Si aún queda audiencia en este rincón de Fanfcition espero de corazón y les guste. Besos.
Era de mañana, el reloj en la cabecera marcaba las 7:30, él no era consciente de la hora y aunque lo fuera, lo más probable es que no se levantara para llegar temprano. Por la estación, el clima fuera del cuarto era bastante frío, el cielo solía amanecer opaco, sin el usual brillo de una mañana común y las nubes advertían siempre que en poco tiempo el cielo desahogaría sobre la ciudad entera toda la melancolía que llevaba arrastrando los últimos días.
Akira, el bulto sobre la cama, giraba de un lado a otro. El desasosiego con el que despertaba últimamente era terrible, tenía la sensación de estar olvidando algo importante, algo que en cualquier momento podría recordar, pero quizá no podría resolver, algo que ya de por si en idea representaba un problema.
De repente un viento helado rozó su piel provocándole a su cuerpo un escalofrió. Encogiéndose dentro de las cobijas miró hacia la ventana, se había dado cuenta que últimamente tenía la costumbre de dormir con el cristal abierto. Seguramente debía ser una mala costumbre que adoptó durante el verano. Cubrió su cabeza con la cobija, el tono afuera se iluminaba con parsimonia, lo había observado varias veces desde que despertó y como todos los días, se confundía pues la hora con ese clima era difícil de calcular ya que desde que despertaba los tonos nunca cambiaban demasiado.
No quería levantarse, pero la frustrante sensación solo se calmaba conforme fuera distrayendo su mente en cosas simples. Se levantó tomándose unos segundos para estirarse y después se metió al baño.
Había pasado casi un mes desde que Shirogane se había marchado al mundo de las sombras. Las cosas en comparación eran bastante tranquilas, pero aunque no lo admitiera, aun no podía acostumbrarse a su reciente soledad. Analizando su situación unos pasos más atrás, comprendia que había caído en el típico cliché "todo paso tan rápido que aun parecía irreal". Generaciones y generaciones de personas y personas no podían estar equivocadas, y por los mil diablos que ahora lo entendía.
Después de lavarse el rostro, tomó su cepillo de dientes y empezó con la rutina. Los días habían vuelto a ser aburridos. Sin los ataques provocados por Haruka, los kokuchi no volvieron más, eso fue una fortuna, pues después de haberle devuelto a Shirogane la energía que en su tiempo él le cedió, no pudo volver a transformarse en Shin, y a pesar de haber librado aquella batalla con algo de victoria, las cosas se volvieron molestas, y aunque todo seguía igual, las cosas ahora eran bastante diferentes.
Negación
Hacía cuatro semanas que no tenía noticias de Shirogane. Él no se sentía tan preocupado como sus compañeros, no era la primera vez que la sombra regresaba a su reino para recuperar fuerzas. Si bien nunca había estado tanto tiempo en aquel mundo, ni se había marchado en situaciones como aquellas, tampoco quería alarmarse. Tenía por seguro que el Shin regresaría en poco tiempo y que no había necesidad de extrañarlo, sentir lástima o preocuparse por él. Seguramente cuando regresara volverían sus usuales acosos y era mejor disfrutar por un rato ese momento breve de paz.
Los primeros días, Kou y Máster lo habían mantenido ocupado explicando cada cosa que Shirogane había dejado a medias. Quien era Ryuko, cuál era su labor, como Homurabi había llegado al poder y como es que el rey de la luz había sido traicionado y al final, asesinado. Akira quedo algo consternado, al parecer todo el mundo amaba a Ryuko. Él gran Ryuko, aquel que sonaba como el mejor amigo que alguien pudiera pedir, alguien simpático que siempre tendría algo divertido con lo cual animarte y aquel del cual Shirogane nunca dijo una palabra. Eso lo intrigó y en cierta forma le molestó, nunca supo mucho acerca de la sombra y su pasado, pero por lo que contaban ambos adultos, al parecer su vida en aquel lugar resultó ser bastante interesante, y por lo que había entendido, él no solo llegaría a entenderla sino que también algún día tendría que vivirla.
Esa noticia lo impactó. En un futuro tendría que tomar responsabilidad como el rey de la luz, y no hacía falta ser un genio para notar que al hablar del tema lo hacía con cierta pesadez, haciendo evidente para sus amigos que no se sentía muy cómodo con eso.
-Akira-kun.
-Hum… ¿Si?
-¿Podrías dejar de raspar la mesa?
-Ha... Sí, lo siento Master.
A pesar de ser un tema difícil, Akira pasó un tiempo formulando decenas de ideas sobre lo que le esperaba. Imaginaba que un castillo de luz sería diferente a los que se muestran en los libros de historia o a los grandes castillos Escoceses que pasaban en documentales por televisión, también llegó a pensar que por ser el castillo de luz, el mismo sería blanco, pero descartó esa idea rápidamente al caer en cuenta que era una tontería, que la luz no necesariamente tenía que verse de color blanco, así como las sombras de color negro... "Que idiota" pensó.
La puerta del bar se abrió al tiempo que la campanilla sonaba, por la entrada se dejó ver el simpático hombre de lentes que como siempre cargaba una sonrisa en el rostro.
-¡Master!
-Buenos días ¿Te sirvo algo Kou?
-Ahora no Master, vine por Aki -Dijo mientras le daba unas palmadas al chico en el hombro-. Vas bien abrigado ¿listo?
-Sí -Akira se levantó de su asiento dando a entender que quería ir al grano, metió su manos en los bolsillos de la gruesa chamarra azul que lo protegía bien del frío, dio media vuelta y empezó a caminar.
-Bueno, vamos.
-Sí. Gracias Master.
-Adiós Akira-kun, Kou, espero vuelvan pronto.
-¡Chao!- Se despidió con un gesto exagerado Kou mientras seguía al menor hasta la salida.
Cierto día Kou había insistido en que salieran a caminar un rato, al principio Akira no entendió el por qué de tanta insistencia de su hermano jurado, así que decidió complacerlo y aceptar una caminata por el lago. Como era normal en Kou, el mismo se encontraba hablando de temas irrelevantes pero a la vez interesantes, no era un secreto para nadie que sus conversaciones eran, y por mucho, más entretenidas de las que Aya y Kengo podrían entablar juntos, así que pasar el día con Kou era una buena forma de matar el tiempo, pero por alguna razón, sentía que había algo distinto en el color que Kou pintaba.
-…no volví a visitar a Andrew por miedo a que cambiara de opinión de volver a Locko, por ahora solo le mando una carta de vez en cuando y al parecer…
-¿Cartas? ¿Aun se utiliza eso? -Kou rió, si no hubiera estado escribiendo una carta cada dos semanas por los últimos 5 meses la idea de mandar una se le haría también extraña.
-En Locko la señal de internet no es muy buena -Akira soltó un sonido que indicaba que lo escuchaba-, además es un príncipe, sería mal visto que en plena asamblea sonara su celular o se encerrara por horas y horas en internet. Es su deber como príncipe y atracción turística mantener esa imagen. Y ahora que ha aceptado su posición, no me gustaría que se viera de nuevo tentado a huir.
-Si sería muy malo para su país ¿no?- comentó el castaño más para si mismo que para el rei mientras sus ojos repasaban la superficie del lago. De inmediato Kou notó que se había acercado al tema.
Había llevado a Akira a dar un paseo en un día de clases para que se relajara y así poder exponer un tema limpio, no para que recordara sus penas y hacer el día de psicólogo, así que más rápido que lo que tardaba en transformarse, giró la conversación.
-¿Sabes? también he recibido varias cartas de Haru-chan.
-¿Enserio?- eso sí parecía llamarle la atención de forma sana. Kou se detuvo cerca de la orilla, recogió una piedra y luego la lanzo al agua.
-Bueno, no me contesta él mismo, me contesta el viejo de parte de ambos… al parecer Haru-chan siente algo de vergüenza después de lo sucedido -tomó otra, la lanzo al aire y la atrapó para de nuevo rebotarla sobre el agua-. Pero eso es buena señal.
-¿A qué te refieres? -cuestionó sentándose, recargando sus brazos sobre sus rodillas flexionadas.
-¿Recuerdas cuando Haru dijo que odiaba disculparse?, Bueno, eso significa, aunque suene extraño, que de algún modo se está humanizando -lanzó de nuevo otra piedra que rebotó aun más allá que la anterior.
-Kouni, ¿crees que Haruka quiera volver después de todo? -preguntó mientras las ondas provocadas en el agua se expandían hasta chocar entre si. El pelinegro suspiró tomando otra piedra.
-Es joven, a pesar de que pasó con nosotros una parte muy importante de su vida, tiene derecho a continuar por el camino que le plazca, no creo que no le importemos, es solo que por su edad es muy fácil estancarse o abandonar con facilidad -se preparó para lanzar la piedra.
-...¿Y Shirogane? -Esa pregunta lo tomó por sorpresa, y aun más en el tono en que Akira la había formulado.
-¿Por qué preguntas? -Una pregunta obvia y estúpida. Tiró la piedra al agua sin rebotarla. Akira se tomó unos segundos para contestar, pensando en como plantear aquella idea que había esta rondando su cabeza.
-Kou, no creo que Shirogane este herido o perdido en el mundo de las sombras pero ¿no crees que es mucho tiempo como para no haber recuperado ya su energía? ¿Crees posible que este... intentando enfrentar esto él solo?
Si que era un chico difícil, ¿como contraatacar ese punto sin terminar hiriéndolo? Pero tenía que hacerlo, no habría más oportunidades para hablar con la verdad. Metió sus manos en los bolsillos y se sentó junto a él en el suelo.
-Aki… tú lo viste en primera fila, Shirogane, estaba a punto de morir y la fuerza concentrada en ti era simplemente mediocre en comparación con la que usualmente requería para mantenerse en forma -Akira gruño, Kou ya iba sombre lo mismo, así que no pudo evitar alzar un poco más de lo normal el tono su voz.
-Conoces a Shirogane, el no se dejaría morir de esa…- pero Kou lo interrumpió al tiempo que se buscaba los cigarros.
-Después de lo sucedido quizá haya despertado días después y quién sabe dónde o con quien, en ese mundo hay gente que por quedar bien con Homurabi lo prefieren mue…
-¡Kou…!- En eso sonó un celular, fue una desgracia para Akira y una fortuna para Kou, pues el castaño ya había apretado los puños, dispuesto a callarlo. Por primera vez en su vida había sentido la necesidad de golpear a Kou hasta el cansancio, al tiempo que le hubiera gustado gritarle que dejara de ser un pesimista y confiara de una vez en Shirogane.
-¡Ayumi! ¿Que tal va todo?...
Apenas un minuto después, Kou colgaba el teléfono y Akira ya estaba sintiendo un ardor inundar con desespero su garganta. Decidió que no quería problemas, y antes de que Kou sacara la primera palabra de su boca, se levantó y siguió caminando, el azabache con disgusto se vio obligado a hacer lo mismo.
-¡Aki!
-¿Hu? -Kou sabía lo que Akira estaba haciendo, no solo porque ya no le prestaba atención, si no porque su paso se había vuelto demasiado acelerado como para considerar eso una caminata amigable entre amigos. Desde atrás miró al chico con cierta lastima. Quizá no había sido el mejor momento para tratar el tema y había metido las manos muy rápido al agua recién hervida para sacar la llave de la celda– Kouni ¿quién era esa chica?
Le preguntó acerca de su llamada telefónica con un tono rápido y cortante, y fingió seguir el hilo de la conversación. La caminata de Kou quedo arruinada, el mismo supo que no era momento para continuar, y al cabo de una hora Akira lanzo la escusa más desobligada que se hubiera molestado en formular.
-Lo siento Kou, le dije a Kengo que le ayudaría con su tarea -Kou quedo estático por unos segundos, no ante el hecho de que Akira hubiera decidido marcharse, sino por la combinación de palabras que jamás (juntas) llegarían siquiera a rozar la realidad, y estaba seguro que Akira lo había hecho a propósito para hacerle entender que no quería seguir hablando con él.
Kou suspiró cansado mientras prendía el tercer cigarrillo del día, miró a Akira que se encontraba atravesando la entrada de aquel parque, seguro pensando en que el hombre era demasiado terco. A él tampoco le agradaba lo que tenía que decirle, pero por el bien de todos, era mejor ir empezando los planes de una buena estrategia sin incluir más a la sombra plateada, y estaba seguro de que Akira lo sabía, pero…
"-¡Kou!
-¡Ay…umi-chan! ¿Que tal va todo?
-¡¿Estas con Akira cierto?! ¡¿Por qué no nos avisaste?! ¡Dijiste que nos esperarías para que no estuviera solo!
-Linda, mi amor, esas cosas son personales, entiendes, no puedes irlas compartiendo con una bola de gánster…
-¡Kou-ni~!- se escucho un grito seguido de un golpe.
-¡Escúchame bien Kou, más te vale no echar nada a perder con Akira o te las veras conmigo! ¡HU...! ¡Eres tan obstinado, debiste seguir el plan!
-Mujer no creo que debas decirme eso a mí si no era yo, entonces hubiera sido a tu forma -Aya pareció trabarse en el teléfono con la respuesta, parecía no entender el modo en que Kou le estaba contestando, otro grito de parte de Kengo se dejo oír para ser de nuevo silenciado, Kou había tapado la bocina para que Akira no escuchara lo que le gritaban al otro lado del teléfono.
-Escucha, ahora tendrás que llevarlo a un lugar pacifico, a Akira no le gusta la gente…
-Amor, supe eso antes que tu, no hace falta repetirlo, si amor, nos vemos al rato…
-¡¿QUÉ?!
-Adiós~
-¡Pervertido adefesio delincuente no te atrevas a…! *Tup* -Cuando reaccionó, Akira ya había retomado la caminata de forma violenta.
-¡Akira!- y como queriendo evadir aquello con lo Kou iba a continuar, preguntó.
-Kouni ¿quién era esa chica?- Más claro no podía estar, no era un buen momento para insistir.
-Bueno era del trabajo, que extraña es la vida, te acuestas con una chica y espera que seas su héroe y consejero de cada problema… yo solo le prometí amor eterno -Mintió"
Akira llegó a su casa después de una breve plática con Aya y Kengo. Ambos habían estado esperándolo en el bar de Master creyendo que quizá lo encontrarían ahí, pero al no hacerlo fueron a parar fuera de su casa esperándolo para que Aya lo "reprendiera". A Akira estas muestras de preocupación hacia su educación y el pegajoso de su amigo por un lado no lo ponían de buen humor, más sin embargo decidió mostrarse amable e intentar ser un poco civilizado... Pero todo eso se fue al diablo cuando Aya mostró una falsa modestia cuando él mencionó lo sucedido con Kou. Al principio la chica había estado demasiado alborotada comparándola con otras veces que se había escapado de un día de clases, pero antes de soltar toda la "conversación" que tuvo con Kou, ella y Kengo se mostraron de una manera sigilosa haciendo lo que al principio captó como preguntas casuales que indagaban demasiado bien el tema de Shirogane. Después la idiotez de su mismo amigo fue la que terminó por delatarlos "¿Entonces sí funciono charlar con Kou-ni al respecto?"…
No les gritó, no golpeó a Kengo, ni se molestó en fruncir el ceño y exigir explicaciones que Aya ya se estaba apresurando a soltar. Todo encajaba perfectamente, así que molesto se dio media vuelta, entro en su casa y cerró la puerta con seguro. Suspiró cansado tirando la chamarra sobre el perchero. Comprendia que fueran sus amigos y como tales tenían derecho a preocuparse, pero él también tenía derecho a mantener en privado sus ideas y ¿sentimientos?... No quería derrocharlos a cualquier persona, ni quería que lo trataran como un niño mimado que pide a gritos la atención de los demás. Es obvio que ante la necesidad de hacerlo lo haría, en el momento adecuado y con la persona adecuada… ¿la persona adecuada? Quizá a Master, fuera más sensato que a acudir a los otros tres que mueren por darle consejos y moldearlo de algún modo.
Hasta aquí el primer capítulo, amo Monochrome factor y ya era ahora de aportar algo al fandom…
Esta es una interpretación de los cinco pasos de la aceptación. Como ya vieron la historia tiene lugar después de la partida de Shirogane. Cuando empecé a escribir el fic, me imagine que solo indagaría en la vida y pensamientos de Akira, pero en la vida real no se puede pasar por estos pasos solo, si se pueden superar en soledad, pero ocupas un remolino de ideas y situaciones para obligarte a pasar de una a otra etapa sin estancarte en ninguna de ellas.
Es mi primer fanfic, y llevo dos capítulos escritos, cuando termine el tercero subiré el segundo y así, espero no tardar mucho pero continuare así, por qué me da miedo dejar un fic inconcluso por no tener un buen final... Je, prefiero tardarme…
…Revi?
