Pareja: Fliqpy x Flippy

Los personajes no me pertenecen, son de su respectivo dueño. Trabajo con su versión anime o humanizada

No es una historia dulce, por lo demás disfruten


Flippy

"Voy a preparar una cena esta noche, ¿a quién le gustaría venir?" Lammy llevaba tiempo hablándonos de esto y hoy era el día en que nos invitaba formalmente, a todos y eso me incluía a mí.

Únicamente me hubiera gustado que la fecha hubiese caído en una diferente, era una preocupación que llevaba desde un principio y tal parecía ese nerviosismo ficticio se llevaba a la realidad.

"Claro que vamos"

"¿Verdad? Flippy" Giggles no disimuló nada cuando me dio un golpe suave con el codo en las costillas.

"Huh... sí" Entre mis manos estaba la opción de ser franco ahora y rechazar cortésmente o mentir más tarde "¿Qué les gustaría que lleve?" Esa sonrisa mía no era del todo sincera.

"Hoy luces algo distraído" Tímidamente Flaky hizo aquella observación acerca de mí, si no fuera por el poco ruido quizás no la hubiera escuchado.

"No es nada"

"Cuando dices que no es nada, nunca es nada" Cuddles se les unió en mi contra, mis intentos por disminuir sus sospechan no eran tan efectivos.

"Es solo que..." Mi rubor decía parte de la historia "Tengo algunas cosas en la cabeza" ¿Qué de todo podría contarles? "Yo..." Llevó tiempo queriendo decírselos, pero ¿cómo? "Sí, es solo eso, tengo cosas en la cabeza" Y carezco del valor para hablar.

Dudo que sea vergüenza lo que siento, nunca me avergonzaría por algo así, bueno... en partes, esos son mis asuntos privados, pero sé que ellos son mis amigos debería confiarles un secreto pero... ¿qué pensarían?

"A mí se me hace que más bien es alguien lo que trae Flippy en su cabeza" Casi acierta Handy, pero casi, tiene relación, pero no es lo mismo.

"Tal vez" Me sentía nervioso y feliz, era el deseo de querer decirlo, quizás presumirlo y mientras más ansioso estaba, más rubor de mis mejillas se presentaba.

Las risas comenzaron y la bulla también, yo era el único que carecía de pareja, ya venía siendo hora. Sonreí queriendo que mi boina fuera suficientemente grande para ocultarme tras ella, pero eso no era posible así que me resigné a sentirme tímido bajo sus sonrisas.

"¿Es cierto?" La curiosidad no tardó en llamarlos a indagar más profundo en el tema.

"Pues..." Me dije que no, pero no podía evitarlo.

"¿Quién es?" ¿Quienes más curiosas que Giggles y Petunia?

"Es..." Casi se me escapa, pero recordé un detalle mucho más relevante "Oigan ¿qué hora es?" No tenía reloj y olvidé por completo fijarme en la hora.

Cuando Lammy me la dijo la prisa llegó a mí como un rayo toca la tierra, se me hizo tarde, no podía ser.

"Me tengo que ir" Había ido de compras y aún llevaba una bolsa de papel café con cosas adentro entre mis brazos cuando me encontré con todos ellos y sin darme cuenta me distraje comenzando una conversación.

"¿Por qué la prisa?" No es usual que sea tan cortante y ellos lo notaron.

"Este..." Él se enojaría "Tengo apuro" No era que les fuera a decir que lo dejé esperándome porque tardaba poco.

Sin soltar las cosas, mínimo pude despedirme con una cálida sonrisa y un beso cordial a las damas, antes de salir corriendo, esa sonrisa no se fue, por el contrario se hizo más grande.

¿Cómo me enamore?, probablemente esa pregunta también se la habrían hecho si les hubiese contado, pero sinceramente no lo sé. Tal vez esos ojos amarillos que siempre están llenos de sentimientos indomables, o la actitud soberbia y arrogante que le sienta bien, quizás porque también siente lo mismo. Lo que sea, no lo puedo saber con exactitud.

Llegué 'tarde', apresurándome incluso en girar las llaves una vez puestas en el picaporte, entré con más calma pretendiendo no hacer ningún ruido que me delatara y di unos cuantos pasos antes de que mi marcha se viera bloqueada por una figura con los brazos cruzados sobre el pecho, esa mirada feroz era atemorizante y toda esa molestia estaba dirigida a una única persona, yo, solamente a mí me miraba con esos ojos que no deseaban matarme, lo sabía por las incontables veces que ha tenido la oportunidad, esos irises brillantes se llenan de cualquier otra emoción, mientras que con los demás solo pueden reflejar un frío desprecio.

"Llegas tarde" No era mi intención.

"Lo siento" Me disculpé agachando la mirada con cierto aire sumiso.

Descruzó sus brazos y con postura firme se plantó frente a mí convirtiendo su boca en una mueca mientras un sonido desaprobatorio salía de sus labios.

"¡Repítelo!" Gritó y me estremecí levemente.

"Lo siento Señor" No podía evitar ser débil ante las ordenes de alguien estricto y cuya personalidad fuera de dominio y poder, después de todo así terminé acostumbrándome.

Soy alguien que sigue las ordenes de su superior, un soldado, obviamente es para que me fuerce a mirarlo a los ojos aunque me sienta algo cohibido.

Una sonrisa ladina dejo ver sus relucientes dientes y a mí me provocó un escalofrío que recorrió mi columna, con medio paso, dada nuestra corta distancia reunió su sonrisa con mis propios labios en un beso corto, de mi parte tímido y de la suya sexy, fue dulce y satisfactorio sentir la suavidad de sus caricias, un momento placentero que me hizo disfrutar de la relación que teníamos y aparte me hizo sonreír también, todo antes de ser derribado al suelo e impactar de bruces contra el suelo.

Como siempre a Fliqpy no le importó que las cosas que llevaba conmigo principalmente entre ellas fruta, quedaran regadas por el suelo rodando hacia todos lados, sabía que esto pasaría por hacerlo esperar y aun así me presenté de regreso a su compañía.

Por supuesto que me dolió, principalmente mi pecho y antebrazos, sin necesidad de verlo sabía de su sonrisa.

"No te escuché" Puso su pie en mi espalda baja, la bota de por sí era pesada, pero él aplicando su peso consiguieron un quejido de mí.

"Lo siento... Señor" Mi voz tembló mientras soportaba más presión ejercida "Lo siento" ¿Cuánto tendría qué disculparme para que dejara de estar enojado?

"¿Por qué te quitaste tu collar?" Porque... ahora que lo pienso ¿por qué lo hice?, también me percaté de su verdadera razón para estar enfadado.

"Yo..." No tengo excusa "Lo siento" En verdad lo lamento, lo peor que podía provocarme era hacerme sentir mal conmigo mismo.

"¿No lo quieres?" Cambió la bota de mi espalda a mi trasero.

"Sí lo quiero" No hay nada que quiera más, no hay nadie a quien quiera más.

"No parece" La bota se restregó causándome un poco de dolor extra.

Cubrí mi cabeza, un patético esfuerzo por protegerme mientras temblaba, mis acciones causaron diversión en él y una risa llegó a mis oídos.

"No miento"

"Lo hiciste a propósito para que te estuviera pateando" Su sonrisa satisfecha no salía de mi imaginación e intencionalmente recalcó el punto de sus palabras "Aunque quizás te crea" No eran quejidos los sonidos provenientes de mi garganta sino gemidos por sentir sus maltratos.

"Muy bien" Dejándome brevemente, quitó las manos que me cubrían y mi cabello fue tirado por sus puños hasta levantar mi cabeza varios centímetros del suelo, sentí el pedazo de cuero rodear mi cuello y ser ajustado a la medida de este "Úsalo entonces" Lo que me puso se trataba de un collar rojo, simple y sin decoraciones, único para el uso de la obediencia.

Mínimo me dejo sentarme con las piernas cruzadas mientras él de pie frente a mí me miraba disfrutando de esas amargas lágrimas que rodaban desde las esquinas de mis ojos, ¿cómo fue?, me avergüenza admitir que me gusta que este sádico innato haga de mí su antojo.

Se burlaba de mí y la excitación que se apoderó de mi sistema, la que trataba de ocultar y disuadir su atención de mi pantalón.

La primera vez es un recuerdo borroso del pasado, uno lleno de sombras y manchas rojas sobre las sábanas blancas de una cama.

"¿Por qué tardaste tanto?" Miró las cosas alrededor en el suelo.

"Fui... a comprar algo para hacerte de comer" Dudo que entendiera el atropello de mis palabras

"¿Y ese beso que tienes pintado en la mejilla?" ¡¿Cuál?!

Rápido tallé mis mejillas y vi lápiz-labial rosa entre mis dedos, fue Giggles cuando se despidió con un beso.

Estoy creyendo que tuvo intenciones deliberadas de encelar a mi pareja, dejando la marca y no sabe qué tan efectivo es. Fliqpy debía estar ocultando la totalidad de su enojo.

"No... esto no es..." Traté de sonreír o mínimo no parecer tan desesperado "Es porque me despedí de ellas con un beso"

Se arrodilló a sostener mi rostro entre sus manos, fantasías mías no eran sentir sus pulgares acariciando mis sonrojadas mejillas, era tan amable cuando se lo proponía y no es por despreciarlo pero no estaría mal que fuera más atento con estos detalles más seguido.

"¿Quién de todas?" Se acercó para terminar por acariciar mis labios con los suyos.

No debería decírselo, yo sé que es lo que hará una vez lo sepa, persona más celosa, egoísta y sobre protectora no eh conocido hasta la fecha.

"Giggles" Respondí fundiéndome en el beso y derritiéndome entre los brazos que comenzaron a abrazarme.

Con cuidado me empujó para que me recostara de espaldas al suelo y él quedo encima sin soltarme. Sus labios bajaron a mi cuello dejando un camino de besos.

"Flippy..." Casi confundo su tono con la timidez "¿Tú piensas que soy un monstruo?" Siempre hace la misma pregunta que me hace sentir lástima por su persona.

"No lo eres" Si no puedo empezar queriéndome a mí mismo ¿a quién más podría querer? Mis manos tocaron su espalda suavemente dándole un masaje para tratar de confortarlo.

Él tiene sus propias emociones y sentimientos, claro que no es un monstruo, que piense eso de sí mismo incluso me hiere a mí.

"Te amo" Me dio risa que los dos lo dijéramos al mismo tiempo como si fuera un coro.

Compartimos una risa juntos hasta que sus manos enguantadas llegaron a mi cuello, aprisionándolo lentamente mientras nos dábamos un beso. Luché por respirar con su lengua dentro de mi boca y la rápida reducción del aire, me ahogaba debido a que estaba estrangulándome con una precisión temible, no la necesaria para matarme pero suficiente para hacerme perder la consciencia progresivamente como lo estaba realizando y lo último que hice fue desesperadamente tener mis manos sobre su pantalón y el mío para desabrocharlos y exponer la prueba de toda la emoción de este pequeño secreto.

Arqueando mi columna y con un gemido ahogado, incluyendo la redundancia, todo fue negro.

La luz del día era enceguecedora y mi vista borrosa en lo primero que enfoqué mi atención era la melena verde clara, no esperaba otra cosa cuando desperté más que ver su figura sentada cerca de mí en el suelo sobre un charco rojo de algo que inmediatamente supe era sangre, pero el olor característico de esta no fue lo que me molestó sino el aroma del cigarrillo que fumaba.

Viéndolo con detalle podría decir que estaba pensativo mirando a la nada mientras llenaba la casa con ese pestilente olor.

Sin decir nada gateé hasta él, llegando por detrás envolví mis brazos por sobre sus hombros, estaba empapado y frío, traté de darle el calor que necesitaba, pero fui recibido por las cenizas encendidas del cigarrillo que quemó mi piel, no le molestaba usarme como cenicero aunque no puedo decir lo mismo de mí y esas pequeñas lágrimas de dolor surcando mis mejillas. Gesto amable o no, lamió la herida con cuidado.

"¿Por qué no me dijiste que Lammy te invitó a su casa?" Precisamente por sus celos no le dije.

"Lo olvidé" Le enoja que le mienta "Era solo una cena"

"No vas a ir, ya no hay cena" Me pasó el moño rojo del cabello que usaba Giggles, algo que creo era el ojo de ella o de alguien y no sé qué otra cosa pedazo de carne, claramente no los quise cerca de mí, por lo que arrojé lejos esas cosas espantado "Yo puedo preparar algo mejor" El punto no es la comida sino el socializar con los demás.

"Mmm..." ¿Sabe cocinar?

"Trajiste comida ¿no?" Buscó con la vista lo que compré quizás el día de ayer, no sé cuánto tiempo dormí.

"Fliqpy" Ni loco lo dejaba entrar a mi cocina cubierto de las vísceras de alguien "¿No te gustaría tomar un baño conmigo?" Traté de seducirlo primero besando su cuello y recorriendo este con las puntas de mis dedos, pero como no parecía convencido cambié de posición para estar al alcance de sus labios.

¿Qué hacía? Nada más que ser inteligente y persuadirlo de seguir mis planes, pero él no es ningún tonto y no aceptaría a menos que fuera de su interés y conveniencia.

Regresó mi beso con calma y casi siento que quería morder mis labios, persuadiéndolo, me puse de pie y extendí mi mano para ayudarlo a levantarse, sin ser soberbio, elegantemente entre beso y beso lo conduje al baño de mi habitación, el resto es una repetición de todos los días.

Su fuerte cuerpo no era nada presionando contra el mío en el pequeño espacio bajo la ducha, comparado con la primera vez en que tuvimos sexo y en la que me violó.

Aún fantaseaba con repetir la violencia de aquella vez, aunque no estaba del todo mal la suavidad con que ahora se deslizaba en mí.

"Fliqpy" Suspiré su nombre por el anhelo de tener sus dedos entrelazándose con los míos, de los cuales impresiones purpuras deben seguir marcadas en mi cuello.

De frente a la pared la mano que no se unía a la mía me sostuvo colocada sobre mi pecho mientras sus mecimientos en un principio calmados iban acelerando hasta poseer la violencia y rudeza en que nos gustaba actuar a los dos.

Para colmo con el trato desconsiderado contra mi cuerpo, sus afilados colmillos se incrustaron en mi piel. Hacía calor y el vapor de la ducha no tenía nada que ver, sus toques eran lo mas extasiantes y sus besos placenteros, esos suaves labios como tela de raso, y el agua deslizándose sobre nuestra piel le daba un componente erótico a la escena.

Supe que estaba listo para terminar cuando los dientes se introdujeron más profundamente en la carne de mi cuello, no necesitaba mirar las manchas cobre en el agua que se deslavaban a nuestros pies. Satisfactoriamente experimenté los placeres de una unión carnal pronunciando su nombre con gozo mientras apretaba esa mano que me retenía a la realidad, el orgasmo era un respiro de aire tranquilizante que le daba a mi cuerpo una oportunidad para relajarse y en su caso no dudo que fuese lo mismo.

El susurro de mi propio nombre llegó a mis oídos junto con la embriaguez de mis sentidos, traté de girar la cabeza para besarlo y probar de ese sabor a mi sangre ya tan familiar.

Compartía los mismos planes dejando mi cuello para lamer mi labio y después abrazar nuestras lenguas. Tendría que tomar otro baño para limpiarme por dentro

...

Fliqpy

Se desmayó

Muy apenas conseguí atraparlo entre mis brazos antes de que cayera, igualmente pesado que yo, se me dificultaba la tarea de cargarlo y llevarlo hasta la cama de la recamara, donde lo deposité con cuidado sobre el colchón, el agua brillaba sobre su cuerpo laxo, resaltando la figura firme de los músculos bien tallados. Si un cuerpo fuerte terminaba en tal estado... llevé mi mano a sus pectorales siguiendo un camino de moretones hasta el vientre... ¿cómo podría una frágil estructura femenina ser tocada por unas manos que destruyen todo como las mías?, sin embargo no era como si quisiera apreciar la fina silueta de alguna.

Me alegraba saber que no estaba consciente para enterarse de cómo me acomodaba a su lado rodeando mis brazos por su cintura y descansaba la cabeza sobre su pecho

Estaba vivo, su calor era prueba palpable que disfrutaba, esa clase de cosas nunca había podido apreciarlas como el rítmico movimiento de su pecho subiendo y bajando, me hacía entender el valor de estar vivo.

Para evitar un resfriado cubrí nuestros desnudos cuerpos con las telas de la cama, tomaría un sueño a su lado y después curaría sus heridas antes de que despertara, especialmente esa fea de quemadura de cigarrillo que le provoqué hace unos minutos.

Ni es como que me alegre lastimarlo, ciertamente me parecía placentero pero felicidad no concordaba con el sentimiento de gusto y en todo caso no hay nadie más que pudiera lastimarlo, solo yo, yo podía hacer lo que quisiera con lo que era mío.

"Qué lindo" Besé su piel y me reconforté cerca de su calidez.

La mañana había terminado cuando desperté y el cuerpo junto a mí continuaba en el mismo estado, tranquilo e inmutable, una sonrisa curvaba mis labios mientras me inclinaba ya sentado sobre la cama para besarlo en los labios.

Algunos antisépticos después y una venda en su cuello y ya estaba listo para dejarlo reposar otro rato mientras preparaba algo de comida.

Veneno no estaba incluido en la cena, pero quedaría extraño que alguien como yo preparara algo que pudiera comer alguien como él. Sobre la mesa había dos platos uno mío y otro suyo, me esforcé por remplazar la cena de Lammy a la que fue invitado, pero no lo dejaría asistir, de hecho fui a cancelarla con anticipación, pero ¿qué caso tenían mis esfuerzos?, estaba sentado solo y el inconsciente en cama.

Como suele pasar muy seguido actuó primero, pienso después, el plato de comida terminó roto en el suelo, ensuciando todo, no soy ofusco como para no entender lo que le molestaría ver esto por lo que tuve que limpiar, no era lo mismo dejar toda una escena del crimen con paredes escurriendo algo que solía ser gente a el desorden normal.

Ver todos los cristales rotos de un vaso de vidrio que también rompí provocaban un ciclo vicioso, ya no tenía por qué romper nada y por la razón de no ser útil para algo más, el enojo llegaba para auxiliar mi confusión...

¿Cuándo terminé en el pasillo dirigiéndome a la habitación?, ¿cuándo tomé uno de los cuchillos de los cajones y que sostenía en la mano?, ¿cuándo se lo enterré a Flippy que descansaba sin darse cuenta?, ¿cuántas veces van que lo mato y él no lo sabe?

En mis brazos ya no había calor, este se enfriaba rápido, ya no había una respiración que fuera tranquilizante, ya no había alguna dulce caricia que me confortara, solo mi sonrisa por lo bien que me sentí después de haberlo hecho.

...

Flippy

Fliqpy nuevamente no quiso explicarme porque mi cama estaba llena de sangre, pero eso no importaba no me molestaba, lo que me tenía deprimido era que me haya dejado atado solo en el cuarto de baño con el agua fría de la bañera hasta el tope y yo dentro de ella, según él debía tomar un baño porque estaba sucio después de haberme visto estar abrazado de Petunia, solamente le estaba enseñando a bailar porque me lo pidió, pero ya habían pasado horas desde que me dejó, una lenta tortura o para él quizás algo que no está mal y ¿por qué yo seguía ahí?, porque él tenía que venir, él iba a regresar, iba a sacarme.

Sonidos como pasos se escucharon fuera de la puerta y mis labios tiritando formaron una sonrisa, pero no tenía por qué estar feliz aunque si lo estaba, fingí haberme desmayado como la mayoría del tiempo, unas veces sí, otras veces fingidas.

La puerta se abrió y el sonido de sus botas fue acercándose hasta detenerse a mi lado, primero tiró el agua antes de que cálidas manos me levantasen y me apretaran contra su cuerpo.

"¿Flippy?" Decía mi nombre como pregunta y suavemente me sacudió "¿Flippy?" Siento culpa por estarle mintiendo "Despierta" Abofeteó mi mejilla sin ser doloroso.

No pude fingir mucho tiempo más después de sentir sus rosados labios besar los míos azules.

"No me dejaste solo" A que muriera, era la parte faltante de la oración y la que no quería decir, susurré lo otro tocando su mano que calentaba mi rostro, bueno como siempre acunó cariñosamente mi mejilla, proporcionándome sus maravillosas caricias.

"¿Ya estás limpio?" Me preguntó

"Sí" Asentí

Recuerdo que hace mucho tiempo al principio le dije que estaba loco y terminó metiendo mi cabeza en un cubo de agua ahogándome. No sé qué pensaba yo en ese entonces, yo era el que estaba mal, muy mal...

"¿Puedes caminar?"

"Claro que pedo" Mi cuerpo entumecido decía otra cosa.

"Yo te llevo" La caballerosidad a la hora de cargarme era un gran detalle suyo "¿Puedo prepararte un chocolate caliente?"

"Me encantaría" Probablemente le pondría algo y terminaría vomitando sangre "¿Necesitas ayuda?" Si yo lo preparaba quizás podríamos pasar una linda tarde, abrazados en la cama viendo una película mientras disfrutábamos del chocolate.

"Mejor no, duerme un poco" Adiós a la linda tarde.

...

Fliqpy me dejo salir aunque me hizo prometer que estaría de regreso pronto, a diferencia de mí, éste permanecía la mayoría del tiempo solo en la casa, ¿por qué?, no lo sé, aunque lo invitaba pero lo rechazaba.

Casualmente mientras caminaba para reunirme con otros amigos en un lugar acordado, me encontré con las novias de todos estos.

"Flippy" Tuve un recibimiento bastante animado.

"¿Dónde estuviste?, no te habíamos visto en una semana" Flaky fue la primera en preguntar luciendo algo preocupada.

"¿En dónde te perdiste?" Le siguió Giggles.

"Yo estuve..." Una buena mentira ¿cuál puede ser? "Ocupado" No me gusta ni sé mentir.

"¿Ocupado en qué?" Siempre tienen que estar presionando con preguntas.

"En cosas" Sospechas aparecieron en sus mentes por mi tonta respuesta.

"Oye Flippy llevamos tiempo queriendo preguntarte, ¿qué son esos moretones en tu cuello?" Esta mañana después del sexo había olvidado verme en un espejo para saber que tanto abuso delataba mi piel.

"Me golpeé" Por fin se me ocurría algo más inteligente sonriendo apenado para darle algo de credibilidad.

"¿En el cuello?" Petunia seguía sin convencerse.

"Ten más cuidado" Giggles fue la única que me creyó cariñosamente poniendo una de sus manos sobre mis hombros "No vayas a arruinar esa carita linda que tienes" Me ruboricé.

"Tendré... cuidado" Cohibido traté de ocultarme entre mis hombros, lo que me dijo me recordó a un par de cosas sucias que me a ducho Fliqpy.

Aunque estuve una semana encerrado como prisionero, en este momento extrañaba verlo.

"¿Por qué tan triste?" Me preguntaron. Ocupado por mis pensamientos salió algo muy tonto de mi boca.

"Me gustaría que Fliqpy hubiera salido conmigo"

"¿Quién?"

"¿Eh?" Estaba separado de la conversación.

"¿De qué estás hablando?" Preguntó Giggles mirándome con sus ojos rosas confundidos.

"¿Quién es Fliqpy?" Ojos violetas de Petunia me miraban de la misma forma.

¿Quién?, no debería sorprenderme la pregunta, que cruel era ocultándolo, la sombra del pasado seguía siendo una sombra.

"Cierto, ¿quién es?" Sonreí en forma de disculpa "Tengo que irme" Ni siquiera me despedí más allá de esas palabras.

Todo deseo de ver a aquellos con quienes me reuniría perecieron como mi espíritu libre, no puedo creer que me prefiera una vida horrible a una vida alegre y tranquila, algo así como una droga sin la que pedo estar. Escapé de ellas y ahora me encontraba descansando recargado contra la corteza de un árbol que daba sombra, me dolía inmensamente la cabeza, peor que aquel dolor era la opresión en mi pecho, vacío estaba tornándose mi interior.

Odio a Fliqpy, él me hace sentir tan mal, lo amo me hace tan feliz, lo... lo amo, entonces ¿por qué lo oculto?

"¿A quién esperas?" La voz se escuchó muy cerca a mis oídos y detrás de mí, era ese tono familiar pretendiendo ser seductor.

No me dio tiempo de responder para cuando me estremecí a causa de que su lengua lamió atrás de mi oreja.

"No me has respondido" Aún no giraba a verlo pero ya tenía sujeto mi cabello de la nuca tirando dolorosamente de este.

El cielo era un azul claro sin nubes, un hermoso día y una bella vista que me hizo sonreír.

"A ti" Dije con calma y la mano me soltó "Quería verte" Libre di media vuelta y lo capturé entre mis brazos con un abrazo.

Cariñoso apegué mi mejilla a su hombro y pasamos un rato así hasta que quise pasar a algo más, alejándome y levantando la vista, unos ojos amarillos me recibieron con un sentimiento de amor, tenía que ser muy atento para distinguirlo de su fría mirada.

"¿Viniste a acompañarme?" Pregunté mientras acariciaba su cuello con mis labios también repartiendo besos.

"No seas idiota, salí porque necesitaba respirar aire" Nunca lo admitiría "Y te encontré aquí" Lo más probable es que estuviera siguiéndome.

Me colgué de su cuello, juntando nuestras cinturas para tener nuestros cuerpos completamente juntos, yo no era más que alguien que rogaba atención, una categoría baja que se restregaba contra él.

"Fliqpy" Estaba más que contento de verlo aquí "Vayamos a algún lugar" No se me ocurre nada todavía, quizás a caminar, a comer algo, un helado o un café, lo que sea con tal de compartir como la pareja que somos.

...

Fliqpy

Ruborizado y risueño con una gran sonrisa, Flippy parecía una especie de mascota alegre de ver a su dueño que era yo, era una comparación exacta mientras lo observaba ser meloso y acaramelado conmigo, esperando a ser mimado y correspondido con su miel, pero eso no sucedería a menos que fuera un sueño, mínimo lo que pude hacer por él, fue acariciar su cabeza enredando mis dedos en su cabello verde claro.

No era como si no sintiera un sentimiento de igual alegría por verlo, ni por saber que él era así conmigo, que él a pesar de la forma seca y déspota que lo trato, sigue sonriendo cada vez que me ve.

Obviamente que no fue así en un principio, no sino hasta que hace algo de tiempo le cosí en su rostro con aguja e hilo, para que recordara que siempre debe sonreír conmigo, fue una lástima haber arruinado esos labios durante algunos días, que ahora acaricio con el pulgar y estoy tentado a besar.

Esos labios que a veces dejo morados, los que a veces lleno de un sabor metálico a sangre, los que muerdo y hago sangrar, esos que tan dulcemente corresponden mis besos.

"Tengo una mejor idea" Una muy buena "Deberías ir con tus amigos"

"¿Por qué?, prefiero estar contigo" Tristeza reflejaban sus ojos verdes que me miraban queriendo no dejarme.

Es grande el cambio de esos ojos que ahora me ven como si no pudieran vivir sin mí y esos que me tenían miedo cada vez que lo tocaba.

Le susurré al oído mis planes definitivamente maliciosos y la expresión de su semblante era una que hace tiempo no veía.

"No puedo" Que rápido se negó entrando en pánico.

"Sí puedes" Con algo de mi convencimiento estaría listo.

¿Qué clase de convencimiento es al que me refiero?, a cual otro que los de mi estilo. Aunque terminó llorando y suplicando como lo hacía antes, sus lágrimas no podían hacer nada contra mí, más bien me parecían dulces, si tanto quería a sus amigos, tendría a sus amigos.

Desde una distancia suficiente para que no me viesen, me senté entre unos arbustos sobre una piedra a observar como Flippy terminó yendo con ellos, fue divertida su forma de caminar, en especial después de lo que le puse adentro, todo mal pensamiento estaba en lo correcto.

Todo comenzó con risas entre ellos, me sorprende lo bien que estaba disimulándolo, a excepción de que ocasionalmente su espalda era notoriamente tensa y uno que otro temblor lo alcanzaba, finalmente después de media hora lo vi ponerse de pie y ser seguido por Lumpy, éste era una víctima perfecta. Los vi entrar a un baño y esperé unos cinco minutos para que fuera mi momento para actuar y todavía esperé otros tantos recargado a un lado de la puerta del baño a que los sonidos terminaran.

Lumpy salió con una expresión de desconcierto y se topó conmigo, viéndose aún más confundido, pero no aguardé a que lo terminara de entender, entré al lugar del que había salido yendo a reunirme con Flippy.

Desnudo de rodillas en el suelo, con aire de asco escupía algo al piso, muy en claro le deje que no debía dejar que Lumpy lo tocara y por la botella que seguía en donde la dejé, tal parecía que me obedeció a la perfección.

Cerré la puerta a mis espaldas y lo tuve mirándome con miedo, hace mucho que no lo veía, hacía falta un poco más de disciplina. Violación o consensual, lo clavé de bruces al suelo levantando su cadera al aire, gritos hicieron eco en las paredes, pero eso solo me excitó más.

Era un verdadero masoquista cuando apenas saqué la botella y lo penetré llenando sus muslos con sangre, terminó teniendo un clímax ensuciando más los mosaicos del baño.

No muy diferente a otras veces, le restregué en sus narices que clase de persona debía ser para verse encantado por esta forma de abuso y como las otras veces después de muchas palabras crueles, terminó calmándose y aceptando su anormalidad, no era que lo fuera sino que yo lo hacía.

Relajado y disfrutándolo empezó a ser él quien se moviera, gimiendo y diciendo mi nombre la atmósfera se vició de nuestros sonidos y nosotros con el calor del cuerpo del otro.

Girándolo para que quedara de frente con su espalda en el suelo, no podía evitar que una sonrisa insana adornara mis labios, viendo como su rostro enrojecido se contraía de dolor y enorme placer entre las embestidas violentas, pero... sus manos sobre mi espalda que me abrazaban alentaron algo mi ritmo, por culpa de que yo también quería disfrutar de la comodidad que me brindaba.

"Flippy" Susurré contra la piel de su mejilla, se sentía muy solo.

Saber que era la compañía me enseñaba que era sentirse solo y así me había sentido, no quería volver a sentirlo de nuevo aun si eso significaba conseguirlo bajo cualquier medio.

"Flippy" Esta vez correspondí el abrazo pasando los brazos por su espalda y el frío suelo "Te amo" Es amor, ¿qué más podría ser?

...

Flippy

Tenía sus dientes en mi cuello y mi interior siendo recubierto por su semilla.

"Te amo" Sin embargo ese sonido salía de mí junto con lágrimas mientras me retorcía y clavaba las uñas en su uniforme.

"Te amo" Sonreí ¿por qué?, esto duele mucho.

Descansamos jadeando en ese sucio lugar pero en lo único que podía fijarme era en el color de sus ojos, eran mi refugio después de un choque emocional como este, mi alivio, mi cura y mi adición, esos ojos podían borrarlo todo, lo que era y el dolor no físico que sentía, una demostración de eso era como podía estar buscando sus labios para besarlos y así tratar de recibir esas pocas caricias que me harían sentir bien, era como buscar algo útil entre tanta basura y por ello seguía y seguía y seguía buscando sin cansancio.

Quizás si me tocaba más podría tener por más tiempo sus manos que son brevemente amables, quizás si decía más su nombre podría ser la única persona que recordara y me importara, quizás si lo amaba más podría sentir que ese sentimiento se hacían más cierto.

Me levantó y ayudó a vestirme, mientras salía tambaleando con la ayuda de sus hombros cargando mi brazo, inesperadamente unos pares de ojos sorprendidos nos encontraron.

¿Quiénes son ellos?

"Flippy" Alguien con cabello azul se acercó a mí, pero me dio miedo y me escondí contra el cuerpo de Fliqpy, él me cuidaría, me protegería.

"Vámonos a casa" Sujetando su ropa le pedí aquello casi llorando, me sentía mal, ¿por qué me sentía mal?, ¿por qué me dolía el pecho y la cabeza?

Ya casi nos retirábamos para cuando una mano del peli-azul me sorprendió tocando mi hombro.

"Flippy espera, ¿qué te sucede?" Mi cabeza estaba quemando, casi colapso si no hubiera recibido ayuda del brazo de Fliqpy que rodeó mi cintura atrayéndome a su cuerpo.

Su sonrisa disolvió mis sentidos e inexplicablemente todo estuvo bien.

"No me sucede nada" Respondí con total calma para regresar esa sonrisa arrogante con una mía suave.

"¿Quién es él?" No podía apartar la vista del aludido.

"Mi novio"

En algún lugar de mi cabeza algo decía que era el adiós, pero definitivamente no para el que estaba a mi lado y al que me acerque para besarlo.

...

¿Cuánto tiempo ha pasado? llevó tal vez tres días esperando a que sea de día, ¿o será una semana?, todo este tiempo solo eh podido sentir la seguridad de los abrazos de Fliqpy y escuchado su voz suave.

"¿Qué haces?" Me atrapó haciendo algo que me dijo no debía hacer.

"Yo..." No tenía excusa, nuevamente sentía mis dedos bañados de algo espeso y caliente.

"¿Te da comezón?" Asentí "Aun así no quiero que lo toques, es el segundo par de vendas que te cambio" Pero mis ojos daban mucha comezón, ¿qué podía hacer?, solo me rascaba.

Creo que fui yo quien se sacó uno con un cuchillo, pero ese momento en mi memoria esta borroso, aunque fue hace tan poco tiempo, días para precisar, me alegra saber que Fliqpy está para detenerme y ayudarme.

"Gracias" Dije.

"¿Eh?"

"Creo que no te eh dado las gracias, así que gracias" Sin él no podría comer ni hacer casi nada, no estoy acostumbrado a no ver.

"De nada" Los dos estábamos en la cama abrazados después de haber tenido sexo, distraídamente acerqué mi mano nuevamente a los vendajes, pero me detuvo "Te manchaste de nuevo" Lamió mis dedos y el calor en mi rostro fue acompañado por la vergüenza.

"No hagas eso" Pedí con timidez.

"¿Por qué?" Descaradamente no me hizo caso y continuó con lo que estaba haciendo.

Sin palabras me vi persuadido para tratar de que esa lengua que lamía mis dedos, hiciera otra cosa aparte de eso. Otra muestra de lo mucho que me amaba era que me aceptaba como estuviera, a veces mudo de las muchas veces que tuve cosida la boca, otras sin manos con todos los dedos rotos, cuando trate de huir y tuve las piernas rotas, y más recientemente sin poder ver.

El beso era relajante, como si cada vez que sucediera pudiera descansar, un alivio auténtico que quería que durara lo más posible.

"Flippy, ¿tú crees en el arrepentimiento?" Había dejado el beso y preguntado aquello, no sabía en qué clase de cosas pensaba.

"Sí, creo que es bueno a veces arrepentirse de algo, en especial si lo quieres corregir" Me parecía lo correcto.

"Pues yo no, no creo en eso" ¿Y por qué lo decía con un aire de tristeza?

"¿De qué te arrepientes?" Un sentimiento extraño cosquilleaba en mi pecho.

"De nada" Casi pareció molesto de que estuviera preguntando.

"¿Te arrepientes de estar conmigo?" ¿De dónde salió esa idea y ese miedo?

"Ya te dije que no me arrepiento de nada" Suavemente con el sentido del tacto, llevé mis manos a su cuello acariciando este de paso y me senté sobre su estómago.

"¿Por qué te arrepentirías de estar conmigo?" Insistí en lo mismo.

"¿Flippy?" Apliqué algo de presión con mis manos

"Fliqpy no me dejes" Creo estar llorando porque siento como surcos de algo caliente cae desde mis ojos, pero ya no sé si se trata de sangre o lágrimas

"Flipp..." Yo no era alguien débil, debía ser fuerte como para poder cortar su respiración como lo estoy haciendo.

"Te amo" Le dije pretendiendo sonar algo feliz, debía sonreír, no sé por qué, pero debía sonreír.

Rasguñó mis manos y creo que fracturó mi muñeca pero no deje de apretar y apretar, no quería que se arrepintiera de estar conmigo, volvería a sentirme solo, no lo quería.

"Te amo" Dije mientras sonreía más ampliamente.

No podía esperar a que despertara para amarlo más, mientras tanto podía descansar en su pecho una vez se calmó y aguardar paciente para seguir convenciéndolo de que no se arrepintiera.