La mayoria de los personajes que salen en este fic no son mios, si no de la serie Naruto.
Espero que os guste.
Hidan volvió a su cuarto en Akatsuki, acababa de llegar de una misión con Kakuzu, se sienta en la cama quitándose la capa, dejando ver su bien formado pecho. Coge su colgante y lo mira atentamente, hacía varios meses que no se encontraba bien por culpa de ese colgante y días tras días se hacia la misma pregunta "¿Cómo conseguí el colgante?" No lo sabía, es más desde que cumplió los 25 no tenía apenas recuerdos de su infancia, el no sabía ni como había llegado a ser inmortal y eso le frustraba, pero lo que más le molestaba eran esos estúpidos sueños que tenía todos los días desde el mes pasado, aunque nadie en la organización lo sabía. Después de estar un rato pensando e intentado recordar algo, se tumbó en la cama, para quedarse dormido.
De repente se puede ver a un chico de 8 años andando por un bosque muy frondoso, tenía el pelo blanco y corto, los ojos violetas y era muy delgado. El seguía caminado por el boque hasta que de repente escucho algo.
-¿Quién anda ahí?- pregunto, pero nadie le contesto, el volvió a ponerse a andar, pero otra vez volvió a escuchar el mismo sonido-¿Quién es?- repitió pero esta vez algo asustado.
-¿Quién es?- contesto una voz muy dulce desde la oscuridad. Hidan miro para todas parte pero no vio a la persona, notaba como el miedo se apoderaba de su interior-Hi-chan ¿A qué temes?- le pregunto la voz.
-Yo odio la oscuridad- respondió sin saber a quién respondía.
-Hi-chan, ya te expliqué que no hay que tenerle miedo a la oscuridad, si no a lo que se oculta tras ella-le respondió con cariño-Pero si tienes miedo puedes venir conmigo-dice, de repente aparece una chica de unos dieciséis años de entre las sombras, tiene la piel blanca con el pelo rubio y unos ojos de color azul, eran como zafiros, y llevaba un vestido largo de color verde, se acerco hasta donde estaba Hidan y se agacho.
-¿Quién eres?- le volvió a pregunta ya más calmado. La chica le sonrió, y le miro el colgante, luego se levanto y se a dentro entre las sombras-Eh, espero no te vayas-dice Hidan mientras corre tras ella, pero por más que corría no la alcanzaba- No me dejes solo, por favor, espérame- pero la chica cada vez estaba más lejos, hasta que desapareció.
-Hi-chan, tu nunca estarás solo, yo siempre te protegeré- escucho la voz de la chica desde la oscuridad. Hidan empezó a correr por la oscuridad, tenía miedo y estaba llorando, de repente se para, delante de él se encontraban varios hombres y en medio la chica de antes tirada en el suelo, la sangre le caía por la frente y su vestido también estaba manchado de sangre y barro, su cabello esta ahora teñido por la sangre. La chica le mira y sonríe, mientras dos hombres empiezan a golpearla. Hidan no puede creer lo que ve, el sabe que debería corre, pero no puede, ni tampoco puede ayudarla porque está totalmente paralizado por el miedo. De repente uno de los hombres se gira y lo mira, este intenta correr pero sus piernas no responden, el hombre se acerca y lo coge del brazo y lo tira junta a la chica, Hidan ve como su rostro está manchado por la sangre y unas cuantas lágrimas le recorren el rostro. La chica alza la mano y le acaricia la mejilla.
-Hidan-chan, no llores, tú no eres débil, tu no morirá nunca. Tu no puede morir mientras yo no lo haga, ese es el...-la chica cae inconsciente. Hidan la empieza a zarandear.
-¿Es el que? ¿Qué es?- le pregunta mientras la sigue zarandeando.
-Chico ella está muerta y tú iras detrás- el hombre coge la Katana y ataca a Hidan.
Hidan despierta de un bote del sueño, esta sudando y tiene aun lagrimas en el rostro.
-Otra vez este estúpido sueño- dice levantándose y dirigiéndose hacia el baño, se quito lo pantalones y se puso a ducharse-¿Por qué coño tendré estos puñeteros sueño?¿Y quién será esa chica? No recuerdo haberla visto nunca- se decía mientras se duchaba con agua fría, después de terminar de ducharse se dirigió al armario y se vistió. Cuando salió de la habitación comprobó que todavía era de noche, bajo hasta la cocina y allí se encontró a Itachi, sin siquiera mirarlo cogió unas tostadas que había encima de la mesa y dispuesto a comérselas.
-Esas tostadas son de Deidara- le dice Itachi sin levantar la cabeza para mirarlo.
-¿Y?- le pregunta.
-Nada, solo te lo he dicho- dicho esto, aparece Deidara, es la cocina.
-Hidan espero por tu bien que esas tostadas que te estás comiendo no sea las mías-l e dice Deidara.
-¿Y que si lo son?- le pregunta mientras se las sigue comiendo.
-Pues que mis manos las han estado chupeteando- al oír esto Hidan deja de comer se dirige rápido al cubo de basura donde vomita las tostadas.
-¿Yo te advertí que no te las comieras?-l e recuerda Itachi.
-Pero podías haber me dicho que el gilipollas de Deidara las había estado chupeteando con sus manos- le dice.
-Si me hubieras hecho caso. Además tú crees que si Deidara hubiera dejado las tostadas sin chupetear tú te las abrías encontrado- le dice. Hidan se va enfadado hacia su habitación, abre la puerta.
-Hidan- este se da la vuelta y se sorprende al ver quien le ha llamado.
Continuará...
Espero que os haya gustado, porfavor dejadme review para saberlo. Bueno Muchos besos.
Ninde
