(BULMA)
No puede ser de nuevo esos chicos no se cansan de molestar. Desde que por error mi mejor amiga dijo que era virgen los hombres no han dejado de perseguirme en la Universidad, por donde vivo, por todos lados, ¿Es un pecado ser virgen a los 19 años? Claro que no, algún día lo perderé pero será con la persona indicada. Tan sólo me falta dos años para terminar mi carrera de periodismo. Sólo un poco más Bulma y ya no volverás a esta Universidad nunca mas, por ahora tengo que safarme de estos idiotas que están delante de mí.
—Hola preciosa, ¿Te gustaría perderlo conmigo? -el tipo de siempre, era guapo pero no me interesaba, sólo quería mi virginidad como todos.
—¡Deja de joder y quitate! -lo empuje y seguí caminando hasta que otro apareció, vaya si que se habían puesto de acuerdo de nuevo.
—Linda ya...¿Cuánto quieres por tu virginidad? Pon el precio... -sonrió descaradamente y rodeo mi cintura apegándome hacia él.
—Mi virginidad no tiene precio...-susurré en su oído y le di un golpe en su miembro para que se acordara de mi, desgraciado y continué caminando, mejor dicho corrí con mis libros en las manos sin mirar atrás, seguramente se querrían vengar por eso.
—¡Tonto porque no te fijas por donde caminas! -me levanté limpiando mi ropa y recogiendo mis libros. Había chocado con un idiota.
—¡Niña fuiste tu la que estaba corriendo! ¡Fuiste tu la imprudente!, ¿Y dices que yo soy el tonto? -estaba furioso, si la que debería que estar molesta soy yo.
—¡Hermosura, no te vayas!...Platiquemos un momento...-se acerco el chico que había golpeado hace unos minutos. No sabía que hacer hasta que se me ocurrió una espléndida idea.
—¡Qué quieres, no ves que estoy conversando con mi novio! -me colgué del brazo del chico con quien había chocado ni su nombre sabía-. Ayúdame por favor... -le susurré al oído y el me sonrió, sólo espero que haya aceptado.
—¿Escuchaste? ¡Lárgate de aquí! -le dijo al chico que estaba ya frente a nosotros, pero nos miraba con temor, diré solo a él-. Amor no te preocupes éste imbécil ya no te va a molestar -me tomo de la cintura apegádome a él y me beso, era un patán se estaba aprovechando de la situación.
—Lo siento Vegeta, no sabía que era su novia, le prometo que nunca más la volveré a molestar -el chico se arrodilló y me pidió disculpas, ¿Quién era ese tal Vegeta? ¿Tenía alguna clase de poder?
—Entonces...¿Por qué sigues aquí? Desaparece...-me apretaba más fuerte de mi cintura y el chico se fue corriendo.
—Ya fue suficiente, eres un aprovechado... -me solté de ese Patán bruscamente.
—Te acabo de ayudar y así me lo agradeces...
—Idiota me besaste, eso no era necesario -quería darle un par de bofetadas por esto..
—¿Así? Pues deberías de sentirte dichosa porque eres a la primera chica que beso, generalmente todas vienen hacia mi -sonrió como todo un pedante, un "Don Juan" pero que coraje me daba.
—No pienso seguir discutiendo contigo. Me voy, y gracias de todas maneras -di la vuelta con mis libros y me dirigí al salón.
(VEGETA)
Es una chica muy linda, pero tiene un carácter de los mil demonios, se parece tanto a mi ¡Ja! lástima que sea así sino la haría una de mis mujeres.
—¡El príncipe Vegeta por fin llegó! -era Tarble, más que un simple amigo, mi hermano del alma quien venía con el grupo a darme la bienvenida.
—Por supuesto, y dime, ¿Dónde esta Marom? ¿Por qué no ha venido mi mujer a darme la bienvenida? -miraba hacia todos lados, buscándola.
—Ella esta enojada contigo dice que no le avisaste que viajarías -respondió Raditz desviando la mirada.
—Sólo fueron unos meses, ¡Qué ridícula!... ¿Y Lazuli? ¿Dónde esta ella?
—Ella tampoco vino dice que no le respondías a sus llamadas, mensajes. Es más dice que no quiere saber más de ti -respondió la sabandija de Raditz.
—Las dos no quieren saber nada de mi -reí sarcásticamente-. Vamos a ver que hacen cuando vean que ya regresé. Apuesto que vendrán llorando disculpándose y me pedirán que me acueste con ellas. Putas...
—Pero amor no te preocupes que aquí estoy yo para complacerte en todo lo que quieras -ella tenía razón, era Milk, mi única mujer que no me abandonaba, era tan buena que no le importaba que estuviera con otras mujeres, si así era ella y me fascinaba.
—Tienes toda la razón. Tu eres mi única perrita fiel -me acerqué a ella y le di un beso en los labios. Estaba pensando convertirla en mi mujer oficialmente.
—¡¿Dónde esta Kakarotto?! Ese hijo de puta nunca me recibe de buena manera -sino fuera porque estaba acariciando las piernas de Milk ya los hubiera golpeado a todos.
—Estaba aquí hace unos momentos pero se fue, Usted sabe porque...- respondió Turles su hermano mayor.
—¡Ahh! Si, quien le manda a emamorarse de una de mis mujeres. Ya saben las reglas, antes de que uno de ustedes empiecen una relación amorosa, la afortunada primero tendrá que pasar por mi cama, y si esa mujer se quiere quedar conmigo como mi hermosa Milk tendrán que olvidarse de ellas, porque ahora me pertenecen...¿Entendido?
—Si... -respondieron todos.
—¿Alguna novedad durante mi ausencia?.
—Muchas, pero la mas importante e interesante es acerca de una niña. Absolutamente todos hablan de eso.
—¡Ya habla y deja lo misterios!
—No sé como decirle esto, pero es una niña de la facultad de ciencias de la comunicación, tiene 19 años y...y... es virgen... -todos se echaron a reír-. Su amiga la delató publicándolo por facebook, dice que no fue su intención -volvieron a reírse.
—¡Guarden silencio! -odiaba los escándolos.
—Mira allí esta la virgen, ¿Qué pasara con ella acaso nadie se la quiere coger? -comentó tarble burlándose, pero ella no nos escuchaba estaba muy lejos nosotros.
—Virgen... muy interesante... Tarble averigua todo acerca de esa niña. Todo -era aquella niña que fue grosera conmigo hace unos minutos.
—¿Será lo que estoy pensando? ¿Será una de sus mujeres? -preguntaba Raditz curiosamente.
—No, sólo le quitaré su virginidad... -como se sentirá coger con una virgen, supongo que son más apretadas. Que rico.
—Pero ella no es como las demás niñas de acá. No la tendrá tan fácil...
—Lo sé Raditz, lo sé... cariño eso no te importa, ¿verdad? No soporto los putos celos -voltee a ver a mi mujer, quería saber su reacción aunque ya la sabía.
—Amor no soy celosa, es más para que me creas yo misma te ayudaré con esa muchacha -se sentó en mis piernas acariciando mi entrepierna.
—Por eso me encantas -la besé-. Insectos limpiaran mi nombre por toda la Universidad y yo mismo me encargaré de hablar con mis "señoritas". Lo siento nena pero sólo nos podremos ver a escondidas, sólo hasta que la peli-azul caiga. -ella sólo asintió con la cabeza y sonrió.
—Muy bien mañana le daré toda la información...-habló tarble con una sonrisa ladina en su rostro.
—¿Mañana? No, será hoy mismo. Hoy empiezo a conquistar a esa niña, ¡Vamos seguro ya empezaron las clases! -me despedí de Milk con beso en el cuello, gimió, si que esa mujer me volvía loco era de mis favoritas.
