Las coincidencias no existen

El final de la primavera estaba a la vuelta de la esquina, ya había una sensación térmica bastante alta, y ahí en el estudio de Tsukino productions se encontraban Six Gravity y Procellarum esperando a sus respectivos managers para recibir una noticia sorpresa. Habían sido levantados de golpe a las 7:00am y la mayoría cabeceaba en los sofá de la sala en la que se encontraban, bueno Arata ya hace rato se había dormido en el hombro de Aoi, quien junto a Haru y Kai eran los más despiertos.

Pasaron dos minutos más cuando Kurotsuki y Tsukishiro entraron con las manos vacías, el primero había abierto la puerta de golpe espabilando a los adormecidos chicos a excepción de uno.

-oye, Arata despierta, Tsukishiro-san esta aquí- el joven representante de Mayo lo levanto de su hombro empujándolo con ambas manos –ya levántate, estas pesado-

-hmm?- Arata abrió los ojos y dio un largo bostezo antes de prestar atención a lo que sucedía –ah, lo siento Tsukishiro-san, Kurotsuki-san-

Ambos mayores suspiraron al unisonó, Kurotsuki los observo bien y comenzó a hablar –chicos, la noticia que les tengo es, algo que en verdad no pensamos que pasaría-

El tono de voz del manager puso nerviosos a todos los chicos –Dai ya deja de asustarlos- le regaño Tsukishiro –Chicos, hemos conseguido que tengan todo el verano de vacaciones, se lo han ganado-

-ya oyeron, tomen sus cosas y vayan a casa, usaremos este tiempo para hacer limpieza en sus respectivos pisos- recalco Kurotsuki

Los chicos agradecieron repetidas veces y salieron a hacer sus maletas para partir a sus casas esa misma tarde, los primeros en irse fueron los protagonistas de esta historia, quienes ya se encontraban en la estación de tren para viajar a Odawara (Na: no recuerdo si en algún cd drama mencionaban donde vivían xD solo recuerdo que son de Kanto).

-Aoi, ¿pasa algo? Te veo muy feliz- preguntaba el de cabello grisáceo a su compañero

Este asintió sonriendo – ¡claro que estoy feliz!, vamos a tener tiempo para pasar juntos Arata, sin tener que estar ocultándonos del resto de Gravi y Procella ¿no estás feliz acaso?-

-ah es por eso, claro que lo estoy pero… ¿Qué dirán nuestros padres? ¿Planeas esconderte de ellos también?- las calmadas palabras de Arata se clavaron en su rubia cabeza ¡no había pensado en sus familias!

Ellos habían empezado a salir hace un mes y medio, (pero como se conocen hace tanto pareciera que llevan muchos años) y no habían dicho nada a nadie, ni siquiera habían pensado en sus padres y hermanos y ahora Aoi y su compañero tenían 2 horas de viaje para pensar en qué hacer.

Estaban sentados en un vagón relativamente vacio a las 5:00pm, Aoi no respondió nunca la pregunta da Arata sobre sus padres, y se encontraba mirando el paisaje a través de la ventana mientras su acompañante soltaba ligeros ronquidos a su lado.

-estoy tan nervioso que me duele el estomago- dijo en un susurro para sí mismo –oye, ¿Qué pasara si no nos dejan estar juntos?- le pregunto a Arata, pues sabía que él lo escucharía

-estaré junto a ti de todas formas Aoi, no dejare que te separen de mí- se acurruco su hombro dispuesto a seguir durmiendo –avísame dos estaciones antes de llegar-

El rubio le sonrió –está bien, aun puedes dormir 45 minutos mas- le beso la frente y continuo disfrutando del paisaje un poco más tranquilo

Al llegar a su estación ambos bajaron, eran las 6:55pm solo debían caminar unos 5 minutos para llegar a la calle donde vivían, decidieron pasar la noche en casa de Arata y así pensar las cosas con calma, la casa de Aoi queda a dos casas de la del representante de Abril así que pasarían a dejar la maleta en casa de este ultimo y luego irían a saludar a casa del rubio.

-¡estoy en casa!-

-¡hijo mío! ¡Aoi-chan!- la Sra. Uduki se abalanzo a abrazarlos a ambos con los ojos llorosos de alegría – ¡que felicidad tenerlos en casa!, ¡Yuka, tu hermano esta aquí!-

La hermana mayor de Arata también abrazo a ambos –los extrañábamos mucho –

-tu padre se está perdiendo todo esto por tomar el turno de noche hoy- reía la señora

-Nosotros también las extrañábamos mamá, Oneechan, pasaremos el verano aquí en casa- la madre del muchacho se veía tan contenta –iremos a casa de Aoi ahora para saludar, el pasara la noche con nosotros hoy-

-está bien cariño, Yuka les llevara la maleta a tu habitación, preparare algo de té y galletas para cuando vuelvan-

Ambos muchachos asintieron y se encaminaron a la residencia Satsuki.

Yuka miro a su madre -¿traían solo una maleta?-

-sabes que ellos comparten todo desde niños, deben estar acostumbrados- le sonrió

Aoi abrió la puerta de su casa y anuncio su llegada – ¡Estoy en casa! -

-¡cariño! ¡Arata-chan!- aquí ocurrió exactamente lo mismo que antes –Chihiro, ¡tu hermano regreso!-

Chihiro bajo las escaleras con la sobrina de Aoi en los brazos, la pequeña Eri de 8 años se emociono al ver a su tío después de tantos meses – ¡tío Aoi! ¡Arata-san!- los abrazo a ambos también

-que gusto verlos muchachos- saludo el hermano mayor de Aoi -¿no traen equipaje?-

-lo hemos dejado en casa de Arata, hoy me quedare allí- respondió con calma

La madre de Aoi soltó una risilla – así son ustedes, están acostumbrados a andar juntos de aquí para allá- les revolvió el cabello -¿Cuánto planean estar en casa?-

-estaremos todo el verano Sra. Satsuki- en eso el celular de Arata comienza a sonar - ¿un mensaje de Yuka? Ah, mi madre invita a la familia Satsuki a almorzar mañana-

-encantada iremos cariño, el padre de Aoi está durmiendo temprano porque trabajo mucho hoy, así que yo le diré que están aquí- la mujer los volvió a abrazar –vayan a casa ahora, la madre de Arata los debe estar esperando para que coman algo-

-nos vemos mañana mamá, Chi-chan, Eri-chan- se despidió el rubio mientras Arata hacia una reverencia a su lado

Ya acomodados en la sala de la casa Uduki, Yuka les trajo el té y las galletas, todo se sentía tan nostálgico, ellos sentados en el suelo comiendo galletas caseras, Aoi estaba muy relajado, poso la vista en Arata un momento y vio su seño fruncido en dirección al té

-Sra. Uduki, ¿puedo usar su cocina?- pregunto el rubio educadamente

La dueña de casa lo observo curiosa –claro que si, siéntete libre de usar lo que gustes-

-¡Gracias!- se levanto del suelo y se metió a la cocina, tomo algunas fresas del refrigerador y se puso manos a la obra, después de unos minutos volvió a la sala –aquí tienes Arata – le entrego una taza con leche de fresa y se sentó nuevamente a su lado encendiendo el televisor

-¡whoa! Gracias Aoi – le sonrió ligeramente como siempre

-hijo mío, ¿aun te gusta beber leche de fresa como los niños?- la mayor no podía creer que su hijo mantuviera sus viejos gustos desde el jardín de niños

-mi hermano siempre será un niño- agrego Yuka riendo –pero Aoi-chan sabe cómo lidiar con el-

Después de un rato ambos subieron a tomar un baño, Aoi estaba lavándole el cabello a Arata sentados dentro de la tina en un silencio cómodo –tu madre y tu hermana no parecen haber notado nada extraño entre nosotros-

-Aoi, mi madre está acostumbrada a vernos juntos al igual que la tuya, no sospecharan nada- se encogió de hombros –pero, me sorprende que Yuka no haya dicho nada al respecto, a ella no se le suele escapar nada-

Y tal como decía, en ese momento ella se encontraba pasando fuera del baño y se detuvo al escuchar dos voces, aunque no alcanzo a oír la conversación -¿se están bañando juntos?- fue a mirar a la habitación para confirmar –aquí hay algo extraño-

Salieron del cuarto de baño con sus respectivos pijamas, Arata con una camiseta negra, short naranja y Aoi con una camiseta blanca y shorts azul cielo. Entraron a la habitación de Arata y se recostaron en la cama, estaban agotados por el viaje, no era primera vez que compartían cama, ya lo habían hecho a escondidas del resto de Gravi, pero la diferencia es que aquí estaban tranquilos.

Aoi se adueño del lado de la pared ya que dice sentirse seguro entre esta y Arata, y al dueño de la cama le daba igual con tal de poder abrazar a su compañero, ahí estaban los dos acurrucados con sus frentes juntas y las manos entrelazadas.

-¿les diremos mañana?- susurro el rubio apegándose un poco más al otro quien asintió en respuesta

-en el almuerzo familiar, les diremos a todos- le apretó un poco la mano –no tengas miedo de sus reacciones, yo estaré ahí para protegerte, mi príncipe-

Algo sonrojado respondió –Gracias Arata, buenas noches-

-Oyasumi, Aoi-

Ambos se dejaron envolver por Morfeo

Fin Capitulo 1

Espero les haya gustado 3 y

Perdónenme si hay muchas faltas ortográficas, llevo mucho sin escribir.