20/12/18, Encuentro.
Mi nombre es Hatori Chise, tengo 15 años. Antes vivía junto con mi familia en un tranquilo barrio de una ciudad de Japón... antes de la tercera guerra mundial. Después que comenzará 3 meses atrás todo se ha vuelto sangriento.
Constantes batallas separan a las familias... como fue mi caso. Mis padres dieron su vida para que pudiéramos escapar mi hermano Fumiki de 10 años y yo.
Durante estos meses, hemos conocido a un grupo de chicos que están en la misma situación. Shiori de 10 años y su hermanita Orihime de 6, kurosaki de 16, Ruth de 18, Kaori de 19 y Touma de 20. Junto con ellos, estamos intentado buscar alguna embajada.
Una embajada es un lugar donde podemos pedir refugio a algún país receptor, pero lamentablemente, son muy pocos los que se prestaron para la causa por temor atraer la mirada de las despiadadas potencias militares.
Hoy como siempre, estamos esperando por los mayores que nos traerán comida y noticias sobre alguna embajada, mientras nos escondemos en un edificio abandonado de 2 niveles. Aunque esta vez se escucha mucho más alboroto por las calles. Ruidos de disparos y helicópteros volando bajo que casi se podía sentir el viento que soplaban sus aspas.
-Se están tardando mucho.- dijo kurosaki nervioso.
-Probablemente están buscando noticias sobre las embajadas o algún lugar que no haya sido vandalisado para conseguir víveres.- la mayoría de las tiendas de conveniencia habían sido vaciadas en su totalidad, así que conforme pasaba el tiempo más difícil era conseguir comida.
-No pueden haber sido capturados... ¿O si?.- dijo Shiori con temor. Si alguien era capturado por el ejército enemigo era muy difícil saber lo que le pasaba. Algunos decían que eran ejecutados, otros que eran vendidos al mercado negro, eran muchas las versiones pero ninguna era comprobada.
Escuchamos pasos que venían del pasillo y retuvimos el aliento. Abrasé a mi hermanito que estaba temblando de miedo en mis brazos. Soltamos un suspiro de alivio al ver que eran nuestros compañeros.
-Traemos malas noticias.- dijo Ruth.- En esta ciudad no hay ninguna embajada, ademas está bajo el control del ejército, así que es mejor que nos vayamos lo más pronto posible de aquí.
Salimos del edificio en el que nos encontrabamos. Definitivamente, en esta ocasión, escapar sería lo más difícil que hemos hecho hasta ahora. Cuando habíamos llegado en las primeras horas del dia, estaba todo en paz (bueno... Casi en paz) pero no habían tantos militares corriendo por todos lados gritando en idiomas extranjeros y helicópteros volando en el cielo. Pero para nuestra suerte, a estas horas de la noche, la oscuridad era nuestro mejor aliado. Las calles estaban completamente vacías y oscuras. Caminamos lo más rápido y sigilosamente que podíamos, pero todas las rutas de escape estaban llenas de militares.
-Vamos por aquí.- señaló Ruth hacía un callejón.
Corrimos a lo largo de aquel callejón. De repente salto un gato negro de un bote de basura y sin querer hizo gritar a la pequeña Orihime. Probablemente si solo hubiera sido el ruido del gato no habría problema, pero el grito hizo que los militares se pusieran en alerta y comenzaron a correr hacía nuestra posición.
-¡Maldición!.- grito Touma, cargando a Orihime en sus brazos y salimos todos corriendo.
Apreté la mano de mi hermanito y lo jale para que saliera del shock.
-¡Vamos a ese edificio!.- grito Kurosaki señalando un viejo edificio sin ventanas con la puerta abierta, con la oscuridad que había podríamos perderlos.
Entramos al edificio y mientras íbamos subiendo las escaleras del primer piso, un soldado disparo directo a la pierna de Touma y lo hizo caer.
-¡Gah!
-¡Touma!.- grito Kaori. Ellos eran pareja, y si no hubiera comenzado la guerra, se habrían casado el mes pasado. Corrio con él para auxiliarlo, pero él solo le entrego a la niña.
-¡Vete! Corre junto con ellos.
-¡No quiero!¡como crees que te voy a dejar aquí!
¡SALVA TU VIDA! No seas terca porfavor. ¡Al menos quiero que tu estés viva! .- dijo mientras acariaba su mejilla.
Con lágrimas en los ojos Kaori asintió con la cabeza y nos alcanzó. Mientras Touma, comenzó a lanzar lo que estaba a su alcance para intentar darnos tiempo.
Cuando llegamos al segundo piso todo se volvió más oscuro y no podíamos ver nada. Cuando me di cuenta ya no estaba tomada de la mano de mi hermano.
-¡Fumiki!¡Donde estás Fumiki!.- comencé a gritar desesperada. Camine dando tropiezos ya me había separado de mi hermanito y del grupo, sentí una desesperación enorme. Intenté gritar, pero el miedo no me dejaba utilizar mi voz y poco a poco mis músculos comenzaron a sentirse pesados,como si trajera 100 kilos encima.
De repente sentí que caí a un vacío...
Cuando abrí los ojos sentí que alguien me estaba sosteniendo, pero no pude distinguir quien era.
-¿Estas bien?.- dijo esa persona con un tono grave pero a la vez dulce, como si le hablara a un niño pequeño para que se levantara de la cama.
-G-gracias.- dije torpemente. Aunque hablaba japonés, por su acento se distinguia que era extranjero. Cuando me di cuenta, luche con todas mis fuerzas para escapar de sus brazos.
-¡Tranquila! No haré nada malo, no soy tu enemigo. Mi nombre es Elías. Elias Ainsworth.
¡¡Hola, aquí Misaka-chan!!
Espero que les haya gustado este primer capítulo.
¡Esperó que sea de su agrado!
PD: Si son fans de Akatsuki no yona y Fullmetal Alchemist, les invito a leer los fanfics en los que estoy trabajando sobre esas historias.
¡Fin del comunicado, Nos vemos en el siguiente capitulo!
