''Demonios, ¿dónde se ha metido papá?'' Preguntó Yuzu torciendo el labio y cruzando los brazos a la altura del pecho.
''Ese viejo…,'' comenzó Karin entrando en la cocina de la casa ''seguramente está llorando en una esquina'' sonrió al final con malicia.
''Es un día importante'' suspiró Yuzu con cansancio retirándose el delantal y dejándolo apoyado sobre la mesa bajo la atenta mirada de Karin, quien dejó escapar un bostezo.
''Tu también Karin-chan deberías ir a cambiarte la ropa'' le señaló Yuzu con autoridad.
La pelinegra se miró confusa. Llevaba uno de sus mejores chándal de Adidas y una sudadera oscura como el color de su cabello. ''¿Qué hay de malo con mi ropa?'' Cuestionó en voz alta y un tanto ofendida.
''No es femenino y repito: es un día importante'' agregó poniendo énfasis en la última frase. Karin rodó los ojos, eran las ocho de la mañana, ni siquiera había salido el sol y no había rastro ni de su estúpido padre ni de su hermano mayor ''. Además…, Inoue-san…'' bajó el tono de voz Yuzu y de pronto su cara se enrojeció.
'' ¿Qué ocurre con Inoue?''Preguntó Karin casual metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.
''¡El san Karin! Acuérdate de agregar el san es Inoue-san'' corrió Yuzu hacía Karin para mirarle fijamente a los ojos sin respetar la intimidad de su hermana ''debemos tratarla con r-respeto…, después de todo ella-ella es ahora…,'' trago grueso Yuzu ''es nuestra…, hermana mayor también'' y al acabar de hablar se llevó las manos a las mejillas sonriendo de oreja a oreja.
''No es como si Inoue fuera a venir a nuestra casa por primera vez'' comenzó Karin '' y no entiendo por qué te ruborizas tanto…, ''Yuzu dio varios pasos hacia atrás mirando a su hermana con perplejidad.
''Es que es Inoue, Inoue Orihime de quien estamos hablando ¿no es increíble?'' Sonrió Yuzu de oreja a oreja. Su voz temblaba y no paraba de gesticular con las manos.
Karin se quedó pensativa por unos instantes. A decir verdad, incluso para ella la noticia de que su hermano y Orihime estaban saliendo fue un poco impactante, no porque ellos no hicieran una buena pareja, sino por el hecho de que su hermano hubiera tenido el valor de declararse a la chica más guapa.
Karin recuerda a la perfección el día. Fue dos meses atrás en pleno verano. Todos estaban en el salón viendo el nuevo programa de moda cuando Ichigo bajó por las escaleras. El alto vestía muy arreglado con unos vaqueros negros y una camiseta de rayas a juego con sus deportivas. En un principio Karin estuvo a punto de ignorar ese hecho, de no haber sido por el comentario de su padre ''¿Qué ocurre Ichigo? ¿Acaso vas a una cita con alguna chica guapa?'' Yuzu fue la más entusiasmada con la pregunta de su padre, pero lo sorprendente fue cómo el rostro de su hermano se enrojeció inmediatamente y simplemente contestó con un ''No es tu …, incumbencia viejo. ''
Fueron dos semanas más tardes cuando Karin lo comprendió todo. Un día después de su habitual entrenamiento de fútbol estaba regresando a casa cuando de reojo observó a su hermano caminar en la calle de enfrente junto a Inoue Orihime. En un principio Karin estuvo a punto de gritar para llamar la atención de su hermano e Inoue para saludarles, pero en el momento en el que sus ojos observaron como la mano de Ichigo sujetaba gentilmente la de Inoue Karin dejo caer su bolsa de entrenamiento al suelo y se quedó completamente en blanco.
Todo encajó en la mente de Karin. El extraño comportamiento de su hermano, sus citas misteriosas y las constantes noches hablando por teléfono. Todo el rompecabezas estaba encajado y Karin no podía creérselo.
Fue esa misma noche cuando estaban los cuatro cenando que Ichigo decidió abrir la boca para comunicarlo. '' Mm… no os sorprendáis ni gritéis, pero hay algo que debéis saber…, mmm yo e Inoue estamos saliendo.'' Yuzu quien estaba sirviendo la cena dejó caer la cuchara de madera al suelo llevándose las manos a la cara y comenzando a llorar, mientras su padre fue corriendo al poster de su madre para llorarle de la emoción ''¡Oyes eso Misaki! N-nuestro hijo…, nuestro Ichigo ya no es virgen!'' ese comentario sólo consiguió que Yuzu casi se desmayara y que Ichigo lanzará su deportiva a la cara de su padre.
Y ahí estaban dos meses más tarde preparando una 'comida especial' (según Yuzu) para incorporar a Inoue Orihime como parte de la familia. Karin creía que todos estaban siendo muy exagerados y por todos sólo se entendía a Yuzu y a su ridículo padre quienes ya estaban actuando como si su hermano y Orihime estuvieran casados. Pero en parte Karin les entendía.
La pelinegra se giró y observó el enorme poster de su madre en el comedor. Puede que fuera por ese enorme parecido de Inoue a su madre que había logrado que su familia se pusiera patas arriba.
'' ¡YA ESTAMOS EN CASA!''
Karin sintió un escalofrío recorriéndole la espalda de arriba abajo al escuchar el tono de voz de su padre.
''¡Papá! ¿Dónde habéis estado?'' Contestó Yuzu alzando la voz. Un tono de voz amenazante, bastante inusual en ella.
Enseguida Isshin e Ichigo entraron en el comedor. Ambos sujetando varias bolsas de compras e Ichigo una caja que parecía de repostería.
''Yuzu casi pierde el alma creyendo que ya algo iba a salir mal de la comida'' sonrió Karin mirando a Ichigo.
''El viejo se empeñó en comprar más comida,'' se acarició la nuca Ichigo ''como si no tuviéramos comida para todo un mes en esa nevera'' dijo claramente sarcástico.
''¡Ah! ¿Habéis comprado pastel?'' Se acercó Yuzu sonriendo a Ichigo. E inmediatamente desapareció todo el enfado de Yuzu. El alto asintió con la cabeza y acarició a Yuzu, consiguiendo que ella se enrojeciera completamente como acostumbraba cada vez que su hermano le mostraba un gesto de afecto.
''De fresa'' añadió Isshin dejando las bolsas de compra en la isla de la cocina.
''¿Le gustara a Orihime?'' Cuestionó Yuzu con nerviosismo buscando la mirada de Ichigo.
''¿A Inoue?'' Se dibujó una sonrisa de perfil en el rostro del alto ''.Estoy seguro de que le encantará'' concluyó.
El resto de la mañana consistió en la familia Kurosaki organizando la comida. Yuzu como siempre era la que se encargaba de la comida y de dar órdenes a su padre quien acabó en la cocina como segundón ayudando a su pequeña hija. Karin e Ichigo se encargaron de limpiar la casa y no fue hasta dos horas más tarde que por fin todo estaba organizado, ordenado y perfecto según Yuzu.
Ichigo se acercó a la cocina, sigilosamente, husmeando si el equipo de Yuzu e Isshin había acabado sus quehaceres. Al ver que su padre y hermana estaban ya colocando los platos sobre la mesa Ichigo dejó apoyada la escoba contra la pared y a continuación se dirigió a las escaleras subiendo a la segunda planta dirección a su habitación.
El alto se quitó la camiseta que llevaba y la lanzó sobre la cama. Abrió el armario y por un momento se quedó pensativo con los brazos cruzados ojeando sus sudaderas y jerséis.
''Mm, este quedara bien'' susurró en voz alta estirando la mano y cogiendo una sudadera roja con el logotipo de una calavera en la espalda.
De reojo cuando ya estaba vestido miró el reloj de su muñeca y sin más tiempo que perder salió de su cuarto al ver que ya casi era la hora.
''¿Vas a por Inoue?'' Preguntó Isshin a Ichigo mientras este bajaba por las escaleras.
''Sí'' dijo pasando al lado de su padre y cogiendo un abrigo del perchero.
''¡No tardéis o la comida se enfriará!'' Gritó Yuzu desde la cocina.
''Ok-Ok no os preocupéis'' suspiró Ichigo saliendo de la casa.
Inoue miró el reloj por vigésima cuarta vez. La chica estaba sentada en su pequeño comedor de rodillas, la televisión estaba encendida en un canal de teletienda y de fondo se escuchaba el ruido de los coches circulando por la calle, así como los gritos de Yuzuru-san la vecina de al lado y quien siempre tenía algún motivo por el que alzar la voz.
Inoue se mordió el labio disimuladamente. Se había levantado a las seis de la mañana, ya no podía aguantar permanecer un segundo más en el futón sabiendo que ese día iba a comer junto a Kurosaki-kun y el resto de su familia. Y a pesar de que hasta las dos del mediodía Ichigo no iba a ir a buscarla, Inoue no se lo pensó ni dos veces y a las ocho de la mañana la pelinaranja ya estaba arreglada.
'' ¿Me preguntó si mi ropa es adecuada?'' Se preguntó en voz alta, después a cuatro patas se movió hacia el altar de su hermano, Sora Orihime, y se sentó sobre el cojín mirando fijamente el cuadro sonriente de su difunto hermano ''¿Onii-chan me veo guapa?'' Dijo en voz alta aun sabiendo que no iba a obtener respuesta.
Inoue vestía una falda larga hasta las rodillas de pana de un color beige, una camiseta de lana de un color rosa pálido y una chaqueta marrón oscura por encima. El pelo lo llevaba suelto y debido a la gran cantidad de tiempo libre que había tenido pudo rizarse las puntas de su melena.
Y a pesar de que Inoue se veía radiante como siempre no podía evitar pensar que no era suficiente. Trago grueso y se levantó mirando hacía el reloj del comedor.
''Ya casi es la hora'' musitó tragando grueso ''T-t-tranquilízate no es como si esta fuera vues-vuestra primera cita juntos'' se dijo a sí misma entrelazando los dedos de sus manos.
En ocasiones Inoue se pellizcaba la piel, un hábito que había adquirido en los últimos dos meses. Ella todavía no podía creerse que Kurosaki Ichigo hubiera dicho esas palabras.
Todo fue como en sus sueños, no, más bien mil veces mejor que en todas sus fantasías. '' Inoue... ,yo siempre…, siempre te he estado mirando y tú siempre has estado a mi lado y …,ah no soy muy bueno con las palabras pero espero que entiendas lo que te quiero decir. Inoue yo te amo. ''
Fue lógico que Inoue rompiera a llorar después de escuchar esas palabras, al principio Ichigo creyó que había cometido un error y trató de disculparse pero no fue hasta que Inoue agarró a Ichigo de la camisa y le miró a los ojos con el rostro llenó de lágrimas que le contestó '' Kurosaki-kun…, estoy tan tan tan feliz. Yo… también…. yo también siempre te he estado mirando y-y-y quiero permanecer contigo para siempre.''
El simple hecho de recordar ese gran día (el mejor día de toda su vida según Orihime) solo consiguió que la chica se pusiera todavía más nerviosa. Inmediatamente corrió hacía su habitación la cual estaba patas arriba. Ropa tirada por todas partes, la cama sin hacer y mil envoltorios de snacks desperdigados por el escritorio junto a libros. Sin embargo, lo que más destacaba de esa habitación no era el claro desorden sino la característica gotera de la esquina del techo.
Inoue al percatarse de que el cubo estaba ya casi lleno maldijo en silencio cogiendo el móvil del escritorio y metiéndoselo al bolsillo de su falda para después coger el cubo de agua y vaciarlo en el inodoro del baño.
''Tengo que solucionar este problema cuanto antes'' murmuró llevando nuevamente el cubo a su habitación y dejándolo bajo la gotera '', mm espero que aguante todo el día…,''
A continuación Inoue cerró la puerta de la habitación y sacó su teléfono móvil, buscando entre sus contactos a alguien a quien tenía guardado solo con un corazón.
'-¡Se puede saber que quieres!'
Inoue tuvo que apartar el teléfono de su oído o acabaría quedándose sorda, pero aún y todo escuchar la voz de Riruka siempre conseguía alegrar el día a Orihime.
'-Espero que no vengas a hablar sobre lo feliz que eres con Ichigo…'
'-No es eso Riruka-chan'' se disculpó inmediatamente Inoue sujetando el móvil entre su hombro y mejilla.
'-¿Otra receta de comida de las tuyas?' inquirió Riruka.
'-Tampoco es eso' sonrió Inoue.
'-¡Entonces, qué!' volvió a gritar Riruka.
'-Mm, sólo quería escuchar tu voz' dijo con sinceridad Inoue sentándose en la encimera de la cocina balanceando las piernas.
Hubo un momento de silencio en la línea.
'-¿Riruka-chan sigues ahí?'
'-¡ACASO ERES IDIOTA!' exclamó Riruka haciendo que Inoue dejara caer su teléfono al suelo y se arrodillara en los azulejos de la cocina para volver a cogerlo ''-Eso s-sonó muy estúpido baaaaka. ¿Acaso estás enamorada de mí o qué? No vuelvas a llamarme para estas idioteces …,¿En-entendido?'
Inoue cerró los ojos despacio con una sonrisa comenzando a dibujarse en sus rosados labios. Pudo imaginarse a la perfección a su amiga ruborizada al otro lado de la línea. Riruka jamás fue buena mostrando sus sentimientos, pero eso nunca incomodó a Inoue, por qué a pesar de que ella llamara a Riruka mil veces y ella siempre acabara gritando que no le volviera a llamar por idioteces, Riruka siempre contestaba a sus llamadas.
'- Hai-hai' contestó amablemente Inoue '-Adiós Riruka-chan.'
Inoue colgó la llamada y se volvió a guardar el teléfono móvil, y a los segundos el timbre de la puerta sonó haciendo que la chica girara su rostro lentamente hacía la entrada de su pequeño apartamento.
Tiene que ser Kurosaki-kun, pensó con alegría.
Fue al segundo timbrazo que Inoue volvió en sí y dejo de divagar en fantasías corriendo hacia la puerta.
''¡Voooy!'' gritó con voz dulce.
