Esta historia surgió en una tarde de aburrimiento mientras pensaba en una buena historia de Fairy Tail para contarle a mi adorada hermanita, y sin más me decidí a escribirla.
Espero les agrade tanto como creo le agrado a ella, feliz navidad mina-san.
Como Fairy Tail salvo la navidad.
Primera parte: Buscando un regalo.
Las calles de Magnolia se vieron cubiertas de blanca nieve, ese manto blanco pinto la ciudad de su claro color pero no entorpeció en lo mínimo las actividades diarias de sus habitantes que seguían preparando las fiestas decembrinas. Los adornos eran colgados y la gente buscaba regalos para la gran fiesta que se acercaba, todo mundo tenía en mente que regalar excepto nuestro siempre fiero Dragón Slayer.
-¿Y ahora que le compro a Lucy?—Cuestiono el hijo de Igneel a su compañero felino que volaba a su lado, este le miro con duda.
-No se Natsu, tú fuiste el que invito a Lucy a pasar las fiestas con nosotros—Se excusó el felino mientras seguía observando a su padre adoptivo.
-Es que no tengo ni idea de que regalarle—Paso sus manos por su rosado cabello revolviéndolo violentamente.
-¡Regálale un pescadito!—Dijo el ser azul mientras un ligero hilo de saliva escapaba de sus felinos labios.
-No creo que sea de su agrado—Dijo tajante el chico mientras el gatito veía sus ojos vueltos pequeñas cascadas de lágrimas proclamado lo rara que era Lucy al no querer semejante y delicioso regalo.
Después de un rato de caminar se decidieron a volver al que era su segundo hogar, el omnipotente gremio de Fairy Tail se alzaba frente a ambos y entraron por la puerta principal saludando a los que encontraban. Camino hacia una de las mesas donde vio a su fiel amigo-enemigo Gray y se dejó caer a su lado.
-Oí, cabeza de flama—saludo tan amigable como siempre el chico desnudista.
-¿Qué quieres hombre calzoncillos?—Se quejó el mago de fuego viéndolo con fastidio pues su mente estaba más ocupada en otras cosas como para ponerse a pelear.
-El maestro quiere vernos, aparentemente tiene una misión importante para nosotros—le dijo levantándose de su lugar, Salamander se le hizo extraño semejante cosa pero como siempre decidió preguntar luego de haber pateado algo así que solo se levantó y siguió al mago de hielo a encontrarse con el maestro Makarov quien ya tenía a Erza y Gajeel frente a él, una vez frente a el anciano Natsu cruzo sus brazos en su pecho.
-¿Qué pasa anciano? ¿Para qué nos necesitas?—El tiempo de Natsu valía oro en esos momentos, ya que aún debía seguir en su interminable búsqueda de un regalo.
-Les tengo una misión sumamente importante—Dijo el mayor muy serio—Nos ha llegado un pedido donde específicamente solicitan a magos con un extremo poder mágico…pensé en un principio mandar a Gildarts pero él no se encuentras así que quiero encargarles esto a ustedes
-¿Y porque no le ha pedido ayuda a Laxus?—Pregunto la siempre respetuosa Erza mientras seguía cruzada de brazos en su pose seria usual.
-El no participara porque tiene planes que no le permiten salir de misión, esta misión podría durar hasta la mañana de Navidad y no sé si podrán volver a tiempo—Les miro con duda pues no creía que todos desearían perderse esas fiestas.
-No es problema maestro—Dijo la pelirroja tomando el liderazgo como es usual, además del hecho que ella no tenía familia cercana y solía pasar esa noche sola.
-Tampoco es como si me perdiera algo importante—Dijo Gray restándole importancia al asunto.
-Me da igual, una misión es una misión—los puños de Gajeel chocaron al tiempo que sonreía de oreja a oreja pues le gustaba más la idea de ir a patear traseros que pasársela solo en Navidad y recibir solo regalos de lastima de sus pocos amigos cercanos.
-Em…-El que todos esperaran que respondiera primero estaba perpetuamente callado, todos miraron con sorpresa al de cabello rosado que no pareciera tan emocionado por una gran y súper fabulosa misión.
-¿Qué pasa Salamander? ¿Se te hizo chiquita del miedo o qué?—Dijo burlón el ex – Phantom.
-¡Cállate maldito!-Bramo de golpe el chico estando a nada de lanzar fuego—Es que Happy y yo prometimos pasar navidad con Lucy…ya saben, ya no tiene familia como nosotros y eso…
Los ojos de Erza se llenaron de ternura ante lo que decía, el maestro se quedó pensativo pero le sonrió abiertamente.
-Tranquilo Natsu, con un equipo como ustedes no dudo que terminen la misión en un parpadeo y terminen volviendo aquí justo para navidad…además, la recompensa que venía en la petición de misión no está especificada solo nos informa que será: Algo especial y completamente único—Afirmo el tercer-sexto maestro mientras leía la papeleta que les habían enviado, la sonrisa en el rostro de Natsu volvió.
-Oh ¡Genial!—Dijo ante la idea de una gran recompensa que le sirviera de buen regalo para la rubia-¡Ahora estoy encendido!—Bramo feliz mientras apretaba sus puños que ya lanzaban ligeras chispas.
-¡Esa es la actitud muchacho! La localización de la misión es en…
Happy: Then!
En una de las partes más alejadas del mundo, el país de hielo "Iceberg" congelado en casi el 98% de su superficie se erigía como un frio desierto de hielo y nieve. Los pasos de los cuatro magos de Fairy Tail en compañía de dos gatos mágicos se abrían camino entre el mar blanco que amenazaba con engullir y desaparecer al que se despistara por un momento.
-Este lugar si me agrada, ¿Cuánto costaría una casa por aquí?—Decía el mago de hielo que andaba sin camiseta a pesar que no paraba de nevar y las temperaturas eran sencillamente abismalmente bajas.
-No sé, pero me parece un lugar fastidioso—Se quejaba su eterno rival que andaba con sus ropas de siempre ya que al ser un mago de fuego cosas como el frio le venían y le iban sin problemas. Siendo el que tenía problemas era su fiel compañero Exxced que temblaba envuelto en la bufanda del chico.
-Natsu, odio este clima—Decía el pequeño minino mentiras se hacía más bolita dentro de la bufanda.
-Yo también lo detesto, ustedes son un par de monstruos—Se quejaba el de cabello largo y perforaciones, no entendía como es que el par de magos soportaban semejante frio, al tiempo que bajo su gorro de lana un gato negro temblaba de frio.
-Concuerdo con Gajeel, este clima no es apto para la vida—Decía el poderoso Panther Lilly que a su vez no se dignaba a salir del gorro por miedo a que se le congelaran las patitas y terminaran apuntándoselas o algo peor.
-Silencio los tres—la líder del grupo llamo la atención de los tres chicos que miraron hacia enfrente, a casi doscientos metros de distancia una enorme estructura se alzaba antiguas ruinas era lo que parecían con siete grandes pilares de casi ocho metros cada uno adornando una gigantesca placa de piedra que sobresalía sobre la nieve.
-Oí, oí esa cosa es enorme—dijo Gray soltando un silbido mientras ponía su mano sobre sus ojos para "divisar" un poco mejor la gran estructura.
-¿Y que se supone que buscaremos? ¿El Arca perdida?—Dijo con sarcasmo el Slayer de Hierro.
-También me gusta esa película, pero no es momento para broma Gajeel—le corto el buen rollo la chica—Según los informes, rayos de luz rojizos entran y salen de esa estructura pero desaparecen espontáneamente. El cliente desea que investiguemos, las ruinas son muy antiguas y patrimonio de este país… ¡Así que no rompan nada!—Les advirtió de golpe la chica mientras les veía seriamente, los chicos se encogieron del susto y asintieron múltiples veces en señal que habían entendido.
Después de unos minutos caminando al fin tocaron la gran estructura de piedra, se sorprendieron que al instante que la pisaron el ambiente se volvió cálido. El mago de hierro se quitó sus chamarras notando que hasta se sentía acalorado, la pelirroja entrecerró sus ojos con suspicacia.
-Hay magia aquí, no logro reconocer de que tipo. Chicos, estén atentos y no toquen nada—advirtió de nuevo la poderosa Titania mientras el grupo se dividía y comenzaban a inspeccionar los pilares de piedra uno por uno, después de revisar dos cada uno Gajeel y Natsu se encontraron con Gray que estaba recargado en una pared.
-Nada—dijo Gray antes que los Dragón Slayer le respondieran que su búsqueda de indicios había sido igual de infructífera.
-¡Bah! ¡Vinimos por nada!—Maldijo el chico pelirrosa antes de dar una patada a uno de los pilares, el cual se le genero una gran cuarteadura haciendo que los tres pusieran cara de pánico.
-¡Arréglalo Salamander!—Dijo Gajeel aterrado de que su líder viera que ese "patrimonio del país" había sido dañado, no por su culpa, pero a final de cuentas dañado. Un crack les hizo temblar de pánico al tiempo que la enorme estructura se resquebrajaba por completo y por si no fuera poco esta cayo chocando con el siguiente pilar en línea llevándolo de camino generando una reacción en cadena que termino tumbando la mitad de los pilares.
-Ahora si estamos muertos…-Fue el pensamiento que surgió de la mente de los tres chicos mientras de entre los escombros una mata de cabello rojo salía, seguida de una fuerte sacudida Scarlet salió de entre la tierra tosiendo polvo y tratando de sacudir toda la suciedad de sus ropas.
-Ustedes están tan muertos…. —susurro con un tono diabólico, pero antes que el homicidio en masa fuera llevado una presencia alerto a los cuatro que se dieron espaldas mutuas listas en caso de un ataque enemigo.
-Ah, al fin llegaron—Una vos vieja y cansina se escuchó, de junto a uno de los pocos pilares aun intactos un hombre apareció, era bastante bajito y regordete, su piel era morena y algo quemada mientras su cabello era blanco pero totalmente rapo al punto de parecer casi calvo. El los miro con reproche mientras suspiraba pesadamente— ¿No podían solo tocar y evitar la destrucción? ¿Erza, Natsu, Gajeel y Gray?
-¿Quién eres tú? ¡¿Cómo sabes nuestros nombres?!—Pregunto bruscamente el chico de fuego mientras el hombre suspiraba de nuevo.
-Eso es obvio, es como mi trabajo. Además, yo los contrate…síganme, debo explicarles su misión—dijo mientras daba unos pasos hacia atrás, de golpe su cuerpo desapareció ante la sorpresa de todos. Rápidamente los magos se acercaron, el primero fue el curioso Natsu que tocando justo donde el anciano desapareció notaba como su mano "traspasaba" una barrera invisible y no era observable más.
-Esto está de locos—dijo el de cabello rosa antes de entrar por la fuerza, pues Erza le pateo obligándole a avanzar para luego ser seguido de Gajeel y Gray que entraron por voluntad propia.
Una vez que los tres pasaron la joven pelirroja fue la última en aventurarse, entro por esa extraña barrera topándose con sus tres compañeros que miraban hacia adelante con las bocas bien abiertas.
-¿Qué sucede? ¿Chicos?—dijo ella antes de mirar hacia adelante y quedar con la misma cara de estupefacción que ellos, frente a sus ojos se alzaba un gigantesco castillo con motivos navideños, cientos de pequeños seres con apariencias humanas trabajaban a toda prisa acomodando objetos, adornos y sobre todos: Regalos.
-Hay pinos y adornos…-dijo quedamente el mago de hielo viendo a los enanitos trabajar en el adornado de un gigantesco pino.
-Hay dulces y juguetes…-susurro la poderosa Titania mientras veía a los pequeños duendes repartirse dulces como si fuera su "hora del almuerzo".
-¡Hay malditos enanos!—Dijo Gajeel de lo más sorprendido mientras uno de los duendes, uno pequeño con cara de anciano amargado y un puro encendido en la boca le miraba, su ojo derecho estaba entrecerrado mientras le veía.
-¡¿A quién le llamas enano?! ¡Somos duendes lagartija de mala monta! ¡Duendes! ¡¿Nos ves con barbas estúpidas y buscando oro en minas?!—El violento enano saco de sus casillas al Dragón Slayer de hierro que fue detenido por su líder pelirroja.
-Todo esto significa una sola cosa…-dijo un muy serio Natsu mientras veía al anciano que acababa de ver unos minutos atrás, le apunto rápidamente con su dedo índice mientras Happy aún no se creía lo que veía.
-¡Tú eres el conejo de pascua!
Y con eso, los otros tres magos de Fairy Tail se preguntaron seriamente si a Natsu lo había dejado Igneel caer de cabeza de chiquito….múltiples veces.
