Completamente repugnante. Es asqueroso, es vomitivo y es primario, es todo aquello que jamás dirías de Terry Boot. Pero al percatarse del modo en que el Ravenclaw recorre con descaro el cuerpo de Fleur Delacourt no tiene otro calificativo para él. ¿Por qué no podía ser como los demás? Se pregunta Padma bajando la mirada hasta su pastel de calabaza, fulminándolo con la mirada, ya era malo que todos los que tuvieran el cromosoma Y siguiesen a la francesa con la mirada con una estúpida sonrisa enmarcada en el rostro pero ¿Cuántos de ellos se quedaban mirando su escote con tanto descaro? Al parecer solo él, y esa idea hace que la joven suelte un bufido muy poco femenino mientras acuchilla con saña su comida.

-Ya está muerto ¿sabes?-Comenta divertida una voz a su lado, supone que es Mandy pero ni siquiera se gira para corroborarlo.

-Ojalá.-Replica ella lanzando una mirada fulminante a su compañero de casa.

Terry se encuentra justo frente a ella y Delacourt se sienta a su lado. No le habla, ni siquiera le mira, sino que comparte secretos entre risas en un idioma que debe ser francés con una compañera de Beauxbatons. Eso es lo que más la molesta, la rubia no tiene que esforzarse por llamar su atención sino que el muchacho se la regala cuando pone un pie en la misma habitación que él. Lo tenía todo planeado ¡Todo! Por Rowena, su plan era infalible, desde que supo que iba a celebrarse un baile de navidad había estado cerca de Terry. Había ido a la biblioteca para sentarse a su lado, aunque ella prefiriese estar en la sala común, había soltado un par de indirectas sutiles para que la pidiese ir al baile y… nada. Al final había tenido que conformarse con Weasley, la idea de darle celos con el pelirrojo por no haber sido lo suficiente hombre como para pedirle que fuese su pareja se esfumó en cuanto vio que su acompañante parecía haberse puesto un vestido del siglo pasado diseñado por un ciego. Además, el Gryffindor no quería bailar ni estaba dispuesto a intercambiar más de dos frases seguidas con ella ¿Qué había hecho para merecer eso?

-No te preocupes Padma.-Susurra Mandy inclinándose hacia ella adivinando las preocupaciones de su amiga.-Dicen que es nieta de una veela o hija de una veela, algo así.

¿Hija de una veela? Patil tenía otra forma de llamarla…

Terry es un Ravenclaw de pura cepa, de los que estudian todos los días y leen varios libros a la vez. Está completamente obsesionado con los T.I.M.O.S. y los E.X.T.A.S.I.S, le preocupan sus calificaciones y ya cuando entró en primero escribió una lista sobre las diez cosas a las que podría dedicarse en un futuro. Pero ante todo es un tío, peor aún, es un adolescente especialmente hormonado que no puede evitar babear ante unas buenas curvas. Me corrijo, unas buenas curvas francesas. Si lo pensase con frialdad se daría cuenta de que los estereotipos no son siempre acertados, no todo lo que se dice de las francesas tiene que ser cierto, pensaría en Lockhart, que fue Ravenclaw y siempre le pareció idiota. Entonces, cuando la fría lógica parece devolverle a la realidad ella ríe, moviendo su cabellera dorada mientras pronuncia palabras que no entiende con ese irresistible acento. Está perdido, no puede evitar imaginarse como quedarían unas frases subiditas de tono pronunciadas de aquella forma. Boot abre la boca para decir algo, para hablar con ella de una vez por todas, se trata de una frase inteligente que dará lugar a una profunda conversación, por supuesto. Entonces pasa lo inevitable: La caga.

- Ménage à trois.

Las tres palabras producen una serie de reacciones que resumiremos como: Mirada sorprendida de los que le rodean, mueca despectiva de la francesa, carcajada seguida de atragantamiento de Corner, estruendo de silla contra el suelo y salida dramática de Padma Patil.