Enter Naruko
Naruto estaba sentado a la orilla de un barandal. Se encontraba aburrido sin misiones que librar. Hacía ya un tiempo que Tsunade había tomado el cargo de Hokage en la aldea, por lo que los cambios en la aldea eran demasiado tardíos. Sasuke se había ido y los entrenamientos ya eran algo aburridos.
Esa mañana se sentía solo, pues tanto Sakura como Hinata habían salido de la aldea en una misión de búsqueda de hierbas medicinales en un prado que no estaba tan lejos. Si no fuera tan orgulloso y ansioso quizás hubiese aceptado la invitación que le habían hecho ambas damas, pero no. Él creía que una misión de su categoría debía llegar de un momento a otro. Y lo peor, es que ya estaba desesperándose.
-¡RAYOS! ¡ES QUE ACASO NO HAY UNA MISIÓN ADECUADA PARA MI!
-Deberías dejar de preocuparte de eso. –Naruto volvió su atención a sus espaldas y se encontró con Tsunade a sus espaldas. – Si no te he dado ninguna misión es por alguna razón. No han llegado solicitudes a la aldea y no puedo enviarte a las fronteras como espía porque eres un escandaloso.
-Pero quiero hacer algo. ¡ESTOY ABURRIDO!
-Relájate, Naruto. Deberías buscar a un compañero, un amigo que te acompañe un tiempo, o un pasatiempo. Haz yoga – Naruto fijó hacia Tsunade una mirada de haberse sentido ofendido por los comentarios de la actual Hokage. – Bueno, quizás yoga no. ¿Qué te parece un poco de deporte aparte, como el entrenamiento para control de chacra.
-Estoy arto de entrenar. –Dijo Naruto sacudiendo los brazos hacia los lados. – Es que necesito algo que hacer después de tanta rutina.
-Recuerdo que cuando era joven, hace un tiempo bastante largo, le escribía cartas y poemas al chico que me gustaba. ¿Por qué no le escribes algo a la chica que te gusta y se lo entregas?
-¿Estas loca? Si le entregase algo a Sakura, ella me devoraría sin sal.
-¿Eh? ¿Sakura? – con lo bien que conocía Tsunade a Sakura, Ella no solo lo devoraría, sino que también usaría sus huesos limpios para elaborar collares. – Esa Sakura es algo especial. Entonces podrías hacer una investigación a fondo.
-¿Una investigación? ¿Qué clase de investigación?
-Podrías acercarte a Sakura y saber que es lo que le gusta. Tómalo como una practica de misión de espionaje. Si encuentras sus gustos, podrías tener una pieza de información a favor para conquistar su corazón. Y si regresas y me das un reporte de ello, siempre podrás contar con la posibilidad de avanzar a las misiones de espionaje. ¿Qué te parece?
-Suena arriesgado.
-Exactamente las misiones que te gustan. Si regresas golpeado, sabré que eres un indiscreto y además que no puedes espiar a la gente decentemente.
-¡Que no puedo! Mira y aprende, anciana.
Naruto estaba a punto de retirarse, cuando se detuvo en seco.
-Y dime, abuela Tsunade, ¿Qué haces aquí? Se supone que deberías estar en la oficina del Hokage.
-(Ding ding) Bueno… Lo que sucede es que, como ya no hay solicitudes, tengo un tiempo libre. Entonces decidí buscarte y aquí estoy.
Naruto le dedicó una mirada de incredulidad. En sus adentros pensaba: [¿Por qué no simplemente dice que también estaba aburrida?]. Y sin prestarle más atención, se retiró en una nube de polvo ligero. Sola se quedó Tsunade pensando en voz alta.
-Si Naruto supiera que me sentía aburrida, quizás armaría un escándalo y me pediría alguna locura. Como que entrenase con él un rato.
En otro sitio, Naruto avanzaba con velocidad hacia el prado, donde sabía que encontraría a Sakura. Sin embargo, en el camino descubrió que Hinata y Sakura habían terminado. Esto debido a que las encontró en una cascada disfrutando de lo fresca del agua, divirtiéndose como pocas veces había visto divertirse a Sakura. Y abajo:
-¡Vamos, Hinata! ¡Diviértete conmigo!
-Pero, estas hierbas son importantes para la aldea. Nos encargaron buscarlas y debemos terminar la misión.
-¡Relájate! No hay guerra en este momento por la cual sean de vida o muerte. Además, siempre podemos divertirnos antes de regresar. Quítate la ropa y ven a nadar conmigo.
A decir verdad, ni Sakura ni Hinata tenían la intención de nadar sin ropa. Lo que debe quedar claro es que ellas usan su ropa interior para el nado. Hinata en ese momento tenía en sus manos una canasta que tenía en su interior las hierbas objeto de su misión. Mientras que Sakura solo portaba consigo su ropa interior y unas ganas de divertirse bastante grandes.
Para cuando Hinata aceptó, Naruto ya estaba vigilando a Sakura, en calidad de descubrir algo de aquello que le encomendaron indirectamente. Sin embargo, no quería acercarse más con miedo de ser descubierto por ambas y salir perjudicado.
-Y ahora, ¿Cómo le voy a hacer? – Naruto se sentó a piernas cruzadas para averiguar el modo para espiar los gustos de Sakura. Sin embargo el solo hecho de imaginarse a Sakura nadando en el río le mantenía bastante despistado. Hasta que… -¡LO TENGO!
Naruto juntó los dedos y comenzó a concentrar su chakra en los oídos, comenzando a escuchar algo de su plática con Hinata.
-Dime, Hinata, ¿Qué es lo que sientes por él?
-Bueno… y-yo siento… una admiración.
-¿Admiración? ¿Segura que no es otra cosa?
-Y-yo… n-no…
En eso, Sakura escuchó un ruido, y de inmediato localizó la fuente de esa fluctuación cerca de ellas. Rauda tomó un Kunai de la orilla y arrojó el arma en dirección de ese sonido, acertando a su blanco, pero sin herir a nadie.
Salieron las dos del río y fueron a enfrentar al sujeto, que se encontraba clavado en un arbusto cercano. Cuando le vieron el rostro al sujeto, ambas encararon al sujeto con energía y valor.
-¿Quién eres tu? –Preguntó Sakura al desconocido
-Solo un viajante que pasaba por aquí.
-¿Porqué te escondías? ¿Querías espiarnos?
-No, señorita. Solo pasaba por aquí.
-Dime que ves, Hinata. – Hinata encendió al instante Su Byakugan y observó cuidadosamente al sujeto.
-Es un espía de la aldea del sonido. Está usando un Gen-Jutsu.
-Veo que no dices la verdad, forastero.
En ese momento, el espía tomó su verdadera forma y se desclavó del árbol, conservando el Kunai.
-Veo que son bastante buenas. Me detectaron de inmediato. – Fijó por un momento su mirada en Hinata, descubriendo en ella a una heredera del clan Hyouga. Una cabeza que podría convenir asesinar. – Señorita Hyouga, si mal no me equivoco. Tu cabeza tiene un alto precio, por lo que creo que me podría convenir asesinarle.
-En tus sueños, cara de gorila. No mientras yo esté aquí.
-Eso es sencillo.
Y el sujeto se lanzó al ataque, siendo repelido por Sakura al instante. Sin embargo, cuando Sakura se dio cuenta de que lo que había atacado era un tronco, se dio cuenta de su error.
-¡Jutsu de sustitución!
El sujeto había salido a las espaldas de Sakura, amenazando con un sable enorme y delgado, conservándolo cerca del cuello de la dama. Ella estaba atrapada, mientras que Hinata se encontraba paralizada del miedo por tener otra espada en su garganta sostenida por el brazo izquierdo del invasor. La pelea ya se había perdido, y solo hacía falta la ejecución.
-Despídanse de todos. No completaron su misión.
Y en ese instante un Kunai atravesó el viento y se insertó en la espalda del agresor, que del dolor calló al suelo soltando ambos sables. Sakura e Hinata salieron de su alcance tomando ambos sables. El invasor elevó la mirada y se encontró en un árbol cercano al responsable de su fracaso. Eso, y que no se iba a quedar callado como de costumbre.
-¡Naruto Uzumaki, al rescate!
-¡Naruto! – gritó eufórica Sakura agradeciendo la oportuna aparición del joven. Y Naruto, que es estúpido pero no tonto, aprovechó la oportunidad para deslindarse de toda culpa.
-Sakura, ¿Por qué están semidesnudas?
-¡NO PREGUNTES Y TERMINA CON ÉL DE UNA VEZ!
Cuando se dio vuelta, el invasor ya tenía Kunai en mano y a centímetros de herir a Naruto. Este no pudo hacer nada, por lo que Sakura y Hinata observaron como es que el Kunai se insertaba en su pecho. Sin embargo, antes de caer al suelo, el zorro de nueve colas desapareció en una nube de humo. Esto sorprendió al invasor, que poco tiempo se mantuvo de pie. Ya que Naruto atacó por la espalda del sujeto y le acertó un tremendo golpe que noqueó al espía de la aldea del sonido.
-Los espías hoy en día ya no son lo que eran. – dijo Naruto levantándose del suelo. –Ya no diferencian de un clon de sombras y un ser real.
-Muy listo, Naruto – dijo Sakura ayudando a Hinata a levantarse. – Si hubieses llegado un poco después, ni Hinata ni yo la hubiésemos contado. ¿Qué haces aquí?
-De vez en cuando venía con erosenin a entrenar de este lado del lago. Y yo quise entrenar una vez más aquí, en este sitio donde aprendí mucho.
Momento de silencio.
-De manera que tú y ese pervertido de Jiraiya entrenaban en este punto de la cascada. – Sakura ya comenzaba a maquilar las ideas más perversas que suponía ocurrían en ese lugar. - ¡AJA! ¡YA ENTIENDO! ¡TU Y ESE PERVERTIDO SE LA PASABAN ESPIANDO A LAS CHICAS QUE VIENEN A BAÑARSE!
-¡NO ES CIERTO!
-De ti y de ese pervertido espero eso y más.
-Jiraiya si lo hacía, pero yo iba a enfrentarme a Neji. ¿Crees que tenía tiempo de hacer eso?
-Sí.
-[Adiós a mi concepto de una Sakura que confía en mi] Escucha, Jiraiya es un pervertido, tanto así que para que me hiciera caso tuve que convertirme en mujer - Naruto juntó sus dedos avisando la ejecución de su sexi no jutsu. En un instante, Naruto se transformó en la dama en la que siempre se transformaba a su favor para derrotar a algunos ninjas y divertirse un rato con las diversas reacciones. Solo que esta vez, se dejó su ropa.
-Sabía que eras un pervertido. Incluso te vistes de mujer.
-¿Y que querías que hiciera? El pervertido ese no me hacía caso.
En ese momento, una mano se posó en la carótida izquierda de Naruto (es un músculo que se encuentra entre el cuello y el hombro izquierdo, más o menos donde Orochimaru mordió para maldecir a Sasuke) la presión que se ejercía era tal, que al pobre Naruto lo tenían arrodillado en el suelo. El causante de tal castigo era ni más ni menos que el mismo espía del sonido, que estaba ejecutando un sello de maldición en Naruto.
-Nadie me había humillado tanto, en mi vida. Ahora, nadie te recordará como eras. –En la carótida de Naruto se dibujó un sello de maldición color rosado que más bien parecía un corazón tribal. – Espero te guste ser mujer, porque hasta que otra persona te ame por lo que eres y no por cómo te vez, regresarás a tu estado normal. Hasta nunca, zorro de nueve colas.
Sin embargo, tanto Hinata como Sakura acudieron a su rescate, impidiendo que la maldición se cumpliera en su absoluta totalidad. Cuando el espía se notó rodeado por ambas, Naruto se levantó del suelo, y le recetó al sujeto un golpe de gran poder cortesía de un lastimado Kyubi, que con cada maldición era aún más afectado. Con el agresor noqueado, las kunoichi decidieron no cometer el mismo error y esta vez ataron al agresor. Cuando ellas volvieron a donde Naruto, este se encontraba encerrado en una especie de esfera de energía color azul, que fue formando su cuerpo e imagen en una forma femenina pero a la edad, figura y rasgos de Naruto. No el cuerpazo que se figura él mismo, alta y torneada. Al final de esa transformación, apareció una figura femenina muy parecida al Naruto varón, con varianzas en el cabello y los ojos. Inclusive hasta su voz había cambiado por una fina voz femenina.
Sakura y Hinata no podían creer lo que veían. Naruto ahora era una mujer, muy linda por cierto.
-Necesitamos ayuda. –dijo Hinata.
-Ese maldito, ¡ME HA TRANSFORMADO EN UNA MUJER!
5
