Comienza el primer capítulo de esta nueva obra, esta vez de la gran serie de Anime Yugioh, este es el primer capítulo y por eso me corresponde a mí, su autor, darles la bienvenida, pero no se preocupen, en el siguiente capítulo volverán los invitados.
LES PIDO CHEQUEN LOS AVISOS QUE PONDRE AL FINAL DEL CAPITULO, YA QUE TIENEN QUE VER CON LOS OC Y CREO QUE ESTO AYUDARA A ENTENDER MEJOR LA PARTICIPACION DE LOS MISMOS EN EL FIC, POR AHORA, AQUÍ ESTAN ESTOS VIDEOS PARA DARLE LA BIENVENIDA AL FIC, LOS 3 PRIMEROS OPENINGS DE LA SERIE, INCLUYENDO EL DE LA TEMPORADA 0
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Y ahora a disfrutar del primer capítulo de este nuevo fic.
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Cap. 1 El fin es el comienzo.
Hace miles de años, mucho antes de que los grandes imperios se alzaran, cuando los seres humanos vivían en paz y armonía, un poderoso dios se corrompió por su propia ambición y poder, creyendo que él merecía ocupar el máximo lugar divino, arrebatando el trono del Padre de todos los dioses, su traición fue castigada con el exilio y fue desterrado a las profundidades de la Tierra misma.
Sin embargo, ese encierro no fue eterno y cuando encontró el modo de liberarse, desato su rabia sobre los habitantes de la Tierra, destruyendo todo a su paso, acabando con millones de vidas inocentes.
Parecía no haber esperanza alguna, cuando un grupo de nobles y valientes héroes se unieron a los espíritus milenarios para combatir a los ejércitos del rey de las tinieblas.
Debido a que ese dios se convirtió en el origen del mal y en el gran monarca de la oscuridad, no podía ni debía ser destruido, por lo que tras una difícil batalla y muchos sacrificios consiguieron aprisionar su alma maligna en el interior de una tumba por toda la eternidad.
Pero parece que ni siquiera la eternidad dura para siempre
Jamás debía pasar y por miles de años jamás paso, pero más eterno que el tiempo mismo es la insaciable curiosidad del hombre y mientras la Tierra misma se esfuerza por ocultar aquello que debe permanecer oculto, eventualmente termina revelando los secretos más terribles que esconde.
Parecería que los humanos siempre tienden a buscar lo que es peor para ellos
En una isla oculta en el mar, una excavación arqueológica se llevaba a cabo, esa isla parecía estar deshabitada desde hace años, había animales y vegetación, pero sin rastro alguno de personas viviendo en ella.
La expedición se llevaba a cabo en el centro de la isla misma, lugar que estaba libre de cualquier tipo de vegetación o vida animal, las pocas personas que conocían esa isla decían que había algo demoniaco en ella, algo que los aterraba mucho y que mantenía alejados a los animales del centro de la misma, así como también impedía que la vegetación creciera en ese punto.
Era por ese motivo que el centro de la isla no era más que una zona llena de rocas de un extraño color negro intenso, con varias de ellas con formas de puntas muy filosas, trabajar en esa área era algo peligroso, especialmente porque más de uno de los trabajadores termino cortado o con algún miembro atravesado por esas filosas rocas.
Pero pese a la gran cantidad de heridos que tenían, la encargada de la excavación, una joven mujer que no aparentaba tener más de 37 años, de cabello negro y largo, vestida como toda una exploradora, se negaba a retirarse hasta encontrar algo muy importante y valioso.
En esos momentos, estaba hablando con sus colegas y dando indicaciones de donde continuar la excavación, al tiempo que se acomodaba los lentes que llevaba-Si mis investigaciones son acertadas y siempre lo son, estamos por descubrir algo muy importante, algo realmente valioso-decía la profesora.
-Pero profesora, ya tenemos lastimados a más de la mitad de los trabajadores, si seguimos así pronto perderemos a todos y no podremos seguir con la excavación-dijo uno de sus colegas tratando de persuadirla.
-Triplicaremos nuestros esfuerzos de ser necesario-dijo la profesora ignorando el comentario de su compañero-no nos iremos de aquí hasta encontrarlo-.
-Pero si ya tenemos más de 6 meses trabajando y aun no encontramos nada ¿Qué se supone que estamos buscando con tanta desesperación?-cuestiono otro de los hombres con un tono más molesto y desesperado.
-Esa es cosa mía, la suya es obedecer órdenes-dijo la profesora con tono tranquilo y sin siquiera mirarlo.
Muchos de ellos ya habían pensado que todo eso era una pérdida de tiempo y que aquella profesora había enloquecido, a decir verdad, más de una ocasión, los trabajadores estuvieron dispuestos a amotinarse contra ella, después de todo, eran hombres y ella solo una mujer, pero no lo hacían, dos cosas se los impedían.
La primera de ellas era que aquella científica les pagaba muy bien por sus servicios, cada trabajador recibía a diario un cofre lleno de joyas, oro y minerales preciosos ¿de dónde lo sacaba? Eso era lo que menos les importaba.
La segunda era que simplemente no podían, cada vez que se hartaban de esa excursión sin sentido, pensaban en amotinarse y en tomar el resto de las joyas por la fuerza, así como otra cosa, considerando que su líder era una mujer, pero no se atrevían, cuando estaban por lanzarse sobre su presa, bastaba una mirada de aquella mujer para detenerlos.
No sabían a ciencia cierta que era, pero había algo en esa dama que los hacía recapacitar mejor sus intenciones y olvidarse de sus intentos de amotinarse contra quien les pagaba.
En ese momento, uno de los trabajadores apareció corriendo en la entrada de la improvisada tienda de campaña-¡Profesora!-llamo agitado.
-¿Qué pasa?-pregunto la profesora dirigiéndole una mirada y acomodándose los lentes de nuevo.
-¡Encontramos algo!-informo el trabajador.
Al escuchar eso, los ojos de la arqueóloga se abrieron mucho y rápidamente se acercó al trabajador, tomándolo de los hombros y comenzando a sacudirlo con fuerza-¿Estás seguro?-.
-¡Completamente!-.
-Llévame pronto al lugar-indico la profesora y el trabajador asintió, comenzando a guiar el camino.
La profesora comenzó a seguirlo y detrás de ella, venían el resto de sus colaboradores, nadie parecía notar la extraña sonrisa que había en el rostro de la científica, era una mezcla de emoción, alegría y maldad.
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Egipto
La tierra de los grandes faraones, lugar de una de las batallas más grandes en la historia, la batalla final entre el faraón Atem y el terrible demonio de las sombras, Zork, ahora convertido en un mundo moderno, de grandes edificios de concreto, lleno de autos, contaminación, etc.
La gente parecía haber olvidado la gran batalla que se desato en esas mismas tierras hace más de 3000 años, en la cual muchos valientes héroes perdieron la vida tratando de detener al poderoso Zork.
(Nota: estoy siguiendo la línea del tiempo del Manga, no del Anime, por si tuvieran dudas con eso)
Sin embargo, aún quedaban personas que si bien no presenciaron directamente aquella mortal batalla, aun la recordaban, lejos de todo rastro de civilización, oculto por las arenas del desierto y una magia tan poderosa, tan antigua y tan misteriosa, que aquellos que pasaran por ese lugar solo verían una montaña sin nada de especial.
Pero detrás de ese velo se encontraba un templo, cuyo exterior asemejaba mucho a los monumentos egipcios, con sus pilares sosteniéndolo y varios jeroglíficos adornando el lugar, en el interior del templo, solo había un pasillo que conducía al salón principal, donde se encontraba 2 sarcófagos egipcios a los costados y en el centro del mismo, una cámara secreta cuya puerta parecía haber sido abierta hace algunos años.
Las paredes estaban adornadas con imágenes de las criaturas del juego de cartas Duelo de Monstruos, también conocidas como Criaturas de las Sombras, uno de los dos sarcófagos se encontraba abierto y una figura cubierta por una capucha se dirigía hacia la salida del templo, caminando por el largo pasillo.
Cuando llego al final, contemplo la luz del sol, del poderoso dios solar Ra y recibió los rayos del sol con alegría, alzo la mano y sintió la calidez en la misma, sintiéndose viva por primera vez en muchos años.
Pero su sonrisa al recibir los rayos del sol se fue desvaneciendo al darse cuenta de un detalle importante y agachando la cabeza, miro su mano y sonrió con tristeza al pensar en una persona en especial.
-Finalmente descansas, tu alma es libre…estoy muy feliz por ti…pero…al mismo tiempo…te envidio mucho…ojala…yo pudiera estar allá también…-dijo mirando hacia el cielo y sonriendo con tristeza.
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Isla
Cuando la profesora llego al punto exacto, descubrió un gran agujero en el suelo y a los trabajadores usando una grúa para sacar algo del fondo del mismo, rápidamente se acercó al capataz a cargo de la tarea y le hizo la pregunta que tanto la carcomía por dentro.
-¿Qué descubrieron capataz?-pregunto entusiasmada.
-No estamos seguros profesora, pero dentro de poco lo sacaremos y podremos verlo con nuestros propios ojos-explico el capataz.
-Bien, apresúrense entonces-indico la profesora.
El capataz asintió y comenzó a acelerar el proceso de extracción del objeto-¡Dense prisa!-.
Pasaron alrededor de 3 minutos que a la profesora le parecieron horas y finalmente, el objeto emergió frente a ellos, se trataba de un cofre de color negro con detalles rojos, mismo que estaba cerrado con candados y cadenas, hecho que extraño mucho a los trabajadores.
-Póngalo en el piso y tengan mucho cuidado-indico la profesora.
El capataz asintió-¡Ya escucharon! ¡Al suelo y con cuidado!-.
El operador de la grúa hizo lo que le indico y coloco el cofre sobre una de las pocas superficies lisas que había en el centro de la isla, los animales que rondaban cerca comenzaron a alejarse rápidamente, como si temieran a algo, las aves comenzaron a alejarse volando, hecho que extraño y preocupo a los trabajadores.
-Qué extraño ¿Por qué sepultarían un cofre como este con cadenas?-se preguntó uno de los colegas de la profesora.
-Eso es lo de menos-dijo la profesora-rompan las cadenas y ábranlo en este instante-indico la profesora.
-A la orden-.
Los trabajadores comenzaron a romper las cadenas usando sus picos, palas y cualquier cosa que tuvieran a la mano, no les tomo mucho tiempo romper las cadenas y el último candado que quedaba, hecho que provoco que la profesora sonriera aún más.
-Para que lo hayan sepultado con cadenas, significa que dentro debe haber un gran tesoro-dijo uno de los colegas con ojos de ambición.
-Oh si, dentro hay algo, pero no es un tesoro-dijo la profesora arrodillándose y abriendo el cofre lentamente.
Lo hacía con tal lentitud que los trabajadores no tardaron en desesperarse, pero decidieron ser pacientes, cuando finalmente, el cofre quedo completamente abierto, pudieron contemplar lo que había dentro y sus rostros llenos de ambición cambiaron a una de decepción total.
Ya que en su interior se encontraba una carta de Duelo de Monstruos, la cual mostraba la imagen de un dragón humanoide de color completamente negro, con ojos tan rojos como las llamas del infierno mismo, con un fondo que asemejaba a llamas, un nivel de 13 de estrellas, atributo de oscuridad, con la siguiente descripción:
"Pierdan toda esperanza aquellos que jueguen esta carta, porque anuncia no solo el fin del duelo, sino también el fin del mundo"
Con un ATK y DEF infinita, cuyo nombre respondía al de "Rey Drago", la carta estaba dentro de una caja de cristal, al parecer, no querían que la carta se maltratara por nada del mundo.
(Nota: esta imagen les dará una idea de cómo es la figura en la carta reydragonoscuro. deviantart art/Rey-Drago-475903243)
Desesperados, los colegas de la profesora comenzaron a buscar algo más en el interior del cofre, algo que indicara algún panel secreto o que les indicara que había más en ese cofre que una simple carta de juego, pero para su desgracia, no había nada más.
-¿Nos hizo trabajar durante 6 meses por una maldita carta?-bramo uno de ellos.
-Esta carta vale más que todo el dinero, las joyas y el poder del mundo, porque esta carta, es el poder-dijo la profesora de manera misteriosa, al tiempo que tomaba la caja de cristal.
Los demás colegas bufaron furiosos, después de tantos meses, de tantos días soportando el calor, los piquetes de mosquito, las camas duras, las piedras puntiagudas, todo eso y más, al final de cuentas, lo único valioso en toda esa mugrosa isla era una mugrosa carta de duelo.
-¡Se acabó! ¡Estamos hartos de esto! ¡Renunciamos!-.
-¡Nos largamos de aquí y le diremos a todos los arqueólogos del mundo lo loca que esta, a ver qué tal le va con su reputación arruinada!-.
-Mire el lado amable, al menos tiene su preciosa carta-dijo uno de ellos de manera burlona.
-Es tan loca y estúpida como Arthur Hawkins-dijo otro.
La profesora no parecía molestarse, simplemente se rio de manera algo aterradora-Lamento mucho que se sientan así y que ahora quieran renunciar, lastima, pudieron ser de mucha utilidad, pero, mi amo tiene hambre-dijo en un tono algo aterrador.
-¿Su amo?-.
-¿De qué habla?-.
-¿Esta más loca de lo que creímos?-.
Por toda respuesta, la profesora abrió la caja de cristal y el ojo del dragón en la carta brillo intensamente, para luego liberar una gran cantidad de energía maligna, misma que se convirtieron en tentáculos, que comenzaron a arremeter contra todos los trabajadores.
-¿Qué es eso?-grito uno de ellos.
Uno de los trabajadores fue alcanzado por uno de los tentáculos, mismo que comenzó a drenar su fuerza vital, así como su alma, al ver eso, los ojos de los testigos se abrieron llenos de terror.
-¡Corran!-.
Todos comenzaron a correr, tratando de escapar de esa masacre, pero sus esfuerzos eran inútiles, siempre eran atrapados por aquella energía demoniaca, misma que les robaba sus almas y fuerza vital, mientras la profesora sonreía de manera maligna.
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Egipto
Aquella figura sintió un terrible dolor en el pecho y luego dirigió su mirada hacia el interior del templo, comenzó a temblar y a sudar frío, rápidamente corrió al interior del mismo, esperando que su presentimiento fuera equivocado, pero cuando llego, descubrió que era la realidad.
Pues la cámara que se encontraba en el centro del salón comenzó a escupir llamas negras y rojas, al principio era pocas y con muy poca fuerza, pero pronto comenzaron a intensificarse, hasta ser tan poderosa que aquella persona fue arrojada contra el suelo, cayendo de espaldas, revelando que en su mano derecha, en su dedo índice, llevaba puesto un anillo que tenía el ojo de Horus, es decir, el símbolo del milenio.
Con algo de dificultad, se levantó algo adolorida y devolvió la vista hacia la cámara, frente a ella se apareció una visión, una visión del mundo destruido, la gente muriendo y siendo consumida por una terrible bestia de poderes y maldad incomparable, mientras se reía, deleitándose con el sufrimiento que causaba.
La persona se llevó ambas manos a la cabeza y cayendo de rodillas lanzo un grito-¡NO!-grito desesperadamente y el anillo en su mano brillo intensamente, provocando que todo volviera a la normalidad, como si nada hubiera pasado, pero si, algo había pasado y esa persona lo sabía muy bien, pues ahora estaba en el suelo, temblando de miedo y con los ojos muy abierto-no…no…no…la encontraron…encontraron la carta…no puede ser…todos estamos en grave peligro…-dijo comenzando a llorar presa del pánico que sentía.
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Isla
Tras finalizar el espectáculo, la profesora se dirigió de nuevo hacia su tienda de campaña, llevando con ella la carta que encontraron, una vez que ingreso a la misma, su cuerpo brillo y sus ropas cambiaron, ahora usaba un vestido blanco, con detalles rojos, su piel ahora estaba descubierta, era blanca, pálida, casi parecía que no tenía vida y llevaba una tiara en la frente en forma de estrella de 3 picos, caminaba descalza, como si aquellas rocas puntiagudas no fueran un problema.
( reydragonoscuro. deviantart art/Amazu-545973699)
Una vez que se sentó frente a la mesa y coloco la carta sobre un cojín negro, con un movimiento de su mano, hizo aparecer frente a ella 6 espejos mágicos, en cuya superficie no se reflejaba su rostro, sino la imagen de otros 6 misteriosos individuos.
-"¿Qué sucede Amazu?"-pregunto la figura que estaba en el centro de los espejos.
-La encontré, finalmente encontré la carta donde se encuentra prisionera el alma de nuestro amo-dijo mostrando la carta-está en donde sospechaba, en la isla perdida-informo la profesora, cuyo nombre al parecer, era Amazu.
-"Esas son excelentes noticias"-felicito ese mismo personaje.
-Sugiero que nos reunamos cuanto antes, tenemos que comenzar todo el proceso para traerlo de vuelta al mundo mortal, no creo que quiera permanecer encerrado por más tiempo-dijo Amazu.
-"Estoy de acuerdo, los demás se reunirán contigo y prepararan todo para la siguiente fase del plan"-.
-¿Qué harás tú mientras tanto?-pregunto Amazu.
-"Tengo cosas que hacer"-.
Amazu miro de manera suspicaz a su compañero y luego sonrió-Te conozco desde hace tiempo amigo mío y por lo que puedo ver, aun quieres ir a ver a ese guarda tumbas ¿verdad?-.
-"Eso es asunto mío, no te atrevas a insinuar que mis intereses no incluyen también el regreso del amo"-.
-Jamás sugeriría eso, de nosotros 7, tú eres en quien nuestro amo más confía, aunque si he de ser franca, considero que es una pérdida de tiempo para ti ir a buscar a ese chico, no creo que alguien como él sea un peligro para el más poderoso guerrero del ejército de las tinieblas-.
-"Esto no se trata de querer convertirlo en mi rival, se trata de enseñarle lo que le pasa a todos aquellos que pelean sin honor y con trucos cobardes, como él lo hizo, ahora que encontraste la carta, puedo ir a encargarme de ese cobarde de una vez por todas"-.
Amazu cerró los ojos de manera resignada, pero sin dejar de sonreír-Como quieras, dime ¿también irás por el otro mortal? ¿Aquel que estuvo bajo el servicio de Dartz?-.
-"No, de él me encargare luego, por el momento hagan lo que les dije, reúnanse con Amazu y preparen todo para la siguiente fase del plan, yo me reuniré con ustedes una vez que termine con este asunto personalmente"-.
-"Como digas querido"-dijo una voz femenina proveniente de otro de los espejos, al parecer, los otros 5 individuos decidieron permanecer al margen durante la conversación.
-"¡Salve amo!"-grito el que estaba en el centro y parecía ser el líder.
-¡Salve!-gritaron los demás y Amazu miro la carta donde el alma de su amo estaba prisionera, pero no sería por mucho tiempo, especialmente porque ahora que fue encontrada, solo era cuestión de esperar a los invitados de honor.
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Ciudad Domino
La ciudad que fue testigo del gran torneo de Ciudad Batallas, así como de muchas batallas épicas y del regreso de los poderosos Dioses Egipcios, la cual tras 6 meses, ahora era un ciudad completamente normal, sin nada de qué preocuparse más que por la vida diaria y los deberes a cumplir.
Ahora hacemos un acercamiento a uno de los edificios más altos de la ciudad, mismo que pertenecía a la compañía de Ilusiones Industriales, donde su presidente y fundador, por no decir que además era el creador del Duelo de Monstruos y el responsable de traer los Juegos de la Sombra llegaran al mundo moderno, así es, era Maximilian Pegasus.
En esos momentos, en antiguo enemigo de Yugi y Kaiba se encontraba en su oficina, sentado sobre su asiento y con la vista fija en la ventana, mientras hablaba con un hombre de cabello rosa y largo, usando un traje de color morado oscuro, el cual iba acompañado por un chico de cabello violeta, así es, se trataban de Zigfried y Leon Von Schroeder.
-Y esa es mi oferta señor Pegasus-finalizo Zigfried, ahora, ambos hermano se tensaron y esperaron la respuesta del dueño de la compañía más lucrativa de la Tierra, con excepción de Kaiba Corp.
-Suena muy interesante-dijo Pegasus sin voltear a verlo-realmente tienes mucho potencial muchacho, aunque aún tengo una duda ¿Por qué debería aceptar hacer negocios con una persona que cometió un gran fraude durante el torneo de apertura de KaibaLandia?-pregunto Pegasus con su siempre tono de voz que sonaba entre burlón, irónico y serio.
Al escuchar eso, Zigfried palideció, pero antes de que pudiera decir algo, la puerta se abrió y una mujer de cabello negro, armado en una cola de caballo, usando lentes, falda lisa y una blusa igual de lisa apareció, se trataba de la secretaria de Pegasus.
-Disculpe señor Pegasus, lamento molestarlo, pero…-.
-¿Qué ocurre Akane? ¿No ves que estoy ocupado? Sabes que no me gusta que me interrumpan cuando estoy en una reunión de negocios-dijo Pegasus volteando la silla y encarando a su secretaria, sin quitar su sonrisa.
Akane palideció un poco, pero se sereno-Lo lamento señor…pero…ella insistió tanto en verlo que…-.
-¿Quién insistió? ¿Y por qué se cree tan importante para afirmar que puede interrumpir mi reunión sin una cita?-pregunto Pegasus.
Antes de que Akane respondiera, una figura hizo acto de aparición-Porque yo si tengo una cita Pegasus, la he tenido desde el momento en que encontraste el templo-.
Pegasus abrió mucho su ojo al ver de quien se trataba y se levantó de golpe al reconocerla por completo, no había visto a esa persona en años y ahora, de pronto, ahí estaba, parada en la entrada a su oficina, ingresando sin el permiso de Pegasus, hecho que lo molesto un poco.
-Si la señorita dice que tiene una cita entonces debe tenerla-dijo tragándose su enojo.
La persona camino y paso por entre los hermanos Von Schroeder, quienes la miraron sin saber que pensar sobre aquella misteriosa persona que ahora estaba frente a Pegasus, viéndolo fijamente a los ojos a través de la capucha que llevaba puesta.
-Tanto tiempo sin vernos Pegasus-dijo la intrusa.
Pegasus gruño por debajo-¿Qué es lo que quieres?-.
-Vine a hablar contigo de un asunto muy importante, pero debe ser en privado-.
Si bien a Pegasus no le agradaba tener a esa persona ante ella, por el tono de voz que uso se podía dar la idea de que se trataba de algo sumamente grave, así que asintió y miro a los dos hermanos.
-Lo lamento caballeros, pero esta reunión tendrá que posponerse para otro momento-señalo Pegasus.
Al escuchar eso, Zigfried abrió mucho los ojos-¡Pero señor Pegasus, no puede hacer eso! ¡Estaba por decirle los beneficios que obtendríamos al unir nuestras compañías!-.
-El señor Pegasus ya dijo que será en otro momento-señalo la joven que recién había llegado.
Zigfried miro a esa intrusa con furia, pero ella ni siquiera le dirigió la mirada, fue entonces que Leon tomo a su hermano del brazo-Vámonos hermano, ya tendremos otra oportunidad para hablar de negocios con el señor Pegasus-.
Aun con furia, Zigfried abandono la oficina de Pegasus junto con su hermanito, cuando los dos quedaron solos, Pegasus miro fijamente a esa jovencita que había tenido la osadía de entrar en su oficina sin permiso y de interrumpir una reunión de negocios.
-No te ves muy feliz de verme, Pegasus-señalo.
-No lo estoy-.
La joven sonrió ante esas palabras-Créeme, a mí tampoco me alegra verte, especialmente después de todo lo que hiciste en el Reino de los Duelistas, aunque ya pagaste el precio de tus pecados, lamento mucho lo que te ocurrió, perder un artículo del milenio de esa forma es algo traumatizante-.
-¡Basta!-bramo Pegasus golpeando su escritorio-¡No necesito tu lástima! ¡Dime a que viniste o lárgate de aquí ahora mismo!-.
La joven bajo la vista y asintió-Muy bien, pues vine porque necesito que me des informes sobre el paradero de Yugi Muto-.
-¿Qué interés tienes en él?-pregunto Pegasus.
-No tengo tiempo para esto, así que prepárate para recibir esta noticia, encontraron la carta, la carta maldita-al escuchar eso, Pegasus abrió mucho su ojo y se quedó helado ante tal revelación.
-¿Qué? ¡No! ¡No puede ser! ¡Tú la ocultaste hace tiempo! ¿Acaso no la ocultaste bien?-cuestiono Pegasus sumamente aterrado.
-¡No me quieras culpar a mí por tu error Pegasus!-señalo la joven sin alzar la voz-te advertí que no jugaras con ese poder y no escuchaste mis advertencias, diseñaste la carta y provocaste que el mal supremo fuera liberado de nuevo, tú mismo te buscaste lo que te paso-.
Pegasus se sentó en su silla y se recargo sobre la misma-Si…y pague un precio muy alto por haberla diseñado-dijo derramando una silenciosa lágrima.
La joven se quedó muda y miro a Pegasus con algo de pena, realmente no deseaba recordarle ese momento tan doloroso del que ella fue testigo, pero no tenía tiempo para sentir lástima por Pegasus, había una misión que cumplir y cuanto antes, ya que ahora que aquella carta fue localizada el tiempo era un lujo del que no disponían.
-Escucha Pegasus, no vine aquí para pelear contigo, necesito que me digas si Yugi Muto sigue viviendo en esta ciudad, tengo que ir con él lo más rápido posible-.
Pegasus alzo la vista-¿Por qué necesitas del pequeño Yugi? Él ya no tiene el Rompecabezas del Milenio, los artículos del milenio se perdieron para siempre-.
-¿En serio quieres perder tiempo valioso con explicaciones largas cuando la carta más peligrosa jamás creada ha sido descubierta?-pregunto la joven y Pegasus se quedó mudo.
El creador del juego permaneció en silencio un momento, analizando las palabras de su visitante, realmente no tenía que pensarlo mucho, él mismo experimento el poder de aquella carta que creo y de lo cual se arrepentía con todas sus fuerzas, finalmente, tras pensarlo unos minutos, respondió.
-Muy bien, él sigue viviendo aquí junto con sus amiguitos, en estos momentos deben estar en la escuela, pero creo que podrás alcanzarlos antes de que algo más pase-.
-¿Qué hay de Seto Kaiba?-pregunto la joven.
-¿También quieres a Kaiba?-cuestiono Pegasus.
-Lo crea o no, Kaiba tuvo un papel muy importante en la batalla final contra Zork, es por eso que creo que podría ser de mucha ayuda para la siguiente batalla que pronto comenzara y dado que ambos han hecho negocios juntos no me extrañaría que no supieras donde se encuentra-.
-Eres muy observadora-felicito Pegasus-pues sí, Kaiba también se encuentra en la ciudad, en su solitaria oficina, como siempre le ha gustado estar-.
-Muy bien, gracias por tu ayuda-dijo la joven disponiéndose a retirarse, pero Pegasus la detuvo.
-¿Qué piensas hacer exactamente?-pregunto sin estar muy seguro de querer conocer la respuesta.
-Solo te puedo decir que si todo sale bien y espero que así sea, tendremos una oportunidad de evitar que la historia vuelva a repetirse con los momentos más terribles que el mundo tuvo que enfrentar-señalo la joven.
Pegasus asintió y dirigió su mirada hacia la ventana, contemplando la ciudad, misma que era el hogar de millones de personas que permanecían ignorantes del peligro que acababa de liberarse sobre ellos, fue cuando sonrió con algo de tristeza.
-Como me gustaría estar como ellos, ignorantes de este miedo que siento, ajenos del peligro al que estamos expuestos ahora, todo gracias a una carta-dijo con tristeza.
-Yo siento algo similar-dijo la joven dándose la vuelta y disponiéndose a retirarse, pero antes de irse, se detuvo una última vez-por cierto Pegasus-.
-¿Hum?-.
-Aunque hubieras tenido éxito con tu plan, apoderarte de los Artículos del Milenio y de la Corporación Kaiba, no habrías podido recuperar a Cecilia, porque ella ya no pertenecía ni a este mundo ni al otro, dejo de pertenecer desde que creaste esa carta-y con esas palabras, la joven abandono la oficina de Pegasus.
El creador giro de nuevo hacia el escritorio y abrió uno de los cajones, sacando una carta con la imagen de su adorada Cecilia, el amor de su vida, a quien perdiera hace mucho tiempo a manos de un ser terrible y ahora, ese mismo demonio estaba por revelarse de nuevo.
-Solo espero que sepas lo que haces niña-suplico Pegasus mentalmente ante la sola idea de que ese monstruo regresara al mundo.
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Egipto
De regreso a la tierra de los faraones y de las imponentes pirámides, aquella joven apareció por medio de un portal mágico, mismo que activo con ayuda de su Anillo Místico, apareciendo justo en la entrada de la tumba donde reposaban los Artículos del Milenio y las Cartas de Dioses Egipcios.
-Ojala hubiera otra forma-dijo con pena, adentrándose en la tumba.
Bajo por las escaleras y camino por el imponente puente, sin querer miro hacia abajo y recordó un momento desgarrador para ella, uno de los muchos momentos en los que creyó que perdería a alguien muy importante para ella, afortunadamente, todo quedo en un simple miedo.
Tras cruzar el puente, siguió su camino por las cámaras ocultas, pasando por un pasillo donde había piedras con tallados de los monstruos de duelo, de pronto, dos de ellas comenzaron a brillar, materializando al Mago Oscuro y a la Maga Oscura, ambos magos apuntaron con sus respectivos cetros al intruso.
La joven alzo los brazos y con tono firme, encaro a los dos magos-¡Alto! ¿Qué no me reconocen? ¡Soy yo! ¡No vine a hacer daño, pero necesito los artículos y las cartas, por favor! ¡Saben que digo la verdad, jamás lastimaría este lugar sagrado, ni siquiera vendría de no ser necesario, saben que digo la verdad, ustedes me conocen!-.
Los dos magos mantuvieron sus cetros levantados y apuntando a la joven, quien comenzó a tensarse, si esto continuaba así tendría que hacer algo que no quería, ya que sabía que ambos Magos no hacían más que cumplir su misión.
Para su fortuna, los dos Magos parecieron reconocerla y le cedieron el paso, la joven sonrió aliviada y continuo su camino, pasando entre ambos magos, aunque antes de seguir, volteo a verlos y con una sonrisa…
-Gracias-dijo de todo corazón y ambos Magos asintieron antes de desaparecer, volviendo a sus respectivas tablas de roca.
Siguiendo su camino, llego hasta el último salón, donde se encontraba la puerta que llevaba las almas al mundo espiritual, con un suspiro cansado, aquella joven ingreso al recinto sagrado, aunque se podía ver el nerviosismo que sentía al estar en ese lugar tan sagrado.
-"Nunca creí que para salvar el mundo tendría que profanar este santuario sagrado ¿Qué pensarían mis padres? Solo espero que él no se moleste mucho por lo que voy a hacer, realmente desearía que hubiera otro modo de hacer esto"-.
La joven se acercó hasta la lápida donde se encontraban los 7 artículos del milenio y tomo el Rompecabezas, para luego mirar a los demás artículos, sin estar muy segura de que hacer vacilo un momento, pero finalmente opto por tomar también a los otros artículos, ya que temía que los enemigos pudieran ir tras ellos también.
Una vez que finalizo, se dirigió hacia la tablilla antigua, misma que mostraba la gran batalla entre el Faraón Atem y el hechicero Seto, su vista se detuvo en ambos, para luego dirigirse hacia las imágenes de los dioses egipcios, juntando sus manos de manera que parecía que iba a rezar, comenzó a musitar un conjuro y al poco tiempo, las 3 cartas de Dioses Egipcios aparecieron frente a ella.
Tomándolas con mucho cuidado, saco una carta más de su capa y la puso junto a las cartas de dioses, tras recorrer el lugar una última vez con su mirada, opto por retirarse, era hora de ir a ver a Yugi Muto.
Jamás debía pasar, pero después de miles de años…pasó y así fue como el poder de las tinieblas regreso para infestar al mundo una vez más.
Fin del capítulo
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Bueno, este fue el primer capítulo de este nuevo fic, ahora les daré algunos avisos y aclaraciones para los OC:
1.- Los OC aparecerán poco a poco y en el orden en que fueron entregados, del mismo modo, les pido no me presionen para sacarlos, yo sabré como irlos haciendo aparecer, por lo que les pido un poco de paciencia, no me presionen ni me estén preguntando constantemente cuando aparecerán, porque yo no pienso quedarles mal.
2.- Este aviso contradice un poco al punto anterior, ya que ahora voy a ser un poco más estricto con el asunto de los OC, verán, como saben, para garantizar la aparición de su personaje creado debo saber que están siguiendo la historia, lo que significa que deben dejarme comentarios para saber que siguen la historia, pero si después de 6 capítulos seguidos algún lector no deja un comentario (porque ya ha pasado no una, sino varias veces), entonces dicho OC será eliminado del fic y ya no podrá participar.
Por mi parte eso sería todo, si tienen alguna duda pueden hacérmela en un Review o por PM, como ustedes lo prefieran.
ESTO ES PUNTO Y APARTE
LOS PRIMEROS CAPITULOS DEL FIC ESTARAN DEDICADOS A "DannyStormBorn01", CUYO FIC ME INSPIRO PARA ALGUNAS IDEAS PARA EL PRINCIPIO DEL MIO Y QUE ADEMAS, RECOMIENDO ENORMEMENTE, SU FIC TITULADO "Ankh".
Un abrazo y un beso para las damas, junto a mis cordiales saludos a los caballeros.
Nos vemos…en cuanto pueda…si Dios quiere…