Just a little coward...who was in love
Y lo único que haces al llegar a tu departamento es tirarte en la cama y llorar. Llorar y sentirte patética por estar llorando.
Llorando hasta dormirte, llorando de amargura, llorando llena de dolor, llorando llena de odio...
Llorando por él.
Por él, Gale Hawthorne, por él, al único que has amado, al único que no puedes tener, al único que ya nunca tendrás.
Aunque ahora bien te preguntas si alguna vez tuviste oportunidad de tenerlo.
Y lloras aun más y te sientes más patética aun, hoy, hoy fuiste y desempeñaste el papel de la indiferencia y pusiste una máscara de felicidad, una máscara de felicidad que ocultaba tus lágrimas y tu maquillaje corrido.
Una máscara que solo usarías por él, porque él se estaba casando...con Johanna Manson.
Ella se estaba llevando tus más hermosos y preciados sueños, se llevo tus más anhelados deseos.
Se llevo lo más importante...
El corazón de Gale.
Aquel que tantas noches deseaste tener, aquel que con tanto ahincó has deseado.
Aquel que ya nunca tendrás.
Y miras el techo y empiezas a sollozar porque ni las estrellas te pueden dar consuelo, ya no hay estrellas, ya no las vez.
Ellas te acompañaron cuando lo perdiste todo, ella te acompañaron cuando comenzaste a empezar desde cero, te acompañaron cuando en tu corazón nació la esperanza de poder estar con...con...Gale.
Pero ahora, justo ahora cuando lo has perdido no están...ya no están.
Ahora sabes que estás completamente sola y lloras.
Tomas tu almohada y la pones sobre tu cara para ahogar los gritos de dolor y agonía.
Y piensas en todo menos en él y la nueva Sra. Hawthorne...en ella Johanna.
Porque ni el haberlo esperado tantos años sirvió de algo, porque ni el haber sido un hombro en el que apoyarse cuando perdió a su mejor amiga te hizo ganar su corazón.
Y ella, ella con una sola palabra lo hizo, hizo lo que tú no pudiste, lo que tú no supiste hacer.
Con una maldita palabra ella robo el corazón que por años habías deseado...
Con una maldita palabra ella destrozo tu vida y futuro.
Con una palabra - comienzas a susurra mientras metes antidepresivos en tu boca - Johanna Hawthorne me condeno a muerte.
Y entonces cierras los ojos, y ves el futuro que era tuyo, aquel que se escurrió como agua entre tus dedos y sonríes...mientras los latidos de tu corazón se hacen más lentos.
