Errare humanum est, perseverare diabolicum


Disclaimer: Ad pecuniam solvendam Himaruya. El título es una frase de Séneca que se traduce como "Errar es humano, perseverar (en el error) es diabólico"

Resumen: Serie de escenas de humor y familia con Imperio Romano e Imperio Germánico, así como los pequeños. Chibi!Prusia, Chibi!Suiza, Chibi!Austria, Chibi!Alemania, Chibi!Francia, Chibi!España, Chibi!Italia, Chibi!Romano.

Advertencia: Esta historia no pretende ser históricamente correcta, como no lo es ninguna de nuestras historias. Hay errores de tiempo, hay personajes que quizás no van donde debieran y en resumen... tiene demasiadas licencias poéticas para ser llamada histórica. Es solo un cuento.


Germania no entendía un pimiento cuando Roma le invitaba a su casa y por eso siempre le preguntaba al latino qué anda mal con sus niños.

—¡Y yo qué voy a saber! —respondía siempre el romano muerto de risa para la desesperación del germano, mientras Francia se le abraza de las piernas al rubio.

—¿Cómo que no lo sabes? —protesta cuando Francia levanta una mano y le toca el culo. Germania pega un salto y Roma toma a Francia de la cintura, levantándole.

—Eh, eh, bribón, ¡que eso es mío! —más risas.

—Pero papa Romaaa —risitas—, es taaaan guapo!

—Ya lo sé, por eso es mío —responde con una risa idiota mientras Germanía aprieta los ojos y se sonroja un poco.

—Es que mira su peeeeloooo —Francia le señala y se ríe.

—Ven —Roma se acerca a Germania con Francia en brazos—. A ver si quiere darte un beso —pone los labios juntos en forma de beso hacia Gemania—. ¿Nus dus un busutu?

Francia estira los brazos a Germania, poniendo boca de beso, un poquito sonrojado. El germano carraspea un poco, se revuelve en su lugar, gira la cara, se sonroja un poco y luego hace los ojos en blanco con desagrado.

—Como te gusta perder el tiempo, Rom.

—Ah, no seas malo, dale un beso al niño —protesta y le acerca a Francia. Germanía le fulmina mientras Francia levanta una mano y le toma un mechón de pelo, fascinado.

—Ya veras como cuando seas mayor tú lo tendrás aun más bonito —Roma le da un beso en la mejilla a Francia al ver que Germania no quiere.

—Me gusta —sonríe Francia acariciándose la mejilla con el mechón de pelo. Germanía hace otra vez los ojos en blanco, planchándose un poco contra el reclinatorio.

—Claro, es muy bonito... y muy femenino —sigue Roma para picar. Germania toma el mechón de pelo de las manos de Francia y tira de el un poco hasta quitárselo, frunciendo el ceño y mirando a Roma.

—No veo lo femenino en lo absoluto y no me haces ninguna gracia.

—Es como una cesarina —sigue Roma para el niño—. Cuando acceda a venir a casa y formar parte del imperio, haremos una fiesta muy grande, unas bodas. Llevarás tu mejor túnica y te dejaré probar el vino de las barricas pequeñas.

—¡Túnica nueva! ¡Sí! ¿Y luego en la noche van a ir a la cama a hacerse un abrazo especial? —pregunta Francia a Germanía. Roma se ríe tontamente mirando a Germania para que le responda.

—Por Odín, ¿qué les haces a estos niños? —pregunta Germania sonrojado, desviando la mirada.

—Solo si tú y el otro trasto íbero os vais a dormir pronto —Roma le toca la nariz a Francia y le guiña un ojo—. ¡No hay de qué avergonzarse hombre! —le da unos golpes a la espalda a Germania muerto de risa.

—Nosotros SIEMPRE nos vamos a dormir pronto y nunca vemos nada —Francia sonríe con esa sonrisilla maligna que lleva encima ya desde entonces.

—Exactamente, no hay, nunca, ni habrá JAMÁS NADA de que avergonzarse —sentencia Germanía tajante.

—No, no, lo digo seriamente, si os vuelvo a encontrar en un armario os echaré a los leones a los dos —asegura seriamente.

—¡No nos eches a los leoooones! —pide Francia haciendo notar que definitivamente no pretende dejar de espiarle. Germania mira la escena de reojo con los brazos cruzados.

—No habrá nada que ver desde ningún armario —presiona el germano firmemente mirando a Roma.

—Ay... que mono es ma puer—Roma abraza a Francia y le hace cosquillas luego. Francia le abraza también haciendo cara encantadora y luego se ríe con las cosquillas.

—Noooon! Papa, nooooon! —pide sin defenderse prácticamente

—Anda —se detiene riendo—. Dile adiós a Germaniae y vete a jugar.

Francia asiente dándole un beso a Roma en la mejilla y mirando a Germanía con carita inocente, él le mira de reojo, con su cara de absoluta seriedad.

—Guten tag, kind —murmura haciendo un gesto con la mano para que se retire. Roma les mira a uno y al otro sonriendo. Francia se acerca igual con los brazos abiertos y le abraza de la cintura y las piernas.

—Eres muy guapo y cuando sea grande voy a ser como tú —sentencia. Roma se ríe con eso de buena gana, abrazando a Germania de los hombros

El germano mira de reojo a Francia haciendo un gruñidillo, pero esta más preocupado por Roma y su abrazo, sonrojándose y tensándose.

—Ustedes me agobian —indica unos instantes más tarde empujando a Roma del pecho con bastante fuerza cuando este intentaba besarle en la mejilla—. Odín, dame paciencia para no decapitarle —pide al aire y con bastante desagrado, quitándose a Francia de encima, jalándole un poco de la túnica.

—Te agobiamos por que nos gustas mucho —Roma le susurra al oído mientras juega con un mechón de su pelo, enrollándoselo en los dedos

—Pues que pésima suerte tengo —protesta con la misma seriedad, mirando a la puerta. Francia sonríe al verles, decidiendo "irse a jugar", es decir, decidiendo salir por la puerta y volver a entrar por la parte de atrás de la tienda

—¿Preferirías no gustarme? —inclina la cabeza.

—Claro que preferiría no gustarte, nos ahorraríamos mucho tiempo perdido y visitas incómodas —toma el mechón de pelo que tiene en la mano ahora él y vuelve a tirar de el para soltárselo, empujándole del pecho.

—Deberías vértelas con mi spatha entonces —le toma una mano y se le acerca otra vez, más que antes. El rubio se tensa de manera proporcional a la distancia, mirándole de reojo y extendiendo la mano para que le suelte.

—Vérmelas con tu espada sería considerablemente más simple que esto —murmura.

—Y no me refiero a está que tanto te gusta —le lleva la mano hasta sus propias regiones vitales por debajo de su faldita, provocando que abra los ojos como platos, se sonroje, le mire a los ojos y un segundo más tarde le dé un golpe fuerte en el pecho con la otra mano.

Roma se ríe, dándole dos segundos para respirar mientras corre la cortina sin dejar de mirarle. Germanía gruñe, pasándose una mano por la cara y quitándose el sudor. El moreno se le vuelve a acercar obligándole a tumbarse en el reclinatorio.

—No se que impresión tienes de mi visita aquí pero —traga saliva mirándole ceeeeerca—. Nein.

—No entiendo lo que significa nein, yo solo hablo latín —se le acerca a los labios, rozándoselos con los suyos. Germania le mira con el ceño fruncido y cierta cara de pánico...

—N...N-N... N... —trata de pensar, ya no digamos ordenadamente —Non.

—Quid non? —le acaricia la parte interior del muslo. El rubio baja la mano y detiene la mano que le esta tocando.

—Esto non —medio germano medio latín, bastante más que medio histérico.

—Eso no lo he entendido —sonríe de lado y mueve un poquito la mano debajo de la suya.

—Mala suerte para ti —murmura dando un saltito y Roma debe poder notar una feliz tienda de campaña por ahí abajo.

—Será que te referías a que ni se me ocurriera irme sin enfrentarte a mi espada —se le acerca besándole en el cuello.

—Eres persistente —protesta inclinando la cabeza para impedirle el beso.

—Me pierden las conquistas difíciles —se relame los labios mirándole.

—Esto no es una conquista —responde taxativo aunque le mira los labios, eso si

—Ah, non? —se sienta sobre sus rodillas para que no pueda mover las piernas.

—Non.

—Será una reconquista, entonces —le pone una mano en la tienda de campaña suavemente, sin dejar de mirarle a los ojos.

Germania traga saliva con bastante dificultad esta vez y al tratar de mover las piernas nota al fin que esta sentado sobre él.

—Por Júpiter, parece que Venus me sonríe en los idus de mayo —sonríe más.

—Inconveniente —murmura Germania cerrando los ojos, seguro por completo de que a él los dioses le han abandonado

Roma quita la mano y empieza a desvestir a Germania acariciándole y rozándole todo lo que puede.

Por completo. Cien por ciento seguro de que le abandonaron. Oh, sí.


La cosa empezó con Francia, como suele ocurrir, de hecho. Estábamos viendo unas imágenes de... ejem... los germánicos, (digamoslo así para no incomodar a Aceite más de lo adecuado) y en una de ellas salía Imperio Germánico, todo hay que decirlo, imponente. Así que Francia que no se corta ni un pelo...

Y luego Roma hizo el resto y conquistó... ¡Quién sabe! ¡Todo! ¡Maldito maldito Roma!

En definitiva, por si no teníamos aun bastantes historias abiertas, pero esta nos gusta por que son pequeñitooooos! (Nada que ver con Roma y que sea la prueba fehaciente de que un hombre puede ser igual de sexy y masculino aunque lleve una falda).

Además hay MUY pocas historias de ellos en el fanfiction en castellano, así que nuestro granito de arena a la causa. Quizás quieras decirnos que piensas de ello.