Esta es mi historia, un chico de 17 años, llamado Kurt Hummel, soy un chico que todavía no puede salir del closet por el miedo a la aceptación.
Es el primer día de un nuevo año, para mi suerte nunca me he enamorado, y mi idea es tener una vida normal para las personas, me quiero casar con una mujer y tener mis hijos, porque no creo estar preparado para salir del closet, y también hay muy pocos chicos gays que se atreven a hacerlo y no podría saber si podría tener alguna oportunidad con algún chico, y no sé si mi familia tome muy bien el hecho de que yo sea gay
En este momento estoy en clase de historia muy aburrido porque no me gusta la clase estoy esperando que llegue el recreo para poder salir con mis amigas
30 minutos despúes
Ya a acabado la clase y ahora estoy en el patio con mis amigas Rachel Berry, que suele ser muy molesta a veces, y mi otra gran amiga Tina Cohen-Chang, ella es muy simpática conmigo aunque no me gusta mucho su estilo, ahora vamos a la cancha como siempre a sentarnos en las bancas a ver como juegan algunos chicos en el momento que escucho a Rachel diciendo
Wow, el chico nuevo es muy guapo y de inmediato apunta a un chico no muy alto con unos ojos hermosos y con unos músculos trabajados, en ese momento no tome mucha atención a el, porque creí que no era muy guapo, aunque me gusta su sonrisa, podría iluminar al mundo con esa sonrisa, pero de todos modos un chico como él nunca se fijaría en mí y además no hay una pisca de duda de que él es 100% hetero
¿Vamos Kurt, no diras nada del chico? Y de inmediato fije la vista en Tina que me hablaba
No sé qué le encuentran de guapo a él, además porque me preguntan a mí, si a mí no me gustan los chicos en ese momento les quise decir todo lo que sentía y lo que yo era, pero todavía no estoy listo para eso
Paso el otro día y nos dieron nuestro horario, y vi que hoy me tocaba Gimnasia, y esa es la clase que más odio, porque odio sudar o tener un mal olor, pero para mi suerte nos tocaba en dos clases después de la que estoy, pero de todas formas espero que como primera clase no tengamos que hacer nada que nos haga sudar
2 horas después
Ahora estoy en la clase de Gimnasia la que más odio, cuando empezó no le tome atención a lo que el profesor decía, así que me puse mis audífonos y me puse a jugar en mi celular mientras escuchaba música, en ese instante estaba solo porque en la clases Gimnasia los Hombres y las mujeres se separan, al aburrirme del juego que jugaba me saque los audífonos y apague mi celular, al subir la vista vi que alguien se había sentado junto a mí, era el, era el chico que había visto jugando futbol, el no miraba a otra parte que no sea hacia adelante eso fue raro, sentí que él estaba incomodo porque creo que no le gustaba sentarse a mi lado, cuando termino el profesor de hablar sobre lo que haríamos los hombres tenían que ir a cambiarse la polera, porque sudaban en la clase y tenían que llevar una polera de cambio, y cuando volvieron todos los chicos nos fuimos a la cancha y para mi sorpresa, teníamos que jugar basquetbol, y sabía que si jugaba sudaría mucho, pero para mi suerte el profesor me pregunto si podía arbitrar el juego y le dije que sí, aunque no me sabia las reglas del juego, pero prefiero parecer un tonto a sudar como un cerdo. Cuando hicieron los grupos me toco arbitrar el equipo donde estaba el chico que vi jugar ayer.
Al pasar los minutos el juego termino, luego el chico al que vi jugando en el recreo vino hacia mí y me dijo
¿Quién gano?, y cuando me dijo eso sentí un escalofrío por todo mi cuerpo y lo único que se me ocurrió decirle fue
Ten, ve tu ,ahí anote los puntos y me puse un poco nervioso, luego volvimos a la sala de clases antes de que tocaran para el recreo, porque los chicos se iban a lavar en unos camarines que quedaba al lado de la sala en la que estaba, pero mi sala era en el segundo piso, y cundo salían algunos hombres veía todo adentro, luego vi salir a un chico del camarín y dejo la puerta abierta, y pude ver a ese chico, que desafortunadamente no se el nombre, estaba sin su polera y cuando vio que yo lo estaba viendo, lo único que atino a hacer fue taparse con sus manos, y no pude evitar sonrojar, y de repente alguien que no vi cerró la puerta, esa fue la primera vez que veo a un chico sin polera que no sea de mi familia, ya que no voy ni siquiera a la playa, porque mi piel es muy delicada
