Segunda oportunidad
Capítulo I-Una desgracia
Una linda pelirosa caminaba hacia su casa, cuando de repente fue detenida por un chico que se colocó justo enfrente de ella, impidiéndole el paso.
-Amm dís..dísculpa, ¿podrías dejarme pasar?-preguntó la chica.
-No-fue la única respuesta que recibió del joven.
-Alguien nos mandó por ti y te está esperando, así que haznos el favor de acompañarnos-inquirió un tipo que se paró detrás de ella.
-¿Y..si me rehúso?-preguntó la pelirosa.
-No querrás hacerlo, por tu bien hagámoslo por las buenas, me pidieron que te llevará con vida, pero no dijeron nada de lastimar tu linda carita, así que..tú decides-
La chica entendió que era mejor no resistirse e ir por las buenas, subió a la camioneta que manejaban los dos hombres, uno de ellos era rubio, de ojos azules, delgado y de rostro muy fino, el otro pelirrojo, de ojos café, también delgado y de rasgos finos, aunque era muy inexpresivo, pronto llegaron a un lugar totalmente apartado de la ciudad, a lo que parecía ser una fábrica abandonada, la chica comenzó a sentirse nerviosa, se recriminó mentalmente por aceptar ir con ellos, talvez debió resistirse, sin importar las consecuencias, los hombres la guiaron por la fábrica hasta una habitación donde estaba otro joven esperándolos, este era alto, de ojos violeta, cabello anaranjado, con varios piercing, su mirada era profunda y causaba cierto temor en ella.
-Hola, tú debes ser Sakura ¿cierto?-preguntó aquel chico a lo que ella sólo respondió con un movimiento afirmativo con la cabeza-bien, yo soy Pain, es un gusto conocerte-decía mientras la rodeaba-¿estas asustada?-
-Sí-respondió sin siquiera pensar.
-No lo estés, si cooperas prometo no lastimarte, al contrario hasta lo vas a disfrutar-
La pobre pelirosa tembló ante esas palabras, sabía a lo que se refería, así como también sabía que por más que intentara negarse, correr, alejarse, no lo lograría, ellos eran tres y ella sólo una, realmente las cosas no estaban de su parte, así que sólo se dispuso a cerrar los ojos e intentar pensar que todo eso no estaba pasando. Cuando todo acabó el sujeto se vistió y se acercó a la chica, la cual no paraba de llorar, ni temblar.
-Es mejor que no digas nada de lo que pasó hoy, porque yo sólo cobre una deuda, se lo puedes agradecer a tu hermano, está en una de las habitaciones, sólo que...intenta no asustarte, tuvimos que lastimarlo un poco-le susurró en el oído.
La chica abrió los ojos como platos, no podía ser cierto, esto no podía ser culpa de su hermano, sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido que hizo la puerta al cerrarse y como pudo comenzó a vestirse mientras lloraba.
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-¿Crees que este aquí?-preguntó un chico de cabello alborotado y negro.
-Eso dijo Deidara, vamos hay que entrar-respondió el otro chico que también tenía el cabello negro, sólo que éste era largo y lo mantenía amarrado en una coleta baja.
-No, Madara te pidió a ti que buscaras a Pain, yo aquí te espero-respondió el menor.
-Bien-contestó el mayor y se adentró en la fábrica.
La pelirosa escuchó pasos y aunque al principio sintió miedo, después pensó que talvez podría ser alguien que quizás pudiera ayudarla.
-¡Hey..quien sea que haya entrado..¿podría ayudarme?!-gritó la chica mientras seguía llorando y temblando.
El pelinegro mayor alcanzó a oírla y de inmediato se dirigió hacia ella, la encontró en el piso, recargada en la pared, abrazando sus rodillas.
-¿Qué demo...nios..?, ven aquí, apóyate en mi para levantarte-pidió el chico inclinándose para ayudarla.
-Mi hermano..también mi hermano está aquí..¿puedes ayudarlo?-suplicó la joven.
-Claro, sólo te llevaré afuera con mi hermano ¿está bien?-ella asintió y salió con él.
Encontrándose con un joven alto, con mirada profunda, incluso la intimidaba, estaba a punto de pedirle que no la dejara con él, pero ni siquiera podía hablar.
-Sasuke por favor cuida de ella, llévala a mi departamento, yo los alcanzaré ahí, iré a buscar a su hermano, mándame un taxi por favor, ah y no seas tan..Sasuke con ella..-
El pelinegro menor sólo soltó un gruñido e hizo lo que su hermano le pidió, le abrió la puerta a la chica y esperó hasta que está subiera para cerrar la puerta, luego subió él y se fueron, Itachi regresó a buscar al hermano el cual encontró tirado en el suelo, sangrando de su rostro, pero supuso que por cómo se quejaba también tenía varios golpes en el resto de su cuerpo, se dispuso a esperar el taxi que rogaba Sasuke ya había mandado para recogerlos.
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-¿Cómo te llamas?-preguntó el Uchiha.
Normalmente adoraba los silencios y la tranquilidad, la cual había reinado desde que había llamado para pedir el taxi que le mandaría a Itachi, pero esa chica lo ponía nervioso, más de lo que quisiera aceptar, no sólo por cómo se encontraba, ya que era claro que estaba destrozada, pero lo que realmente lo inquietaba eran sus ojos, nunca en su vida había visto unos ojos más hermosos, a pesar de la profunda tristeza que emanaban no dejaban de ser muy lindos y llamativos, si alguien le preguntara ¿qué le parecía aquella joven?, sin duda pensaría que es una chica bellísima, él sabía muy bien cómo se las gastaba Pain, pero de todas las veces anteriores esta le causaba una profunda molestia, ¿cómo había sido capaz de lastimar a una chica tan linda?
-Ha..Ha...runo..S..Saku..ra-sus pensamientos fueron interrumpidos por la respuesta de la pelirosa-¿y..y tú...cómo te llamas?-aún se notaba que ella temblaba, incluso en su hablar.
-Soy Uchiha, Sasuke Uchiha-respondió el pelinegro-bien ya llegamos-
Ambos entraron a un edificio, subieron hasta el quinto piso en el elevador, luego entraron a un departamento.
-Mmm este departamento es mío, Itachi dijo que llevaría a tu hermano al hospital, no te asustes, sólo son algunos golpes, pero decidió que era mejor que un médico lo revisara-explicó el chico al ver la cara de preocupación de la joven.
-S..si..está bien..g..gracias-respondió algo triste.
-¿Quieres dormir, darte un baño, tienes hambre, necesitas algo?-normalmente no era tan amable, es más cualquiera diría que es un egoísta, prepotente y engreído, pero al ver a esa joven tan frágil, su lado oscuro desaparecía.
-No tengo hambre gracias, mmm me gustaría darme un baño si no te molesta y luego descansar un poco, ¿puedo pedirte que hagas algo..por mí?-el chico asintió y ella respiró profundamente y cerró los ojos-¿podrías ir a la farmacia y comprar una píldora de emergencia?-justo cuando acabó de hablar abrió los ojos para encontrarse con un Sasuke contrariado.
-Eh...claro, mmm te mostraré donde está el baño, en el mueble hay toallas, toma una..o las que necesites, te dejaré ropa mía para que te vistas, supongo que te quedará algo grande pero es lo que puedo ofrecerte-
Ella asintió y muy levemente sonrió, a pesar de que fue muy pequeña, tenía que admitir que su sonrisa era hermosa, hizo lo que le dijo y luego la dejó sola para ir a la farmacia, al regresar encontró a la chica con su ropa, acostada en el sillón, hecha un ovillo mientras lloraba, no pudo evitar sentirse mal por ella, así que hizo lo que jamás imaginó que haría por una desconocida, se sentó en el sillón, suspiró, tomó su rostro para que lo mirara, lo que sorprendió a la ojijade.
-Ven aquí-susurró invitándola a apoyarse en él.
La chica lo hizo de inmediato, lo abrazó de la cintura y recargó su rostro en su pecho, el cual de inmediato comenzó a humedecerse, él la abrazó recargando su barbilla en la cabeza de ella.
-Lamento todo esto, lamento que hayas tenido que pasar por esta experiencia, no creo que mis palabras te hagan sentir mejor, no creo que haya nada en el mundo que lo logre, pero si en algo puedo ayudar o apoyarte..sólo pídelo-ella asintió y comenzó a llorar más intensamente, sin duda sería una noche larga.
