Bueno, lo prometido es deuda. Dije que publicaría el RileyStreet si los resultados de la poll llegaban a diez síes y si los reviews del capi final de As Long pasaban de los diez, y fue esto último, así que me toca publicarlo. Antes de nada, ¡Feliz año nuevo a todos! Espero que hayáis entrado con buen pie en él, o por lo menos, mejor que el mío, que me dio no sé qué y me tuvo en cama con mareos y desmayos toda una semana :S Pero bueno, que eso no era lo que iba a decir. Sino que éste fic lleva escrito un año. Sí, todo un año, os daréis cuenta por los acontecimientos que suceden en él y por los cambios con respecto a lo que yo pensaba que sucedería en la serie y lo que en realidad ha pasado. Cuando lo leáis lo entenderéis. He querido publicarlo antes, porque el fic está ambientado en las Navidades, pero no he podido con la enfermedad que me ha asaltado. Así que, llega tarde, pero llega. Lo he suavizado un poco, aunque todavía sigue teniendo lenguaje vulgar que nunca había puesto antes en mis otros fics. Si algo no se entiende, dejadme un review y yo solventaré las dudas. Digamos que es una manera de ver las cosas de manera personal. Obviamente esto es ficción y las cosas que han pasado y que están demostradas, las he manipulado a mi favor xD Lo he dividido en tres capítulos, éste y otros dos, así que nada, espero que os guste. ^^
Ah, gracias a todos aquellos que me habéis dejado reviews en As Long. Gracias a Noe (El fin de una Era. Ala qué bestia xD La progresión se nota un montón. ¡Tanto que da miedo! xD Tranqui, me han venido mil ideas de tu regalito. La tinta está empezando a fluir al papel xD Love u too!); María Elena (No he podido antes de fin de año, sorry. He estado malita en cama, pero ya está aquí ^^. No puedo prometer agregar nada a esas dos, pero si puedo prometer publicar un nuevo semi long fic de nuestros niños ;) Ya tiene nombre y solo me falta darle un final. :) Muchos besos, María Elena ^.^); Lunis (¿Tienes un corazón de fics? Jijiji Gracias por tu review, bonita :) Y por el otro que me dejaste en tu regalito. Ay, fue precioso *_* Mil besos!); Rosa Elena (¡No puedes decirme cosas tan bonitas! ¡Te lo prohíbo! No, en realidad, no xD Muchas gracias, de verdad. Me hacéis feliz con estos reviews tan bonitos. Y sí, muchos me pedís one shots o continuaciones. Ya dije por aquí arriba que estoy trabajando en un nuevo semi long fic, ya casi está acabado, así que cuando acabe de publicar el RileyStreet vendrá ese ^^ Un beso y un abrazo muy fuerte, Rosa Elena ^_^ Ah, y eso del doble review... ¡Tramposa! Jajaja)); Alondra (gracias! Me alegra de que te haya gustado ^^); Maru (La loca que deja reviews sin nombre, xD ¿Sin mí? Sin mí puedes hacer muchas cosas, mujer xD Me encantan tus reviews, te lo juro, son preciosos y todo locos, y me dejan con una sonrisa enorme. Gracias a ti, Maru, Mil gracias. Besos y abrazos :D); "Guest" (No dejaste firma, por lo que no sé quién eres, pero mil gracias por tu review, es precioso. ¿Magia insuperable para escribir?¡ No lo creo! Pero gracias ^^¡ Un besito!); Savri (Ay, los Quartie. Mejor que no nos los hubiera dado, Savri, que seguro que los fastidiaba también como hizo con los Samcedes. Todo lo que Ryan toca, lo destroza. Te lo digo yo. Aquí tienes el fic, jijiji ya me dirás qué tal ^^ Besitos!); Giselle (ese review es difícil de descifrar xD ¿Es lenguaje fangírlico? Jajaja Muchas gracias por dejar uno, Giselle ^_^)
Disclaimer: Estos actores y demás gente que sale en el fic no me pertenecen. Salvados están xD.
Cuando menos te lo esperas:
Chord Overstreet se levantó del sillón en el que había estado apalancado durante hora y media y se dirigió a la puerta principal. Su hermano Nash por fin había llegado. Le había mandado un mensaje dos horas atrás y aunque sabía que tardaría, jamás había pensado que pudiera ser tanto tiempo.
Abrió la puerta decidido, dejándole entrar en su piso y la cerró detrás de él, señalándole el sofá donde había estado sentado segundos atrás.
—¡Hermanito! Me tienes en ascuas. Suéltalo rápido que tengo ensayo con el grupo en veinte minutos —le dijo, tirándose encima del sofá sin importarle que tenía los zapatos puestos.
—¿A que viene la prisa ahora? Llevo dos horas esperándote —se quejó su hermano.
—¡Ey! Estaba con Melanie. Lo siento, no vi tu mensaje hasta hace quince minutos.
Chord bufó, poniendo al mismo tiempo los ojos en blanco. Lo sabía. Sabía que su hermano estaría pasando el rato con una de sus grouppies. ¿Por qué no sentaba la cabeza? Él lo había hecho. ¿Por qué Nash no podía hacer lo mismo?
—Si te hubiese mandado un tweet, probablemente hubieras venido antes.
—¡Déjalo ya! ¿Cuál es la razón del mensaje? ¿Emma se ha vuelto a romper una uña?
Su hermano lo miró serio durante unos segundos, antes de responderle.
—¡Muy gracioso! Mira como me río. Ja, ja.
—Te lo tengo dicho, hermanito. Para de hacer RT a sus tweets. No haces más que ponerla en evidencia —le dijo su hermano, dándose un manotazo en la frente.
—¿Puedes dejar de insultar a mi novia, y centrarte en lo que de verdad importa? —dijo Chord, harto ya de sus comentarios.
Nash suspiró profundamente, antes de sentarse bien en el sofá.
—¿Qué ocurre? —le preguntó, preocupado.
—Vuelvo a Glee —le espetó.
Su hermano mayor se levantó del sofá como si de un resorte se tratase.
—No puedes volver a Glee después de lo que te hicieron, ¿estás loco?
Chord negó con la cabeza.
—¿No? Dijiste que nunca volverías. Lo dijiste. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
Su hermano se encogió de hombros a su lado.
—Los echo de menos, Nash. Echo de menos a Mark, a Harry, a Cory, a Kevin, incluso a Chris. Los echo de menos, eso es todo.
—¿Se lo has dicho a papá y a mamá?
—No.
—¿No? ¿Y a las chicas? —le preguntó, refiriéndose a sus hermanas.
—Sí, lo saben.
—¿Y que han dicho?
—Están contentas de que vuelva. Recuerda la vara que dieron por twitter en julio el día que fui Trending Topic Mundial. ¿Lo recuerdas?
—Lo recuerdo perfectamente. No dejaste de llorar en todo el día y recuerdo también que dijiste que no volverías por mucho que te lo ofreciesen.
—Lo sé.
—¿Qué te han ofrecido a todo esto? Dime al menos que te han hecho regular.
Chord negó con la cabeza otra vez.
—¿No? ¡Hijos de puta! Ojalá que les cancelen la serie.
—Me han ofrecido algunos capítulos y una gran historia y... —Empezó a contarle su hermano.
—Espero que esa gran historia no implique lo que creo que implica. Ojalá que la falta de memoria de Glee borre también tus últimos episodios.
Su hermano volvió a negar con la cabeza.
—Dime que no aceptaste —le pidió Nash, temeroso de su respuesta.
—Acepté.
—¿Por qué coño aceptaste eso? ¿Estás loco? ¡Ahora me dirás que también la echas de menos! ¡Joder, Chord! Estás jugando con fuego.
—¿Ves? Ese es el problema.
—Tú no tienes un problema, hermano. Estás jodido, así de claro. Todo lo que tenías que decir era: "Sí, vuelvo, pero no, no quiero Sammercedes"
—Samcedes —le corrigió su hermano.
—¿Cómo?
—Samcedes —repitió Chord—. ¿No me has oído o qué?
—Sí, por supuesto que te oí. Solo quería comprobar si eras tan tonto como para repetirlo.
Su hermano pequeño le lanzó una mirada asesina.
—Llamaré a Follese. Esto es peor de lo que pensaba. Voy a la cocina por una Coca Cola, ¿quieres algo?
—¡Sírvete tú mismo! Estás en tu casa. No, no quiero nada, gracias.
Chord vio como Nash se dirigía directo a la cocina.
—Samcedes —repitió de nuevo el chico, cerrando sus ojos. Su hermano tenía razón, no podía aceptar esa gran historia. No, si la implicaba a ella.
—Toma —le dijo su hermano, nada más volver de la cocina—. Bébetelo.
—Nash... Esto no es Coca Cola.
—No. Es whisky y lo estás necesitando. Bebe.
—Nash... —protestó de nuevo su hermano.
—Bebe —lo obligó, serio.
Chord dio un pequeño sorbo al contenido de su vaso, notando como rasgaba su garganta al tragar.
—¡Joder! ¡Está fuerte! —se quejó.
—Claro que sí. Está perfecto —le respondió Nash dando un sorbo a su vaso—. ¿Ella lo sabe?
—¿Quién?
—¿Cómo que quién? Mercedes, por supuesto.
—Querrás decir Amber —le corrigió Chord.
—Amber, Mercedes, Mercedes, Amber. ¡Que más da! ¿Lo sabe o no?
—No lo sé, supongo. Se lo he dicho a Mark y a Harry, supongo que a estas alturas ya lo sabrán todos por Kevin.
—¡Espera! Ahora que lo recuerdo... ¿Mercedes no tenía nuevo novio? —Nash vio como su hermano asentía con la cabeza—. Entonces no hay de que preocuparse, lo más probable es que siga con él.
Chord volvió a negar con la cabeza.
—¿No?
—No. Mercedes volverá con Sam —le dijo él, bebiendo otro sorbo de su vaso.
—¡No me jodas! Lo llevas claro, hermanito. Lo próximo será una escena de sexo.
—Es Glee, Nash. No llegarán a eso.
Su hermano no pudo evitar reírse a carcajadas.
—Quizás ellos no, Chord. Pero tú y ella...
—No volverá a pasar. Ahora tengo novia y es algo serio. No volverá a pasar —dijo, dándole otro sorbo a su vaso.
—Si lo repites tres veces delante de un espejo, en lugar de aparecérsete la Bloody Mary, se te aparecerá Amber para matarte a polvos —Nash se rió a carcajadas, provocando que su hermano casi se atragantase bebiendo el último sorbo de su whisky—. Quizás debería callarme, sí. Debería hacerlo. O tú deberías contarme algo del guión.
—No me importa como de grande y malo sea tu novio, pelearé por recuperarte —le recitó.
—¡No me jodas! ¿Cuándo empiezas a grabar?
—La semana que viene.
—Te doy un consejo, hermanito. Y yo que tú lo seguiría al pie de la letra. No podrás alejarte de Mercedes, pero intenta al menos evitar a Amber.
—Es lo que voy a hacer.
—¡Que tarde es! —Dijo su hermano mirando el reloj—. Al final no llamé a Follese. Me tengo que ir, dale saludos a Saw de mi parte.
Chord lo vio correr hacia la puerta y se levantó del sofá para ponerle el cerrojo. Se giró hacia el mueble recibidor y se miró al espejo fijamente.
—No volverá a pasar —dijo una sola vez, frente a él.
No necesitaba decirlo tres veces para que los recuerdos volviesen de nuevo a él. Desde que había firmado el contrato hacía dos días, su mente no había hecho más que recordarle lo bueno que era el sexo con Amber. Ellos no se habían descubierto en el baile como había sucedido con sus personajes. Se habían visto el uno al otro mucho antes. Pero al igual que Sam y Mercedes, ellos no habían movido ficha hasta ese día.
Amber era diferente a las demás chicas. Pocas veces dejaba ver lo que sentía. Pocas veces se abría a la gente.
Era demasiado reservada, lo que había provocado que él se fijase en ella. Y el hecho de que la creyese imposible también había ayudado en el proceso.
Ese capítulo lo había supuesto todo para ellos y también para Sam y Mercedes.
—Solo quiero decirte... Estás muy bonita, ¿quieres bailar?
Así había empezado todo para Mercedes, y así había empezado todo para Chord. Le había costado mantener sus manos en su cintura durante toda la canción. Ahora agradecía que hubiesen eliminado la escena del capítulo, pues era demasiado obvia la atracción que sentía por ella. No era su tipo, no era para nada su tipo. Pero su lejanía lo volvía loco. ¡Estaba pegada a él y a la vez tan distante! Ella le había acariciado el cuello sin saber siquiera lo que provocaba en él tan leve roce. Sin saber que Chord no quería solo bailar con ella. Él quería más, mucho más. Y lo había conseguido.
Al terminar de grabar, él la había arrastrado hacia los baños del set, tomándola por sorpresa. Tirando de ella y empujándola hacia la pared mientras cerraba la puerta con el cerrojo.
—¿Qué demonios haces...? – No pudo acabar la frase, porque los labios de él chocaron rápidamente con los suyos, abriéndoselo rápidamente e introduciendo su lengua en ella, sin demora.
Amber trató de separarse, de romper ese beso febril que la estaba mareando, pero él le sujetó sus manos contra la pared, pegándose a ella, mientras abandonaba sus labios y lamía su mandíbula y su cuello, clavando sus dientes en su piel chocolate.
—¿Qué... ¡oh Dios! ¿Qué haces? —dijo ella, incapaz de moverse, sintiendo como el chico abandonaba su cuello y bajaba buscando sus pechos, hundiendo su rostro en su escote—. ¡Por Dios Santo, Chord! —Chilló, haciendo que él la besase de nuevo para callarla.
Soltando las manos de ella y dejando las suyas allí donde su rostro había estado antes, apretó sus pechos, mientras su lengua la atacaba de nuevo.
¡Un momento! ¿Qué hacía allí? ¿Qué hacía en el baño de chicas? ¿Qué hacía besando a Chord Overstreet? ¡No! ¿Qué hacía enrollándose con el y dejando que la manosease por todas partes?
Amber sintió como sus manos comenzaban a levantarle el vestido y rápidamente, lo detuvo.
—No —le dijo, mirándolo a los ojos. A esos ojos verdes en los que en ese momento solo se podía ver deseo. Un ardiente deseo.
—Me encantas —le susurró al oído, aprovechando para morder el lóbulo de su oreja derecha.
—¡Oh Dios! Pero si... si ni siquiera nos hablamos —le dijo ella, mientras él besaba la zona donde el vestido comenzaba a formar la curva de sus pechos.
—¿Y? Eso no implica que no pueda desearte. Créeme, lo hago.
—¡Pero a mí no me gustas! —le respondió ella, impotente, al creer que no podría salir de ese baño en mucho tiempo.
—¿No? —le preguntó él, pegándose nuevamente a ella, haciéndole notar su excitación a la vez que la besaba de nuevo, mordiendo su labio inferior.
—No —suspiró ella entre beso y beso.
¡Maldito fuese, Chord Overstreet! ¡Maldito! Estaba consiguiendo encenderla. ¡Y de qué manera!
Él subió las faldas de su vestido lo suficiente como para tocar su culo desnudo, observando lo que ella llevaba puesto.
¡Un tanga! ¡Llevaba un tanga! ¡Por Dios Santo!
Él agarró una de las tiras del tanga, la tensó y la soltó contra su piel, golpeándola levemente, pero lo suficiente como para que la chica se quejase ante el gesto. El rubio soltó una carcajada, antes de sacárselo por completo y atacarla con sus dedos. Estaba completamente mojada, tal y como había supuesto, y sus dedos comenzaron a moverse, acariciando su abertura.
—Abre los ojos, Amber. Ábrelos. ¿Te gusta? ¿Te gusta como te toco? —Ella no le contestó, ni tampoco los abrió. Estaba demasiado ocupada intento que sus gemidos no se oyesen al otro lado del baño—. ¿Te gusta esto? —le preguntó, rozándole su botón, provocando que ella clavase sus uñas en su brazo.
—¡Ah! —grito él, de dolor —. Pon tu mano en la mía. Ponla y dirígela.
Ella negó con la cabeza, pero él la agarró, dándole valor para hacerlo.
Lentamente, posó su mano por encima de la de él, y comenzó a movérsela en círculos. Pronto él volvió a separársela, cerrando la suya y dejando un dedo libre que introdujo en ella, mientras la de ella le acariciaba el brazo.
—¡Oh Dios! —exclamó la chica al notar la entrada de un segundo dedo.
—Mírame. Te lo estoy haciendo con los dedos. No es lo que me gustaría, pero aquí no tengo condones. Ven a mi trailer en media hora y podremos acabar lo que hemos empezado.
Amber negó con la cabeza, notando como él apartaba los dedos de ella.
¡No! ¡No los saques!
—Ven a mi trailer —le dijo, introduciéndolos de nuevo en ella y volviéndolos a sacar, torturándola aún más.
La chica se mordió el labio, intentando no responderle, pero las ganas que tenía de volverlo a sentir, la cegaron por completo.
—Sí —se oyó responderle, sintiendo como el chico volvía a introducirlos en ella y la acariciaba, y entraba y salía con ellos, haciéndola perder el sentido.
—Media hora —le recordó, mientras se lamía los dedos y le bajaba la falda del vestido—. El tanga me lo quedo yo. Ahora sal por favor, necesito unos minutos a solas.
Amber le hizo caso, abandonando el baño y mirándose al espejo, antes de salir por la puerta.
Media hora después, Chord la recibía en su trailer para tener con ella el mejor sexo de su vida.
A esa vez, se le habían sumado otras, salvajes, brutas, inconscientes, enfermas. Sexo, puro sexo. Como a ellos les gustaba. Hasta que Emma había entrado en su vida, y él lo había echado todo a perder.
—Jenna me ha dicho que has empezado a salir con Barbie Malibú —le dijo un día, mientras se vestía de nuevo para salir de su trailer.
Habían hecho el amor en tantos sitios... Pero su trailer era su lugar favorito. Ahí lo habían hecho por primera vez y aunque solo fuese sexo, algo les decía que lo que compartían era especial.
—No es cierto. No estoy saliendo con ella. Nos vimos en la fiesta de Tracy y hemos estado hablando.
—Eso no es lo que me ha dicho...
—Jenna, sí. Ya te oí —le dijo, abrazándola por la espalda y besando su cuello.
—Deberíais salir, es perfecta para ti. De tu edad, pequeño Chord.
—Te dije mil veces que no me llames así. Solo me llevas tres años, no cuarenta —le reprochó, levantándose del sofá y poniéndose su camiseta.
—¿Cuántos tiene ella? —le preguntó mientras se calzaba sus botas.
—Veintiuno, creo —le dijo distraído, mientras ella acababa de vestirse.
—Perfecta para ti —le repitió—. Pídele salir, Chordy y deja de atosigarme para que me acueste contigo.
—¿Ahora te atosigo? ¡Joder! No tenía idea. ¿Creía que eras tú la que me buscaba a mí para que te follase?
—¡Yo no te busco! —le gritó, poniéndose de pie.
—¡Amber! ¡Estás en mi trailer! —le recordó el chico.
Ella se quedó sin palabras durante unos minutos. Había llegado el momento de acabar con ese juego que no le hacía bien a ninguno de ellos.
—Pídele salir, Chord y déjame en paz —le dijo, agarrando su bolso y saliendo del trailer dando un portazo.
Una semana después, Chord había empezado a salir con Emma y un mes después, Ryan Murphy le comunicaba que no volvería a Glee.
Quizás no volver a verla era lo mejor, aunque la había visto en los conciertos y había tenido que disimular y actuar como si de Sam se tratase.
El sexo con Emma estaba genial, la chica era demasiado moldeable y se acomodaba perfectamente a su cuerpo, pero no era Amber. No tenía sus pechos, ni su trasero y ni de coña se movía como ella. Pero lo hacía reír, y le arrancaba sonrisas donde solo había un corazón roto. Emma era su vida ahora.
Su móvil empezó a parpadear.
Era un mensaje de Emma.
"¿Cena en Dinner´s a las 9? Luego... ya sabes"
Él no tardó en responderle.
"Perfecto"
Pero no le dio tiempo a guardar el móvil, éste comenzó a sonar de nuevo y ésta vez no era Emma.
Amber.
—Supongo que ya te has enterado —le dijo él, nada más descolgar su teléfono.
—Sam... —lo llamó ella, sabiendo que el odiaba que lo llamase así—. No vuelvas. Mercedes ya no te necesita. Tiene a Shane.
—Mercedes me sigue queriendo a mí. Hazte a la idea.
—¿Por qué lo haces Chord? ¿Te has aburrido ya de tu Barbie Malibú?
—No la llames así.
—Cierto, ahora ha subido de nivel. Ya es Miss Nashville —la oyó reírse al otro lado de la línea—. He oído que te ha puesto los cuernos con Zac Efron. Tengo que reconocer que tiene buen gusto.
—No me ha puesto los cuernos con Efron —la defendió él.
—Ya... Si todo Internet lo sabe.
—¡No me ha puesto los cuernos con Zac Efron!
—¡Mejor para ti! Cásate con ella y tened hermosos hijos rubitos, pero no vuelvas a Glee.
—He firmado, Amber. Tengo que colgar, Miss Malibú me espera. Te veo la semana que viene en el set.
—¡Es Barbie Malibú! —la oyó gritar antes de colgarle.
¡Genial! Esto iba a ser peor de lo que había imaginado.
"Tuvimos un rollo de verano"
"Fue más que eso"
"Siempre ocuparás un lugar en mi corazón, pero yo seguí adelante y tú necesitas hacer lo mismo"
—¡Corten! Chicos, ¿Qué os pasa? En serio. ¡Se supone que estáis enamorados, joder! Chord, tú la quieres y quieres recuperarla. Amber, por Dios, Mercedes está dolida, ¿vale? Te duele que él se haya ido y le mientes. Le mientes, diciéndole que solo fue un rollo de verano. Por favor, chicos, ya sé que es raro grabar juntos después de tanto tiempo sin veros, pero meteos en vuestros personajes, ¿vale?
Ambos asintieron.
—Desde el principio, cogida de manos incluida —dijo Brad, llevándolos de nuevo hacia las escaleras—. Hacedlo bien o volveremos a repetirlo.
Chord y Amber bufaron en desacuerdo.
—Una última cosa, Chord.
—¿Qué? —le preguntó a Falchuck, acercándose a él.
—Cuando se aleje hacia el fondo del pasillo, haz lo que siempre haces —le dijo su jefe, alejándose de él.
—¡Espera! ¿Qué es lo que siempre hago? —le preguntó en voz baja.
—Mirarle el culo —le respondió éste, empujándolo hacia las escaleras donde ya lo esperaba Amber—. ¿Listos? ¡Arrancamos!
—¡Tío, tío, tío, tío! —Mark Salling entró en el trailer como un torbellino, arrasando con todo a su paso.
—Baja la voz. Damian está durmiendo.
Era lo que tenía haber sido despedido y readmitido. Había perdido el derecho a un solo trailer. Ahora lo compartía con Damian McGinty, cosa que no le importaba. Damian le caía genial y el acento que tenía le hacía reír.
—Escucha, escucha. "Summer Lovin had me a blast, Summer Lovin happen so fast" ¿Lo pillas? —le preguntó su hermano del alma con el guión del nuevo capítulo en la mano.
—¿Vas a cantar Summer Nights? ¡Que guay! Enhorabuena —le dijo Sam, viendo como Mark agachaba la cabeza y contenía la risa.
—No, yo no. Tú lo harás, mira.
Éste le pasó el guión y Chord pudo leer en voz alta.
— "Cuéntanos, Sam, que hicisteis durante el verano"
— "Lo hicimos, chicos. Mercedes y yo lo hicimos"
—¡No me jodas! —gritó él, despertando a Damian a su lado.
—¿Qué pasa? Trataba de dormir. Estos madrugones acabarán conmigo. ¡Que son las siete de la mañana!
—¡Mira! —Chilló Mark—. Sam y Mercedes lo han hecho durante el verano. Vamos a cantar Summer Nights.
—¿Yo también? —preguntó Damian, ilusionado.
—Sí, sí —le contestó Mark, mientras observaba como Chord echaba un vistazo al resto del guión buscando sus escenas—.Volvéis juntos —le respondió, antes incluso de que se lo preguntase—. Tienes una pelea con Shane y ella se decide por ti. Tienes escena de beso en la página seis.
—¿Qué clase de beso? —preguntó rápidamente Chord.
—Sam la empotra contra la taquilla y le mete la lengua hasta la campanilla. Anda, mira. Si he hecho un pareado —dijo, divertido, haciendo reír a Damian.
—¡Cómo mola! —Chilló éste último—. Yo quiero que me busquen pareja.
Chord leyó el contenido de la página seis antes de pasarle el guión a Damian, golpeándolo en el estómago.
—Busca. Con suerte también tendrás pareja para San Valentín. Es Glee. Nadie está sin pareja por mucho tiempo en la serie. Bueno, excepto Mercedes —Chord se sentó lentamente en el sofá y Mark lo acompaño sentándose a su lado—. Estoy jodido, tío.
—No lo estás, simplemente es un beso.
—Sabes que es más que eso. Todo empezó con un baile. No quiero pensar en el beso...
—Pues no pienses. Actúa.
—Yo no sé de que habláis. ¿Podríais iluminarme, chicos?
—Chord estuvo con Amber y ahora tiene novia formal, pero sigue colado por ella —Mark no perdió el tiempo en contar su mayor secreto.
—Yo no sigo colado por ella.
—Para nada. Cierto, muy cierto —dijo Mark, burlón.
—¿Chord estuvo con Amber? ¿Cómo es que los Gleeks no lo saben?
—No lo sabe nadie. Solo Mark, Harry y ahora tú. Como se lo digas a alguien te mato.
—No abriré la boca, lo juro —dijo Damian, haciendo el gesto de cerrarla con cremallera.
—¡Estoy jodido! —volvió a decir Chord, agachando la cabeza y tirándose del pelo.
—Sí. Lo estás —dijo Damian, ante la mirada asesina de Mark.
—Con sentimiento, chicos —les habló Eric—. Agarrala por el cuello, empújala hacia la taquilla y bésala con ganas. Desde el principio, vamos.
—Se acabó, Sam. Se acabó hace tiempo. Olvídame.
—No se acabó, Mercedes, no para mí.
Las manos de Chord buscaron su cuello, acariciando el pelo con sus dedos y sus mejillas con sus pulgares, mientras la miraba a los ojos durante unos segundos.
—¡Corten! Chord, empújala por Dios. Llévala hacia la taquilla. Vamos de nuevo. ¡Acción!
Chord todavía con sus manos en su cuello, se inclinó para besarla con rabia. Robándole la respiración y tomándola por sorpresa.
—¡Corten! —chilló Eric, al tiempo que Chord dejaba de besarla—.El beso es contra la taquilla. Tienes que agarrarla del cuello, así —dijo, mientras se lo escenificaba—. Luego la llevas así y finalmente, cuando esté sobre la taquilla, la besas con pasión. Pasión, Chord. No furia. Sam es disléxico, tú no. Tú puedes leer perfectamente el guión. Vamos allá. Toma número tres. ¡Acción!
Yo también lo soy.
Chord y Amber volvieron a repetir sus líneas y rápidamente, él la sostuvo del cuello, llevándola rápidamente hacia las taquillas, pegándola a ellas y a su cuerpo por completo. Sus labios buscaron los de ella, salvajes, arrolladores. Con pasión, la besó, abriendo su boca e introduciendo su lengua en su interior.
Chord notó como las manos de la chica se colocaban en su rostro, pasando a su pelo, tirando de él mientras lo besaba.
—¡Corten! —chilló Eric Scholtz.
Pero ellos no lo oyeron. Durante unos segundos, siguieron besándose ante la mirada atenta de todos los allí presentes. Un silbido los hizo volver en sí. Había sido Brad.
—Amber, ve con Eric. Toca la escena de Mercedes llorando —le dijo, viendo como ella lo escuchaba y seguía al director de rodaje—. Chord, te necesito en mi despacho en diez minutos.
—¿Volviste por ella? —le preguntó Falchuck nada más entrar y sentarse en la silla.
—¿Cómo?
—Chord, sabemos que os acostabais en tu trailer en mayo y junio. No somos estúpidos.
El chico lo miró nervioso, sintiendo como sus mejillas empezaba a teñirse de rojo.
—Yo... nosotros...
—Es vuestra vida personal. No nos vamos a meter, pero quería dejarlo claro. Adoro a los Samcedes más que cualquiera de los demás. ¡La idea salió de mi mente perturbada! Dios sabe lo que me costó hacer entrar en razón a Ryan. Si no lo hubiese convencido, la siguiente pareja que te hubiese buscado habría sido Becky Jackson. —Brad se quedó durante unos segundos callado antes de seguir adelante—. Pobre Artie... Bueno, a lo que iba. Mercedes y Sam son perfectos el uno para el otro. Lo vi desde el principio, por eso el baile, por eso el momento Cenicienta. Después de dos años, por fin había conseguido convencer a Ryan de que aceptase buscarle pareja. No lo estropees, no lo estropeéis. Quiero que el Samcedismo sea épico. Su historia es preciosa. Pero si no vais a poder hacerlo, tendré que desistir y darle más guión a Shane.
—No, no —se quejó el chico—. Nuestros problemas se quedarán fuera del rodaje Te lo prometo.
—Bien, porque las Samcedes me comerán vivo, sino les damos lo que quieren. ¿Queda claro entonces, no?
Chord asintió con la cabeza.
—Como el agua.
—Necesito hablar contigo —le dijo él nada más entrar en el salón del coro. Solo ella estaba allí.
—No tenemos nada de que hablar, baby Chord —le respondió Amber, mientras se sentaba en una de las sillas vacías.
—No me llames así y escúchame —Amber lo miró a los ojos, una vez él se había sentado a su lado—. Lo estamos haciendo mal y no es justo para los fans. Quieren a Sam y Mercy, quieren que ellos sean felices. Y nosotros no se lo estamos dando.
—¿Estás insinuando que no soy buena actriz? —le preguntó, enojada.
—Sabes perfectamente de lo que hablo.
—No lo sé. ¿Me lo explicas? —le preguntó, levantándose rápidamente de la silla.
—Quieres odiarme, quieres detestarme, pero lo único que haces es desearme. Desear que vuelva a tocarte, como lo hice en mayo. Y no volverá a pasar, Amber. No te preocupes. Ahora tengo a alguien que me quiere a su lado.
—¿Has acabado, Chordy? —le miró, arqueando una ceja—. Claro que no volverá a pasar, porque yo no quiero. Porque no me gustas.
—¿Por qué mientes, Amber? ¿Por qué no reconoces que el sexo que teníamos era fantástico?
—Era fantástico, sí. "Era"
—Y te deshacías en mis brazos, te deshacía con mis manos. Y con mi boca. Y gritabas, gritabas mientras lo hacíamos.
—Sí. Y tú también lo hacías. O pretendes decirme que no te gustaba cuando te tenía a mi merced y hacia contigo lo que quería. No podemos borrarlo de nuestro pasado, pero podemos sacarlo de nuestro futuro. Tú lo has dicho, no volverá a pasar. Ninguno de los dos lo quiere, ninguno de los dos lo desea. No veo donde está el problema.
—Ya estoy aquí —dijo Lamarcus Tinker entrando por la puerta del aula—. ¿Qué hay, chicos? —Les dedicó una de sus sonrisas a la vez que se fijaba en las caras de poker de sus compañeros de trabajo.
Chord lo saludó con pocas ganas y Amber, a su vez, le dedicó una sonrisa forzada.
—¿Qué ha pasado? ¿Dónde están los demás? —les preguntó, sentándose en una de las sillas del club Glee. Ambos se encogieron de hombros, al tiempo que veían como cámaras, luces y demás entraban ya para grabar.
—Perfecto —dijo Eric—. Batalla Shane vs Sam. Mercedes y Sam hablan de lo que pasó entre ellos, Shane llega, los ve y lo empuja contra las sillas. Luego se enzarzan en una pelea. ¿Aclarado? Bien, empecemos.
—¡Aléjate de mi nena, Evans! —dijo Shane, agarrándolo por los cuellos de la camisa y lanzándolo demasiado fuerte contra las sillas.
Amber salió corriendo al ver el impacto que él había sufrido contra las sillas vacías.
—¡Chord! ¿Estás bien?
Él abrió los ojos lentamente, fijándose en que ella se arrodillaba a su lado.
—Mercedes... —susurró Chord, acariciándole la mejilla.
—¡CORTEN! Amber, has dicho Chord. ¡Chord! Es Sam, ¿vale? ¡Sam! Desde el principio, venga.
Chord no pudo evitar que una sonrisa tonta se formase en sus labios.
Continuará...
¿Y... qué os ha parecido? Ya sé que es muy loco... Jajaja Pero bueno, mi mente es así de perturbada. No, en realidad es más calmada xD Dejadme saber vuestras opiniones y... nos vemos en el siguiente capi ^^ Besos.
Syl
PD: Yo quería una escena Samcedes a lo Diario de Noah, así que la escribí jajaja I regret nothing!
