El fin del mundo del paraguas

Lágrimas de felicidad llenaban los ojos de aquella chica, al fin habían cumplido su sueño, lo que nadie mas había podido lograr.

Un hermoso paisaje soleado estaba frente a ellos.

Él le dio un ramo de flores hecho torpemente a la chica, ella lo aceptó con gusto, se sonrojó, juntaron suavemente sus hombros y sonrieron al mismo tiempo, viendo el sol, las flores y aquel cielo azul por primera vez. Era más hermoso de lo que habían imaginado.

Esa tarde Miku y Len cumplieron aquella promesa hecha en una tarde lluviosa:

"ver el cielo que solamente habían visto en ese libro de cuentos"