido –Esto me va gustando por momentos!-
-Nada de perversión en la mesa!- exclamó Le Fay dejando una bandeja en la mesa con algo de fuerza.
-¿Quién esta celosilla?- ronroneo Issei acercándose a Le Fay.
-¿Alguien quiere atenciones?- murmuró Akeno al otro lado de la rubia,
-¡Quietos! Aquí nadie esta celosa de nada!- sonrojada amenazando a los adolescentes con una espumadera –A la mesa a desayunar!-
-Siiii-
Cierta peliazul contemplaba la escena con una sonrisa en sus labios, desayunando sin prisa.
-Issei- murmuró Xenovia sonriente.
-¿Um?-
-…- alzando una meno, señalando al otro lado del castaño, el hueco vació que había dejado Gasper disimiladamente, aprovechando que el castaño se había centrado en la morena.
-¡Gasper!- exclamó el castaño levantándose de golpe.
¡!- un ligero ruido se escucho en el sofá del comedor.
-¡¿Estas jugando a la consola de nuevo verdad?!-
-Nuuuuu-
-Maldito travesti!-
-¡Discriminación!- chilló el rubio huyendo por las escaleras con el castaño tras el.
-Xenovia- murmuró Rias contenta, observando al castaño perseguir al rubio con la cría de dragón volando tras el.
-¿Si, Rias Buchou?-
-Vosotras sabéis mucho de nosotras… Pero apenas sabemos nada de cómo conocisteis a Ise-
-Oh, es cierto-
-Es una larga historia- sonrió Le Fay.
-Tenemos tiempo-
-Por donde empezar…- murmuró Xenovia pensativa.
-5 años desde la muerte de Eve Lucifer-
Su historia es la historia de una chica sin ninguna casualidad en concreto.
Sin ningún merito que la haga destacar del resto de mortales.
No era particularmente hermosa.
No era particularmente lista.
No era particularmente simpática.
Ni socialmente brillante.
Simplemente era una chica más.
Una humana más.
Abandonada por Dios.
Abandonada por su familia.
Una niña que lo había abandonado todo.
La fe.
La esperanza.
Sus sentimientos.
Todo.
Nada ni nadie en este mundo la había recibido con buenos ojos al abrir sus ojos de recién nacida.
Pero si llamo la atención de alguien.
Alguien de otro mundo sonrió al verla nacer.
Alguien de otro mundo rió contenta al escucharla llorar.
Alguien de otro mundo veló por ella.
Alguien de otro mundo sabia que jugaba un papel importante en la historia.
Alguien de otro mundo sabia que Issei no se tomaría con buenos ánimos si algo le llegaba a pasar.
Alguien de otro mundo veló por ella hasta que llegó él.
-Turín- Italia-
Todo empezó en Turín.
Una ciudad relativamente importante.
Cultural y económicamente.
Una capital del norte de Italia, en Europa.
Una hermosa ciudad que linda con el río Po, a las faldas de los Alpes.
Museos, restaurantes, plazas, parques, jardines, cuna de muchos de los mayores movimientos culturales del mundo moderno.
Ciudad especialmente importante para Italia… Cuna de Italia… Muchas de las mentes más privilegiadas e importantes del mundo habían nacido en Turín.
De clima continental… En invierno no se solía bajar de bajo cero… Y en verano no se superaban los 25 grados…
Empezar…
No. No es cierto.
De empezar en algún sitio, tendríamos que especificar, todo empezó en un pequeño pueblo a pocos kilómetros de Turín.
Un antiguo y rustico pueblo que hacia décadas que había cedido a la sombra que imponía la importante ciudad vecina.
Largo tiempo olvidado, dicho pueblo no tenia nada de especial.
Era un pueblo fantasma, decenas de casa de piedra y tejados de madera.
Calles sin asfaltar y con carreteras de piedras.
Sin corriente eléctrica y sin habitantes.
Solo había algo que tenía dicho pueblo.
Un orfanato.
Un orfanato municipal que no hacia mas que acumular los niños no deseados de todos los municipios circundantes… Y no tan cercanos-
Niños abandonados.
Padres fallecidos.
Niños cuyos padres no podían hacerse cargo.
Niños de todo tipo.
Niños cuidados por la estricta supervisión de una rígida anciana, que, pasados ya sus mejores años había tenido la original idea de garantizarse unos ingresos al cuidar niños desahuciados por la sociedad, cobrando unas monedas por cada uno del ayuntamiento turinés.
La anciana, cuyo nombre hacia años que nadie pronunciaba, se conocía generalmente como "madre".
Una anciana de cabello largo, dejado y grisáceo.
Sentada frente a un fuego casero, en una rustica chimenea, carraspeando levemente, fregándose los brazos intentando en vano expulsar el frío de su arrugada piel, ancianos músculos, agotados huesos.
Ajustándose la manta que cubría sus piernas echó una mano a la mesa junto a ella, tomando una taza de infusión de hierbas caseras. Sonriendo levemente al sentir el líquido caliente recorrer su garganta.
Continuando con su pesada lectura la anciana, distraída miró al reloj de madera colgando en una de las paredes. Era fácil de encontrar, apenas había decoración en la sala.
-Hora de dar de comer a los mocosos…- murmuró la anciana, dejando el pesado libro junto a la taza, masajeándose el rostro, acariciando su seca y arrugada piel.
Levantándose con dificultad, tomando unos bastones de madera, abandonando el calor del fuego, recorriendo los fríos pasillos de piedra que conformaban el antiguo y casi abandonado edificio.
Gruñendo ante la falta de visión, optó por dejar uno de los bastones y arriesgarse a portar una antorcha.
Caminando lentamente por los pasillos.
Alcanzando unas mugrientas y mohosas puertas de madera.
Como la anciana, las puertas habían visto tiempos mejores.
Si antes los ojos de la anciana podían parecer fríos… Ahora se asemejaban a dos témpanos de hielo.
Dos cubos de helado hielo que recorrían lentamente la oscura estancia.
Decenas de pares de ojos le devolvieron, miedosos, la mirada.
-¿Ha vuelto la mocosa?- preguntó la anciana seca.
-…-
-¿No me habéis oído? ¿Ha vuelto la mocosa?- elevando bruscamente la voz y el tono.
-N-no- murmuró una niña, abrazando, en un rincón de la sala, sobre un desgastado colchón, a dos niños más pequeños, temblando, cubiertos por una manta.
-Pse!- gruñendo levemente, disgustada, moviendo su mandíbula –Esa niña…- entrando en la sala.
-Perdone… Madre… L-la…-
-¿La que?- gruño la mujer.
-La c-c-cena…-
-Hasta que no sepa cuanto ha traído esa mocosa no sabré si tenéis cena o no!- moviendo la antorcha de lado a lado.
-…-
-La comida es cara mocosos… Y la cosecha que vosotros mismos habéis cosechado no da para que comáis…- acercándose a un grupo de chicos, tomándolos del mentón con fuerza. Observándolos de arriba abajo, mirando sus dientes.
Alejándose gruñendo.
-Tu y tu, venid conmigo- murmuró la anciana mirando a dos niñas.
-S-si madre- murmuraron las niñas miedosas. Siguiendo a la anciana.
Siguiéndolas a otra habitación, más iluminada.
-Desnudaos-
-¿Q-que?-
-Que os desnudéis- ordenó la anciana.
-…- lloriqueando las niñas obedecieron, dejando caer al suelo los harapos a los que llamaban ropas.
Mirándolas detenidamente, gruñendo de tanto en tanto, acariciando sus cuerpos, levantando sus brazos, palmeando sus traseros.
-¿Qué edad tenéis?-
-12-
-13-
-Bien… Volved a vuestra habitación, mañana a primera hora vendréis conmigo a la ciudad-
-S-si madre!- exclamaron las chicas
–No le digáis nada a nadie- ordenó la anciana.
Observando a las chicas marcharse a paso rápido.
Caminando hasta uno de los armarios, sacando dos vestidos algo deshilachados, descoloridos.
-Servirán- sonriente la mujer abandonó la sala, volviendo a su dormitorio, sentándose agradecida en su butaca, frente al fuego.
Al rato la puerta de su habitación se abrió, interrumpiendo su agradable lectura.
-Madre…-
-Jazmín… Has vuelto- susurró la anciana, volteándose levemente, observando a una hermosa pero descuidada joven morena.
-Siento el retraso madre- murmuró la joven caminando hasta la anciana.
-¿Cómo ha ido el día?-
-…- silenciosa camino hasta la anciana, dejando una bolsa de cuero en el reposabrazos.
Con un furioso silencio la anciana tomó la bolsa, vertiendo el contenido en su falda.
-¿Solo esto?-
-Me ha detenido la policía… Me han confiscado la recaudación de toda la mañana… Ha llovido y había poca gente en la calle…-
-Con este dinero solo pueden comer 5 niños-
-Pero madre! Y los demás…-
-No tengo lo suficiente para darles de comer a todos!- exclamó furiosa la anciana.
-…Lo entiendo madre…- susurró la joven.
-Ahora vete… Quiero irme a dormir y me molestas!- exclamó la anciana.
-En seguida… Que descanse madre- murmuró la joven, al salir la anciana se levantó, caminando hasta uno de los cajones, sacando una caja de madera, depositando las pocas monedas junto a una sustanciosa cantidad de monedas.
Sonriendo perversamente.
Abandonando la sala, la morena corrió hasta el dormitorio, abriendo las puertas.
-¡Jazmín!- exclamaron los niños, corriendo hacia la chica, abrazándola entre todos.
-Mis niños…- sonrió al joven –Venid… vamos a cenar!-
-Si!-
-Tengo hambre…-
-¿Qué hay para cenar?- exclamaron emocionados los niños.
-…- sonriendo tristemente, guiándolos a la cocina, dejada y en ruinas.
Caminando hasta las estanterías que no tenían candado, observando un par de jarras de cerámica y unos trozos de pan duro.
Tomándolos triste, reunió fuerzas y se giro a los niños.
-¡Si! Pan y leche!- exclamaron los niños, sonriendo y chillando animados, sentados obedientes en la mesa.
-…- Sirviendo las limitadas raciones.
Observándolos desde una esquina de la cocina.
Delgados, desnutridos.
No pudo sino desviar la mirada dolida.
Apretando sus puños con fuerza.
-Jazmín… ¿Estas bien?-
-Xenovia… Estoy bien- sonrió la chica, acariciando la mejilla de la chica.
-Jazmín… ¿Por qué has de robar para que podamos comer?- preguntó seria.
-¿Quién te ha dicho que robo?-
-Madre…-
-…-
-¿Robar no esta mal?- ladeando la cabeza curiosa.
-Si…-
-Ten- alzando su propio trozo de pan.
-¿?-
-Estas pálida… Delgada… Come, mejoraras-
-Cariño…- sonrió la morena –Comételo tu, estoy bien-
-¡Yo soy fuerte! Enfermo mucho menos que los demás!- exclamó la peliazul seria, golpeándose levemente el pecho.
-Pero tienes que crecer…- sonrió la joven.
-…-
-En cuanto acabéis, recogedlo todo, es tarde y tenéis que dormir- sonrió la morena.
-¡Siiii!-
-Al día siguiente-
-M-madre… Hemos venido como dijiste…- murmuraron las chicas.
-Bien… Daos una ducha y poneos esas ropas… Daos prisa, nos vamos-
-S…si…-
Miedosas, intimidadas, las chicas siguieron, cogidas de la mano a la anciana.
Caminando por las concurridas calles de Turín.
Abandonando las hermosas calles, pasando a grisáceas, sucias y descuidadas calles.
Entrando en un local oculto en un callejón sin luces, a oscuras.
-Anciana… Que asco verte de nuevo por aquí… ¿Qué cojones haces aquí?- exclamó un hombre obeso, calvo, con una espesa barba, vestido con una sencilla camisa blanca, sucia y unos pantalones de pana negros.
-¿Esta ese capullo aquí?-
-…- mirando a las chicas detenidamente, sonriendo confidente –Para "eso" si que esta para ti… Pasa por favor- mirando con lascivia el cuerpo de las niñas al caminar junto a él.
Corriendo por los pasillos de piedra, entrando con fuerza en la habitación de la anciana.
-Jazmin! ¿Qué te crees que haces?- exclamó la anciana furiosa.
-¿Dónde están Alba y Lucia?- exclamó desesperada la morena.
-…-
-¿DÓNDE ESTAN?-
-Hoy habéis comido caliente… ¿de donde te piensas que he sacado el dinero?- murmuró la anciana.
-No… no puede ser…- cayendo de rodillas llorando amargamente.
-No te pongas así… Cuando alcanzan los 12 años comen demasiado… Ahora tienen un trabajo y pueden ganarse la vida…-
Llevándose las manos al rostro la chica empezó a llorar amargamente.
-Si tú no te encargases de los niños, si yo no estuviese tan cansada… Habría echo lo mismo contigo…-
-P-pero yo te doy dinero cada día! Me paso el día robando lo que puedo! Por la noche trabajo el campo! Cuido del ganado y…-
-El campo apenas da nada… ¿Ganado? Yo no llamaría a eso ganado!- rugió la anciana.
-P-pero… Apenas eran unas niñas…- lloró la morena.
-Necesito más dinero. Esos niños cada día comen mas…- mirando a la morena –Eres muy hermosa… Con algo de maquillaje…-
-…-
-Dime Jazmín… Pronto unos cuantos niños mas tendrán que marcharse… Y el ayuntamiento ya no me da más dinero… Hay mucha crisis…-
-…-
-¿Quieres proteger a los niños? ¿Quieres que coman?-
-S-si, por supuesto!- exclamó la morena.
-Cubre tú los lugares de las niñas-
-¡!-
-Eres hermosa, puedo conseguir muchas monedas si trabajas la calle-
-¡!-
-¿quieres proteger a los niños?-
Esperando unos minutos, llorando amargamente, recogiéndose las lagrimas. Mirando a la anciana decidida.
-Si… Lo haré. Protegeré a los niños con todo lo que tengo-
-Buena chica…-
-Días más tarde-
-¿Cuánto quieres?- murmuró un hombre de mediana edad, junto a la anciana, en el pasillo frente a la habitación individual de la joven morena.
-50- dijo la anciana.
-¿Estas loca? No pienso pagarte eso por una cría-
-Es virgen-
-Es una inexperta… 10-
-25-
-Es una niña… 15 y no pienso pagarte más-
-Bien… 15-
-Toma…- dándole unas monedas.
-Tienes una hora… no le hagas daño, tiene que trabajar el campo-
-Pse, depende de ella- entrando en la sala, cerrando a su paso.
-B-bienvenido- murmuró la chica asustada.
-…¿Cómo te llamas?- dijo el hombre.
-Jazmín… ¿y tu?-
-No te importa como me llamo… Desnúdate. Quiero verte-
-…- la chica obedeció temblorosa.
-No esta mal… A la cama… Solo tengo una hora. Y si eres virgen tardarás en adaptarte… Y quiero follarte cuanto pueda-
-Más tarde-
-Eres un puto animal! ¿Cómo quieres que trabaje en el campo ahora?-
-No me chilles anciana o te rajo el puto cuello!- exclamó el hombre
-Un poco mas y la desgarras vaginalmente imbecil!-
-Que se joda la muy puta! Por lo que te he pagado bien podría haberla matado!- alejándose de la anciana, chocando con una niña pequeña -¿Y tu quien eres?-
-¿Hablas de Jazmín?-
-¿Así se llama el puton? Ja!-
-¿Puton?-
-Tu, lárgate- ordenó la anciana.
-Me preguntó por cuanto te venderá a ti enana… No, mini-puton en potencia… Jajajajaja!-
-…-
-¿Jazmín?-
-Xenovia…- susurró la morena tapada con una manta, acurrucada en su cama.
-¿Qué ocurre?- preguntó la niña curiosa, caminando hasta la chica.
-N-nada- sonrió la morena como pudo.
-A mi no me parece que sea nada… ¿Quién era el hombre que ha salido hace nada?-
-¿Lo has visto?-
-Si… No me gustaba como hablaba de ti… Jazmín…-
-Mi pequeña…-
-Jazmín… ¿Qué es un puton?-
-¡!- mirando a la chica sorprendida -¿Dónde has oído eso?-
-El hombre decía que eres un puton… ¿Qué es Jazmín?-
-Un puton… Eso es lo que soy… - fingiendo una sonrisa –No es nada serio Xenovia-
-A mi no me lo ha parecido…-
-Xenovia…- acariciando el cabello de la chica, cortado muy corto, sucio.
-¿?-
-Tienes que ser fuerte…-
-¿Qué?-
-Prométemelo… Prométeme que serás fuerte… Y cuidaras de los demás-
-¿Qué? ¿De que?-
-Eres la mas fuerte…-
-Vale, si me lo pides tú-
-Cuanto me hubiese gustado conocerte en otras circunstancias-
-¿?-
-Mi valiente Xenovia…- susurró la morena –Ven, dame un abrazo-
-…- curiosa la peliazul abrazó con fuerza a la chica.
-Mi pequeña Xenovia…-
-Dos años más tarde-
-Asgard – Tierra y gobierno de los Dioses Nórdicos-
-Tienes que estar de broma!- exclamó cierto hombre rubio, musculoso, vestido con una pesada armadura, con una pesada capa roja a su espalda, y un pesado martillo colgando en su cintura.
-…- un niño castaño, vestido de negro, cruzado de brazos, con una mueca, miraba con desgana a sus anfitriones. Sentando en una esquina de una enorme mesa junto a una silenciosa niña morena, vestida gótica.
-¿Ese es el mocoso que ha fundado esa famosa organización?- exclamó incrédulo el rubio.
-Issei… ¿lo desintegro?- preguntó la morena.
-Ophis… Eso es de mala educación, no puedes matar a quien te recibe en su casa- la regaño el castaño.
-…-
-La Diosa Dragón del Infinito…- murmuró un Dios anciano, sentado en un trono de oro, sosteniendo una lanza en su mano, mirando detenidamente a los jóvenes frente a el –Y el candidato más cercano al Dios Dimensional…-
-El mismo, Issei Hyodo, un placer Odin-dono, Thor-dono, Freya-dono- murmuró el castaño con una leve reverencia.
-Repíteme porque tengo a dos dragones en mi mesa chico- dijo el anciano.
-Como bien sabe hace no mucho fundé la [Brigada del Khaos]… Cuyo objetivo es crear una red de comunicación entre todos los poderes del mundo-
-¿Red de comunicación?- rió el rubio -¿Para que sirve eso?-
-Sigue joven-
-Muchas guerras han sacudido el mundo… Otras más supondría el fin de la vida en este planeta…-
-¿Y crees que hablar cambiara algo?- preguntó la diosa rubia, junto al dios rubio.
-No, pero creo que el poder hablar directamente con los líderes del mundo es trascendental-
-…-
-Comunicación, colaboración, comprensión… Eso es lo que creo que salvará al mundo-
-¿Y que tenemos que ofrecer?-
-Nada salvo su atención y su buena fe-
-¿Solo eso?-
-He desarrollado un programa de comunicación virtual a distancia. Secreto y discreto. Se aporta voluntariamente y no se recrimina nada-
-Entiendo…- sonriendo levemente –Y dime joven… ¿Qué apoyo tienes?-
-¿Perdón?-
-Si acepto… ¿Con quien podré hablar?-
-Por el momento tengo al Maou Lucifer y a Michael del Cielo-
-¡!- los dioses lo miraron sorprendidos.
-¿Cómo lo has logrado?- preguntó el dios anciano.
-A Michael lo ayudé con un método de ascenso para obtener Ángeles… Al Maou Lucifer… Me he convertido en el Paladín de su hermana pequeña… Y tengo a los demás Maou en el Sistema al calibrarles la [Longinus] [Regulus Nemea]-
-¡!-
-Impresionante…- sonrió el anciano.
-…-
-Pongamos que acepto… ¿Qué podrías hacer por mí?-
-Joder… todos quieren algo- gruño el castaño.
-Te lo pondré fácil… Veras, hay algo que quiero… Recuperar… Consíguelo y no solo que aceptare tu propuesta sino que te pagare con un obsequio de igual valor a tu aportación-
-Bien… ¿de que se trata?-
-Hay cierto ser que lleva tanto tiempo durmiendo que ha fallecido…-
-¿Qué?-
-¿Eres un dragón superior no? Quiero que resucites a [Midgarsornr]-
-¿Qué?-
[Pues nada… Otra historia rara…]
[Creo que empiezo a acostumbrarme…]
-Al día siguiente-
-Torre Outer Heaven – Lemuria-
-¿Puedo hacer eso?- masculló Issei sentado en su escritorio, mirando a la morena, que subida sobre la mesa, movía sus piernas serena distraída con una pelota.
-Eres un dragón superior… Tienes poder de autoridad sobre dragones inferiores…-
-Si, si… ¿Pero como lo hago?-
-No lo se…-
-Cojonudo…- gruñendo ligeramente.
-Mago-
-¿Qué?-
-Un mago-
-¿Qué pasa con ellos?-
-Búscate un mago que te ayude… Necesitas de magia-
-Joder Ophis… tu ayuda me abruma…- exclamó Issei irónico.
-Issei…-
-¿Mmm?- pasando sus manos tras su nuca, cerrando los ojos cansado.
-¿Qué vas a hacer con la niña humana que tienes en tu casa?-
-…-
-Meses más tarde-
-Torre Outer Heaven – Lemuria-
-…Y eso es todo!- exclamó el castaño aliviado.
-Quieres resucitar un dragón- murmuró cierta joven rubia, sentada en uno de los sofás, vestida con un chándal, rodeada de libros y pergaminos varios.
-Así es- respondió el castaño desde su escritorio.
-…- a su lado cierta niña morena jugaba con una pelota, arrojándola contra la pared, cogiéndola tras unos rebotes.
-…- la rubia se quedo mirando al castaño seria.
-¿Qué?- preguntó el castaño.
-¿Sabes lo que estas pidiendo?-
-Solo lo que me pidieron a mí… Jode ¿eh?-
-¿Por qué?-
-Es el precio a pagar para que los Asgardianos entren en el Sistema-
-¿Qué dragón quieren resucitar?-
-Esa es la parte más sencilla… [Midgarsornr]-
-¿Y porque es sencilla? Si no me equivoco es uno de los Reyes dragones!-
-Es que a diferencia de los demás este tiene cuerpo-
-¿?-
-No es que haya que restaurar todo su cuerpo, solo su alma-
-Ah… Entiendo…-
-El cabron lleva siglos durmiendo y la ha palmado… Hay que traer su alma de vuelta-
-Mmm….-
-¿Sabes como hacerlo?-
-No, y teníamos prohibido juguetear con las artes perdidas… Estaban prohibidas-
-¿Las resurrecciones y todo eso?-
-Se considera la necromancia una de las artes prohibidas-
-Pues que lastima…-
-Pero durante mis investigaciones… Descubrí que hay formas de hacerlo-
-¿A que esperas para explicármelo?- preguntó el castaño curioso.
-Hay cierta [Longinus] que puede… contactar el mundo de los muertos con los vivos… Y según se dice, traspasar sus fronteras-
-¿Una [Longinus]?-
-Una de las trece [Sacred Gear] mas poderosa junto a tu [Boosted Gear]-
-Oh… Ese Dios estaba hecho un pieza…- sonrió el castaño.
-La [Longinus] que buscamos se llama [Sephiroth Graal]-
-Aja… ¿Y donde esta?-
-…-
-¿Le Fay?-
-…-
-Hey…- levantándose, caminando hasta la chica.
-No lo se- desviando la mirada.
-Pues nada, habrá que buscarla- exclamó el castaño sentándose junto a la chica.
-¡!-
-¿Qué? No pretendo que lo sepas todo- pasando un brazo por el hombro de la chica.
-…-
-¿Dónde buscamos?- preguntó el chico.
-…-
-¿A quien buscamos?-
-…-
-Oh vamos, dime algo-
-Hay registros de una magia que podía traer de vuelta a los vivos…-
-¿A dónde vamos?-
-Italia-
-Nunca he estado en Italia… ¿Hay tías buenas allí?- mirando a la chica -¿Tiene algo que ver con el Vaticano?-
-No, Italia tiene un fuerte pasado cultural de grandes Imperios y acumulaciones de poderes… Todos los grandes imperios… Desde el Fenicio, el Persa, el Griego, todos basaron su férreo control en poderes sobrenaturales… El imperio Romano no fue la excepción… Creo incluso que fue uno de los Cesares un portador de [Divine Dividing]…-
-…-
-Como decía, el Imperio Romano reunió todo tipo de información al respecto… Tampoco hay que olvidar que los Dioses Olímpicos invadieron Italia… Hasta que los Nórdicos los expulsaron… Hasta la intervención del Dios Bíblico…-
-…-
-Si hablásemos de alguna de las tres reliquias de [Longinus], las tres [Longinus] sagradas… Seguro que podríamos conseguir algo…-
-Pues no he estado antes en Italia…-
-Nuestra mayor pista es otra sin embargo. Una antigua organización alemana… Los herederos de los babaros que arrasaron Romas y se llevaron todos sus registros y pergaminos-
-¿Y son?-
-Los Iluminati- exclamó la chica seria, mirando fijamente a los ojos del rubio.
-…¿Quiénes son?...- dijo el chico serio.
-…-
-…-
-¿No les conoce?-
-Para nada-
-Son una organización política y religiosa de allá el siglo 18…
-…- el chico la miro sereno.
-Pero no le interesa…- suspiro la rubia -Italia fue la cuna de los Iluminati... Una sociedad de magos que dedicaron siglos al estudio de las grandes reliquias… Y según se dice de varias [Longinus]-
-¿Y porque nos llama la atención esa organización?-
-Buscamos información de cierta [Longinus] desaparecida desde hace mucho… De hecho apenas hay registros de ella. Aparece cada cientos de años y desaparece muy rápido… Sus portadores apenas viven entre diez y quince años…-
-Oh… ¿Y se llama?-
-[Sephiroth Graal]-
-Aja…-
-Presupongo, con firmeza, que si encontramos alguna de sus bibliotecas te aseguro que podré averiguar algo de ella-
-Veamos… Esa [Longinus]… ¿Une el mundo de los vivos con el de los muertos?-
-Correcto…-
-Le Fay, las [Longinus] son un grano en el culo, además de tener que capturarla… Deberíamos de buscarle un huésped… Y entrenarla… Ni siquiera se como hacerlo…-
-No necesitamos la [Longinus], solo averiguar como funciona a nivel muy primario-
-Tu lo que quieres es investigar las reliquias… Leerte la biblioteca entera de esos Iluminados…-
-…- agachando la cabeza sonrojada.
-Sea como fuere… Eso me parece que me va a gustar- volviéndose a la morena -¿Ophis has estado en Italia?-
-No… ¿Qué es? ¿Se come?- preguntó la niña.
-Bien, nos vamos de vacaciones!- exclamó el castaño.
-Al día siguiente-
-Turín - Italia-
-Kiyo… Ke caló ke ase!- exclamó el castaño alzando los brazos, intentando en vano cubrirse del intenso sol.
-Sol… Molesto… Voy a destruir el sol- alzando los brazos.
-Estate quieta- exclamó Issei tomando a la niña entre sus brazos, alzándola a caballito.
-Issei-sama…- sonrió Le Fay, vestida con un vestido veraniego blanco, con algunas flores estampadas en la falda, de tirantes, con unas sencillas sandalias blancas y un sombrero a juego. Caminando sonriente por las calles de Turín.
-Le Fay… te veo excesivamente contenta…-
-¿Si?- sonriendo, girando sobre si misma.
-¿Eso que escondes tras de ti… ¿Es eso una guía turística?-
-N-no, no, que va!- exclamó la rubia sonrojada.
-Cagon dios… Esto no es serio…- llevándose una mano al rostro.
-Issei-sama, ya que estamos podríamos hacer algo de turismo…- llevándose la guía al rostro, mirando al chico tímidamente.
-No me pongas esa carita…- desviando la mirada fastidiado.
-¿Porfi porfi?- preguntó la rubia acercándose al chico.
-Vale, vale, tu ganas… Pero solo un par de días-
-¡Si!- exclamó la rubia dando un par de saltitos –Por fin podré conocer de primera mano una de las culturas mas antiguas y ricas de todas!-
-…-
-Ise…-
-Dime Ophis-
-Quiero un helado… Allí venden…-
-De eso nada, no haces más que comer helados-
-Quiero helado-
-He dicho que no-
-…- la morena se quedó mirando al castaño, luego paso la mirada a la rubia, alzando una ceja curiosa, se dio la vuelta unos instantes -¿Porfi porfi?- preguntó de nuevo, imitando brutalmente a la rubia, con unos ojos llorosos es un joven y hermoso rostro.
-¡Loli powa!- chilló el castaño retrocediendo unos pasos asustado.
-¿Porfi porfi?- siguiéndolo al instante, con sus manitas cerradas sobre su barbilla, parpadeando repetidamente.
-Maldita sea Fay! ¿Qué le enseñas a esta cría?!-
Jadeando pesadamente, sin detenerse corría por las ajetreadas calles de la ciudad.
-¡LADRONA!- chillaban tras ella.
-…- esquivando a una mujer… a un hombre… una pareja… una anciana…
Corriendo con todas sus fuerzas.
-¡Te encontraré! ¿Me oyes?- exclamó el hombre, deteniéndose agotado, observando furioso como la niña se perdía entre la multitud.
-…- tomando un callejón, saltando sobre una valla metálica, corriendo calle abajo, saltando sobre un carromato, agarrándose a una barandilla, subiendo al tejado de una casa antigua, corriendo por los tejanos, saltando al patio trasero de una casa abandonada, escondiéndose bajo la sombra de un árbol, recuperando el aliento.
Cansada abrió sus manos, observando detenidamente una pequeña bolsa de cuero, abriendo ansiosa el contenido.
Apenas unas monedas.
No había suficiente.
Ni de broma.
La anciana no estaría satisfecha.
Pero acercarse a personas más opulentas…
Acariciándose la mejilla adolorida, un ojo aun morado.
Era demasiado peligroso.
Jazmín recaudaba más en un día que ella en toda la semana.
Pero hacia tiempo que Jazmín había dejado de robar…
Ahora era su turno…
Debía de ganar más.
Más y más.
Lo suficiente como para que los niños pudiesen comer por la noche…
Debía de ganar mas!
-No, no pienso comprarte mas dulces!- exclamó cierto castaño, cruzándose de brazos, vestido de negro, con dos enormes bultos envueltos en ropas a su espalda, cruzados. Junto a una niña morena, vestida de gótica, y una rubia en un vestido blanco.
Extranjeros…
-Siempre tienen mucho efectivo encima…- susurró la peliazul alerta, siguiendo al chico, al grupo en la sombra, mezclándose con la multitud en una calle céntrica, acercándose al castaño, deslizando su mano por en interior de la chaqueta, sacando la cartera, alejándose sin ser vista. Caminando entre la gente sin tocar a nadie.
Arrancando a correr al salir de la muchedumbre, volviendo al árbol, agachándose, mirando de lado a lado, nadie.
Emocionada abrió el contenido de la cartera,
-¿Qué? ¿Nos robas por ser guiris? ¿O porque soy demasiado guapo?- murmuró el chico sentando sobre el muro del patio, a un metro de ella. Mirándola fijamente.
-¡!- sorprendida arrancó a correr a la salida para toparse con un bastón de madera apuntando a su cuello.
-No corras tanto…- siseó la rubia en la única puerta del patio.
-…- desesperada apartó el bastón con la mano, intentando golpear el rostro de la rubia, que la esquivó, agachándose, barriendo las piernas de la peliazul, golpeando los brazos de la chica, colocando una rodilla sobre su estomago, presionando la punta del bastón de nuevo en su cuello.
-¿Quién eres?- preguntó la rubia.
-…-
-Por esas ropas…- murmuró el castaño bajando de la muralla. Caminando hasta el chico.
-Pobre… Cutre…- murmuró Ophis junto al castaño.
-…- el castaño se quedo mirando a la morena incrédulo.
-¿Qué?- murmuró la dragona.
-¿Tú me dices eso?-
-…Creo que no nos entiende…- murmuró la rubia, cantando algo golpeando el pecho de la peliazul ligeramente, dibujando al instante un circulo mágico en ella.
-¡!-
Levantándose, haciendo desaparecer el bastón.
-Ala, ya ha embrujado a otra persona- exclamó el castaño.
-¡No he embrujado a nadie!- exclamó la rubia –No entiende el idioma… Y solo he evitado que vuelva a marcharse corriendo!- sacando un diccionario de… algún lado.
-…-
-Veamos…- removiendo algunas paginas -¿Me entiendes?... Yo… llamar Le Fay-
-…-
-Nosotros… Turistas… ¿Cómo llamar tu?-
-…-
-¿Fay de donde te has sacado ese diccionario?- inspeccionando a la rubia –No tienes bolsillos… ¿Lo llevabas bajo el camisón? Déjame ver…-
-¿Qué? No es el momento de preguntarme eso!- exclamó la rubia sonrojada.
-Xenovia- murmuró la peliazul.
-Oh, ha respondido… Fay pregúntale por sus medidas-
-¡No pienso preguntarle eso!-
-Ise… Esta chica…-
-¿Qué pasa con ella?- preguntó el castaño.
[La niña tiene un aura… Similar a la tuya]
-¿Similar? ¿Es un dragón?-
[No, tiene un aura sacra]
-¿Aura sacra?- agachándose frente a la chica, mirándola de arriba abajo –Fay pregúntale si es diferente al resto-
-¿Qué?-
-Pregúntale si se ha resfriado alguna vez… Si recuerda haber estado enferma-
-Veamos… ¿Has padecido alguna enfermedad recientemente?- preguntó la rubia ojeando su manual.
-Nunca-
-Me lo temía…- levantándose –Ale, nos la llevamos-
-¿Qué?-
-Chica… ¿Eres de aquí verdad? Quiero que nos lleves a un hotel-
-No te entiendo-
-Hotel, dormir, camas, ñaca-ñaca-
-Ah, eso… Seguidme…- intentando liberarse.
-Fay libérala anda-
-Enseguida…-
BOING BOING BOING
-Ophis baja de la cama, túmbate si quieres, pero no saltes en ella- exclamó Issei dejando las maletas en el suelo, observando el amplio piso que tenían por habitación.
-Todo esto es muy caro… Debéis de tener mucho dinero…- murmuró la peliazul mirando el mobiliario, pasando a su propia ropa, hecha trizas, y la mirada que le ofrecía el botones del hotel.
-Fay haz algo con el idioma porque esto me comienza a cansar…- mascullo el castaño sentándose en una de las sillas del comedor.
-Precisamente tenia un hechizo que quería probar…- exclamó la rubia contenta, caminando hasta la chica con un tomo en mano, rebuscando entre sus paginas, recitando un largo encantamiento, envolviendo la habitación en luz multicolor.
-¿Ya estas hechizando de nuevo a la pobre chica?- preguntó Issei fastidiado.
-Es inofensivo! Y no lo diga como si lo hiciese con todo el mundo!- exclamó la rubia sonrojada.
-¿Hechizar?- preguntó la peliazul.
-¿Oh? ¿Nos entiendes?- preguntó Issei sorprendido.
-Si… Aunque no se porque… No os puedo leer los labios pero se lo que decís…-
-Es un hechizo de multicomunicacion basado en las habilidades de los demonios!- exclamó la rubia.
-¿Magia? ¿Demonios?-
-No nos hemos presentado… Me llamo Le Fay Pendragon- levantándose la falda levemente, inclinándose un poco –Maga y miembro del [Outer Heaven]-
-¿[Outer Heaven]?-
-Una organización pacifica que expande el amor y la buena fe por todo el mundo- explico Issei.
-Una organización terrorista que quiere matar al Dios Dragón Great Red- explico Ophis.
-¡Ophis! Callaaaaa!-
-¿Dios Dragón?-
-Yo soy Ophis Ouroboros… La Diosa Dragona del Infinito-
-Iros al cuerno- mascullo Issei caminando hasta el mueble bar.
-El, Issei-sama y Ophis-sama son dragones, yo soy una maga humana-
-Magia… ¿eso existe?-
-Ya lo has visto con tus propios ojos…-
-Ah, es cierto…-
-No te he traído aquí para discutir sobre sociología o historia humana… Esto- tomando una de las espadas de su espalda –Es [Excalibur Ruler], un fragmento de los Siete que conforman la [True Excalibur]-
-¿Excalibur?-
-Una legendaria espada sagrada-
-Ah…-
-Hay tres espadas mas… Y tu tienes una de ellas-
-¿Yo?- señalándose confundida.
-Los, las portadoras de espadas sacras "desaparecidas" suelen nacer con ellas-
-¿Desaparecidas?-
-Selladas en espacios dimensionales alternativos… Con cada generación escogen a un no-nato, enlazan su vida a la suya, dándoles acceso a solo ellos… Y si pasado un tiempo no las liberan el gasto energético que requieren para estar selladas… Se lo cobran con la vida del escogido en cuestión… ¿Mola eh?-
-…-
-Aunque hay algo peor… Que es como liberarlas por primera vez, eso si es bueno!-
-Una espada sagrada…- mirándose las manos -¿Cómo se llama?-
-No lo se seguro… Pero con [Caliburn] en manos de su hermano…- mirando a la rubia –Con [Excalibur] rota… Solo pueden ser o [Ascalon], que lo dudo, o [Durandal]-
-[Durandal]…- susurró la peliazul.
-Una espada sagrada registrada en la historia humana con Roldan como portador. Un caballero franco, francés, que sirvió a Carlomagno, un Rey humano, un caballero cristiano… Los demonios llegaron a temer su nombre los suficiente como para huir del campo de batalla cuando el se presentaba-
-…-
-Se dice que el solo derroto a un ejército de más de mil hombres… Aunque eso hoy día lo hace cualquiera…-
-¿Semejante espada esta en mano de alguien como yo?-
-Las espadas sacras no son tontas… Si te han escogido es por algo… Y me muero por saber que tienes que la atrajo hacia ti- murmuró el chico.
-Yo no merezco semejante herramienta…-
-Quizás sea cierto, pero aquí no decides tu, [Durandal] te ha escogido, ahora tienes la obligación de convertirte en una espadachín decente para ella… Sino puedes ir despidiéndote de tu vida-
-¿Tomará mi vida como pago?-
-Aja-
-¿Cómo lo hago?-
-Una experiencia personal traumática-
-¿Qué?-
-Te han joder bien jodida-
-¡Issei-sama!- le regaño Le Fay.
-Al margen de todo esto…- murmuró el chico dejando las espadas sobre la mesa, tomando una silla, sentándose y cruzándose de piernas –Veras, estamos aquí para investigar ciertas reliquias del pasado… Creemos que puede haber información sobre ellas en alguna de las bibliotecas o colecciones privadas que hay en esta ciudad-
-…-
-No conocemos a nadie y seria un coñazo el tener que buscar a alguien, así que… ¿Eres de por aquí cierto?-
-S-si-
-Haznos de guía y te pagaré el doble del interprofesional que este establecido en el país-
-¡!-
-¿Qué me dices?-
-¿Qué tendría que hacer?-
-buena pregunta… Guíanos por la ciudad, y si nos ayudas a encontrar la información en las bibliotecas te daré un plus!-
-N-no se leer-
-¿No sabes leer ni escribir?- preguntó la rubia.
-N-no…- desviando la mirada.
-Una las…-
-¡Pues eso no puede continuar así!- exclamó la joven decidida –Soy una fiel combatiente contra la incultura!-
-Se murió la marrana… Ahora si nos vamos a tirar una temporada sin marcharnos de aquí…- levantándose –Mejor voy buscando una casa para alquilar…-
-¿Qué hay de la chica que tienes en casa?- preguntó la dragona.
-Se ha marchado… Ahora esta con una familia de verdad-
-…-
-Medio año más tarde-
-Me cago en Dios…- exclamó el castaño golpeando la mesa con su frente, dejándose caer en la mesa, con los brazos colgando.
-¿Cansado?- preguntó la joven peliazul, vestida con un sencillo vestido azulado, rodeada de libros.
-Asqueado-
-El trabajo duro reconforta el alma-
-Ahhh! Ahora suenas como Fay!- dándose la vuelta.
-…-
-¿Cuánto tiempo ha pasado?-
-5 meses, 2 semanas y 5 días-
-¿Llevas la cuenta?-
-Siempre la llevo…- desviando la mirada levemente.
-¿Cómo van las clases particulares?-
-Le Fay-sensei es una muy buena profesora, ya puedo leer casi todo lo que veo… Voy aun muy lenta pero mejoro día a día-
-Eso es bueno…- mirando a la chica detenidamente -¿Por qué no vas al colegio?-
-¿Por qué no vas tú?-
-Porque no soy humano, no tengo vida de humano-
-…-
-Nunca hemos hablado de ti… ¿Dónde vives? ¿Qué dicen tus padres de que pases tanto tiempo con nosotros?-
-…-
-A partir de mañana tu y ya acabaremos un par de horas antes de las bibliotecas…-
-¿Por qué?-
-Empezaremos tus clases de esgrima-
-¿?-
-Si eres la portadora de [Durandal] necesitas saber manejarla para cuando a la simpática le de por asomar su oreja por esta dimensión-
-¿Me enseñarás?-
-Por supuesto. ¿Por qué no habría de ayudarte?-
-Nunca antes me había ayudado sin apenas conocerme…-
-…-
CLANC
PAM
CLANC
CLANC CLANC
-¿Por qué todos los propietarios han accedido a que revises sus colecciones privadas?- preguntó la peliazul blandiendo a [Excalibur Destruction].
-Porque uso la sugestión propia de mi raza con ellos, una sugestión visual que afecta a criaturas mas débiles que yo-
CLINC
CLINC
-¿Por qué [Destruction] me permite blandirla?-
-Tengo tres fragmentos de [Excalibur], siendo el tercero mi pendiente derecho, otorga y retira la bendición para blandir espadas sacras, [Excalibur Blessing], nací con ella-
-¿Naciste con un pendiente?-
-…- deteniéndose –Joder, tienes razón!-
-…-
-Pues siempre me han dicho eso…- rascándose la barbilla.
-¿Realmente eres un dragón?- preguntó la chica.
-¿Sabes que? Demos por acabado el entrenamiento-
-L-lo siento- exclamó la peliazul asustada.
-¿Por qué?-
-¿T-te has enfadado? M-mejor me marcho-
-Eo, eo eo- exclamó el chico –No me he enfadado, solo que, si quieres hablar mejor lo hacemos exclusivamente, estarás distraída si seguimos entrenando-
-Oh…-
-Ignoro que tipo de relaciones has tenido hasta ahora Xenovia… Pero yo no despacho a la gente así como así… Si Fay te da clases, si te tomo como aprendiz no es por nada-
-…-
-Recoge las cosas, iremos a casa a darnos una ducha-
-S-si!- cogiendo las cosas a toda prisa, corriendo hasta alcanzar al chico, empezando un largo camino de regreso a casa por un árido camino.
-…-
-…-
-Xenovia, si quieres preguntarme algo solo dilo- mirando a la nerviosa chica.
-¿seguro?-
-Completamente seguro-
-¿Dónde están tus padres? ¿Vives solo? ¿Dónde conseguiste las espadas? ¿Desde cuando estas con Le Fay? ¿Dónde esta Ophis?-
-Vale, una a una… Mis padres murieron hace ya unos años… Soy huérfano-
-Como yo…-
-Las dos espadas estaban escondidas en distintos lugares…-
-¿Cómo las encontraste?-
-Habían dejado una serie de pistas para que las encontrase quien realmente las mereciese-
-Oh… ¿Realmente eres un dragón? Me pareces completamente humano- tocando su mejilla.
-¿En serio de lo parezco? Porque puedo… MORDER!- intentando coger con sus dientes el dedo de la chica, que retrocedió asustada –Jajajajaja! Era broma-
-…-
-El dragón no soy yo exactamente, soy diferente de Ophis, que ella si lo es. Yo tengo una reliquia creada por el Dios Bíblico, una [Sacred Gear], artefactos que ostentan diferentes poderes… El mío es una armadura que tiene un dragón vivo sellado en su interior-
-¡!-
-Soy Issei Hyodo, el [Sekiryuutei], el Dragón Celestial Emperador Rojo-
-Oh…-
-Aunque el titulo es prestado-
-¿Y que buscáis?-
-Actualmente estoy en proceso de crear una herramienta de paz-
-¿Paz?-
-El mundo esta envuelto en decenas de conflictos ocultos de la mirada humana. La mayoría productos de malentendidos o chorradas parecidas, yo quiero crear una herramienta de comunicación entre todos los poderes del mundo… Y para conseguir que los Dioses Nórdicos se unan a ella necesito resucitar a un dragón… Pero no se como hacerlo, en los textos que buscamos hay pistas sobre ello-
-¿Dioses Nórdicos? Solo hay un Dios!-
-Por supuesto que no!- río el castaño –Un "Dios" es aquel ser que ha obtenido la [Divinidad], un estado energético de existencia superior… Existen muchos Dioses, los Nórdicos, los Olímpicos, los Dragones… Ophis es una Diosa, sin ir más lejos-
-¡!-
-Son como todo, los hay buenos o malos, mejores o peores, cada cual que le tenga fe al que quiera-
-¿Tú no crees en ellos?-
-No, yo no, soy el [Sekiryuutei], creo mi propia fe-
-Sabes muchas cosas-
-Te enseñaré cuanto quieras cuando quieras- sonrió el castaño.
-¿En serio?-
-Por supuesto- alzando la mirada, visualizando su casa de alquiler.
-¡Issei-sama! ¡Issei-sama!- exclamó la rubia moviendo los brazos en alto, intentando llamar su atención- ¡Creo que lo tengo!-
-Oh! Creo que este será un buen día-
-Ale, perfecto, otro día de magnifico trabajo- exclamó Issei separándose del escritorio, mirando a la peliazul –Ya es tarde, ¿quieres marcharte a casa?-
-Aun no he acabado mi faena- dijo la peliazul rebuscando entre las polvorientas estanterías.
-Si, pero yo ya estoy harto y antes de que Fay vuelva a comandarnos mas trabajo quiero que te vayas y pases la tarde con tu familia-
-No tengo familia-
-Por supuesto que la tienes, la chica flor y tus hermanos-
-¡!- mirando al chico sorprendido.
-Ten, con lo que has hecho toda la semana te mereces un extra- arrojándole una pequeña bolsa de cuero.
-N-no puedo aceptarlo, es demasiado- dejando la bolsa sobre un libro, alejándola levemente con los dedos.
-Te lo mereces, estas haciendo una barbaridad por nosotros- sonrió el castaño –Vete, compra algo caliente para tus hermanos y disfruta del buen día que hace, nos vemos mañana-
-…-
-Vive el día a día, nunca se sabe cuando todo puede torcerse irremediablemente-
-Muchas gracias- exclamó la peliazul sonriendo, saliendo a toda prisa del edificio, alejándose corriendo por las calles de adoquines.
-¿Cuándo todo puede torcerse?- murmuró Le Fay saliendo de detrás de una estantería, caminando hasta el castaño, abrazando su cabeza, pegándola a su estomago, observando la misma imagen que el castaño a través de la única ventana… a la chica corriendo.
-La chica flor esta embarazada-
-¿Y?-
-La anciana no dejará vivir al crío-
-¡!-
-Lo más probables es que la chica flor muera…-
-Issei-sama…- abrazando con mas fuerza al chico triste –Por eso es usted tan grande-
-¿?-
-Yo seria incapaz de hacer lo que hace usted-
-Soy un monstruo Le Fay… Hoy dos vidas se extinguirán y no haré nada porque me conviene si quiero a la portadora de [Durandal] conmigo…-
-Usted es una buena persona que quiere acabar con el sufrimiento de una joven abandonada en un abismo de dolor y sufrimiento-
-¿Y el crío?-
-El jamás tuvo una oportunidad… De haber cesado las actividades sexuales podríamos haber echo algo por el… Ahora es tarde, la malformación embrionaria esta demasiado avanzada…-
-Eso no quita que mis acciones sean repulsivas…-
-Issei-sama… Usted esta mas allá del bien y el mal… Recuérdelo. Los Dioses pueden dar o quitar vida sin tener que justificar… ¿Es usted mas monstruo que todos los Dioses que continuamente no hacen nada por aquellos en los que creen en ellos?-
-…-
-¡Jazmín! ¡Jazmín!- exclamó la peliazul irrumpiendo en la casa, buscando señales de actividad en la recepción, subió por las escaleras corriendo, localizando luz en la habitación de la morena, abriendo las puertas de golpe.
-¡Que coño!- exclamó un hombre desnudo tomando a una desnuda morena de la cintura, boca abajo, pegando su cintura a la femenina, de rodillas en la cama de la chica.
-Q… que…- avanzando unos pasos incrédula.
-¡Xenovia!- exclamó horrorizada la morena.
-¿Quién coño eres tu?- rugió el hombre separándose de la morena, sin importarle su desnudez, caminando hasta la peliazul, tomándola con fuerza del mentón.
-¿Qué pasa aquí?- preguntó la peliazul confundida.
-¡Deja a la niña!- lloro Jazmín.
-¿Por qué me interrumpes en mi polvo semanal? Por lo que pago dejé bien claro que no quiero interrupciones!-
-¿Polvo? ¿Semanal?-
-Deja a la niña!- exclamó Jazmín levantándose a duras penas de la cama, tomando su abultado vientre con una mano, colocando su otra mano en el brazo de el.
-¡No me toques puton!- exclamó el hombre golpeando el rostro de la morena.
-¡Jazmín!- exclamó la peliazul corriendo hacia la morena, liberándose en un instante, arrodillándose frente a la chica -¿Eso… es…? ¿Un bebe?-
-Xenovia…-
-Niñata! Largo de aquí! Largo o te doy la paliza de tu puta vida!- exclamó el hombre tomando a la peliazul del cuello de la camisa, arrojándola a un lado sin apenas esfuerza –Y tu puta a la cama!-
-¡Espera! ¡No ves que esta embaraza!- exclamó Xenovia.
-Y por eso ya pago menos! ¿Quién cojones se hace puta estando preñada? ¿De quien es el crío puta? De algún puto imbecil supongo- tomándola del cabello.
-¡Déjala en paz!-
-¿Qué has dicho?-
-¡Te he dicho que la dejes!- exclamó la peliazul levantándose furiosa.
-¡No! Deja a la niña! Xenovia! VETE!- chilló la morena llorando a lagrima viva.
-¡ . .calles- golpeando con un puño el rostro de la morena –Haber quien te folla ahora puta!-
-¡!- furiosa la peliazul tomo la silla de madera del escritorio, corriendo con dificultad hasta el hombre, cuya atención estaba centrada en la morena.
CRACK
Rompiendo la silla en la espalda del hombre, derribándolo contra la pared, corriendo hacia la morena.
-¿Estas bien Jazmín?-
-Por Dios Xenovia, que has hecho…- lloriqueo la morena.
-Hemos de irnos Jazmín, he conocido a un chico que puede ayudarnos! Es bueno y rico! Puede sacarnos de aquí y…-
-Maldita criaja de mierda!- rugió el hombre tomando a la chica de la cabeza, elevándola al aire mientras la chica, aullando de dolor al sentir su cráneo estrujado intentaba liberarse con manos y piernas.
-¡DEJALA!-
-Voy a matarte! Y luego me follaré a esa puta y también la mataré! Y os enterrare en el puto jardín! ¿Quién iba a molestarse en buscar a dos mierdas como vosotras?-
-DEJALA! DEJALA!-
-QUE TE CALLES!- golpeando con su puño libre a la joven de nuevo, golpeando con un pie su estomago.
-¡JAZMIN!- chilló horrorizada la peliazul –JAZMINNNNNNNNN-
ZUMMMMM
-ARGH!- el hombre aulló de dolor liberando a la chica, que, sorprendida vio la mano del hombre arder en una llama amarillenta.
-¡!- alzando la mirada la chica vio una imagen semitransparente de una espada azulada flotando sobre ella.
Furiosa la tomo entre sus manos, envolviéndose en un aura dorada, blandiendo la hoja torpemente la chica corto descendentemente cayendo de rodillas por el peso de la hoja.
-¡ARGH!- escupiendo sangre a borbotones el hombre cayó de rodillas tocándose el pecho incrédulo, cayendo de espaldas, desangrándose en el suelo.
-…- jadeando pesadamente la chica observo confundida como la espada desaparecía en la nada.
Recuperando el aliento como pudo la chica se levantó, gateando hasta la morena.
PAM
La peliazul cayó inconciente, con un delgado hilo de sangre descendiendo por su frente al impactar un duro bastón de madera en su cráneo.
-…-
-…ovia…-
-…-
-Xen…-
-…-
-¿…ovia?-
-…-
-Xenovia…-
-…-
-¿Xenovia?-
-¿?-
-¿Xenovia? ¿Me escuchas?-
-Me duele la cabeza…- mascullo la chica llevándose la mano a la frente, gruñendo ligeramente.
-¡Menos mal! ¿Estas bien?-
-Jazmín…- murmuró la chica abriendo los ojos lentamente, observando sus alrededores -¿Dónde…?-
-Estamos en unos calabozos subterráneos…- explico la chica.
-¿Calabozos?- levantándose torpemente, cayéndose de rodillas mareada.
-Xenovia, no te muevas… Descansa por ahora…-
-Jazmín… El niño…-
-Está bien…- murmuró la chica, apoyada en la pared de su celda, observando con el rostro bañado en lágrimas su entrepierna ensangrentada.
-Jazmín que…-
-Háblame de ese chico-
-¿?-
-Del chico que me has mencionado antes-
-¿Qué? Bueno, pues…-
-¿Es el quien te da ese dinero?-
-Si-
-¿Por qué?-
-Soy su guía turística… Están de visita, el y dos niñas mas… Es de mi edad… Pero tiene mucho dinero! Y sabe cosas que yo no! Y se comporta muy seriamente!-
-¿Y sus padres?-
-No tiene-
-¿No tiene? ¿Y que hace aquí?-
-Dice que es un dragón y que busca unos pergaminos antiguos de una organización secreta… Me ha pedido que le lleve a las bibliotecas públicas de Turín…-
-¿Q-que?- confundida.
-Dice que soy una especie de espadachina sagrada… Puedo irme con el! Puedo dejar esto! Puedo pedirle mas dinero! Enviarlo a Madre! Podrías venir conmigo! Tiene el dinero suficiente!-
-Espadachina…- recordando vagamente la escena previa.
-Jazmín podemos…-
-Vete con él-
-¿?-
-Tienes que marcharte con ese chico-
-P-pero-
-Aquí no tienes futuro Xenovia, no te lo pienses, vete! Yo me encargaré de los demás… tú…-
-¿Tu que?- mascullo la anciana frente a la morena, mirando a la embarazada a través de las rejas de la celda.
-¡!-
-Madre!- exclamó Xenovia gateando hasta las rejas, intentando localizar a la anciana.
-¿Qué ha pasado?-
-Madre…- susurró la morena.
-Tengo un cadáver en uno de mis salones… Que ha pasado-
-…-
-Maldita puta! Con todo lo que he hecho por ti! ¿Y así me lo agradeces?-
-¿Hacer por mi? Jugar con las vidas de niños inocentes! Lucrarte de su miseria y sufrimiento! ¡Eso es lo que haces! Vender a niñas de doce años como prostitutas!-
-Maldita desagradecida!- rugió la anciana abriendo las rejas, irrumpiendo en la celda, golpeando con el bastón el rostro de la morena, rompiéndola una ceja.
-¡MADRE!- rugió la peliazul.
-¿Quién vendrá ahora mala puta?- golpeando repetidamente el rostro de la chica, de la indefensa chica con su bastón de madera, rompiéndole el labio y la mejilla derecha -¿Qué es esta sangre?-
-¡!-
-El puto niño ha muerto! Tienes un maldito niño muerto en tu vientre!- rugió furiosa la anciana.
-¡Jazmín!-
-Ya me tienes harta! Muere! Muérete con tu maldito hijo! Púdrete en esta celda!- saliendo de la celda con prisa, cerrando con llave, mirando fríamente a la peliazul –Y tu maldita mocosa, te irás a otro burdel mañana a primera hora- abandonando la sala a paso lento, alejándose tenuemente por los largos pasillos.
-JAZMIN!-
-…-
-JAZMIN!-
-…-
-JAZMINNNNNN!- aullando de rabia la chica convoco de nuevo la brillante espada, rasgando los barrotes como si fueran papel, saliendo, partiendo los de la morena, caminando hasta ella, tocando su frío rostro.
Ausente la chica se levanto, saliendo de la celda, alejándose por los pasillos caminando erráticamente.
-…- levemente la chica abrió los ojos, sintiendo como el dolor desaparecía. Frente a ella había una figura borrosa arrodillada frente a ella.
-No puedo hacer mas por ella Issei-sama, lo siento- murmuró una voz femenina.
-No pasa nada Fay… ¿Jazmín? ¿Me oyes?- preguntó una voz masculina.
-…-
-Issei-sama… Se marcha…- susurró Le Fay comprobando sus constantes vitales.
-¿Q…quien?- preguntó la morena en un susurró.
-Me llamo Issei Hyodo…-
-Tú eres… el chico…-
-¿Qué?-
-Xenovia…-
-Escúchame chica flor… El niño esta muerto… Te desangras… Solo podemos…-
-Cuida de ella… Prométemelo…-
-¿Qué?-
-Ella…-
-…- tomando una de sus manos entre las suyas, suspirando pesadamente –Deja de preocuparte por ella, yo me encargaré de todo… Dime ¿Cómo se llama tu hijo?-
-¿?-
-El niño, ¿Cuál es su nombre?-
-Tony…- sonrió la morena –Mi hijo… se…-
-Ve con el, chica flor, es un recién nacido… Y necesita de su madre-
-…Si… Mi pequeño…- llorando sonriente, acariciándose el estomago.
-Descansa chica flor…- retirando unos hilos de sangre de su rostro –más que nadie te mereces el descanso eterno, más que nadie mereces una vida en el paraíso junto a tu hijo no nato…-
-Ha fallecido Issei-sama- murmuró Le Fay llorosa.
-Soy un puto monstruo… Me siento como una maldita mierda- susurró el chico cerrando los ojos de la morena.
-Issei-sama… Había dos opciones para despertar a [Durandal]… Nosotros no pusimos las normas del juego… Solo escogemos si queremos pagar el precio por tener la espada o no-
-¿Dónde cojones esta ese cabron del Dios Bíblico cuando se le necesita?- rugió el castaño.
-…- la rubia desvió la mirada, recogiéndose algunas lagrimas del rostro.
-…- tomando el cuerpo de la morena entre sus brazos se levanto cargando con ella, saliendo de la celda, observando los barrotes cortados –La ha poseído…-
-Eso parece-
-Hemos de darnos prisa… El precio lo pagaré yo, no ella-
-Maldita mocosa… Me ha jodido bien! Maldita sea! Maldita sea!- exclamó la anciana tomando su caja de madera, abriéndola rápidamente, contando las monedas almacenadas de en su interior –Me largo! Malditos sean los niños! Estoy harta de niños!-
[¿Eso que es?]
-¿?- la anciana se giro rápidamente, dejando caer la caja al suelo al ver a la figura de la peliazul en la entrada de la puerta, envuelta en un aura dorada, arrastrando una espada azulada mas grande que ella, con los ojos perdidos.
[¿Qué es ese dinero?]
-¿Qué te importa niñata!- rugió la anciana.
[Ese dinero… Llevamos trayendo… Años… Sin comida… Sin ropa… Frío… Oscuridad…]
-¿Qué murmuras niñata?- acercándose lentamente hasta la chimenea, tomando de espaldas el cazo con agua caliente dentro.
[Años… Mentiras… Jazmín… Muerte… Niño…]
-Calla!- exclamó la anciana arrojándole la cacerola, abriendo los ojos sorprendida al ver como el agua se evaporaba antes de tocar a la chica.
[Tu… muerte… Vengar…] alzando la espada lentamente.
-A mi me da que no-
[Excalibur Destruction]
CLANC
BOOOMMM
Parpadeando perpleja la anciana vio a un chico aparecer de la nada, blandiendo otra espada enorme, desviando la espada de la peliazul, enviando una ola de extraña energía contra la pared, derribándola por completo.
[¡!]
-Basta Xenovia- siseó el chico entre la peliazul y la anciana.
[Aparta… esa mujer… mi espada…]
-No tocarás a esa anciana-
-¡Gracias chico! No se quien eres pero muchas gracias! Te pagaré! Te lo devolveré! ¿Qué quieres? ¿Dinero?-
-…- el castaño solo miró a la mujer por encima de su hombro.
-Tengo chicos y chicas con las que podrías disfrutar mucho!-
-…-
[¡Maldita!]
-He dicho que no!- desviando de nuevo la espada de la chica.
[¡!]
-Ahora descansa… Ya es suficiente por hoy…- colocando su dedo índice en la frente a de la chica.
[Blessing]
-¡!- sorprendida la joven vió desaparecer su espada, cayendo de rodillas al suelo -¿Qué?- sosteniéndose en los brazos de una chica rubia, vestida con sombrero picudo y una larga capa negra.
-Si continuas usando a [Durandal] morirás Xenovia-
-¿I-issei?-
-¿Q-que haces? ¡Remátala!-
-Vejestorio a callar- siseo el castaño.
-Issei! Jazmín! Ella…-
-Ha muerto- dijo el chico serio.
-¡!- las lagrimas empezaron a cubrir sus mejillas.
-Su muerte era un trámite necesario…-
-¿?-
-Para poder despertar tu espada sacra debías de experimentar un dolor personal extremo… Si no la liberabas la espada de habría arrebatado toda tu energía vital…-
-¿Q-que dices?-
-No te culpes, la muerte de la chica flor y su hijo Tony son culpa mía-
-¡!-
-Tú no tienes que mancharte las manos con su sangre…-
-¿Q-que?-
FIU
PLANG
-Ugh!- la anciana aturdida se vio empalada contra la pared, con una enorme espada atravesando su estomago, rompiendo su columna, elevada a un metro del suelo, colgada, sostenida por la hoja en su estomago.
Manchando la hoja con la sangre que salía a borbotones de sus ancianos labios, la mujer enfoco su visión en los niños, perdiendo gradualmente la vista, intentando sacarse la hoja con sus raquíticos brazos.
-¿No tienes fuerza? Antes has pegado con bastante fuerza a la chica flor- murmuró Issei caminando hasta la anciana, retirando la espada con rapidez, arrancando un aullido de dolor en la anciana.
Con un movimiento rápido de muñeca el castaño cortó a la anciana por la mitad antes de que su cuerpo tocase el suelo.
-Buena suerte en el Infierno vejestorio- caminando hasta una de las mesas, tomando con fuerza el mantel, tirándolo todo al suelo, jarrones, platos, cubiertos, libros… limpiando la hoja de su espada con dicho mantel, devolviendo la espada a su funda en su espalda.
ROMM
ROOOM
PAPAPAPAPA
-Lluvia…- Mascullo el castaño fastidiado, alzando la mirada al encapotado cielo, negro como el carbón, sintiendo el peso de sus ropas aumentar gradualmente al mojarse por el agua de la lluvia, tras unos instantes el joven reanudó su tarea, tomando una pala, cavando un agujero en el terreno exterior de edificio, bajo un hermoso robledo.
-Y-yo lo haré- murmuró una voz a su lado.
-¿Xenovia? ¿Qué haces aquí? Vuelve con Fay, puedes coger un catarro-
-¿Y tu no?-
-Yo no enfermo-
-… Es mi hermana… Era como mi hermana… Quiero hacerlo yo-
-Como quieras- cediéndole la pala, volviendo junto a la maga rubia, cubierta bajo un paraguas, llorosa, triste –El primer cadáver que enterramos…-
-Sabía que lo haríamos… Pero no esperaba que seria tan pronto…- susurró la rubia.
-Aun estas a tiempo… Si antes pensabas que mis palabras podían parecer exageradas…-
-No abandonare ahora… Mi compromiso con su causa es firme… Sus intenciones son honestas y la amenaza real… Mientras sea usted quien lo haga yo estaré a su lado…-
-Le Fay…-
-¿Qué amenaza?- preguntó la peliazul tras el chico.
-¿?- girándose sorprendido -¿Ya has acabado?-
-Necesito ayuda para mover su cuerpo… ¿De que habláis?-
-De nada en especial-
-¿Para que buscáis las reliquias?-
-Eso es un secreto-
-…-
-Ven, te ayudaré a mover su cuerpo- caminando hasta la bolsa de plástico que contenía el cuerpo de la morena.
Torpemente y con dificultad metieron el cuerpo dentro del agujero, cubriéndolo con tierra. Plantando un ramo de jazmines sobre la tierra.
-¿Ahora que voy a hacer?- preguntó la chica en apenas un susurró de rodillas frente a la tumba de la morena.
-Continuar con tu vida- respondió el chico tras ella.
-¿Cómo?-
-Ingresarás en una escuela del Vaticano… Te formarás como exorcista, aprenderás, crecerás y te convertirás en una grandiosa paladina… Vivirás plenamente, intensamente, le demostrarás a la chica flor que tu vida mereció el esfuerzo que con tanto valor hizo por vosotros durante estos años…-
-¿Y los chicos del orfanato?-
-He hablado con los agentes sociales de Turín… Con ayuda de mi poder de sugestión dragontino les he conseguido un nuevo guardián… Usarán el dinero defalcado de la anciana para invertirlo en ellos… Nunca más volverán a vivir en la miseria, no volverán a pasar hambre, lo prometo-
-…-
-Ahora vámonos… Despídete de la chica flor… Hay mucho que hacer-
-Días más tarde-
-¿Me rechazas? ¿Me repudias?- preguntó la peliazul frente al castaño, con un par de maletas tras de si.
-En absoluto, ten en este monedero tienes dinero suficiente para tus cosas por un par de años, la manutención y alojamiento corre a su cuenta… Estarás bien-
-Dijiste que no me abandonarías-
-Xenovia, acabas de perder a un ser querido, tu vida esta por cambiar dramáticamente… No estas preparada para venir conmigo-
-Excusas-
-Esta es la Plaza de San Pedro… Cruza las puertas y muéstrales esto…- retirando a [Excalibur Destruction], dejándola en sus manos.
-¡!-
-Solo te reconocerá a ti, te reconocerán como una [Seiken] y te enviarán a la Croce di Pietro, una escuela en la Ciudad del Vaticano en la que reúnen a todos los portadores de herramientas y habilidades sagradas… Di que quieres ser exorcista-
-¿Por qué?-
-Cuidarán de ti, harás amigas, sanarás tu maltrecho corazón. Ahora por ahora no puedes venir con nosotros… Mi compañía no es sana para una joven tan inestable emocionalmente como lo estas tu ahora…-
-Entonces…-
-No te confundas, siempre velaré por ti, aunque no este cerca de ti sabré de ti-
-…-
-Te dejo a [Destruction] a ti, es un préstamo, volveré a por ella, volveré a por ti-
-¿Cuándo?-
-Cuando sepas controlar a [Durandal]- sonriéndole a la chica –Cuando tu corazón haya sanado, cuando hayas crecido lo suficiente como para que [Durandal] te acepte yo vendré a buscarte, y si aun lo deseas, te pediré que vengas conmigo-
-¿Esta es mi garantía?-
-Tarde o temprano reuniré los 7 fragmentos…- acariciando la mejilla de la chica –Xenovia, quiero formar un equipo de intervención, mi guardia personal… Los Cuatro Generales Divinos… El Shiseiten… Le Fay es una de ellas… Quiero que formes parte de el-
-¿Yo?-
-Hasta entonces… Cuídate-
-G-gracias… Gracias por todo Issei- murmuró la chica liberando algunas lágrimas.
-¿Ves? Ya estas llorando de nuevo- abrazándola tiernamente.
-Muchas gracias por todo-
-Ale, ale… Ya vale- separándola de el, retirando las lagrimas con sus pulgares –No llores-
-No seas idiota Issei-sama!- exclamó Le Fay con el rostro bañado en lagrimas, corriendo a abrazar a la peliazul.
-Ahora llega la otra…- negando con la cabeza.
-Cuídate me oyes? Dúchate con regularidad! Entrena! Estudia, sobretodo eso! Y haz amigas! Montones de amigas! Y de las de verdad! Y come bien!-
-Fay, deja a la chica tranquila leñe!- exclamó Issei tirando de la rubia –Cuídate Xenovia!-
-Xenoviaaaaa- lloriqueó Le Fay arrastrada por el chico, obligándola a caminar, pegándola contra su costado, pasando un brazo por encima de su hombro, alejándose lentamente.
Sin ver como la chica se recogía las lágrimas, tomaba su equipaje y recorría la plaza hasta empezar a subir las escaleras, entrando en la colosal construcción humana…
A los pocos minutos la gente a su alrededor empezó a correr en dirección contraria a la suya al grito de "Milagro" "Milagro" "Una espada de Dios".
-Valhala – Yggdrassil-
-¿Quién osa despertarme?- rugió cierto inmensamente gigantesco dragón, sacudiendo las aguas del lago en el que estaba reposando, sacudiendo los cielos, tumbando árboles con su titánica cola.
-Yo…- susurró Le Fay sobre uno de los cientos de círculos mágicos que rodeaban al dragón.
[¿Y tú eres, humana?]
-Una becaria que trabaja para mi- exclamó una armadura rojiza sobre la cabeza del dragón.
[Esa armadura… ¿El nuevo [Sekiryuutei]?]
-El mismo, y el mas guapo!-
[¿Para que me has despertado?]
-No te he despertado… Te he resucitado pedazo de idiota… Tanto dormir y resulta que has muerto roncando!-
[¿Qué?]
-Dice la verdad- intervino Odin junto al chico.
[¿En serio?]
-Bueno, yo he cumplido mi parte…-
-¿Cómo lo has hecho?-
-Realmente no estaba muerto… Era una especie de trance… Una cosa rara, es Le Fay quien entiende estas cosas-
-¿Y como…?-
-Lo he obligado a presentarse ante mí con mi autoridad de [Sekiryuutei]-
-Entiendo… Has cumplido con tu parte del trato… De acuerdo, firmare el tratado, Asgard formara parte del [Outer Heaven]-
-Menos mal!-
[¿[Outer Heaven]? ¿Qué es? ¿Se come?]
-Y no solo eso… Si me permites el honor, en respuesta al grandioso favor que le has hecho al pueblo de Asgard… Me gustaría hacerte entrega de uno de nuestros objetivos mas preciados y valorados- sonrió Freya volando tras Odin.
-¿?- parpadeando perplejo el castaño solo atino a ver una pequeña barca de madera flotando junto a Freya -¿Eso que es? ¿Una patera flotante?-
[-]
De repente la barca cogio velocidad, embistiendo al castaño a traición.
-Residencia Hyodo-
-¿Tenia que llover ahora?- lloriqueó cierta rubia, observando su ostentoso vestido completamente mojado, arreglándose inútilmente el cabello mojado, tomando aire, encarándose a la puerta, llamando al timbre, esperando obedientemente, volviendo a llamar.
Volviendo a llamar.
Volviendo a llamar.
-¿Hay alguien en casa?- alzando la voz, mirando por la cristalera junto a la puerta -¿Hayyy alguieennnnn?-
Saliendo del porche, recorriendo el jardín que decoraba el exterior de la casa, buscando señales de actividad desde las ventanas, resbalando, cayendo en un charco de barro.
-Mouuu! ¿Por qué siempre me pasan estas cosas a mi?- levantándose cubierta de barro, volviendo a la entrada, sentándose junto a la puerta, sentándose en el suelo, abrazándose las piernas, llorando levemente.
-Issei-sama! ¿Dónde estasssssss?
-Varios años más tarde-
Las mañanas eran pacificas.
Bueno, todos los días lo eran.
No.
No lo eran…
Solían serlo hasta que llegaba Irina.
Despertando a todo cristo.
Esa chica era energía pura.
-¡Chicas! Chicas! Despertaos! Hoy es el gran día!- exclamó la castaña.
-¿?- somnolienta la peliazul se levantó de su cama, vestida con su pijama blanco.
-¡Hoy nos graduamos! Somos oficialmente exorcistas!- abriendo todas las puertas del piso.
-Irina piérdete!- exclamó una chica frustrada.
-Técnicamente eso no es cierto- murmuró Xenovia –Nos hemos graduado como escuderas, aun tenemos que formarnos durante dos años para…-
-¡Hemos entrado en un curso de elite! Somos medio-exorcistas!- chilló la castaña llena de vitalidad.
-QUE NOS DEJES DORMIR!-
-¡Olvídame Irina!- exclamó otra.
Tras vestirse y desayunar, cubierta con la toga de honor de la Academia Croce di Pietro, la joven, acompañada por sus amigas y compañeras de estudios se dispusieron a presentarse en el Aula Magna.
Rodeadas, en filas, de cientos de alumnos vestidos con las típicas túnicas de gala, observando en silencio como un anciano caminaba, con ritmo ágil y una risueña sonrisa hasta un pequeño altar.
-A continuación os dará el discurso tras el cual os podréis considerar graduadas de la Academia… Haced el favor de aplaudir al Papa Francisco de Roma!-
-Ejem… ejem… Probando, probando- tocando el micrófono, arrancando algunas risas ligeras entre el publico -¿Se me escucha bien?-
-…-
-Bufff. Que publico mas difícil- escuchando algunas risas mas –Buenos días a todas! Me honra de orgullo y satisfacción el poder estar aquí hoy presente… Me llena de orgullo el ver como las nuevas generaciones continúan con nuestra santa misión de velar a la humanidad de todo mal- empezó el hombre observando a la multitud de exorcistas frente a el –Habéis sido educados, entrenados, enseñados para hacer muchas cosas… Cuidar del prójimo, acabar con el mal, ayudar al pobre, defender al débil…-
Ausente la joven descendió la mirada, tomando con fuerza la cinta con la que solía sostener a [Excalibur Destruction] en su espalda.
-Issei…-
-Ya nos sois estudiantes! Sois aprendices de caballeros al servicio de la Iglesia! En cuanto acabéis vuestra próxima formación seréis exorcistas! Marchad sobre el mundo! Perpetuad la buena obra del señor! Contribuid a esta gran obra del Señor! Hagamos del mundo un lugar mejor!- entre chillidos y vitoreos el hombre se marchó sonriente, mientras los cientos de alumnos salían animados del pabellón.
-Xenovia! Xenovia! ¿A dónde vas?- preguntó la castaña curiosa –Vamos a ir a celebrarlo-
-Lo siento chicas, vengo en un rato… Tengo algunos asuntos a los que atender-
-Oh… Entiendo… Nos vemos luego pues!- sonriendo, la chica se marcho corriendo saltando sobre una de sus compañeras.
Con media sonrisa la joven se alejo de la multitud, adentrándose en la espesura de un enorme parque de enormes y frondosos pinos.
-Enhorabuena preciosa- murmuró una voz masculina, la voz de un joven castaño, sentado sobre una gruesa rama de pino, con una perversa, traviesa y contenta sonrisa en sus labios.
-Issei…-
-Continuará-
¡Al fin!
Me había propuesto acabar con esto hoy por mis cojones!
Os explico, [Xenovia Gaiden] es un Spin-Off de [Dragón del Génesis], esta ambientado entre el capitulo 4-5, cuyo objetivo es cubrir todo lo no explicado relacionado con la formación del [Shiseiten] y demás conceptos que no diré porque no quiero adelantar nada…
Serán tres partes, la próxima se me antoja extremadamente complicada por la cantidad de conceptos que quiero introducir/explicar, pero diría que hasta al menos un mes no estará, no quiero ralentizar la historia de [Dragón del Génesis].
Ya había advertido de que seria un rato animal esta historia…
Espero que os guste!
