Dedicado a mi maestra, amiga y confidente...

La Melodía de la Luna

Capitulo 1: Como de otro mundo.

Santiago, Chile. Año 1989.

Son las tres de la madrugada y nuevamente Cristóbal se desvela intentando acabar con el videojuego ,mas complicado que a jugado hasta ese momento en su vida.

-¿La leyenda de Zelda, eh?

-Así es.

-¿Aun no lo acaba, enano chico?

-Ya te dije que no.

Cristóbal Araya, un muchacho común y corriente de 10 años que vive la vida a su manera, es de cabello castaño oscuro y ojos pardos. El va a la escuela junto a sus amigos, vive con sus padres, su hermana mayor, su niñera y su perro, Chocho, un enorme y perezoso ejemplar de raza San Bernardo

Su única compañía a tan altas horas es su hermana mayor, Amalia,.

Amalia es la hermosa y sexy hermana mayor de Cristóbal, tiene 17 años, su cabello es rubio y liso, tiene un par de bellos ojos verdes, a tan tierna edad ya a ganado varios concursos de belleza en la ciudad, sin embargo esta noche ella tampoco puede dormir, pero no es debido a un videojuego, mañana ella sabrá si clasifico para el certamen de belleza mas importante de todos, el "Miss 17"

-¿No debes irte a dormir?

-Cállate, enano.

-... tanto trasnochar te creara unas ojeras bajo tus bellos ojos- Cristóbal solo quería que Amalia se fuera de una vez.

-Nada que una crema no pueda quitar... mejor toma el corazón, la poción la puedes comprar en esa caverna.

-Vaya, veo que empiezas a interesarte por el juego.

-No es la gran cosa, te veo jugándolo todo el tiempo desde que te lo compraste, por cierto ¿cómo se llama ese enano de verde?

-Se llama Link.

-¿Link¿qué es lo que debe hacer?

-Debe salvar a la princesa Zelda.

-Entiendo... pero explícame ¿por qué rayos estas agitando la espada en ese lugar si no hay nada.

-Si hay alguien, esta es la habitación del jefe final, Ganon, pero no lo veo, aunque al parecer es invisible porque algo esta golpeando a Link... ¡Allí esta!

-¡Allí esta, Dale!

De repente un enorme cerdo azul aparece frente a Link en la pantalla, los dos hermanos se impresionaron y mientras Amalia gritaba ordenes a Cristóbal de cómo derrotarlo, como si alguna fuera a funcionar, Cristóbal hacia lo posible por no perder su ultimo corazón de energía.

-¡Ya se!- de repente Cristóbal espero que Ganon apareciera, entonces apunto el arco de Link y le disparo una Flecha de Luz la cual acabo con el grotesco monstruo.

-¡Si!- gritaban emocionados los dos hermanos mientras veían la escena final de Link junto a la princesa Zelda.

-Te felicito, enano.

-Jeje, no fue nada.

Al otro día Cristóbal se despertó de muy buen humor, no solo por lograr acabar el juego, hoy era el ultimo día de clases y al acabar partiría con toda su familia de vacaciones a Temuco a la granja de su Abuelo Mario.

En el camino se encontró con Italo y Ronald, quienes también se encontraban bastante emocionados por ser este el ultimo día en que deberían pisar el aburrido colegio, ellos son dos compañeros de curso de Cristóbal, además de ser sus mejores amigos. Ronald tiene 11 años y no importan lo que vista siempre anda con una bata blanca de científico puesta y un birrete sobre su cabello pelirrojo, sus enormes anteojos hacen que sus bellos ojos ámbar se vean aun mas grande, mientras que Italo es todo lo contrario que Ronald, lo suyo no son las matemáticas ni el estudio, el adora los deportes extremos, prueba de ello son todas las heridas que tiene en brazos, piernas y otras partes de su cuerpo las cuales se ha hecho al tratar de realizar grandes acrobacias. Italo es rubio y de ojos azules, pero como no le gusta mostrar su cabello siempre usa una gorra roja.

Los tres amigos arribaron a la escuela en donde se notaba el ambiente de ultimo día, pues los profesores decidieron no dar clases y dejar a los muchachos divertirse, muchos no volverían a verse hasta el próximo año, algunos no se volverían a ver por lo que decidieron aprovechar este ultimo día al máximo.

-¿Qué harán en las vacaciones, chicos?- pregunto Cristóbal a sus amigos.

-Yo y mi padre recorreremos todos los SkateParks del país en una gira de skaters, será genial- respondió Italo.

-Yo iré a visitar a mis tíos en Temuco- respondió Ronald- tienen un laboratorio fantástico en el cual podré realizar los experimentos que tanto e postergado.

-¿En serio, entonces talvez nos veamos, yo iré a Temuco a visitar a mis abuelos junto a mi familia, ellos tienen una enorme granja allá en los cerros.

-¿Disfrutando del ultimo día de clases, niñas?- se escucho de repente junto a ellos, era Lan y sus amigos, Rob y Smoo, este trío siempre molestaba a los chicos del curso, de manera simple eran los abusivos.

-Lárgate de aquí, Lan- le ordeno Cristóbal de mala gana.

-Huí, "lárgate de aquí, Lan"- repitió Lan burlonamente.

-Vaya, el pobre idiota es un eco viviente- se burlo Ronald.

-Tu cállate, geniecillo y dame ese jugo de manzana.

-Como quieras- dijo Ronald entregándole el vaso con el supuesto jugo de manzana y al ver que Lan lo tragaba con gran celeridad dijo- pero no es jugo, es una muestra de orina de mis hámsteres.

Tras oír esto Lan escupió lo que pudo y se largo a gran velocidad en dirección al baño junto a sus amigos, posiblemente con intenciones de vomitar lo que había bebido.

-¡Me la pagaras, cuatro ojos!- grito mientras corría.

-Eso estuvo bien, Ronald- le felicito Italo.

-¿En verdad es una muestra de orina?

-Claro que no, Cristóbal, es jugo de manzana- diciendo esto el fue quien siguió bebiendo- pero ese tonto nunca lo sabrá, jeje.

Después de unos minutos sonó la campana del colegio, pero no indicando un recreo, sino que la hora de partir, el año escolar llegaba a su fin, en algunos rostros se vieron lagrimas por tener que despedirse mientras que otros estaban felices de no volver al colegio por un buen tiempo. Por su parte, Cristóbal, Italo y Ronald prometieron volver a encontrarse el próximo año y tratar de no perder contacto durante las vacaciones.

-¡Muévete, enano!

-¡Muévete tu!

-¡Yo soy la mayor, tu tienes que hacerme caso!

Finalmente llegaba la hora de partir y Amalia y Cristóbal se peleaban el espacio en el asiento trasero del auto.

-Ya niños, compórtense, Cristóbal no te cuesta nada moverte un poco al rincón- le dijo su madre calmando a los dos revoltosos.

-Grrr... bueno ya- dijo Cristóbal haciéndose a un lado- me habría ido en la mañana con la Domitila que ya nos esta esperando en el helipuerto con el Chocho.

-Debiste faltar al ultimo día de clases... ¡Toma!

-¡Auch!... ¡Toma!

-¡Auch!

-¡Niños dejen de darse patadas en este mismo instante!- ordeno su madre con voz de trueno.

-Ya estamos llegando- dijo alegremente su padre indicando que ya llegaban al aeropuerto, al ser Alfredo, el padre de Cristóbal y Amalia, el gerente general de una de las aerolíneas mas famosas del país podían viajar a cualquier parte del mundo en una de las maquinas completamente gratis, para este viaje a Temuco utilizarían un helicóptero.

Media hora después se encontraba sobrevolando Santiago, el paisaje era el mas hermoso que el haya visto, si bien no era la primera vez que Cristóbal viajaba en helicóptero hace mucho tiempo que no lo hacia, por lo que volvió a asombrarse con el paisaje Chileno desde el aire como si fuera su primera vez en un helicóptero.

Amalia no dejaba de jugar con Chocho quien trataba de lengüetearle la cara. Los únicos que miraban el paisaje tranquilamente eran sus padres, quienes sentían que era el lugar mas romántico para estar, observando los nublados de Chillan, el paisaje desde el aire que ofrecía la región del BioBio era simplemente sobrecogedor, con sus cristalinos ríos, sus majestuosos cerros, su vegetación extensa y amplios bosques. La cordillera de los Andes se veía mucho mas hermosa desde el aire, su infinita cadena de montañas nevadas eran el perfecto espectáculo para la vista de cualquier ser vivo en ese momento.

Cuando Cristóbal logro divisar el volcán Lonquimay se dio cuenta de que ya faltaba muy poco para llegar al helipuerto de la parcela de sus abuelos y ya era hora, pues a Domitila le estaban empezando a dar mareos las altura.

Entonces, sobrevolando los cerros del lugar, Cristóbal y toda su familia comenzaron a divisar una gran granja que les resulto familiar, de ella salieron dos ancianos que corrieron al helipuerto de su granja para recibirlos, Cristóbal se sintió feliz de volver a este lugar.

Cristóbal y su familia eran bien recibidos por sus abuelos en su maravillosa granja, el pequeño niño se encontraba emocionado de haber vuelto a ese lugar y estaba ansioso de volver a recorrer los hermosos paisajes de Temuco que había visto desde el aire.

El abuelo de Cristóbal se llama Mario y es un gran hombre de la misma estatura del padre del niño, su cabello es castaño oscuro, el a vivido la mayor parte de su vida en Temuco, aquí comenzó a vivir en una granja junto a su esposa, luego la granja fue prosperando y ahora es su única fuente de trabajo de la cual es el mayor distribuidor de leche de toda la zona, además de otros productos como semillas, vegetales, plantas y flores, jamón, queso, mantequilla y otros productos comestibles y de granja que se venden por toda la región de la Araucania. Su abuela se llama Lali es una bella mujer de altura y apariencia similar a Domitila, solo que su cabello aun se mantiene castaño claro, ella conoció a Mario en la universidad y se enamoro perdidamente de el como el de ella y se casaron luego de graduarse.

Primero recibieron la calurosa bienvenida por parte de sus abuelos quienes exclamaron las típicas expresiones de siempre "Que grande que están los niños", "Que lindos que se pusieron", "Si son igualitos a sus padres a esa edad" y esas cosas que a veces dan lata, pero proviniendo de los abuelos de Cristóbal era algo a lo que te acostumbrarías por la simpatía y cordialidad que ellos tenían.

Su abuelo llevo al pequeño a recorrer la granja, le mostró todos los grandes cambios que habían hecho en estos ultimos años. Cristóbal se asombro al ver las nuevas maquinarias que su abuelo implementaba para uso en la granja, ordenadoras electrónicas, tractores de ultimo modelo, un sistema de regado automático para todas las plantaciones, un enorme huerto con temporizador eléctrico de temperatura y una gran cantidad de innovaciones que facilitaban el trabajo en la granja.

Esa noche Cristóbal casi no pudo dormir, su abuelo había prometido llevarlo de pesca por la mañana. El muchacho se quedo mirando las estrellas a través de la ventana de su habitación, se veían mucho mas claras que en la ciudad, y mucho mas iluminadas y en gran cantidad, la granja se veía preciosa al ser iluminada solo por la luz de la luna menguante, en ese momento Cristóbal comenzó a escuchar una extraña tonada.

-¿Qué será?- se pregunto, parecía el sonido de una flauta emitiendo una bella melodía.

El muchacho bajo las escaleras y a pesar de que todo era oscuridad decidió salir y ver de donde provenía la melodía.

-¿Quién anda allí!

Tras gritar eso la melodía dejo de sonar y Cristóbal logro divisar a alguien entre los pastizales, alguien que se alejaba rápidamente, no supo quien o que era exactamente pero estaba seguro de había visto algo, posiblemente era lo que emitía aquella bella tonada.

A la mañana siguiente Cristóbal despertó muy temprano y se fue de pesca con su abuelo al rió Cautin.

-¿Algo te inquita, pequeño?- pregunto Mario al ver a su nieto con una cara de preocupación mientras esperaba que algún pez picara.

-No es nada... bueno, en realidad fue algo que paso anoche.

-¿Qué ocurrió anoche?

-Resulta que mientras trataba de dormir escuche una bella melodía que provenía desde los pastizales pero no pude ver quien era.

-No tienes que preocuparte de nada, pequeño, esa muchacha es inofensiva.

-¿Muchacha¿Cuál muchacha?

-La muchacha que toca esa melodía.

-¿Es una muchacha?

-Claro, creo que su nombre es Yadira... así es, Yadira Ortúzar, ella y su padre, Martín Ortúzar, viven en la granja contigua.

-Entonces es una muchacha.

-Así es, es casi de tu edad, es una bella niña rubia y de ojos azules, viene a visitarnos muy seguido y le gusta caminar por los pastizales de nuestra granja así que no será la ultima vez que la veas, seguramente la conocerás mientras estés aquí.

-Eso espero.. ¡Wauh¡Creo que pico uno!

-¡No lo dejes escapar muchacho!

Tanto nieto como abuelo forcejearon contra el pez que se negaba a ser capturado pero finalmente cedió ante la fuerza del trabajo en equipo del abuelo y el nieto.

-¡Que gran reineta, te felicito Cristóbal!

-Seguro que basta para la cena de hoy.

-Hijo esto bastara para la cena almuerzo y desayuno, jeje¿volvemos a la casa?

-Pues... la verdad preferiría explorar un poco el bosque.

-Me parece bien, tu jamás te perdiste de niño así que estoy seguro que podrás regresar solo a la granja.

-Por supuesto.

-Solo procura regresar antes de la cena.

El abuelo se despidió y emprendió su camino de regreso a casa junto a la presa del día de hoy mientras que Cristóbal se aventuro al bosque cercano.

Sin embargo la mente del niño no estaba atenta a las maravillas del bosque sino que pensaba en como seria la niña que podía crear tan bella melodía, la melodía que se repetía una y otra vez en su cabeza, una melodía que parecía ser de otro mundo.

De pronto se dio cuenta que la melodía que escuchaba una y otra vez en su cabeza comenzaba a escucharse por todo el bosque.

-Debe ser ella- pensó Cristóbal.

Inmediatamente comenzó a buscara la autora de tan hermosa melodía, corrió por todo el bosque guiándose únicamente por la melodía que lo dirigió hasta un bello claro del bosque donde se encontró frente a frente con una bella niña que tocaba un extraño aparato redondo y de greda que hacia casi el mismo sonido que una flauta, de pronto la muchacha dejo de tocar, sintió que alguien la observaba y no estaba equivocada, al abrir sus ojos se encontró con Cristóbal quien la miraba sonriente.

CONTINUARA...