Los personajes no son míos, pertenecen a Capcom.
Prólogo:
Chris Redfield era un hombre exitoso, uno de los tres vicepresidentes de una enorme empresa tecnológica y con todo el dinero que podrías imaginar. Al igual que sus amigos y compañeros Leon y Jake, debía luchar por conseguir que su jefe, el líder máximo de la compañía, le brindara el puesto que él desocuparía cuando muriera.
Sin embargo, no era tarea fácil. El Sr. Wesker era un hombre frío al que no le importaba nada más que la compañía, el dinero, y sí mismo. Estaba prohibida toda clase de distracción si querían entrar en el visto bueno del jefe, así que todos se esforzaban por mantener la cabeza en el trabajo al menos hasta ascender. Pero la presión, el cansancio y la sed de poder llevarán a cada uno de ellos al borde de la desesperación, y en ese momento aparece justo lo que ellos necesitaban: La distracción. Las tres hermosas distracciones con nombre y apellidos: Jill Valentine, Ada Wong y Sherry Birkin.
Sólo debían rezar para que ni el jefe ni los otros vicepresidentes los descubrieran.
Contiene Aeon, Cleve, Valenfield y Shake.
Capítulo 1:
-...y Chris, tú debes asegurarte de que la base de datos esté perfectamente para mañana a primera hora, si veo una falla habrá problemas - Dijo mi jefe mirándome desde el otro lado de la mesa de caoba - No podemos darnos el lujo de perder a este cliente, nos traerá millones si hacemos todo bien.-
-De acuerdo - Respondí inseguro, eran ya las 8 p.m y recién jueves, a esta altura debía comprar diez litros de café diarios para mantenerme lúcido.
-¡Perfecto! Ahora pónganse a trabajar holgazanes, un minuto menos de trabajo es un minuto menos de ganancia para la empresa.- Sonrió a toda la gente que se encontraba en la junta con esa sonrisa maligna que siempre tenía y salió caminando tranquilamente con las manos en los bolsillos de su traje hecho a medida.
Los demás se dirigieron a sus puestos y cuchicheaban en voz baja acerca de cuánto odiaban a Albert Wesker.
-Oye Chris, ¿te encuentras bien?- Dijo poniéndome una mano en el hombro.
-Sí Leon, solo un poco cansado eso es todo.-
-¿No has dormido bien?-
-No he dormido nada desde el lunes.-
-Seguramente estuvo en el "Black Pearl" toda la noche.- Bromeó Jake mientras se acercaba.
El Black Pearl era un lugar donde iban todos los hombres despechados a buscar una noche de consuelo con mujeres que a cambio de unos pocos dólares hacían lo que pidieras sin pensárselo dos veces.
-No soy tú, Jake.- Me reí mientras él también lo hacía.
-Yo no necesito esas cosas.-
-No te hagas el puro Muller.- Dijo Leon riendo.
-¿Qué tanto parloteo oigo aquí? - Habló nuestro jefe detrás de nosotros con su típico rostro que no mostraba expresión alguna.
-Sr. Wesker, sólo estábamos charlando con Chris acerca de este nuevo cliente que piensa invertir en nosotros.- Mintió Leon.
-En ese caso...- Se ablandó el jefe -...es un hombre muy poderoso, dueño de más de cincuenta casinos en Las Vegas y nos quiere para asegurar todos sus casinos y su bóveda privada.-
Cuando Jake iba a hablar, la secretaria llamó.
-Señor, está el señor Nivans en la línea de espera. Quiere hablar con usted, parece urgente.-
-Gracias Hunnigan, en seguida voy. Caballeros, pónganse a trabajar.- Dijo y salió de la habitación detrás de su secretaria.
-Bien, ya oyeron al jefe, ¡A trabajar!- Habló Jake, para luego encaminarse a su oficina y cerrar la puerta detrás suyo.
-Chris, ¿estás seguro que quieres quedarte? Puedo cubrirte.-
-Gracias Leon - Dije levantándome - Pero tú ya tienes mucho sobre tu plato y yo también, lo último que quiero es ponerte en un lío a ti. Vamos a trabajar.-
La noche cada vez se hacía más oscura y sólo quedaba mi café de starbucks como compañero de trabajo. Todos se habían ido y s óo quedábamos Jake, Leon, Hunnigan y yo. Todo el edificio estaba desierto y nosotros continuábamos trabajando pasadas las diez de la noche. Varias veces me han dado ganas de demandar a Albert Wesker por explotación a sus empleados, pero luego recuerdo que si lo hago nunca podré obtener el mandato de esta compañía. Mis años de trabajo duro y esfuerzo serán recompensados como se debe si sigo haciendo la santa voluntad del jefe, yo lo sé.
Sin embargo, trabajar aquí es prácticamente toda tu vida. Entrar a las diez de la mañana a trabajar y salir prácticamente a las doce no hacía mi vida muy divertida. No tengo amigos, no tengo novia, mis padres viven en Europa y mi hermana probablemente estará en algún lado de la ciudad viviendo lejos de su ocupado y estresado hermano. Me abandonó luego de dos años viviendo juntos por un idiota que la invitó a vivir con él y ella accedió poniendo como excusa que yo no estaba para cuidar a mi hermana. Lo que no entiende Claire es que ya ha crecido, tiene veinticinco años y aún así se cree una niña. No importa de todos modos, cuando lleve el mando de toda la compañía todo mi esfuerzo tendrá valor. Que suerte que Wesker fue lo suficientemente egoísta e idiota como para no tener siquiera un hijo a quien dejarle su legado.
Unos toques a mi puerta me sacan de mis pensamientos.
-Adelante.-
-Chris, Leon, Hunnigan y yo ya nos vamos, ¿Vienes?-
-Claro, déjame apagar el computador.-
Luego de deshacerme de los cientos de vasos de café en mi escritorio y con el computador apagado salimos del edificio con Jake conversando de cualquier tema.
Al llegar junto a los demás, cada uno tomó su auto y luego de saludarnos nos dirigimos a casa.
Mi apartamento no quedaba tan lejos por lo que anduve despacio ya que conducir con sueño no era la mejor opción. Encendí la radio y la voz de Axl Rose resonó en todo el auto, manteniéndome así despierto y lúcido con sus chillidos agudos.
Llegué a mi casa y dejé las llaves de mi auto arriba de la mesa. Me duché y comí unas rebanadas de pizza mirando un poco de televisión, cuando mi celular suena. Miro la pantalla y el nombre de mi hermana aparece en ella.
-Hola Claire, creí que te habías olvidado de tu hermano.- Bromeé.
-Hola bobo, ¿Cómo crees que me olvidar a de ti?- La oí reír.
-No lo sé, te fuiste con ese idiota y abandonaste a tu hermano querido.-
-Steve no es idiota, y no te abandoné, eres tú el que tiene la cabeza metida en Union Technologies veinte horas al día.-
-Ya, ya, ¿Para qué me llamabas Claire?- Rodé los ojos.
-Iba a invitarte a cenar el sábado en la noche ¿Qué te parece? llevaré a una amiga, tú deberías llevar a alguien también.-
-No lo sé Claire, el domingo trabajo...-
-¡Oh vamos Chris! - Gruñó mi hermana del otro lado del teléfono - ¿Por qué no disfrutas de la vida mientras puedas en vez de quedarte todo el tiempo como un ermitaño?-
Pensé un momento en lo que me decía Claire y ella tenía un punto. Veintiséis años y mi vida social no podía estar más hundida en la nada.
-De acuerdo, iré. Llevaré a dos personas conmigo.-
-¡Yeiii! - Gritó emocionada - Nos vemos el sábado hermano mayor, y no hagas planes para este sábado o iré a tu casa y cortaré tu cabeza.-
-No lo haré hermana, nos vemos el sábado.-
-Adiós.- Colgó.
-Bien, ahora a convencer a Leon y Jake para que salgan de la cueva el sábado igual que yo.-
¡Hola! Esta es una nueva historia que se me ocurrió ayer en la noche de la nada y me pareció un poco...interesante de escribir.
Además quería hacer una ffic Valenfield así que pensé, ¿Por qué no?
Agradecería que comentaran qué les parece y si les gusta o no, etc. Así sabré si seguir o no :)
Bueno eso, gracias a los que leen, de verdad significa mucho para mí :3
