CONOCIENDOTE

Hola a todos, este es el primer fic que escribo de Harry Potter :D


Primeras Citas

¿Por qué había aceptado?

Ni ella misma lo sabía. Había actuado sin pensar y debía atenerse a las consecuencias le gustaran o no.

Y es que, realmente no lo entendía… ¿Qué rayos había ocurrido para que ella dijera "si" a la propuesta número 10129476038… (el número realmente no importa) de James-te-fastidio-la-vida-Potter?

Tal vez su maldita y condenada insistencia… definitivamente no había sido su sonrisa… o tal vez para desilusionarlo de una buena vez… o quizá, por el sentimiento de soledad que hacía semanas (desde que había comenzado su séptimo curso mejor dicho) la invadía.

Ella tenía amigos, muchos… pero tal parecía que todos y cada uno tenía mejores cosas que hacer que estar con ella. Todas sus amigas tenían novios y todos sus amigos eran novios de sus amigas… tal parecía ser que todos tenían a alguien, excepto ella.

Aquella tarde, acorralada entre la soledad y Potter, había elegido…

Flash back…

-Oye Lily…

-Evans.

-Soy James en realidad, se me ocurrió una grandiosísima idea para el sábado – le dijo entusiasmados – tú, yo, el calamar gigante y la casa de los gritos, ¿qué dices?

-Lo siento Potter, realmente me gustaría ver lo que haces con el calamar gigante en la casa de los gritos, pero tengo muchas cosas importantes que hacer – le espetó fastidiada.

-Bueno, bueno, no tiene que ser la casa de los gritos obligatoriamente – siguió el moreno – pero tenemos que llevar al calamar, le prometí que lo llevaría para corroborar nuestra primera cita, aún cree imposible que salgas conmigo.

-No sé quién saldrá más desilusionado, tú o él – le espetó dispuesta a salir de la sala común, la mano fuerte pero a la vez delicada de James se lo impidió, volteó a verlo directo a los ojos.

-Vamos, no te hará mal salir un poco, hace tiempo que no lo haces – le dijo con un semblante extrañamente serio – también tú, prefecta perfecta pelirroja, necesitas hablar con alguien de vez en cuando, no puedes pasarte toda la vida encerrada aquí y sola.

-… – Lily pareció pensárselo hacia mucho que no salía a despejarse y eso parecía saberlo bien el chico frente a ella, aparte si aceptaba y le demostraba a James que ella realmente no era la chica que él creía, no volvería a recibir nunca más otra de sus molestas invitaciones – vale, pero el calamar gigante se queda en el lago.

Y por primera vez en su vida, James Potter se sintió aturdido y estúpidamente asustado, sus manos temblaron y los ojos casi se desbordan de sus cuencas, ni siquiera la primera vez que acompañaron a Lunático en luna llena sintió tanto miedo. Al fin Lily Evans, la chica de sus sueños había aceptado salir con él… ¿qué rayos iba a hacer? Y más importante aún, ¿cómo le diría al calamar gigante que no podría acompañarlos?

Fin flash back…

Y sí, una Evans siempre cumple su palabra. Aquel sábado salió con Potter… pasearon por el pueblo, entraron a las tres escobas, fueron a la dulcería y a la tienda de bromas que no le pareció del todo aterradora una vez dentro, se encontraron con el resto de los merodeadores que los acompañaron un largo rato charlando y riendo (si, créanlo o no, ella riendo con los cuatro bromistas del colegio, ¡incluso con Black!), finalmente fueron solos a un café un poco romanticón donde hablaron un largo rato como ¡gente normal! (¡con el fastidioso de Potter!), de alguna forma u otra se sintió cómoda hablando con él, le contó muchas cosas que hacía rato la fastidiaban y le habló sobre lo mal que la pasaba con todos sus amigos ausentes y James (había dejado de ser Potter hacia un par de horas) la reconfortó.

Imposible, pero cierto.

¿Su mejor cita? Tal vez sí, tal vez no. Pero indiscutiblemente, la mejor compañía. James la hizo reír, enojar, rabiar y volver a sonreír con una naturalidad criminal.

Después de una semana seguía sin poder creérselo.

La gente tampoco se la creía. Evans en compañía de los merodeadores (y sin estar en guerra), porque sí, no solo era James, también estaban Remus, Sirius y Peter, sus nuevos amigos.

-Lily, Lily, Lily, Lily – llegó corriendo James.

-¿Qué? – preguntó fingiendo molestia.

-Vamos con el calamar, vamos con el calamar, vamos con el calamar – rogó James – sigue sin creerme.

-No iré a decirle al calamar que salí contigo – lo cortó – yo sigo sin creerlo.

-Es por que fue como un sueño – le dijo exagerada y encantadoramente – y para comprobártelo, salgamos este fin de semana.

Lily rodó los ojos y siguió su camino. James sonrió ante la no negativa de la pelirroja, se apresuró a darle alcance.

-Tan solo dile que si salimos – insistió – ya no me deja picarle los tentáculos como antes.

-Olvídalo James.

-Anda, anda, anda, anda – rogó con ojos de cachorro herido – por mí ¿sí?

Esa tarde, Lily se sintió realmente estúpida diciéndole al calamar gigante que efectivamente había salido con James, muy estúpida. Y la susodicha bestia levantó su tentáculo hasta la altura de James, le dio una palmada en la espalda y se sumergió… muy estúpida.

James la vio sonriendo con sinceridad, hasta sus ojos parecían sonreír. Lily bufó y volteó a otro lado evitando que el chico viera su evidente sonrojo.

-No entiendo como no lo entiendes pelirroja – se exasperó Sirius – es moco de troll en una escoba, obviamente desbalancea la dirección de las ramitas.

Iban solos, caminando hacia las mazmorras, la gente a su alrededor los veía sin poder creerlo.

-Entonces no se los pongas – le recomendó Lily.

-Perdí una apuesta – le recordó Sirius – tengo que hacerlo por mi honor de Gryffindor.

-El lema de Gryffindor es valentía, no estupidez.

-Tu solo ayúdame a conseguir el moco de troll pelirroja – le dijo Sirius guiñándole un ojo – rar, ¿ya viste las piernas de esa Ravenclaw?

-No suelo ver las piernas de las chicas – le confesó Lily.

-Pues deberías – siguió Sirius sin dejar de ver a la susodicha – es decir, rar… en seguida te alcanzo – le dijo apresurándose a darle alcance a la chica que torció hacia la derecha.

Evans se limitó a negar con la cabeza, ella bien sabía que Black tenía más hormonas que neuronas.

-¿Dónde está Sirius? – le preguntó James apenas llegó al aula.

-Fue tras una falda.

-Oh – fue su simple respuesta – sobre nuestra próxima cita – dijo apenándose, Lily volteó a verlo tan rápido que alcanzó a escuchar como su cuello tronaba – pensaba en el bosque prohibido.

-¿Qué?

-No nos internaremos mucho, solo un poquito – apresuró a aclarar – hay un claro impresionante, junto al lago, pero tenemos que entrar al bosque.

-Olvídalo.

-Te va a gustar – le aseguró emocionándose – di que sí.

-No.

-Entonces vamos terminando la clase – no era una pregunta – ni siquiera tenemos que dejar las mochilas y descuida, te vez muy sexy con tu uniforme.

Sin poder contenerse, Lily lo abofeteó justo cuando entraba el profesor Slughorn.

-Evans, pensé que ustedes ya estaban saliendo.

-Claro que…

-Sí profesor – se adelantó James, un murmullo circuló por todo el salón – de hecho, tenemos planes para esta tarde, le agradecería enormemente si su clase es más breve de lo normal.

-Pero por supuesto muchacho – el profesor sonreía para horror de Lily – aún recuerdo cuando tenía su edad, había una linda muchacha de la que estaba profundamente enamorado…

Siguió contando su historia hasta que finalizó la clase a la mitad del periodo.

Antes de que pudiera evitarlo, antes siquiera de que pudiera pestañear, Lily era arrastrada (casi literalmente) por ese estúpido pelinegro con anteojos.

-No quiero entrar al bosque – le gritaba por sexta vez.

-Demasiado tarde prefecta perfecta pelirroja, ya entramos – le dijo mostrando su sonrisa de oreja a oreja – descuida, ya casi llegamos – agregó tirando más de su mano cuando ella paró en seco.

Lily se soltó de su agarre.

-Olvídalo – se cruzó de brazos – y ¿por qué le dijiste al profesor Slughorn que estamos saliendo?

-Porque es la verdad – respondió James rápidamente.

-Solo fue una vez.

-Y ahora – agregó Potter.

-Esto no es una cita, estás secuestrándome – le espetó la chica.

-Vamos Lily, no seas así – le dijo el pelinegro tomándola repentinamente de la mano.

La chica sintió un extraño cosquillo recorriendo sus venas. James aprovechó la distracción para terminar de guiarla hasta el claro.

Era una extensión verde no muy grande, la orilla del lago estaba cerca, vista al horizonte y montañas, era un lugar muy agradable.

-James.

-¿Te gusta?, te lo dije – canturreó sentándose bajo un árbol y obligando a Lily a hacer lo mismo – lo encontré en primer año, vengo aquí cuando no quiero que nadie me encuentre, solo Sirius sabe de él… y Remus.

-¿Peter no?

-No, cuando se lo iba a mostrar, corrió a las cocinas, así que…

Guardaron silencio, Lily no sabía que decir y James no quería meter la pata…

-Sabes que Slughorn se lo dirá a todos los profesores, fantasmas, al club.

-¿Te molesta? – le preguntó James – iré a verlo y le diré que mentí.

-Está bien, de cualquier forma el profesor seguirá insistiendo y creará una historia peor.

-Entonces oficialmente estamos saliendo – dijo James extremadamente feliz e intentó rodear el cuello de Lily con el brazo, pero ella le dio un manotazo – oye, esa es forma de tratar al chico que te gusta.

-En primer lugar, oficialmente no estamos saliendo – se había sonrojado involuntariamente – y en segundo lugar, yo nunca eh dicho que me gustas.

-Se te nota, si hasta te sonrojaste.

-Eres un idiota Potter.

-¿Ya no soy James?

-No – el chico chasqueó la lengua.

-Lo siento, solo dije eso porque quería traerte aquí – dijo James – le diré al profesor Slughorn y a los demás profesores, a los fantasma, a los del club de las eminencias, a los visitantes de las tres escobas, al equipo de quidditch de las cuatro casas, a las criaturas del bosque, a los del profeta y la revista corazón de brujas, al calamar gigante y gritaré en el gran comedor que no estamos saliendo oficialmente… pero que ya hemos tenido una cita y un secuestro.

-Si haces eso te mato – lo amenazó Lily.

-¿Entonces qué quieres que haga? – le preguntó James fingiendo confusión.

-Quédate callado.

-De acuerdo – James parecía muy apenado – ¿ya te dije que te vez sexy con tu uniforme?

-¿Ya te dije que te callaras? – repitió entre dientes controlándose para no golpearlo.

-Lo siento – bajó la cabeza. Un ruido en la superficie del lago los hizo voltear, era el calamar gigante – Calamarín – asomó un par de tentáculos – te dije que si iba a venir – gritó emocionado señalando a Lily.

-Esto es el colmo – se puso en pie y se fue molesta.

-Lily, ¿a dónde vas?, Lily – James corrió tras ella.


Bueno, hasta aquí este episodio… al inicio iba a ser un solo capitulo, pero creo que quedaría mejor así, a lo mucho quedaran 3 capítulos.

¿Qué les pareció?

Dejen sus señores R.