«El Universo de Boku no Hero Academia y sus personajes no me pertenecen. Son propiedad de Kōhei Horikoshi»
Si Midoriya tiene que ponerle un nombre a eso, se lo pensaría unos minutos sólo para llegar a la misma palabra.
Brutal.
Midoriya se considera el tipo de persona que destacar como tal no figura precisamente muy alto en sus prioridades. Midoriya quiere ser héroe, salvar a todos con una sonrisa y blablablá; el resto ya se lo sabe todo el mundo.
Eso no significa que es indiferente a sus compañeros. Midoriya es bastante tímido; lo suficiente como para que su voz haga una graciosa imitación de la gelatina cuando los ojos curiosos se posan sobre él.
Especialmente cuando las miradas encierran algo más que no alcanza a entender.
Porque los ojos de ella son algo más que hielo y fuego, venganza o bondad o ternura. Son luces describiendo el sendero de un camino perdido hacia el infinito; luz congelada de hace muchomuchomucho tiempo; finalmente derritiéndose y saliendo a la luz.
Y desaparece.
Y Midoriya se asusta, sin razón. O con demasiadas razones para hacerlo. Es…complicado.
Intenso.
Si, definitivamente es intenso. Porque a Midoriya le brillan los ojos y le tiemblan las piernas y sabe que no está enfermo porque se siente mejor que nunca. Todo a la vez, como una mezcla rara de cosas bonitas y cosas aterradoras. ¿Era eso lo que significaba sentir algo por alguien?
Y Midoriya no quiere hacerlo, no cree merecerlo. Y siente la ira de Kacchan ante su – imaginario – dilema— ¡Deku-teme! —. Porque es la enésima vez en el día que se queda lloriqueándole a la nada y si no fuera por él Midoriya le susurraría al aire eternamente buscando una respuesta que no está en ninguna parte.
Y al final Uraraka-san sigue siendo másmásmás de todo. Lejana y cercana. E Izuku quiere arrancarse el cabello porque no se entiende y tal vez no se entienda nunca. Tal vez es mejor así o tal vez no. Tal vez es mejor olvidarse o tal vez lo sea arriesgarse.
O tal vez sólo deba dejar que las cosas sigan su rumbo.
Midoriya Izuku no tiene la respuesta. Tal vez nunca la tenga y por el momento está medianamente satisfecho con lo que tiene. Que no es mucho, pero peor es nada.
Por ahora solo se conforma con caminar a su lado y tomarle la mano en sueños y verla compartir su radiante felicidad con él, con todos. Tal vez sea suficiente guardar en su cabeza sus alegrías y tristezas, sus miedos y virtudes. Todotodotodo lo que pueda.
Porque Uraraka-san es más que hielo y fuego, venganza o bondad o ternura. Es más que eso.
Es luz congelada; saliendo al sol.
Notas de Autor.
Hola….si (?)
Drabble sin sentido dedicado a mi buen amigo Alberto, quien gusta de esta shipp.
Gracias por leer~
— Scarpillo.
