Problemas en Nunca Jamás

Veía a mis hermanos John y Michael dormir tranquilos, no estaban como yo, queriendo ver a Peter, un gran amigo y lo extrañaba. Mi único deseo era verlo.

¡Ni se imaginan lo que me pasó justo después de pensarlo!

Vi a Peter acercándose a mi ventana por entre las nubes y es aquí donde empieza mi historia.

-Wendy, Wendy, despierta soy yo. Peter.

-¡Peter!

-Wendy, no hagas ruido, Quero que vengas conmigo. ¿Estas dispuesta?

Wendy solo titubeó un poco. Pero al ver los emocionados ojos de su amigo no se pudo negar.

-Esta bien, vamos Peter.

Con un poco de polvos de hadita pude volar, al igual que la primera vez. Me sentía tan bien de nuevo junto a Peter y feliz de volver a ver a Tink, sentía que muchas aventuras estaban por venir.

Volamos por la segunda estrella a la derecha y todo seguido hasta el amanecer.

Luego de pasar un mar de nubes, pude divisar nuevamente la tierra de nunca jamás.

-Hogar dulce hogar-Exclamó Peter con felicidad.

-¿Peter, porque no quisiste traer a John y a Michael?

-¿Alguien se tiene que quedar con los niños perdidos en Londres no crees?

-Si, tiene razón, ¿bueno y que hacemos?

-Te quería presentar a unas amigas.

-¿¡Amigas!?

-Si, amigas, te agradaran, no te preocupes Wendy.-Dijo Peter sin captar los celos de Wendy tan poco disimulados.

-¿Y que tipo de amigas?

-Hadas. Como Tink.

-¿Cómo Tink? … Que alivio… -Dijo Wendy irónicamente sabiendo que la personalidad de Tink no era la mejor de todas.

Peter no respondió, ya que pensó que era un cumplido hacia Tink, Ellos volaban por el frondoso Bosque de nunca jamás recorriendo , hasta que llegaron a un inmenso arce (un tipo de árbol) lleno de casitas muy pequeñitas con diferentes formas y muy coloridas.

-Wendy, ¡Bienvenida a la Casa del Árbol!

-Que lugar mas maravilloso -Exclamó Wendy.

-Si, si que lo es. Este es el hogar de muchas hadas, pero solo conocerás a mis amigas. Ahora nos debemos dirigir a la casita de Bess.

-¿Bess?

-Si, Bess, es un hada. Y están todas sus amigas viendo una de sus pinturas, ya sabes, Bess es muy hábil con la pintura.

-¡Oh claro! –Dijo Wendy poco entusiasmada. – Vamos, que me muero de ganas.