Just be Mine (Vali Lucifer x Issei Hyoudo) omegaverse

Issei es un Omega con la única intención de ser el mejor socialité que el mundo haya conocido y para eso necesita un patrocinador. Por azares del destino logra encontrarse con la Élite de los demonios: el grupo de los Cuatro Novatos y el Príncipe del Inframundo.

Chapter 1. The Omega

Disclaimer: Highschool DxD, el concepto del mundo Omegaverse, algunos personaje de otras series que son mencionados y las imágenes mostradas aquí no me pertenecen.


Hace mucho tiempo, más allá del tiempo en el que la humanidad aún no se dividía en castas, se empezó a vislumbrar que no estaban solos en el universo, hubiera sido maravilloso saber que había vida en otros planetas —cosa que aún no se lograba— pero en lugar de ello descubrieron que sus relatos mitológicos eran reales.

Los ángeles y demonios fueron los primeros en "revelarse" a la humanidad, ya se habían anunciado muchos siglos antes, incluso habían tenido contacto con la humanidad —como con la primera inseminación in vitro, cuyo matrimonio de prueba fue el de José y María, entre otras joyitas—. Medio siglo después el cambio en la maduración sexual de distintas personas en todo el mundo humano —y el sobrenatural también— hizo que la sociedad se dividiera en tres castas: Alfas, Betas y Omegas.

Y él, precisamente, era un Omega. Quizá no era lo que sus padres hubieran deseado —ni siquiera el resto de su familia—, pero "le querían", tanto como se le puede querer a una incubadora humana, así que su única meta era entrar a la University of World Unit, creada por los líderes de las Facciones con el único fin de compartir conocimientos y tecnologías y claro dejar que la Élite de cada una de las Facciones encontrara a su propio equipo de seres poderosos.

Pero él no quería ser de una parte ni de la otra, no él quería apuntar a lo más extraño y que le lograría dar un estatus elevado, sería el Socialité con más influencia en las Facciones, las Kardashian se quedaría pequeñas a su lado —aunque ellas laboraban únicamente para los humanos—. Si él lograba codearse someramente con al menos los Reyes Demonio quienes, a pesar de tener la guardia más numerosa, eran los más accesibles, obtendría un nivel de vida mucho mejor del que casi toda su familia le había presagiado.

—¿Saldrás hoy? —en el marco de la puerta se encontraba su primo, el otro Omega de la familia. Una sonrisa zorruna apareció en el rostro de Issei y asintió.

—Dicen que hoy estarán en el club algunos Demonios famosos —Yuuri le miró con preocupación, no es que no deseara que Issei se superara, de hecho, lo deseaba con toda el alma, él también sabía que es lo que significaba ser ignorado por toda la familia, así que había puesto todo su empeño en volverse patinador artístico, y lo había logrado. Ahora tenia una medalla de plata, pero se aseguraría de llegar a casa con la de oro de los Juegos Olímpicos.

—Me preocupa tu ligera obsesión con ellos —justo cuando Issei iba a replicar Yuuri lo acalló—, pero jamás te dije que no fueras. Solo cuídate ¿sí? —dijo a la vez que se retiraba de la puerta, aunque solo dio dos pasos y volvió—. Cuando llegues a donde sea que vayas me avisas, y cuando regreses también…

—¿Y si no voy a venir a dormir?

—También me avisas o llamare a Víctor y a Yura para ir a buscarte hasta debajo de las piedras —ambos soltaron una risa e Issei continuó arreglándose.

Tal como se lo había dicho el chico que lo llamó esa noche el lugar era bastante glamuroso, con candelabros de cristal y todos allí vestidos con pulcros trajes de colores oscuros y vestidos de coctel llamativos, aunque él siempre iba en contra de la corriente y había decidido usar un vestido chino entallado, y vaya que había visto a distintas mujeres mirarle con envidia. Se dirigió a donde Cao-Cao le había dicho que estaría a pasos decididos y contoneando levemente la cintura.

—¡Mi precioso Omega! —soltó el chico. Issei recorrió la mesa donde estaba con la mirada y se sorprendió. Había visto a todos quienes estaba allí en las pomposas revistas de moda y estilo, no quería ser maleducado con su cita ese día, pero quería que ellos se enteraran quien era.

—Tengo un nombre —soltó agriamente y Cao-Cao se acercó a el rodeándolo y buscando alegrarlo.

—Lo sé, lo sé. Chicos —llamó la atención de los Cuatro Novatos, sin embargo, el último que estaba allí, resaltando del resto de personas con un traje blanco le ignoró completamente—, el hermoso Omega que nos acompañará esta noche es Issei Hyoudo —él sonrió tiernamente y se inclinó un poco.

—Encantado de conocerlos.

—Me intriga que siendo un humano seas un Omega de primer nivel. Mi nombre es Sona Sitri —ella le extendió la mano y él la tomó y como buen caballero la besó.

—Por favor ignora los comentarios agrios de esta tonta —habló esta vez una Alfa de cabello carmesí—-. Mi nombre es Rias Gremory —embelesado por el olor que desprendía la Alfa se dejó llevar y ella terminó dejando un beso en su mejilla.

—Deja al pobre chico, prima —habló el otro sujeto acompañándolos—. Yo soy Sairaorg Bael —tomó la mano de la chica de cabellos de un hipnotizante color verde pastel y hermosos ojos rosas—, y ella mi hermosa compañera —la abrazó y la cubrió con sus feromonas.

—Un placer conocerte, mi nombre es Seekvaira Agares —Issei también le tomó la mano y besó su dorso.

—¡Vamos Vali! No te quedes allí sentado —lo animó Cao-Cao a acercarse, el nombrado simplemente bufó e ignoró al chico mientras olfateaba el lugar.

—Te pedí explícitamente que no trajeras putas a este lugar —Issei se molestó por aquello sin embargo únicamente sonrío y tomó una copa de vino rosado de algún mesero que pasaba por allí.

—¿Enserio hiciste eso Cao-Cao, cariño? —entonces por primera vez el de traje blanco le volteó a ver furibundo, odiaba que alguien actuara como idiota. Se levantó dispuesto a encarar al Omega, sin embargo, descubrió el odio que recorría su mirada que parecía tornarse de color borgoña como burlándose de él.

—Creí que usted, señorito —pronunció con desagrado—, era de esos —soltó con falsa cortesía.

—No sé dónde conozca a las personas usted, pero le puedo asegurar que yo soy una persona decente —la tensión se podía cortar con un cuchillo, muchos ya sabían de su explosivo carácter e instintivamente temían por la integridad del Omega, pero este ni siquiera se doblegó cuando Vali soltó sus feromonas amenazándolo.

—Es todo un caso señorito —habló después de un rato colocando en su rostro una sonrisa complacida.

—Me lo dicen muy a menudo —Issei también sonrió y llevo la copa a sus labios.


Notas del autor: Pues en vista de que soy la última de la Tribu Yaoi de DxD contribuiré con más historias, y aún falta un OneShot

Se despide Queso. Paz. 🖖