Título: Esperanzas.
Fandom: Naruto.
Parejas / Personajes: Naruto, leve Naruto/Sasuke.
Advertencias: Spoilers hasta el capítulo 233 del manga.
Resumen: La resolución de la pelea más difícil para Naruto.
Rating: PG.
Longitud: 532 palabras.

-o-

Naruto despertó con un dolor increíble recorriéndole todo el cuerpo, sólo para darse cuenta que estaba acostado en una cama del hospital de Konoha. Sus ojos buscaron, aunque le dolía moverse, desesperados por encontrar la mirada oscura del idiota que le había dado tantos problemas. Por saber si había logrado... si no había fallado...

...no estaba.

Se había ido.

Realmente, ido.

Cualquiera que conociera a Naruto habría esperado una reacción diferente a la que tuvo: se quedó quieto, mirando la habitación vacía del hospital con la mirada perdida. Tenía el cuerpo vendado y casi podía sentir cada músculo de su cuerpo quejarse violentamente. No era para menos, había tenido la pelea más difícil de toda su existencia.

La pelea que había acabado con una parte de su vida.

De su alma.

No se movió en un par de horas, su mirada fija en la pared sin importarle en lo absoluto que sentía su estómago quejándose. Si ni la idea de comer ramen lo animaba, supo entonces que eso significaba que estaba muy grave emocionalmente. No había estado así desde que era pequeño, en sus pocos momentos de debilidad, donde nunca pudo entender el porqué del odio de todos los adultos a él. Cuando había pensado que todos ellos deseaban su muerte, y en los que, tras mucho insultarse a sí mismo, no dejó que el dolor volviese a dominarlo así.

Porque Naruto no era pesimista, no era cobarde, no se lamentaba por su vida. Y sin embargo, se sentía miserable y triste. Como si hubiese perdido todo lo que una vez le había importado.

Había sido incapaz de detener a Sasuke.

No había cumplido su promesa a Sakura-chan.

Todo el esfuerzo no había servido para nada. El esfuerzo de Shikamaru, Lee, Neji, Kiba, Chouji y él, había sido en vano. El sacrificio que todos habían hecho, por traer a Sasuke de vuelta, hecho pedazos porque no había sido lo suficientemente fuerte. Naruto supo con dolor que si hubiese podido retener el poder del Nine Tails un poco más, tal vez, habría resistido.

Pero había perdido a Sasuke por su debilidad...

Pronto entró alguien a la habitación, cuando apenas había tenido dos horas de privacidad, y se alegró de que no fuera Sakura.

Era Shikamaru.

Lo vio muy serio, su usual mirada despreocupada y aburrida que siempre tenía estaba desvanecida por una especie de culpable tristeza en su mirada. Naruto le observó sin emoción.

-Naruto, despertaste –apreció lo obvio, para acercarse, y al hacerlo, se sentó en una silla. Naruto recordó cierta escena parecida, tiempo atrás, donde aún había algo de sentido en su vida y su molestia con Sasuke era porque estaba entrenando con Kakashi. -Lo siento...

Ver a alguien como Shikamaru pidiéndole perdón acabó con todas sus esperanzas de que Sasuke no se hubiese ido.

Y aunque pudo haber llorado, a pesar de su orgullo, también entendió otra cosa de golpe.

Estaba vivo.

Sasuke le había dejado vivo...

...eso significaba que había esperanzas, muy leves, de que no era demasiado tarde.

Y aunque sentía el corazón destrozado, su cuerpo matándole, sonrió.

-Aún no es demasiado tarde...

Quería creer que era así.

Que Sasuke podía volver.

Que no lo había perdido...