S U P E R E S T R E L L A S
UNO
Cómo odiaba el verano, era la peor época del año, no tenía nada qué hacer, hacía calor y estaba sola, olvidada en esa hermosa casa de la playa. Cualquiera hubiera deseado estar en su lugar pero ella solo ansiaba ser el viento. Aceleró la moto cruzando los límites de velocidad, derrapó en el último kilómetro y tuvo suerte de salir ilesa.
"Eso estuvo genial" reía Toshio
Se quitó el casco y sus ojos azules observaron con cierto agrado al recién accidentado. Su cabellera rubia se sacudió en un vaivén del viento mientras esa sonrisa se perpetuó en su rostro varonil.
"¿El que casi me matara?" contestó Haruka deshaciéndose del casco
"No exactamente" miró su reloj "pero como sea debemos dejar la carrera para otro día"
"No, yo gané y punto"
"No digas eso" reía animado "debo ir al trabajo"
Había tenido un mal año y eso que apenas iban a la mitad de él. Sus ojos zarcos miraron con indiferencia al joven que se marchaba, se sacudió el polvo de los pantalones y volvió a subir a la moto. Correr era su vida, su sueño más preciado. Desde que tenía uso de razón amó la libertad y la velocidad. Hacía dos años había logrado entrar al mundo del automovilismo profesionalmente y aunque el año pasado fue nombrada como el mayor descubrimiento del siglo este año…
"Demonios" de nuevo derrapó
…Fue fatal. El amor lo echó a perder. Perdió la cabeza, el corazón y la concentración. Había tenido tantos accidentes en los últimos tres meses que era un milagro estuviera en pie.
"Maldito verano" por fin en casa. Se quitó la camisa y la aventó al sillón
Estaba sola, olvidada y en espera que ese fatídico amor se desvaneciera de su corazón. Se fue a duchar esperando esa sensación de hastío y enojo saliera de su cabeza. Necesitaba concentrarse, dejar de pensar en ella a todas horas.
Toshio Tenoh tenía el empleo soñado. A sus veinte años no encontraba nada más fascinante que ser chofer de las grandes estrellas y eminencias de la ciudad. Trabajaba para una compañía que se encargaba de brindar transporte a personas importantes y ricas o en su defecto cualquier que pudiera cubrir los costos solicitados. A él no le pagaban bien pero podía conseguir cualquier cosa: Autógrafos, exclusivas, mujeres, licores, comida, pases ¡Gratis! Se untó las manos de gel y peinó su cabello relamido hacia atrás. Se veía como un sueño dorado
"Llegas tarde" sonrió uno de sus compañeros de trabajo
"¿De quién serás chofer?"
"Te lo cambio… La paga es doble que el que tú tienes"
"Debe ser una personita muy pedante para que no lo quieras… o alguna eminencia prepotente"
"Exacto" sonrió mostrando el contrato que tenía
Salió a las cinco treinta del trabajo directo a casa. Se sentía dueño del mundo en su flamante Mercedes. Lo estacionó con cuidado y antes de dejarlo allí solito en la cochera lo besó. Hasta le daban autos de lujo cada semana.
"Ven a ver mi nuevo auto" saltaba en la cama
"No es tuyo" renegó Haruka al ser interrumpida en sus sueños
"Eres odiosa, qué importa, un día tendré el mío y por lo pronto me iré a divertir y saldré con flamantes chicas ¿Tú qué harás?"
"Nada" se encogió de hombros
"Sal, ten un novio" y la jovencita soltó una gran carcajada
Toshio lo dejó por la paz, tenía mucho qué hacer antes de irse. Su hermana era muy bella y aunque vestía y parecía un chico conocía a más de uno que deliraba por ella. La admiraban a un grado de enamoramiento que no entendía por qué no tenía novio, si se arreglaba o por lo menos dejaba de ser tan huraña. Tal vez le estorbaba su timidez, después de todo no era fácil tener dieciséis años.
Haruka despertó de su sueño a las cinco de la mañana. Se fue al baño y se lavó la cara. Aún se sentía en un sueño. Se miró fijamente. Casi podía pasar como gemela de su hermano mayor. Meneó la cabeza recordando la sugerencia que el tonto había tenido: un novio. Ojala pudiera mandar en el corazón y decirle a quién amar. Una lágrima se escapó y ella se prometió no volver a llorar por amor. El teléfono sonó y ella dejó sus tristezas para después
"Diga ¿Cómo¿Dónde está? Sí, voy para allá"
Su hermano estaba en grandes problemas. Había chocado el auto de la compañía por conducir a exceso de velocidad. Tenía suerte de sólo tener una pierna fracturada. Casi a las nueve de la mañana la dejaron verlo.
"¿Informaste a mi trabajo?"
"No, no sé el número y pensaba en ti como para preocuparme por eso"
"No llames, me correrán… Piensa" se decía a sí mismo
"¿Piensa? Estrellaste el auto, ni con el sueldo de toda tu vida lo pagarás"
"Cállate tonta no me dejas pensar… ¡Lo tengo!" tronó los dedos "la gente que contrató el servicio sólo me ha visto una vez, ve… Tienes que fingir soy yo"
"¿Con qué auto?"
"Llévate el del tío… Un BMW no se verá tan mal"
"Y cuando se entere morirás a palos"
"No, tú úsalo… Por eso no te apures, por favor… No puedo perder mi empleo"
Arqueó la ceja, ciertamente su tío ya lo había sentenciado, si perdía un empleo más o no duraba allí por lo menos seis meses lo echaría a patadas de la casa. Conocía bien a Toshio para asegurar que su preocupación estaba más en perder la buena vida que ese empleo le dio. Meneó la cabeza y él suplicó
"Nadie se dará cuenta, serás yo… ¿Nunca quisiste ser yo?"
"¿Tú quieres ser yo?"
"¿Por qué no? A mí me hubiera gustado tener la mitad del talento y fortuna de la que gozas Haruka"
"Pues a mí… a mí me gusta ser yo"
"¿De verdad?"
¿Podía reconocer le agradaba la idea? Frunció el ceño aparentando molestia, él siguió rogando hasta que la rubia decidió ayudarlo.
En el baño se preparó. Relamió su cabello rubio cenizo hacia atrás como el de su hermano. Se vistió su traje oscuro y se anudó la corbata con gran maestría. Sí, era su vivo retrato. El toque final, su gafete que la convertía en ToshioTenoh chofer de superestrellas.
Ya estaba en la entrada de la impresionante mansión. Dijo su nombre y las puertas se abrieron de par en par. Contó cinco guardaespaldas y los que faltaban en el interior de la casa. De camino leyó el expediente. No decía mucho, se trataba de una niña muy talentosa catalogada como un prodigio
"Buenas tardes señora" saludó Haruka
"Tarde" masculló la mujer y su mirada fría dejó helada a la joven
"Que quede claro" sonrió la jovencita que la acompañaba "no vamos tarde por mi culpa" se colocó sus gafas oscuras
"¿Cuántos años tienes? Pedí un chofer adulto no un crío cualquiera ¿Tienes licencia o nos detendrán porque no alcanzas los pedales?"
"Tengo todo aquí" sacó del fólder los papeles que al momento cayeron al suelo
"Olvídalo, hasta idiota eres "
Haruka iba a contestar pero la mujer ya se había subido al auto. Mascullando maldiciones subió ella también y arranco. Miró por el espejo retrovisor a su superestrella. No se sentía emocionada ni nada por el estilo, le latía el corazón aceleradamente pero eso bien podía ser por la rabia que sentía. Era una niña hermosa, tenía un rostro de ángel y unos ojos preciosos color verde. Apenas pudo distinguir el color porque ella siempre esquivaba la mirada y finalmente se colocó otra vez sus gafas oscuras.
"Acomoda tu cabello" le reprendía la mujer. Sus manos acomodaron esos rebeldes mechones aguamarina que peleaban a capa y espada por quedarse donde más les gustaba.
"Mamá" renegó la niña "tengo hambre" musitó
"Ya quedamos estás a dieta ¿Qué crees que dirán tus fans si te ven gorda?"
"¡Qué bien toca! Es una gran gorda talentosa"
La rubia estuvo a punto de reír. Si lo veía desde cierto punto era gracioso. Apretó los labios y cuando sintió la mirada severa de la mujer desvió su vista al frente, donde debía estar. Odiaba ese tipo de personas, ella no nació para vivir bajo normas ni tenía ganas de soportar tiranías. Creía en el valor de los seres humanos por su calidad como tales, en la bondad, el amor y… Amor ¿Amor? Este año descubrió no existía.
"Llegamos señora"
"Vendré por ti en una hora" apresuró a la chiquilla a bajar "no pierdas el tiempo en tonterías y tú" miró a Haruka "no puedes moverte de aquí hasta que no venga"
"¿Y qué hago mientras?"
"Yo que sé, siéntate allá" señaló la banqueta de enfrente "y espera a que sea hora de llevarnos a casa"
"¿Iremos a casa?" masculló la jovencita extrañada
"¿Qué haces aquí todavía? Venimos tarde y tú paradota"
"Ya voy" renegó
Se estaba aburriendo y hacía tanto sol que creía moriría de seguir allí esperando. Entró al teatro, la joven estaba sentada charlando con un hombre mayor. Él la reprendía y entre gritos le repetía debía poner más atención. Qué bonita sonrisa tenía la niña.
"Qué quieres" masculló uno de los escoltas
"Hace sol" renegó
"Siéntate allá" señaló el rincón más alejado de la pista "y no molestes"
"Qué horror"
Por suerte para ella desde allá podía ver las bellezas del día. Su hermano tenía razón, había un lado perfecto y hermoso en el mundo del espectáculo. Una joven le sonrió y ella se sonrojó sin saber qué hacer. Se acomodó el saco y casi se desmaya al ver que se aproximaba ¿Y si descubría la mentira?
"¿Qué haces guapo?"
"Espero a la estrellita" señaló a la chiquilla en escenario
"Ah ¿Eres su novio?" le susurró a su oído enchinando su piel
"No, su chofer" retrocedió aterrada
"Te veré entonces muy seguido" antes que pudiera decir algo más ella ya se había ido
Se sentó en su rincón, esta vez a comer naranjas ¿Cuánto pagarían por estar allí perdiendo el tiempo? Era verano y ella debía estar… En casa aburrida y pensando en cuánto calor hacía.
"¿Me regalas de tu naranja?"
"¿Eh?" levantó la mirada encontrándose esos ojos juguetones verdes "ah sí" extendió la mano
"Muero de hambre" se recargó en la pared "Quiero me lleves a un restaurante"
"Dijeron que no nos moviéramos de aquí"
"¿Toshio?" leyó en su gafete "dejemos esto en claro, yo soy la que te paga y a mí me debes obedecer. Así que ve por el auto que nos vamos"
"Bien" se levantó para cumplir órdenes
Se quedó en el auto mientras la chiquilla entraba al restaurante. Apenas si puso un pie en el pavimento y la multitud comenzó a formarse. Era famosa, pero Haruka no la conocía porque no le gustaba la música, ni siquiera sabía bailar. Abrió el fólder y vio la foto de la jovencita
"Michiru Kaioh" sonrió y un golpe en su cristal la hizo saltar de terror
"Arranca" le ordenó el hombre
No supo qué hacer. Se quedó congelada observando esos ojos miel iracundos, desvió un poco la vista, aquel barbaján sujetaba con fuerza el brazo de la chiquilla. "Arranca" gritó y con torpeza logró encender el auto. Gritos y reclamos, ella decía que tenía hambre y él que no podía andar por allí sola. La discusión tomaba tonos elevados. Pero pronto el hombre se calmó, se llevó la mano al cabello castaño para después golpear con furia la ventanilla
"¿Eres estúpido?"
"¿Cómo?" lo miró a través del espejo retrovisor
"Sigue el maldito itinerario… No debes hace otra cosa que conducir, no pienses, no creas, ni supongas ¿Será muy difícil para ti Tenoh?"
"No" dio la vuelta como todo un piloto de carreras alcanzando aún el siga
"Vuélvelo a hacer" sentenció esta vez a la chiquilla
"Sigue gritándome y me bajaré" amenazó
Toshio ya la esperaba impaciente. Quería irse de ese horrible hospital y volver a su vida de glamour y gloria. Haruka gruñó, se revolvió de nuevo el cabello, pues con tanto gel que usó éste seguía relamido hacia atrás a pesar de sus intentos. Se sentó en la silla contemplando la pierna de su hermano
"Di la verdad" masculló
"¿Por qué¿No es increíble mi trabajo?"
"No, una loca me dijo estúpido, un hombre salvaje golpeó el auto y me llamó estúpido"
"Ah, pequeñeces… Ya te acostumbrarás"
"Nada de eso" gritó encolerizada "no me voy a seguir humillando por ti, esa gente es rara, geniosa, mal educada y tan ¡Agh! No lo toleraré un día más"
"Perderé el empleo, me demandarán porque no puedo pagar el auto y…"
"¡No me importa!" gritó a todo pulmón "¡Odio tu vida!"
"¡Por favor!" suplicó
Haruka se marchó. Si seguía escuchándolo, terminaría cediendo. Desde niños fue así, él hacia las cosas terribles y ella lo encubría por no resistirse a sus ojos de borreguito moribundo. Siempre Toshio fue primero, siempre. Se fue a casa y aventó el celular de su hermano a la mesa de noche. Se acabó la hermana buena, ella tenía mejores cosas qué hacer como quejarse del verano y de su vida como para soportar a esa gente.
"Qué" contestó el celular molesta "diga" repitió al ver que nadie contestaba "hola" colgaría
"Lo siento" escuchó una dulce vocecita "¿Se encuentra el señor Toshio Tenoh?"
"¿Quién lo busca?" ahora hasta era su secretaria
"Kaioh" tartamudeó "Kaioh Michiru"
"¿Cómo conseguiste el número?"
"Llamé a la agencia ¿Me puedes recoger?"
"¿Dónde estás?"
"Hay un antro en la cuarta que se llama: Epístola, estoy en frente, en una cabina de teléfono"
"Bien, llego en media hora"
"Que tal cinco minutos"
"Media hora" y colgó molesta
Se fue con calma. No iba a perder su licencia o acabar estampada por allí sólo porque esa niña le exigió fuera en cinco minutos. Hizo cuarenta minutos. Vio a todos lados pero la cabina estaba vacía y el antro a su máximo apogeo. Rabió, no se iba a bajar a buscarla. Estacionó el auto.
"¿Tenoh?" musitó una vocecita cuando descendía del auto
"Aquí estas" renegó "Más vale que me paguen extra por esto" le abrió la puerta "dormía ¿No lo haces tú? Tal vez las superestrellas no necesiten dormir pero la gente corriente ¡Lo hacemos!"
"Ya" y de un portazo cerró "sólo vamos a casa"
La vio por el espejo retrovisor. Se veía triste y cansada. Se sintió muy culpable, tal vez hubiera acelerado un poco, ella tuvo el mal día no tenía por qué desquitarse con la pobre niña ¿Cuántos años tendría¿Trece¿Catorce?
"Llegamos" anunció.
Michiru se quedó parada afuera del auto contemplándola. Haruka empezaba a sentirse incómoda. Se rascó la cabeza y la malcriada se rió, parecía notar la incomodaba.
"Te ves diferente greñudo"
"Ah" hasta entonces recordó que ya no llevaba el cabello relamido "ya te dije que dormía ¿O crees estoy a tu entera disposición?"
"Debe ser… Soy una estrella y te pago por eso" qué despotismo "como sea" se quitó del cuello una pequeña cadenita "no puedes cobrar este viaje en la agencia" extendió el objeto
"¿Y qué hago con él?"
"Véndelo o lo que quieras, es tu pago extra" subió las escaleras de la casa "es de oro blanco tonto"
"¡Qué voy a hacer con esto!"
Michiru regresó a toda prisa para taparle la boca. Entre risas le repitió lo costoso que era y se diera por bien servido porque hasta propina le daba. La rubia frunció el ceño, ahora sí: No regresaría a ese horrible trabajo por nada en este mundo.
Notas:
Bien este fic sera corton... Mucho comparados con los otros. ¿Que les ha parecido? Si les gustan Haruka y Michiru dense una vuelta por mi nick abc55 y chequen las otras historias qeu tengo de ellas y De Sailor Moon Hasta pronto
