.Silver Bullet

Resumen: La despidió y subió al tren... "Mi nombre es Uchiha Sasuke y yo... morí la noche del 21 de septiembre de 1945"... ¿Hay vida después de la muerte? Y es que ella le dio paz cuando había guerra.

¿Silver Bullet?... Bueno, es una historia de amor que se desarrolla durante los años de la Segunda Guerra Mundial, en Japón.

Advertencias: Universo Paralelo.

Notas: Se puede decir que mi fic tiene cierta similitud con la película "Tumba de las luciérnagas"; bueno... solo en la fecha y espacio en donde ocurren los hechos, pero me gusta aclararlo ^^'', por cierto, recomiendo la película T__T. Espero que la historia sea de su agrado.

Ah! Y un último dato: talvez les pueda resultar un poco confusa la historia; pero algunas escenas NO están en orden cronológico.

Espero sus R&Rs xD es mi primer fic... diganme que opinan x3

Silver Bullet

By: .º·

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Mi nombre es Uchiha Sasuke y yo... morí la noche del 21 de septiembre de 1945.

Salió corriendo del lugar lo más rápido que pudo. El viento daba contra su cara pálida y ondeaba el rosado cabello agarrado en una coleta alta, pero no le importaba. ¿Qué mas debía importarle?
Abrió la puerta de su pequeña casa y subió las escaleras haciendo ruido con sus altos tacones negros que contrastaban con un vestido tradicional blanco y adornos rosados. Si, esos eran sus colores favoritos. Al entrar a su cuarto, se tiró sobre la cama matrimonial cubierta por una colcha colorida y se puso a llorar como hace mucho no lo hacía... como nunca.

Levantó ligeramente su cabeza y se encontró con un anillo de oro con una inscripción dentro de él... ése era... había dejado su anillo... ¿qué significaba aquello? ¿Que la abandonaba?... ¿Que no lo esperara?... ¿Que se olvidara de él?... Las preguntas la asaltaron y un sentimiento de soledad la invadió por completo. No sabía que hacer. Respiró profundo y quedó observando el techo blanco, blanco como su piel, pensó por una milésima de segundo.

Apartando las lágrimas de sus ojos jades, se levantó de su cama, tomó su bolso y las llaves y salió de la casa, sin saber exactamente a donde se dirigía.

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Escuchó que alguien tocaba y terminando de retocarse, bajó las escaleras para ver de quién se trataba. Sorprendida un poco, abrió la puerta.

- Saku...

La voz insegura de una chica fue acallada avivadamente por el llanto y desesperación de una pelirosa.

- ¡H-Hinata-san! –escuchó una chica de cabello negro azulado preocupada por la actitud de la persona que en ese momento tenía frente a sus ojos-. ¿Se encuentra Naruto?

Se quedó mirándola por un breve instante. Los rasgos faciales de la chica denotaban desesperación y preocupación más que nada y solo pudo negar torpemente con la cabeza. Se hizo a un lado de la puerta, en muestra de invitación a que entrara a su hogar, pero ésta vez, la muchacha de cabellos rosas y ojos jade fue la que negó.

- Sakura-san... ¿Q-qué pasa?

Sakura pudo apreciar el gesto de preocupación de la esposa de su mejor amigo, pero ninguna explicación pudo salir de su boca en ese instante.

- ¿Sabes dónde se encuentra Naruto? –preguntó en voz baja, aunque a Hinata le bastó para oír.

- Hai... demo, ¿Sasuke-kun no te había mencionado nada? –preguntó en un tono inocente la muchacha, sin embargo, en ese momento, paso totalmente desapercibido para Sakura-. Se supone q-que ellos deben...

La paciencia de Uchiha Sakura se agotaba. Frunció el ceño y apretó fuerte la mandíbula antes de volver a preguntar donde se encontraba Naruto y ahora, su esposo.

- Yo te llevo –afirmó con una seguridad extraña la pelinegra.

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Deslizó la puerta de su cuarto lenta y silenciosamente. Agradeció a Dios por encontrarse solo. Menos explicaciones que dar... pero no era sincero consigo mismo. Sacó del armario hecho de bambú una maleta relativamente pequeña, la sacudió y la abrió rápido... desesperado.

Comenzó a meter su ropa, sus uniformes, pero tuvo que detenerse. Era cierto, era conocido por casi todos sus compañeros como el "hombre sin corazón", pero ella se había encargado de crear uno en él, y era uno de esos momentos, cuando se arrepentía de tener a alguien a quien amar... de tener a alguien a quien perder y abandonar.

Cerró sus ojos oscuros con tranquilidad aparente y de su boca salió un suspiro... Abrió sus ojos nuevamente y continuo empacando.

Listo para marcharse. Ahí, parado frente a la puerta... pero ningún músculo se movió. Gruñó por lo bajo, reprendiéndose a sí mismo por su comportamiento; pero en el fondo, quería quedarse y tirar a la borda a todo el ejército que le esperaba. "Es tu deber", siguió diciéndose, sin ningún efecto en sus piernas.

Volvió a suspirar. Miró hacia abajo y posó su mirada sobre su dedo anular; sonrió con un gesto sarcástico, propio de él. Tomó el objeto circular con su otra mano y lo fue deslizando por todo su dedo hasta que salió completamente. Miró la inscripción de adentro del anillo y sonrió.

- Dáselo a alguien que lo merezca –susurró un pelinegro en medio de un silencio sepulcral.

Y dejando un anillo de oro sobre un alhajero de porcelana dejó la habitación como si nada hubiera dejado atrás.

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Escuchó a su compañero de compartimiento sollozando; suspiró como tomando paciencia del aire y le dijo:

- Deja de llorar como gatito miedoso, no solucionarás nada así.

Un joven de apenas unos 18 años volteó contrariado y cerrando sus ojos pausadamente le preguntó: ¿Es que no te importa dejar sola a Sakura-chan?

- Ella no estará sola –contestó el otro joven,- tiene a Hinata y a la vieja Tsunade y a las demás jóvenes del pueblo.- pero su respuesta sonó más para su propio convencimiento que para el de su acompañante.

- Sasuke... no tienes que fingir frente a mí... se que te duele.

- Es mi deber.... nuestro deber, Naruto – declaró.- Y por favor, no vuelvas a tocar el tema.

Escucharon las campanas del tren que avisaban la partida del tren. El rubio se acercó a la ventanilla del pequeño compartimiento y dejó escapar un suspiro.

- Sabes, -habló el ojiazul aun mirando por la ventana- hubiera querido que Hinata estuviera aquí, pero eso hubiera sido muy egoísta de mi parte; yo mismo le prohibí terminantemente que se asomara por aquí el día de hoy.

Volvió a suspirar. Recargó su cara contra el vidrio y miró por la ventana con la mirada perdida.

- Yo... ni siquiera me despedí... –dijo después de un breve silencio Uchiha Sasuke.- Creí que sería mejor para ella...

Sonrió con sentimiento de nostalgia y dirigió la vista otra vez hacia su amigo, ahora, con el rostro descompuesto. Lo miró tratando de descifrar su expresión y en el momento en que iba a preguntar por su estado, el rubio sentenció: Están aquí.

Sintió como sus vellos de la nuca se erizaban y sintió como su cara se iba descomponiendo también.

- ¿Quiénes? –preguntó el pelinegro, intentando desaparecer su mal presentimiento.

- H-Hinata y ... – Uzumaki Naruto no pudo terminar la frase; su rostro de desesperación reflejaba la respuesta.

Tragó difícilmente y sintió como su cuerpo se tensaba con cada latido de su corazón. Avanzó hacia la ventanilla y le pidió a su compañero que lo dejara mirar. Los ojos azules de su compañero expresaban más de lo que podía ver.

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Espero que les haya agradado, y espero rewiews x.x

By: x. ale-chan .x