Prólogo
Que estupida era.
Aquella escuincla babosa que estaba tirada en aquella cama, desnuda, con las piernas abiertas, esperandolo.
Todas eran iguales.
Las odiaba.
Desde hace cuanto que hacía lo mismo?
No importaba, ninguna de aquellas chiquillas habían significado nada para el.
Solo había una mujer a la que había amado, a la que siempre amara, y a la que nunca iba a dejar ir.
Solo una, y ella nunca lo traicionaría, lo amaba demasiado, lo idolatraba. El era su mundo.
Sonrio al espejo.
Nunca nadie veía ese rostro. El rostro que solo mostraba en la privacidad de la alcoba.
Para el resto del mundo, el era un hombre respetuoso, de aspecto regular, mostraba una cara facil de olvidar, no era feo pero tampoco era guapo.
Sin los lentes cuadrados que cubrían sus ojos, y sin el peinado de loser, la cara que veía en el espejo no era tan regular, era mas exotica.
Con los ojos escondidos detras de sus anteojos, no se notaba esa mirada siniestra que se escondía en lo mas profundo de su alma.
Con una ultima mirada a su imagen, salio del baño y se posisiono sobre la chiquilla que maullaba del gusto.
Con una sonrisa seductora y un beso apacionado calmo los deseos de su amante.
Para el resto de mundo, el era casi un santo.
Solto una risita.
La gente si que era ilusa.Era tan facil de manipular, como esa chiquilla que ahora dormía junto a a el, cansada por lo que acababan de hacer.
En realidad le creía cuando le decía que la amaba?
No, no creo. La muchacha pudiera parecer estupida, pero no era tan menza.
Al menos eso esperaba.
Las mujeres enamoradas eran un problema, pero las niñas lo eran todavía mas.
No sabía por qué le gustaban las chicas menores que el. Siempre le habían llamado la atención aunque fueran mas cansadas que las adultas, pero tambien era mas divertido verlas caerse en pedazos.
Hasta su esposa, hasta a ella la había tomado siendo casi una niña, un poco mayor a la que dormía ahora a su lado.
Hasta a ella solo había considerado un juguete para destrozar. Como fue que se le metio entre la piel, ni el lo sabía.
Ella era una escuincla de 16 años y el era un joven practicante de maestro.
Sería porque desde el principio ella lo idolatraba y nunca le pidio nada a cambio, sería por eso que creía amarla?
Ella solo tenía ojos para el, y eso le gustaba .Alzaba su ego saber eso.
Volvio a sonreír y se quito un cabello errante que le caía en la cara.
Su esposa lo amaba. Jamas lo cuestionaría. Jamas le pediría nada. Solo lo amaría.
Siempre lo amaría.
Si algún día ella dejara de amarlo…eso jamas pasaría…no se lo permitiría.
Se levanto de la cama para ir a darse un baño.
Al salir desperto a la chica que aun dormía.
"Ya me voy, te bañas y te vaz despues de que yo me haya ido." Le dijo.
Llevaba puesto el disfraz, si alguien lo viera, no podrían imaginar que era el mismo hombre.
"Buenas Tardes señor, ya se va?"
"Si, gracias por sus servicios."
"De nada, no se le ofrece nada mas?"
"No, la chica bajara pronto, usted no me ha visto."
"Si lo entiendo."
Que les parecio el primer capitulo? Los misterios de quienes son los personajes se iran descubreindo proximamente. Es obvio que es un completo psicopata, verdad? Espero y me aguanten haste el final de esta historia.
