Un terrible miedo se apoderaba de ella, sentía como sus fuerzas desaparecían, no podría mantener su agarre mucho más tiempo. La idea de apretar ese botón para apagar esa endemoniada maquina había desaparecido, si aflojaba un poco su agarre seria arrastrada a ese agujero de luz que parecía desintegrar todo lo que tocaba.

MABEL-la voz de su hermano hizo que levantara la mirada hacia donde se hallaba el. Lo encontró al otro lado de ese enorme cuarto aferrado a una tubería-APAGALA

¡No lo hagas!-interrumpió su tío abuelo que se encontraba al lado de Dipper igualmente aferrado a una tubería-¡no lo hagas por favor!

NO LO ESCUCHES-grito de nuevo Dipper-APAGALA MABEL

Quiso hacer un último intento pero el miedo se lo impedía. No quiso volver a ver a su hermano gemelo apenada por su cobardía.

NO PUEDO-sentía que su agarre se aflojaba, sus pequeños brazos no soportarían mucho mas tiempo -DIPPER AYUDAME

La maquina volvió a provocar un temblor en aquel cuarto Y Mabel sintió como una fuerza aun mayor la jalaba provocando que finalmente se soltara. Todo fue tan rápido y a la vez tan lento.

DIPPER-busco donde aferrarse pero ya no había opción. Iba a morir. Volteo hacia donde su hermano, seguramente seria la ultima vez que lo vería, el se había soltado de su ancla en un intento de ir a ayudar a su hermana pero era demasiado tarde.

Mabel sintió como sus piernas se adormecían, ya habían tocado el agujero de luz y había empezado a desintegrarse. Con los ojos llenos de lagrimas volvió a ver a su hermano que luchaba contra una fuerza invisible para poder acercarse, parecía que esa maquina quisiera alejarlo mientras que a ella la había escogido para morir. Eso ayudo a que pudiera ver el rostro completo de su gemelo con su singular marca de nacimiento en la frente y con ojo llenos de pánico ante lo que veía.

DIPPER-fue su última palabra en ese mundo.

MABEL-la voz de su hermano fue lo último que escucho antes de perder el conocimiento y caer en la obscuridad.

Había atravesado por completo el portal.

Su mente vagaba en un mundo de obscuridad. No veía, no oía ni sentía nada. Solo obscuridad.

"así que así se siente morir"-pensó-"no esta tan mal"

Al menos no para ella. Ella nunca le tuvo miedo a la obscuridad así que eso no le molestaba, el silencio, bueno eso si le molestaba pero podría acostumbrarse. Si, no estaba tan mal y si no hiciera tanto frio estaría mejor.

"esperen... ¿frio?"

Si hacia frio, mucho frio, tanto que sintió como un escalofrió le recorría el cuerpo. Entonces se dio cuenta que aun tenia un cuerpo. Pudo sentir un viento frio chocando con su cuerpo provocando otro escalofrió. Luego pudo oír el sonido que producía ese viento.

"estoy viva"

Si que estaba viva, estaba recuperando sus sentidos y si se esforzaba seguro podría abrir lo ojos… y así lo hizo. Al principio, como alguien que despierta de un largo sueño, veía borroso pero al final pudo contemplar un cielo nocturno nublado. No se movió hasta volver completamente en si

Empezó a mover sus piernas y sus manos intentando saber si estaba completa. Al comprobarlo movió su cabeza tratando de averiguar donde estaba. Se vio recostada sobre una capa blanca, húmeda y fría.

"¿nieve?"

Quiso ponerse de pie pero tuvo que conformarse con sentarse, sus piernas y brazos apenas y le respondían. Pudo contemplar mejor el escenario donde se encontraba, se hallaba en un gran valle cubierto de nieve, a la distancia noto un grupo de colinas que sobresalían en el relieve y en la dirección contraria, mas próxima a donde se encontraba grandes arboles daban inicio a un bosque. Todo cubierto de nieve.

Se abrazo así misma en un intento de mantener calor, hacia un frio infernal. No entendía que había pasado, debería estar muerta pero en vez de eso se encontró en medio de aquel lugar. ¿O es que acaso ese era el cielo?.

"esta muy feo para ser el cielo"

Un intenso viento la hizo volver al momento, tenía que encontrar refugio si no quería volver o realmente morir. Giro la cabeza en diferentes direcciones intentando encontrar alguien que la ayudara, obviamente no había nada, así que decidió ir al bosque seguro ahí encontraría alguien que la ayudara o al menos un refugio.

Fue una tortura ponerse de pie, no porque le doliera sino por la sensación de sentir su cuerpo tan inútil. Quiso dar el primer paso pero cayo de inmediato, las ganas de llorar se hicieron presentes por sentirse tan indefensa e inútil pero las contuvo. Decidió mirar el cielo y buscar consuelo en la luna y las estrellas, esos pensamientos cursis a veces podían ayudar.

Se decepciono al ver el cielo tan nublado que no dejaba ver las estrellas, así que empezó a buscar a la luna, ella siempre estaba ahí sin importar que. Pero lo que vio le causo una sensación de terror y confusión. Detrás de las nubes se podía ver el resplandor de dos lunas, una más grande que la otra pero de un mismo intenso brillo.

"que rayos…"

Se empezó a sentir realmente mal, sentimientos negativos se apoderaban de ella, llorar era inevitable.

¿Qué era ese lugar?, ¿se había portado tan mal que termino llegando al infierno? Un miedo descomunal se apoderaba de ella por sentirse tan indefensa sin saber que hacer. No entendía que estaba pasando.

"si Dipper estuviera aquí"

Al pensar eso una chispa se encendió dentro de ella. Su hermano la rescataría, siempre lo hacia, el la encontraría y la llevaría a casa, el es su héroe. Esa chispa se convirtió un una flama, era la persona mas valiente y fuerte que conocía, sin duda vendría por ella. El hallaría una solución y pronto estarían juntos de nuevo. Pero para eso tenia que estar viva, tenia que sobrevivir. No se dejaría morir sabiendo que Dipper vendría pronto por ella.

Con ese nuevo fuego se puso de pie, esta vez sin tambalearse, bueno no mucho, al dar el primer paso sintió como su pierna desfallecía pero la obligo a responderle, no iba a morir allí. Con paso lento pero seguro avanzo por la nieve.

La capa blanca le llegaba hasta las rodilla, por primera vez en mucho tiempo deseaba estar usando pantalones y no una falda. Se detuvo un momento para volver a mirar el negro cielo. Los dos astros estaban ahí con un brillo fantasmal. Por su mente paso la idea de que ese lugar debería estar muy loco como para tener dos lunas, frunció el ceño y abrazándose más fuerte retomo su camino.

Al llegar al límite del bosque dudo. En su mente se debatía donde estaría más segura: si en un obscuro bosque o en una planicie desolada. Un fuerte viento frio la hizo decidirse por el bosque, al menos hay encontraría mas fácil un refugio.

Ya internándose en el bosque se empezó a arrepentí, ese lugar realmente daba miedo. Había menos nieve pero la obscuridad era casi absoluta, el grosor de las copas de los arboles impedían que la luz de las lunas llegaran al suelo, no podía ver mas allá de uno cuantos metros y el sonido fantasmal que hacían los arboles por el viento no ayudaba mucho.

De nuevo malos sentimientos se apoderaban de ella. Detuvo su marcha para intentar calmarse. Todo parecía tan irreal, todavía no creía que eso le estuviera pasando a ella. Y luego una nueva esperanza nació.

Es una pesadilla-murmuro. Seguro era eso, no había otra explicación. Sonrió por esa revelación, solo era una tonta pesadilla y al despertar apenas y la recordaría. Y empezó a planear lo que haría al despertar: despertaría a su hermano para darle un fuerte y casi letal abrazo y luego le daría un gran beso, ahora que lo pensaba no lo besaba desde que eran más pequeños porque ahora eso los incomodaba, pero la ocasión merecía un gran beso en la mejilla de su hermano. También haría el mejor jugo mabel de la historia para todos sus amigo y pasaría el resto del día jugando los tontos juegos de rol que tanto amaba su hermano solo para verlo sonreír.

Despierta-se dijo así misma-despierta-se pellizco intentando forzar su regreso a la realidad. Realmente debería estar muy débil para darse un pellizco decente o su cuerpo estaba tan entumido que no sintió nada. Soltó un suspiro helado y siguió su marcha, si era un mal sueño tarde o temprano despertaría.

Avanzo uno cuantos metros más cuando un sonido la hizo detenerse. Se oía como si algo avanzara entre la nieve, pasos de algo pesado, cada vez aumentaban su volumen. Giro al darse cuenta que eso pasos venían detrás de ella. Contemplo la obscuridad sin saber que hacer, cada vez se oía mas cerca. Finalmente una figura extraña empezaba a dibujarse, se quedo quieta esperando la reacción de la criatura. Al acercarse mas noto que era una criatura de pelaje negro y con forma de un simio o tal vez de un hombre. Al pensar eso no lo dudo más.

H-hola-dijo casi susurrando, no sabia que esperar. El ser se detuvo al oírla, ambos se observaron sin moverse, cada segundo era una eternidad para ella. Fue con un movimiento rápido que la criatura saco debajo de su piel un objeto extraño largo y tubular… un arma.

Miro con horror como le apuntaba con esa arma. No dudo ni un segundo y huyo en dirección contraria. Todo el frio y cansancio desaparecieron, ahora se sentía con más energía. Trato de correr lo mas rápido posible pero entre su debilidad física y la manta de nieve, tratar era lo mejor que podía hacer. No supo si corrió solo unos cuantos metros o si fueron kilómetros, el miedo y el deseo de sobrevivir le cegaban todos sus sentidos.

¡Espera!-oyó una voz en la noche-¡cuidado!

No reacciono a tiempo. Entre la obscuridad y su desesperación no noto que se le había acabado el camino y cuando se dio cuenta ya estaba rodando por una pendiente incapaz de frenar. Esperaba impactarse con un suelo duro o si tenía suerte con un colchón de nieve pero en vez de eso al impactarse noto como el suelo se rompía como vidrio y al instante su cuerpo sumergido en agua extremadamente helada.

Las ganas de seguir luchando se le acabaron. Sus fuerzas y ganas de vivir se esfumaron, era mejor morir así que asecinada por esa criatura. Se sintió culpable por fallarle a DIpper y no volver a verlo. Luego tuvo un ataque de fe, no en un ser divino, sino con la idea de volveré a encontrar con su gemelo en el otro mundo, a su tiempo, solo tendría que esperarlo. Y con esa ida volvió a caer en la obscuridad.

De nuevo la obscuridad la cubrió.

Y de nuevo volvía en si. Pero ahora en vez de frio un calor la cubría, en vez del sonido del viento un suave crujir llegaba a sus oídos, el escalofrió fue remplazado por un sensación cálida en su pecho y al abrir los ojos en vez de un cielo nocturno observo un techo, o algo parecido a un techo, iluminado por una luz danzante. Estaba recostada en lo que parecía una cama improvisada y noto la pesadez de dos gruesas mantas que la cubrían. Giro la cabeza buscando el origen de aquella luz.

Se encontraba en una pequeña caverna, en medio del lugar una fogata daba luz y calor al pequeño refugio y al lado del fuego la figura de un hombre sentado contemplando el fuego, estaba de espaldas pero era obvio que era un hombre. Ella lo miraba con curiosidad, era un humano, ahora estaba segura que no estaba tan lejos de casa. Después de un rato, siendo como es, se aburrió de mirar lo mismo y su mirada se empezó a mover por el lugar encontrando algo curioso cerca del fuego, sobre una roca unas ropas negras se secaban, sintió su rostro enrojecer al ver que sus propias ropas estaban ahí secándose, ese hombre la había desnudado, se tentó por debajo de las cobijas y sintió alivio al notar que aun llevaba sus prendas interiores. Volvió a concentrarse en el hombre que seguía mirando el fuego demasiado concentrado, esa persona la había salvado, estaba infinitamente agradecida. También nota que alrededor del hombre había varias cosas empezando con una pequeña mochila, una maquina extraña que parecía una vieja consola de videojuegos portátil y algo que realmente la alarmo, la extraña arma que antes la criatura había utilizado para amenazarla. Volvió a sentir terror, ese hombre era peligroso. Se movió agitada en un intento de huir, sin saber adonde ir y sin mucho éxito de liberarse de las cobijas.

Su ajetreo no paso desapercibido, el giro y se acerco al ver a la niña despierta.

Tranquila-dijo con gruesa voz-estas a salvo-la niña se calmo y dirigió la mirada al rostro del hombre sintiéndose muy confundida al verlo.

Necesitas recuperar calor-continuo el-o podrías sufrir hipotermia.

Mabel realmente no la escuchaba, se hallaba perdida en el rostro del hombre, un rostro muy familiar, un rostro que veía todos los días desde que inicio el verano, desde que llego a Gravity Falls.

Grandes orejas, cejas tupidas, gran quijada y una enorme y rojiza nariz. Ese rostro era de…

¿t-tío Stan?-murmuro ella