DECLARAR QUE LOS PERSONAJES NO ME PRETENECEN Y QUE SON DE PROPIEDAD DE S. MEYER, Y DECIR QUE LA TRAMA SI ES MIA.
Historia llena de líos pero sobre todo amor en donde encontraremos a una Bella luchadora y un Edward protector que tendrá que ocultar el gran secreto de ambos…
Chapter 1:
Los rayos del sol se colaban a través de las ventanas y yo me removí ya que me estaba quedando ciega, y al girarme me encontré con una personita de ojos chocolate observándome. Me levante de la cama y le pregunte:
— Hola cariño, ¿Qué haces aquí? — Pregunte al niño que tenía enfrente, el cual no lo dudo y corrió hacia mí con su sonrisa perfecta.
— Ta-ta— dijo el bebé y yo le observe atónita… Era la primera palabra que pronunciaba.
— ¿Qué dijiste? — Pregunte con lágrimas en los ojos. Pero lo que más me sorprendió fue que me señalara y dijera:
— T…tuu… tata— Sin avisos le cogí en brazos, aunque me costó un poco, y le empecé a llenar de besos sonoros que sabía que tanto le gustaban.
Pero pronto le tuve que dejar en el suelo ya que no podía con él, había crecido mucho en estos tres últimos meses.
De repente desde la otra habitación una voz maternal decir
—Alec ven con mamá— y el pequeño salió corriendo de mi habitación a buscar a Renée, que cuando le vio le dijo muy tiernamente
— ¿Ya has despertado a tu hermana Bella, bichejo? — y le empezó a hacer cosquillas. Su risa sonó en toda la casa causando que yo y mi madre riéramos, porque si ella era mi madre y él mi hermanito pequeño…
Me senté en la cama con una sonrisa en la cara recordando cuando me entere de la noticia de la llegad de mi nuevo hermanito
Flash Back:
Hace un año.
Estaba como cualquier jueves por la tarde-noche tumbada encima de mi gran cama leyendo mi libro favorito, Cumbres Borrascosas cuando alguien me llamó.
— ¡Bella! — me llamó Renée desde la parte baja de las escaleras.
— Voy— respondí con voz cansada, deje el libro encima de la cama y salí en dirección a las escaleras.
Cuando llegue a la plata de abaja me quede sorprendida.
— Hola hija — dijo Charlie con una sonrisa que demostraba nerviosismo.
¿Pero que hacia mi padre en casa?, él y Renée se separaron cuando yo tenía 8 años aunque siempre se habían llevado bien.
— Hola— un tanto sorprendida, algo no estaba bien.
En esto íbamos dirección al salón, cuando entramos pasaron unos minutos en un amargo silencio hasta que Renée se dignó a hablar.
— Bien sentémonos — en esto apunto a uno de los sofás de salón.
Ellos se sentaron juntos en uno mientras que yo me senté justo en el de enfrente a ellos. De un momento a otro Charlie comenzó a frotarse las manos con nerviosismo y dijo.
— Veras hija— su voz denotaba nerviosismo, a lo que Renée le tomo las manos con fuerza, en señal de confianza para que continuara— Pues tu madre y yo queremos darte una noticia —
Se produjo un silencio que mamá, tan alocada como siempre, soltó.
— Tu padre y yo estamos saliendo y vamos a tener un bebé—
Mi cara debió de ser un poema porque los dos se preocuparon al instante.
Fin del Flash Back.
Me dirigí al baño como todos los días y me di una ducha, lo que hizo que empezara el día con energías renovadas. Llegue al armario y le abrí con la esperanza de ver algo que fuera especial para el día de hoy.
Por suerte encontré lo que estaba buscando, un preciosos vestido azul claro de tirantes, ya que estábamos en verano y hacia demasiado calor, y me llegaba un poco más arriba de las rodillas, me lo puse haciendo un gran esfuerzo, y encontré unas manoletinas negras que me regalo Alice hace unos días y no dude en ponérmelas.
Después, me pinte la raya del ojo y me quedé observando mi reflejo en el espejo, como llevaba haciendo ya unos cuantos meses, y empecé a sonreír porque mi madre me estaba mirando recostada en el marco de la puerta.
— Buenos días princesa— se acercó con una gran sonrisa en los labios.
— Buenos días ma— respondí contestando a su brillante sonrisa.
— Veo que estas tan guapa como siempre, pero te noto diferente— comenzó con su juego, al cual solo pude responderle esbozando una gran sonrisa. — Es como si fueras más mayor— murmuró.
—¡Claro, no todos los días se cumplen 18 años! — le seguí el juego.
— ¡Es verdad!, ¡Feliz cumpleaños hija!— exclamo demasiado alegre, yo solo pude poner los ojos en blanco y eso trajo que las dos comenzáramos a reír como locas.
Pero todo fue interrumpido porque me lleve un sobresalto a lo que Renée se acercó a mi algo asustada.
— Parece que está enfadado porque no le saludaste — le dije a mi madre con una sonrisa, a lo que ella se agachó a la altura de mi tripa.
— Buenos días nietecito, hoy estas revoltoso ¿no?— dijo depositando una gran beso en mi tripa de 8 meses y el bebé le respondió dando una patadita, lo que hizo a Renée se le saltaran las lágrimas de la emoción.
Yo iba a contestarla, pero de un momento a otro la puerta de mi habitación se abrió.
— A ver ¡¿Dónde está la mamá cumpleañera que yo la vea?— chilló…
No ella no…
BUENO ES MI PRIMERA HISTORIA Y ESPERO QUE OS GUSTE BESOS! CELES! :D
