- Pensabas escaparte hoy también?- Yamato agarró a la pelirroja y se apretó contra su espalda.
- No, Matt. Acá no- murmuró la pelirroja mientras trataba de separarse de él.
- Qué?- murmuró Matt, mientras empezaba a besar su cuello.
- No, Matt. Matt!- Sora se separó de su novio y entró en su clase.
- Sora!- se quejó, pero el timbre sonó y ella no llegó a escucharlo.
- ¿Te está dando problemas?- murmuró una voz sensual en su oído.
- Mimi!- gritó Matt al darse vuelta.- Me asustaste!
- ¿Qué? ¿Pensabas que sería otra persona?
- Ni lo digas.
Mimi comenzó a reírse.
- Hey, no sabes dónde está mi cachorrito?
- ¿Tu cachorrito? ¿Ayer no era tu cielo?
- Ayer. Bueno, me voy a clases. Dale esto.
Le entregó una carta rosada que olía a violetas y se fue, cantando una canción acerca de un mamut. La chica le caía bien. Hace un año hubiera dicho que no la aguantaba, pero eso fue hace un año. Ahora era diferente. El haber conseguido novio la había calmado un poco, aparte de haberla hecho madurar. O tal vez era él el que había cambiado. Desde que Sora le dijo sí su vida había cambiado completamente. Ya no peleaba tanto, tenía más paciencia y era mucho más feliz. De hecho, eran muy pocas las veces que se había enojado desde entonces. Salvo la vez en que un chico había tratado de besar a Sora o cuando un ex compañero de banda trató de violar a Hikari, todo lo otro habían sido enojos pequeños. En cuanto a Sora... bueno, el la amaba como nadie, no sabía ni siquiera si Tai amaba tanto a Mimi como él a Sora. No sabía si ella lo amaba, pero le había entregado todo, hasta su cuerpo. Así que sí, seguramente lo amaba.
Yamato miró a su alrededor. Ya no había nadie, así que corrió hasta su clase. En el camino se cruzó con Yolei, ella le dedicó una sonrisa y entró a su clase. Le alegró que la chica sonriera, ya que desde que Ken había cortado con la relación, hace como 4 meses, la chica raramente sonreía.
- Tarde, Ishida Yamato- dijo el profesor Serada mirándolo fijamente a través de sus anteojos de bordes negros.- Ya es la tercera vez esta semana. Me pregunto por que será... bueno, esa va a ser su tarea para la semana que viene. Una redacción sobre el porque de que llegue tarde tan seguido.
La respuesta era muy simple. El lunes había llegado tarde por que Sora había estado enferma y no quiso dejarla sola, pero ella lo obligó a asistir a clases y a regresar después de estas. El miércoles, por que la noche anterior había tenido un concierto y Sora no quiso despertarlo. O sea. Él y su novia se amaban demasiado como para querer separarse en la clase de literatura.
De todas formas, sabía lo que le convenía y prefirió ir hasta su asiento en silencio.
- Tarea extra para Ishida- murmuró Tai, riéndose. Creo que este fin de semana no salís.
- Silencio, Yagami. Yo creo que vos tampoco- y le entregó la carta de Tachikawa.
Mientras el prof. Serada daba vueltas por la clase repartiendo tareas extras, felicitando a las chicas lindas y dando más tarea, Matt comenzó a recordar lo que había pasado un año antes.
Por ser San Valentín, sus profesores se habían vuelto amables y los habían dejado salir temprano. Apenas puso un pie fuera de la escuela, se vio rodeado de chicas que querían darle chocolate. Mientras trataba de zafar, vio a Mimi en el grupo, con lágrimas en los ojos. Por una porción de segundo sus ojos se cruzaron, pero ella se dio vuelta y salió corriendo. Él se sacó a las chicas como pudo y corrió hacia Mimi, aunque ella ya estaba lejos.
- Mimi!- gritó, mientras la agarraba del brazo y la detenía.
- Soltame, Matt. Anda y agarrá a cualquiera de esas chicas hermosas que harían cualquier cosa por estar con vos. Mirá, fácilmente tenés una para cada noche del mes. Agarralas y dejame que me busque a algún otro chico... no sé, Joe capáz.
- Estás equivocada, Mimi. Mirame a los ojos.- Movió la cara de la chica hasta que sus ojos se cruzaron.- Ahora escuchame. Yo no te quiero a vos como novia.- la castaña trató de largarse a llorar, pero él se lo impidió.- Seguí escuchando. Vos te confundiste. No es a mi a quien querés. Pensá. ¿Quién es el que está siempre con vos, que te apoya en todo, que se desvía para llevarte a la escuela, que te ofrece toda su amistad y cancela sus obligaciones si vos querés que te lleve las bolsas de compras? Pensá, Mimi. Quien es?
Mimi pensó por unos momentos. Y después, sonriendo, murmuró. "Tai"
- Bingo!- gritó Matt. – Corré, capaz todavía no se entregó a nadie.
- Pero... espera, Matt!- gritó Mimi- Sora!
- ¿Qué pasa con Sora?- preguntó Matt, sonrojándose. Claramente se había dado cuenta de que la chica no estaba en el otro montón.
- Ella... ella le va a dar chocolates a Tai! Y Tai va a aceptar!
- No, tontita, no.- sonrió, tranquilizando a la chica. Su miedo lo enternecía.- Tai te quiere a vos. En cuanto a Sora...
- Si, ya sé. Yo quiero a Tai y Sora también. Pero Tai me quiere a mi. Entonces le digo a Sora que se equivocó y que venga a buscarte. Listo!
- Pero, Mimi!- gritó el rubio. Fue tarde. La chica ya corría calle abajo.
- Entonces, los veo el lunes. No se olviden de sus tareas!
El timbre sonó. Y Matt fue hacia Tai. ¿Qué diría la carta?
Notas: Hola! Feliz San Valentín! Espero que hayan recibido muchos chocolates! En cuanto a este fic, es una secuela de Un San Valentín Diferente, el fic que hice el año pasado para S. Valentín. No sé como va a quedar al final, pero espero que les guste!
