Capitulo I

Un chico alto de ojos azules, pecas en su rostro y cabello pelirrojo se encontraba jugando fútbol en la escuela, nadie sabia por que ese partido había sido programado para jugarse en vacaciones, era la primera vez que eso pasaba; todos corrían hacia el, el chico, hábilmente los burlaba, movía la pelota como si esta se tratara de una anexión de su cuerpo, simplemente espectacular, corría hasta el otro lado de la cancha lo mas rápido que sus pies se lo permitían. En la portería solo se encontraba el arquero, se preparaba para tirar y…anotaba, metía un gol como siempre lo hacia, en las bancas se podía escuchar a los espectadores emocionados gritando cosas como Ron, eres el mejor!!, Ve por otro!! o simplemente GOOOOLL!!

Las porristas estaban dando lo mejor de ellas, cosa que animaba mucho a los espectadores y los jugadores.

El arbitro marcaba el final del partido al tiempo que anunciaba que el equipo de la Real Academia de Saint Ottery Catchpole había vencido 5 a 2 a la Academia de Londres, los gritos de los espectadores aumentaba.

El pelirrojo echaba a correr hacia una de las porristas que venia corriendo hacia el, abrazándola muy fuerte

- muy bien, ron! Estuviste fantástico! – lo felicitaba la chica

- gracias hermanita – decía al tiempo que la soltaba para seguir festejando

Ella era de una estatura promedio para los quince años que acababa de cumplir, su cuerpo tenia las curvas necesarias para volver locos a los chicos, su cabello rojo hasta la cintura que desprendía un fresco aroma floral, sus ojos eran cafés y rostro era hogar de una cuantas pecas, claro no tan notorias como las de su hermano.

- Ron, Ginny, podrían venir un momento? – gritaba desde lo lejos el entrenador del equipo y cuando estaba mas cerca de ellos agregaba – hay alguien que quiere hablar con ustedes – El profesor se volteaba y seguía caminando, cosa que los chicos entendía como un síganme, y comenzaban a andar hasta topar con un grupo de adultos – les presento al profesor Dumbledore, director del Colegio Hogwarts. Verán, antes de que digan algo – se adelantaba el entrenador al ver que Ron estaba por preguntar algo – me gustaría que escucharan lo que el profesor tiene que decirles – hacia una pausa – disculpen debo ir con los demás.

- Propio – el profesor Dumbledore tenia una voz amable, físicamente era muy alto, su cabello platino ocultaban las patas de los antecos de media luna que portaba, y llevaba, a juego con su cabello, un largo bigote y barba. El traje que llevaba era negro e impecablemente limpio al igual que sus zapatos. Sin que pasara mucho tiempo de que el entrenador se hubiera marchado al anciano profesor agregaba – verán, soy director del Colegio Hogwarts – los chicos se quedaban pasmados – debo suponer que han escuchado hablar de el, no es así? –ambos asentían – bien, hoy solo venia a disfrutar de un partido de fútbol, pero ahora me gustaría ofrecerles, y me sentirían muy contento si aceptaran – hacia un pausa – que tomen dos de las plazas (beca) en el colegio – los hermanos no lo podían creer, estaban siendo invitados al mejor colegio de todo Inglaterra, además, para poder entrar en el solo había de dos formas: que tus padres fueran millonarios, o que tuvieras una gran inteligencia.- piénsenlo, vendré con ustedes en dos días, si sus padres desean información los atenderé gustoso – agregaba mientras sacaba de su saco el contenido de su tarjetero y entregándoselo a los chicos. Ginny la tomaba, pero seguía sin poder creerlo – fue un placer conocerlos. Hasta pronto- El profesor Dumbledore caminaba hasta donde se encontraba el director, y después de intercambiar unas cuantas palabras abandonaba la cancha.

Ron y Ginny quedaban parados sin poder creer lo que les estaba sucediendo y al llegar a su casa lo primero que hacían era buscar a su madre.

La señora Weasley, una regordeta pero dulce señora, se encontraba preparando la comida. Entre los muebles de la cocina, todos del mismo color, lo único que se lograba distinguir era su cabello rizado y pelirrojo. Ron la tomaba de la mano y la jalaba hasta una silla, ambos se paraban frente a ella.

- ahora que hicieron? – preguntaba preocupada la señora Weasley

- mama, nos paso algo increíble, escucha, después del partido, el profesor Dumbledore nos ofreció plazas para su colegio…-

Ron se veía interrumpido por su madre

- niños, saben que no tenemos el dinero suficiente para que estudien en un colegio…y que colegio es? – preguntaba llena de curiosidad

- Hogwarts mama – decían al unísono

- Que?! Eso es más que imposible para nosotros, es demasiado…

- Caro? Mama! Pero nos están ofreciendo dos plazas, podemos intentarlo…! Que no lo quieras hacer es distinto! – reclamaba la menor de los Weasley abandonándola cocina con un profundo resentimiento hacia su madre.

La señora Weasley se quedaba perpleja mirando a Ron

- solo…solo piénsalo mama – Ron se marchaba no sin antes dejarle en la mesa la tarjeta que el profesor Dumbledore las había entregado.

La señora tomaba la tarjeta contemplándola por un breve instante y al comprobar que ninguno de sus hijos se encontraban cerca, se levantaba de la silla donde se encontraba sentada y se dirigía al teléfono, se detenía antes de marcar, lo pensaba un poco mas y continuaba marcando

- niños!, podrían bajar un momento? Queremos hablar con ustedes!.