Fui sellada tres veces, la primera fui traicionada por aquellos que me ayudaron a llegar a este mundo, fui invocada por cultistas al servicio del faraón Sekhen, en un ritual muy particular, la mujer en la que se convertiría en mi madre fue ofrecida como sacrificio para que sirviera como portal y posteriormente contenedor de la semilla de mi padre, Nyarlatotep.
Seré franca, no tuve el gusto de ser criada por mi madre porque mis hermanos y yo salimos abriéndonos paso entre sus entrañas rompiendo su vientre y estómago, no es una forma glamorosa de nacer pero eso es lo que pasa si mi padre o un miembro de mi especie siembra su semilla en un mortal cualquiera.
Durante ese tiempo jugamos el juego del poder, traiciones, espionaje y demás cosas que son las intrigas durante más de cuatrocientos años hasta que el faraón Semerjet nos traiciono, sus sacerdotes nos sellaron usando el sello R'lyeh sobre mí y mis hermanos en la necrópolis de Abidos.
Estuve en un sueño profundo por más de setecientos años, un día sin más un anubis enfundados en las ropas de un faraón me despertó, era el actual regente de Egipto y me llamo porque quería deshacerse de sus competidores. Se me hizo extraño que un anubis fuese un faraón, aunque quien era yo para juzgar a la persona que me libero.
Me entere que este anubis se hizo era el sumo sacerdote y que al casarse con la hija mayor del antiguo faraón tomo el título, ya que su predecesor solo tuvo hijas. Al ser un anubis tenía acceso a los antiguos rituales oscuros e información sobre mi especie. Su misión para mí y mis hermanos era cuidar de sus hijos, a mí me toco cuidar de la pequeña Nitocris
Contrario a lo que se pensaba, Nitocris era una anubis y no un ser humano, pero era una mujer de gran belleza, cabello largo de color purpura, ojos purpuras, mejillas chapeadas, rasgos finos y un carácter demasiado adorable, muy pura y buena. Sería una criatura del caos, pero deseaba protegerla, fuimos amigas muy íntimas e inseparables, pero conforme crecía la dulce niña que tenía a mi cuidado, me di cuenta que la pequeña y dulce anubis tenía un carácter peculiar.
Mi encomienda era proteger a la princesa Nitocris, pero no pude evitar encariñarme de la pequeña, no solo fui su guardián, sino también su compañera de juegos, nos hicimos grandes amigas las dos.
Que le tuviera afecto a un mortal era extraño entre los míos, yo era la dama de compañía de Nitocris y siempre estaba ahí para protegerla, las cosas que hicimos las dos, desde travesuras hasta descubrir estratagemas. Eran tiempos de intrigas, por lo que tuve que hacer de Nitocris alguien capaz de aguantar algún evento desafortunado, entre una de estas prácticas era ver que tanto podía estar cuerda viendo mi verdadero ser, debo decir que ella era muy testaruda y me daba miedo que se perdiera su mente, la verdad la apreciaba mucho.
Siempre estuvimos al servicio del faraón que era el padre de Nitocris. Pero la traición vino un día en el que padre de Nitocris fue asesinado, era obvio que la nobleza era culpable, eran todos humanos y la familia de faraón eran de la raza de los anubis. Esto causo un revuelo en la familia real, la siempre sonriente y dulce Nitocris cambio.
Mis hermanos y yo pese a ser herramientas recibíamos un buen trato de la familia real, esa traición de los nobles no quedaría impune, queríamos a los culpables pero debíamos restituir el poder junto a los demás miembros de la familia real.
El hermano mayor de Nitocris la tomo como esposa para así coronarse faraón, era la costumbre en esos tiempos que entre hermanos y primos de la realeza se casaran entre ellos para mantener la pureza del linaje.
En ese entonces no ubicábamos a los culpables, pero era más importante coronar al faraón en turno, el sumo sacerdote que caso a los hermanos era el traidor y estaba justo enfrente de nuestras narices, el luego de la boda nos adormeció con una toxina que solo nos afecta a nosotros temporalmente.
Me sellaron en una urna usando el mismo sello para que no fuésemos un estorbo en las disputas de poder, algunos nobles no podían aceptar que un anubis los gobernara y nosotros los hijos del caos reptante éramos su mayor obstáculo. No sé cuánto tiempo con exactitud estuve ahí encerrada hasta que sucedió aquel incidente en la ciudad de Alejandría.
Recuerdo cuando alguien me saco de esa horrenda urna, yo estaba molesta furiosa, quería la cabeza de aquellos que me sellaron, la urna en donde estaba se rompió y vi a una chica temerosa que no me había notado, tenía miedo y escapaba de alguien. No estaba en medio de un ritual y ni había cultistas o sacerdotes, así que llegue a la conclusión de que aquella joven me libero accidentalmente y que estaba escapando de aquellos que la perseguían, ella me libero y algo que no soy es ser malagradecida.
Estaba enojada, frustrada y sobre todo triste, la chica estaba escapando de unos hombres armados, yo en mi forma nebulosa fui confundida por polvo y eso lo aproveche, tenía ganas de desahogarme y eso hice con los perseguidores de mi libertadora, los asuste y luego los mate de forma creativa.
La verdad fui muy creativa, eran como cinco hombres, cuatro de ellos se quedaron mudos ante mi presencia, lo más gracioso es que el que parecía ser el líder grito como una niña pequeña, después de azotarlos y clavarles sus propias armas por un buen rato en la oscuridad que se formó cuando se les cayeron sus antorchas. Debo decir que describirte lo que les hizo a esas pobres almas les daría pesadillas a un humano ordinario.
El que pueda vivir de forma indefinida no quita el hecho de que extrañe a mi querida amiga, estaba tan furiosa de haber confiado en esos bastardos que me sellaron y no poder matarlos yo misma, fue ahí cuando sentí la presencia de esa chica, ella vio parte de mi verdadero ser y no enloqueció, me temía pero noto que estaba asustada, solo vio en mí una criatura que por alguna razón estaba encerrada y enojada.
Cuando pude ubicarla bien con la vista note que ella no había visto todo mi ser, tome la forma humana que siempre use cuando era joven, la misma que use cuando presencie la boda de Nitocris, no quería asustar a esa joven chica.
-Gracias por liberarme de mi prisión, humana. Por eso te devolví el favor salvándote, veo que nadie está aquí más que nosotras, debes ser muy importante para que no quisieran testigos.-
Aquella joven mujer temblaba de miedo, no la culpo. Ella vio como cambiaba de forma y en su pequeña mente mortal debía estar hecha lio.
-No tengas miedo de mí, no te hare daño. Tú me liberaste de mi prisión así que te devuelvo el favor.-
Le hable en tono soberbio a la chica, paso unos momentos viéndome, de hecho me miro toda la noche y estuvo inmóvil. Pensé que yo había sido demasiado para su joven mente y que se había vuelto loca… pero me equivoque, aquella joven mujer se armó de valor y acerco a mí con miedo.
Uno de mis hermanos mayores me era el verdadero valor y este es hacerle frente al miedo aun siendo víctima de el sin ser controlado por este.
-¿Qué… eres…tú…?-
Si estaba muerta de miedo y aun así tuvo el valor de acercarse esa chica. Eso se ganó mi respeto.
-Mi nombre es Nya… soy la semilla del caos reptante, el dios sin rostro, el faraón negro… ¡Nyarlatotep!-
Cuando me presente me eleve por encima de ella usando mis cabellos y empezándolos agitar como si fuesen tentáculos, debo decir que ser teatral es parte de mi personalidad y no puedo evitarlo. Así con esa teatralidad le pregunte a aquella chica.
-¿Cuál es el nombre de mi libertadora?-
-Cleopatra.-
Ella me dijo que escapaba de los asesinos que mando su hermano, cuando me explico todo no pude evitar reírme con semejante movida para conservar el poder. Debo decir que casarse con su hermano de diez años no fue lo más inteligente, especialmente cuando el mocoso era muy ambicioso o bien pudo ser manipulado por un consejero.
Como ella me había liberado y le propuse un trato en el que ambas nos beneficiaríamos, Cleopatra me daba su alma en pago y yo sería su fiel sirviente hasta que llegara el momento de cobrar el pago, Cleopatra lo medito por unos momentos y al final acepto, tenía muchos problemas y temía que Roma hiciera de Egipto una de sus provincias, al final estábamos de acuerdo en algo, que ambas amábamos a Egipto.
La reina actual, aquella chica que me libero, no era más que una joven sin la experiencia para lidiar con los problemas que la estaban acarreando.
Por lo que formamos una alianza y decidimos salir del país para ponerla a salvo, nos fuimos a Siria a refugiarnos, en el viaje me puse al corriente del tiempo que eh perdido y de los cambios que a sufrido mi tierra, no fue muy de mi agrado que alguien de ascendencia griega fuese la actual regente de Egipto, pero pese a los cambios mi hermoso país seguía manteniendo su encanto.
Los bastec seguían siendo tan buenos trabajadores como los recuerdo, las horus habían perdido parte de su poder pero aún seguían siendo respetadas, los hombres león seguían siendo la elite militar, las serkets ya no formaban el grueso de la milicia pues ahora se veían mas siendo ciudadanas comunes, las esfinges y los anubis seguían en puestos religiosos aunque ya no tenían el mismo poder antaño.
Pese a los cambios mi amado Egipto seguía siendo el mismo de mis recuerdos.
Mientras estábamos en Siria nos pusimos al corriente de lo que pasaba en Egipto, las cosas no eran para menos, Tolomeo el hermano de la reina tuvo la brillante idea traicionar a un antiguo aliado de su padre, Pompeyo.
Al mocoso se le hizo fácil matarlo y enviar su cabeza a Roma como ofrenda de paz. ¿Motivos? Pompeyo tenía una disputa con un viejo aliado suyo y Roma le estaba dando caza porque fallo en hacerse del poder, era obvio que era una pésima idea.
A una potencia militar no le mandas la cabeza de un traidor suyo como ofrenda de paz, nunca sabes cómo podría reaccionar. Lo ideal es entregar al traidor vivo y entero para que sus compatriotas lo juzguen como se debe. ¿Qué puedes esperar de un mocoso cuya familia practica la endogamia?
Por suerte mi amiga la reina no tenía el mismo nivel mental de su hermano y esposo, ella sabía que Roma no se tomaría bien este acto, así que tuvimos que preparar nuestro movimiento para recuperar a Egipto.
Pero había un pequeño problema el cual era volver a Alejandría la capital de Egipto, los soldados de Tolomeo tenían la orden de matarla apenas se apareciera, entrar ahí sería complicado.
El otro problema era Julio Cesar, el cual era gobernante de Roma y que se encontraba ahí por el asunto de Pompeyo. Julio Cesar se encontraba en el palacio y debíamos conseguir hacer una alianza con este. Mi amiga se las ingenió para saber cómo era este Julio Cesar por medio de sus contactos.
Lo que descubrió mi amiga es que Julio Cesar era alguien que era un jugador arriesgado, el tipo de persona que le gusta la genta que hace cosas temerarias así que ella forjo un plan. Como puedo cambiar de forma a voluntad y entremezclarme con la gente, mi amiga me mando a comprar una alfombra tan grande en la que ella pudiera enrollarse, eso a mí me pareció la petición más tonta que me habían pedido alguna vez según mi memoria.
Una vez que encontré la dichosa alfombra vino la idea y debo decir que era muy descabellada y sobre todo arriesgada. Ella se envolvería en la dichosa alfombra, una vez bien envuelta yo entraría disfrazada de un recadero de algún comerciante de la ciudad el cual le llevaría un presente Julio Cesar que no era más que mi amiga envuelta.
Le dije que era una tontería y un suicidio, pero ella tenía fe de que funcionaria y que todo saldría bien. Al final resulto.
Tome la forma de un típico esclavo de algún mercader y entre al palacio con mi amiga enrollada. Fue demasiado fácil para ser honesta, pues muchos nobles y gente de dinero mando presentes a Julio Cesar para que no atacar Alejandría. No sabía si teníamos mucha suerte o que los guardias era muy negligentes.
Ahí me encontré delante de Julio Cesar.
-¿Otro presente? ¿Quién lo envía?-
Me pregunto Julio Cesar a lo respondí en forma de esclavo, aun me acuerdo la ronca voz que ize en mi actuación de aquel día.
-Mi amo le manda este presente. Una alfombra tejida por nuestros mejores artesanos mi señor.-
-¿Una alfombra? Eso es nuevo, me ofrendaron muchas telas finas y demás artesanías de oro y plata. Desenróllala, quiero ver la calidad de los artesanos de estas tierras.-
Ese era el momento, desenrolle la alfombra delante del gobernante de Roma y fue ahí cuando hizo acto de presencia mi amiga delante de Cesar, fue un momento muy incómodo para mi pues ver al hombre sorprendido y callado.
Pese al estoismo de mi disfraz yo estaba en modo alerta y lista para cualquier cosa que pudiese acontecer.
-¿Quién eres y porque estás aquí mujer?-
Después de esos momentos tensos Cesar hablo y exigía saber la identidad de mi amiga, esta apenas se levantó y con una reverencia se presentó.
-Soy Cleopatra VII Thea Filopátor, reina de Egipto.-
Pov del narrador.
Nya fue interrumpida por el sonido de un timbre, una mujer que estaba frente a ella se para.
-Esa debe ser la comida que encargue, ahora regreso.-
Nya ve como aquella mujer de cabello negro dirigirse hacia la entrada de la casa, la hija del caos reptante mira detenidamente la casa en la que se encontraba, era tan diferente esa morada a las que vio en sus tiempos.
Noto que todo era más limpio que en esos tiempos, la hija del caos reptante se sentía bastante cómoda ante lo pulcro de aquella casa en comparación a las viviendas de sus recuerdos. Transforma varios de sus cabellos en manos y empiezan a pasar los dedos de dichas manos por todas las superficies posibles.
La cambiaformas noto que la suciedad en el lugar era mínima, ella noto que en esa parte del mundo la humanidad ha avanzado bastante. Como hija del caos reptante ella posee el conocimiento de que hubieron otras civilizaciones más avanzadas en la tierra antes que los humanos y que hay otras civilizaciones fuera del planeta, comparada la humanidad con estos conocimientos previos dicen que ah avanzado bien en los últimos milenios.
-Aquí está la comida. No puedo creer que hayas arrasado con mi despensa… bueno no había mucha comida y estaba algo desierta la nevera y la alacena. Pero en fin, todo ser de tu calibre merece lo mejor que mi billetera pueda conseguir.-
La mujer de cabellos negros pone cuatro cajas que al abrirla mostro un montón de pollo frito. La hija del caos reptante identifica que es pollo, pero nunca lo había visto preparado así.
-¿Qué clase de platillo es este? Es pollo claramente.-
-Es pollo frito, una especie de comida rápida, también hay un pan llamado bísquet, pure de papas y ensalada de col para acompañar… ah y gaseosas para beber.-
Kuroko pone una botella de cola de una reconocida marca, la oriunda de Egipto arquea una de sus cejas al ver la negra bebida, puesto empezó a sospechar de esta.
-¿Eso no es veneno?-
Pregunto desconfiada, pues en el pasado ya había visto menjurjes del mismo color y características a lo que responde Smith sonriendo.
-Sí, pero a largo plazo.-
Sin perder tiempo abre la botella y se escucha el típico sonido del aire escapando de esta mientras se sirve en un vaso que tenía por ahí a la mano bebiendo el refresco delante de la cambia formas.
-Dulce veneno, delicioso tormento. Solo es peligroso a muy largo plazo, como la cerveza y otros licores.-
-Está bien.-
Ambas se sientan a degustar la comida, la cambia formas le agarro el gusto a las tiritas de pechuga que había en una de las cajas y los aderezos para acompañar el pollo. La hija del caos reptante se mostraba feliz, pues aquella hambre que sentía era saciada, tal vez no tenía conciencia de cuando tiempo estuvo encerrada, pero la sensación de hambre era constante y el hecho de comer algo con más sustancia que aquellos fideos en baso de plástico le hacía feliz. Comía carne, pan y algunas verduras, no sería un banquete tan sofisticado pero le satisfacía.
-Me por lo que me contaste antes… fuiste alguien que estuviste en muchos puntos importantes de Egipto, pero me llamo la atención que conociste a la reina Cleopatra. ¿Me podrías contar más de ella?-
La cambia formas mastica su comida con calma, luego de pasarla y beber algo de soda le contesta a la pelinegra agente del gobierno japonés.
-Te contaría, pero debes saber que es también información personal mía, el pago por dicha información requiere un intercambio equivalente, la primera muestra es gratis pero tendrás que pagar con algo del mismo valor Kuroko…-
La sensación de que si estuviera delante de una especie de yakusa era más que obvia, la cambiaformas solo hablara si le da algo que valga igual que esa información, aunque no tiene idea de que podría valer dicha información.
-¿Cuál es el precio Nya?-
-Tu propia historia, si vamos a trabajar juntas debemos conocernos mejor. Tu me cuentas tu historia, yo cuento la mía. Un precio justo. ¿No crees?-
Kuroko pensó que le pediría algo extraño pero considera que es un precio razonable.
-¿Por dónde empiezo?-
Pregunto Smith a la cambiaformas la cual toma un bísquet de forma juguetona con sus cabellos, como si de un tentáculo se tratara.
-Empecemos por tu infancia… creo que necesitaremos un poco de licor para ponernos en ambiente.-
Kuroko sonríe y se para rumbo a su refrigerador, recordaba que tenía un six de cerveza en el refrigerador, sabía que sería una larga noche.
Notas de paradoja.
Este es una posible interpretación de cómo pudieron haberse conocido Doppel y Kuroko Smith. Es en si una visión muy personal de cómo se hubieron conocido estas dos y de paso de cómo se formara el escuadrón MON.
Tengo planeado poner enfacis al pasado de estas y como se ira reclutando a las integrantes de MON. Claro que este episodio contara sus orígenes, pero de momento serán Doppel y Smith, ya que las tenia en la mira.
Aparte estudiar el lore de Lovecraf y la historia egipcia será un poco duro. Me meti en una camisa de once varas como se diría en aquí en Mexicalpan de la tuna. XD.
Espero sus opiniones y criticas ( no me den con chancla por favor)
