¡Bienvenidos sean!
Esta vez me aparezco aquí con un Lyredy.
Advertencias: AU.
Disclaimer: Fairy Tail y sus personajes son propiedad de Hiro Mashima.
Aniversario
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Meredy mordía las uñas de su mano con bastante nerviosismo, a la vez que la planta de su pie impactaba contra el suelo de manera repetitiva. En todo el camino hacia el taller de escultura —en realidad sólo se trataba de un departamento que utilizaba para esculpir— de Lyon se preguntó si no había exagerado con el regalo de aniversario que compró.
La joven dejó su tarea de masticar sus uñas y detuvo el movimiento de su pie al escuchar el tintineo del elevador alertando su llegada al piso destinado. Inmediatamente las puertas fueron abiertas, ella salió. Estaba realmente deseosa de escuchar lo que Lyon diría al verla fuera de su casa con su regalo en brazos.
Mientras avanzaba por el pasillo sus manos se aferraban al obsequio que cargaba, no porque este fuera pesado —de hecho podía cargarlo con un solo brazo— sino porque sentía todo su cuerpo temblar cada vez más conforme se acercaba al taller donde el chico trabajaba.
Sólo bastó que tocara a la puerta un par de veces para escuchar el rechinido de la misma abriéndose. Instintivamente Meredy elevó un poco el regalo para poder cubrir su sonrojado rostro con él.
—Feliz aniversario— deseó.
— ¿Flores?
No detectó decepción en aquella pregunta, pero sí un tono de evidente sorpresa. La expresión del muchacho no pudo verla, pues el arreglo floral se lo impidió, así como el mismo objeto evitaba que Lyon fuera testigo de lo avergonzada que se encontraba ella en ese momento.
—Bueno, creí que sería lindo traerte algo como esto— se animó a decir.
—Meredy.
— ¿Sí?
La chica sintió como las manos de su compañero tomaban las suyas para después guiarlas hacia abajo junto con el arreglo de flores. Ella no quiso cruzar su mirada con la de él, pero aun así lo hizo. Lyon le sonreía enternecido.
—Este tipo de cosas sólo las harías tú.
Meredy no discutió eso, simplemente entró al departamento usado como taller y dejó las flores en uno de las mesas que estaban libres. Escuchó la puerta cerrarse y después los pasos del chico acercarse a ella. Sin previo aviso Lyon le tomó de la cintura y la acercó a él. Meredy sólo logró emitir un grito de sorpresa por la repentina acción.
—La próxima vez asegúrate de regalarme algo menos llamativo. — pidió él para después besarle la mejilla.
—Lyon…
—Sólo bromeaba— aclaró con una sonrisa. —. Gracias por el obsequio. La próxima seré yo quien te envíe flores.
—No me molestaría para nada, créeme.
Meredy rodeó el cuello de Lyon con sus brazos.
— ¿Orquídeas?—preguntó él.
—Espero no sonar caprichosa, pero los girasoles me harían feliz.
Lyon soltó una carcajada por el comentario, después simplemente cedió a sus ganas de abrazarla.
—Gracias por el dato— esta vez ella fue quien rió. —. Feliz aniversario, Meredy.
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Espero les haya gustado.
¡Cuídense y hasta pronto!
