Nuestra pequeña

Ellos no estaban juntos, su historia había culminado desde hace 2 años, o eso era lo que él pensaba. Lo que él creía.

Él es un gran doctor, el mejor que podía tener Townsville. Todo mundo lo sabía, posee mucha fama, prestigio, mujeres y dinero. Pero se sentía el hombre más vacío de todos.

Ella es una profesora, tenia al mayor amor de su vida, su hija. No tenia esposo; menos novio. Pero sentía que eso era lo de menos, con ella le bastaba.

Ella cuido de su pequeña felicidad desde que la tuvo en brazos, él desconocía su existencia. Sin embargo, ella no estaba al alcance de ahora cuidarla de su enfermedad, su felicidad ahora tenía fiebre demasiado alta desde hace varios dias y no había querido comer nada en estos dos días, tenía miedo. Demasiado miedo de perder su felicidad.

-Bubbles enserio no se que hacer, Ruby no ha mejorado nada, creo que ha empeorado. - Le contó a su hermana que estaba al otro lado del teléfono; una mujer de larga cabellera pelirroja, poniendo paños húmedos en la frente de su hija.

-Blossom, llévala al doctor que te recomendé. Siempre llevo a Nick ahí-Contestó la mujer al otro lado, hablando de su hijo.

-Bubbles no puedo, no quiero que él sepa de Ruby...

-Sigue pensando eso, y Ruby terminara peor. Deja ya el orgullo Blossy...es por el bien de ella, además ella después preguntara por él-La regañó, y estaba en lo cierto. Tragó grueso

-Lo haré...

Corto la llamada, preparó las cosas de su hija, la tomo en brazos llevándola hasta su auto y colocándola con total delicadeza en el carrito porta bebés en el asiento trasero. Encendió el auto y se puso en marcha, con los nervios a flor de piel...pero tenia que tragar todo su orgullo, su enojo. Era por el bien de su pequeña.

Después de un largo camino que le parecía una eternidad, llego al gran edificio blanco...la había en llevado con otros doctores, pero ninguno era asertivo con lo que le pasaba a su hija.

La tomo en brazos, ingresó e hizo cita. Estuvo en espera 2 horas, 2 horas de puros nervios.

-Blossom Utonium, ya pude ingresar-Se exaltó...bajo su mirada a su pequeña que tenia las mejillas rosadas por la temperatura...suspiro y se levantó, dirigiéndose hasta aquel cuarto...aquel cuarto en el que estaba el padre de Ruby.

-Buenos días-Dijo el hombre de bata blanca al oír el ruido de los tacones.

-Buenos días...-El hombre pelirrojo se giró al oír aquella voz, voz que le impresionaba demasiado ver que seguía teniendo el mismo efecto en él...

-Blossom.-Ella agachó su mirada.

-Quiero que examine a mi hija, Ruby...-abrazo a la pequeña hacia su pecho.

-esta bien-extendió las manos. No le habia sentado bien lo dicho "mi hija". Ella muy a su pesar se la entregó.-No ha cambiado nada...a pesar de que ha estado embarazada-comentó mientras veía a la pequeña niña, le parecía demasiado tierna, se parecía a su madre. Piel porcelana, pestañas negras y largas, mejillas rojas y con pecas. Lo único que se le extraño fue cuando examinó los ojos de la pequeña, rojos.

-Gracias-se limito a decir, vio a aquel hombre alto, había cambiado muy poco. Lo único nuevo era aquella barba.

-¿cuántos años tiene la pequeña Ruby?-pregunto mientras rellenaba un formulario.

-1 año

-¿cual es el nombre completo?-con su estetoscopio escucho el corazón de la pequeña.

-Ruby Melanie Utonium-tomo la pequeña mano de su bebé

-...¿Apellido del padre?-pregunta mientras tomaba temperatura

-...no lo tiene

La miró, el Brick Him siempre había sido muy persuasivo. Acosto a la bebe dándole un medicamento que calmaría si o si la temperatura. Tomó a la mujer del brazo y la saco del cuarto.

-¿quien es el padre?-preguntó, mirando con total rabia a la pequeña mujer, pequeña para él. Era un hombre demasiado alto y ancho de hombros.

-No se lo diré, no es de su incumbencia-lo miro con total frialdad.

-¿yo soy su padre? ¿No es verdad?-La sacudió, frunciendo sus cejas pelirrojas.

-No.-se trato de librar de su agarré.

-Bubbles me dijo lo contrario. ¿Porque la oculto de mi? ¡No soy un monstruo!

-...¿Bubbles?-en parte eso no le extrañaba. Se lo esperaba. -¡La oculte de usted por una muy buena razón!

-¿enserio? ¿¡Cual es esa?! ¿¡Cual es la razón que le dió el derecho de arrebatar de mi lado a MI hija?!

-Esta haciendo una escena-se logro zafar de su agarre. -y la razón fue porque usted le dijo a Morbucks que abortara cuando ella le llego a decir que estaba embarazada de usted. ¡¿No hubiera hecho lo mismo conmigo?! ¡Me basto con la infidelidad! Pero yo si quería a mi hija. No como usted que no tiene los pantalones de responder por los suyos.

Lo empujó.

El solo se rió.

-El bebé de Morbucks no era mío, era del idiota de mi padre. Yo solo lleve el mensaje que su padre me dió.

Silencio. Eso obtuvo.

-cuando me enteré que estaba usted embarazada créame que me sentí muy feliz... pero usted no me quería cerca. Cumpli con lo que le prometí a sus hermanas, alejarme de usted y mi hija...quise muchas veces acercarme...pero sabia que me iba a rechazar.

-esta mintiendo-ingresó de nuevo al cuarto, tomando a la bebe en brazos, notando que ahora ya no tenía fiebre ye estaba tranquilamente dormida-si no fuera porque estaba desesperada por ella no lo hubiera buscado nunca.

Él la tomo del brazo, mirándola con aquello escalofriantes ojos carmín. Puso su mano tras el delgado cuello de la pálida mujer y le brindó aquel beso que llevaba mucho tiempo deseando. Espero una cachetada...pero no la recibió. Fue correspondido.

-¿qué haces?-se alejó lo más rápido qué pudo.-No lo quiero cerca.

-esta bien. Usted no me quiere cerca, pero déjeme estar con Ruby, déjeme ser parte de la vida de ella.

2 años, ella había aceptado dejarlo entrar en la vida de Ruby. También lo dejo entrar en su vida. Ella se casó con él. Él lleno aquel hueco, ella aumento su felicidad y lo llenó a él también, la familia que había sido destruida por un malentendido, ahora era una familia completa. La pequeña Ruby había unido de nuevo a sus padres.

Los 3 eran felices.