Te veré en el infierno.

Disclaimer: Advertencia de spoiler para los que no se vieron el manga, quedan e ustedes leerlo. Leve OC, pero vamos, me gusta así haha. Xanxus y Squalo respectivamente en su propio mundo, hoy no hay AU.

Cerró los ojos por auto reflejo, preparado para el impacto, pero no sintió nada. No hubo dolor ni sangre corriendo por su pecho, de hecho no hubo nada. Abrió los ojos y lo que vio le congeló los miembros, tenía un puño a escasos centímetros de su pecho pero el cuerpo del albino se interponía entre él y la mano de Jager. El maldito cretino se habría cruzado en el camino.

Su vista se centró en el puño ensangrentado que colgaba con el cuerpo inerte de Squalo en él. Un dolor por dentro le desgarró un gruñido y sin expresión, entonces el cuerpo laxo del espadachín cayó a un lado y pese a ordenarle levantarse de inmediato, el comandante no se movió.

Tardó demasiado en asimilar los hechos, para entonces ya estaba siendo presa del maldito cretino que acababa de matar al albino. ¿En serio lo había asesinado? Quiso girar y verlo, con la idea de que éste estaría de pie y listo para pelear de nuevo, pero en lugar de eso fue traído a la realidad con un dolor descomunal en su brazo, con la separación de éste de su hombro, cayendo a un lado con la pistola aún sujeta a sus dedos, no tuvo tiempo ni de quejarse porque en ese momento sintió sus rodillas desgarrarse ante su peso. Cayó también, no mucho más lejos de lo que Squalo estaba, se maldijo por tanta debilidad y juntando la poca fuerza que aún le quedaba, con odio, se arrastró hasta el cuerpo inmóvil de cabello largo, necesitaba verlo.

Sin embargo aquello no le reconfortó como creyó, vio sus pestañas blancas rozando sus mejillas y quiso estirarse y acomodar el mechón de cabello que se atravesaba en su rostro. Estiró su mano pero no llegó a tocarlo, las fuerzas lo abandonaron cuando su viste se nubló y fue cuando se dio cuenta que el charco en el que yacía era el de su propia sangre, suya y la del albino, unidas en un pequeño lago en el que ahora descansaban.

Todo terminaba ahí, sólo así. Aunque llevaba más de la mitad de su vida guardada y aún quedaban muchas cosas por decir, cosas que el maldito tiburón debía de saber. En sus últimos lúcidos instantes rezó, pidiendo acabar en el mismo círculo en el infierno que el espadachín, anhelando porque la ira se encontrara al lado de la soberbia.

Aún había muchas cosas por decir. Pero en el infierno se las diría, lo haría.

Notas de autor: En lo personal me destrozó ver como Squalo se sacrificó por Xanxus, así que lo menos que puede hacer éste cretino es sentir pena y morir a su lado, fin. No hay Xanxus si no hay Squalo.