Naruto .-llamó con aburrimiento la mujer de espaldas a la ventana, desde donde se veía Manhattan bajo los rayos de sol por la mañana.- Naruto, intentemos concentrarnos.

- ¿Que puedo decir? Soy un tonto.

-No eres un tonto .-trato de decir con voz maternal.

-Si, lo soy .-volvió a decir, con frustración.- No puedo sentir lastima de mi mismo porque soy un pobre niño rico.

-No es tu culpa .- siguió intentando convencerlo.- la adolescencia es una época difícil. Y sin padres ejemplares, las cosas pueden salir mal, tienes que ir mas allá de sus errores, ten.

Se giro para tomar uno de los libros sobre la mesa a su lado y entregárselo al chico.

-Copia autografiada. ¿Me lo quedo? .-hablo impresionado.

-Es tuyo .-concreto, escribiendo en su libreta que no debía olvidar cobrarlo.- no seas tan duro contigo mismo, el pasado, pisado.

-Tiene razón .-respondió asintiendo.- Sabe, me cuesta creer que hubo una época en mi vida donde solo me importaba el sexo.

-No, no es manera de vivir.

-Lo se. Digo, usted, por ejemplo .-bajo la mirada avergonzado.- es una mujer muy atractiva, tiene piernas espectaculares, me gustaría fotografiarlas. Ese era el antiguo yo, ahora estoy curado.

-Estoy tan orgullosa de ti -dijo la mujer mirando su reloj de muñeca.

- ¿Misma hora la próxima semana?

- ¿No te dije? .- estrecho su mano dando por finalizada la sesión.- me voy de gira con mi libro. Vuelvo en un mes.

- ¿Por que? -exclamo indignado, el chico tiro de su mano pero la mujer se soltó con rapidez.

-Porque otras personas necesitan mi ayuda. Vas a estar muy bien -rodeo el escritorio y se sentó en la silla de cuero negro.

-Me vendría bien un abrazo.

La mujer, resignada, se acerco al chico y lo estrecho en sus brazos, el abrazo fue fuerte y la mujer se sintió incomoda por la repentina fuerza, golpeo suavemente su espalda dando a entender que ya era suficiente luego de unos segundos. Se sintió salvada cuando su teléfono comenzó a sonar, salvándole del abrazo incomodo que el chico le estaba dando por largos segundos.

- ¿Si? -exclamo poniendo el altavoz.

-Su hija en la uno.

-Dile que espere.

Confianzudo, el moreno de cabellos dorados tomo la foto de la hija de su terapeuta.

- ¿Es ella?

-Mi Shion.

-Parece linda.

-Es sensacional .-dijo orgullosa.- estudiante sobresaliente, una joven excepcionalmente madura. Ira a Princeton este otoño.

-Vaya -murmuro impresionado, acariciando la foto con su dedo.- es exactamente la clase de chica con la que debería estar.

-Esta un poco fuera de tu alcance .-de forma mezquina le quito la foto de sus manos devolviéndola al escritorio con brusquedad.- Sin ofender.

-Bueno .-hizo una mueca de indiferencia.

Con una mano en su espalda lo llevo hasta la puerta, su presencia la estaba molestando.

-Cuídate, Naruto.

-Muchas gracias, por todo.

-Idiota .-dijo en cuanto ya estaba lo suficientemente lejos y no la escuchara, su teléfono volvió a sonar.- ¿Si?

-Su hija sigue esperando .-cambio de linea, lo había olvidado por completo.- hola, cariño.

- ¿Me pusiste en espera? -grito su hija del otro lado.

-Lo siento, cariño. ¿Pasa algo malo?

-Dijo que me amaba, y le creí -dijo entre sollozos.- Soy tan estúpida.

-Querida, todo esta bien. Solo cálmate, respira profundo, sal del circulo.

-Deja tu mierda psicológica, mama -exclamo exasperada.- ¡Hay fotos mías en Internet!

- ¿Que clase de fotos? -pregunto comenzando a preocuparse.

- ¡Fotos desnudas! ¿que crees? -continuo llorando.

- ¡¿Como pudiste ser tan estúpida!? .-le grito con los nervios a flor de piel.

-Es que era tan encantador, y se la pasaba diciéndome que tenia piernas espectaculares y que quería fotografiarlas .-apenas hablaba por el llanto.- ¡y las cosas se descontrolaron por completo!

La mujer dejo colgada a su hija al teléfono para salir corriendo fuera de su oficina, sin que esta se diera cuenta hasta que comenzó a llamarla a gritos al notar que no respondía.

En otro lugar del edificio, el chico caminaba tranquilo, desbordando confianza y elegancia, se detuvo para mirar la portada del libro que le habían regalado y sin pensarlo lo tiro al basurero a su lado.

- ¡Naruto!

Se giro al escuchar su nombre y vio a su terapeuta gritándole desde el ventanal de un tercer piso, sonrió travieso y la observo golpeando el vidrio y gritando improperios.

- ¡Pagaras por esto, pequeña mierda! ¿Me oíste? ¡Pedazo de pervertido!

El chico siguió sonriendo y trataba de entender todo lo que la terapeuta le gritaba, hasta que un guardia se acerco a ella para detenerla, la mujer lo golpeo y siguió gritando frente a la mirada de todos los que pasaban por ahí.

- ¿Cual es su problema? .-hablo una chica acercándose a Naruto.

-Parece que alguien necesita terapia .-le dijo al oído, la chica rió y el la miro detenidamente.

- ¿Cual es tu nombre?

-Matsuri -dijo con una sonrisa.

-Dios, eres hermosa.

-Gracias -respondió halagada.

-Te llevare a almorzar.

-Esta bien -acepto impresionada por la espontaneidad del chico.

Le tomo de la mano y salieron del edificio, con los gritos de la terapeuta aun negándose a alejarse del ventanal.

Volvió por la tarde en su flamante automóvil, un Jaguar XK140. Estacionó frente a su casa, ignorando al policía que le informaba que no había estacionamiento, hizo un ademán con su mano sin voltear a verlo y el hombre desistió de gritarle.

Estacionó frente a su casa, ignorando al policía que le informaba que no había estacionamiento, hizo un ademán con su mano sin voltear a verlo y el hombre desistió de gritarle

En una de las elegantes habitaciones estaba su hermanastra, Sakura Haruno, frente a una mujer acompañada de su hija. La mujer, de familia reconocida y respetable buscaba a la pelirosa para que ayudara a su hija, Ino. Esperanzada de que la influencia de la muchacha fuera buena para que su hija, quien por primera vez estaría en un colegio ya que fue educada en casa desde pequeña, fuera plena y lograra amoldarse instruida por la pelirosa, que era la presidenta estudiantil y la mas popular en el colegio.

-No se como expresar la felicidad que siento porque Ino irá contigo a Manchester este otoño. Siempre fuiste una inspiración, esperamos que ella este a la altura de la excelencia que esperabas.

-Hare lo mejor posible -dijo sonriendo, le agradeció a la sirvienta que traía el te y volvió a mirarlas.

-Sakura es de las mas populares en la escuela, escuchala en todo y llegaras lejos .-le aconsejo la madre con una mano en su rodilla, esta vez se dirigió a la pelirosa.- ¿como lo haces? ¿de donde sacas tu fuerza?

-Se que esto parecerá cursi .-respondió con una mano en su pecho, saco un rosario con una cruz de plata gruesa y la mostró a la mujer, su hija la miraba con confusión.- pero cuando siento tentación de la presión del grupo acudo a Dios y el me ayuda.

-Eso es hermoso.

- ¿Como son los chicos? -hablo por primera vez la chica, con voz atontada y de niña pequeña.

Su madre, irritada, le pellizco la pierna haciendo que la niña reclamara por el dolor infringido.

-Ino .-le llamo riéndose nerviosa.- ¿no piensas en otra cosa? .-volvió a reír nerviosa.- disculpala, nunca ha estado en un ambiente coeducacional.

-Eso es perfectamente entendible .-anuncio sin perder la compostura.- la mayoría de los chicos matriculados son caballeros honorables, pero siempre hay alguna manzana podrida.

-Como tu hermanastro, Naruto. No puedo creer que no lo expulsaran con lo que le hizo a la enfermera.

-Escuche que se esta recuperando muy bien -hablo el muchacho entrando a la habitación, se acerco a la mujer y se inclino hasta quedar a la altura de su oído para gritarle.- ¡gusto en verla de nuevo, Sra. Yamanaka!

- ¿Recuerdas a mi hija Ino? -la presento incomoda por la presencia del chico.

- ¡Que adorable camiseta! .-dijo mirando la infantil camiseta de la chica, con un koala animado estampado en el centro.

-Gracias, mi padre me llevo de viaje a Australia .-hablo tomando entre sus manos la camiseta, arrugandola.

- ¿Como están las cosas allá abajo? .-pregunto coqueto, inclinándose para ver la entrepierna de la chica, que había abierto sus piernas inconscientemente.- floreciendo, espero.

- ¡Naruto! .-la pelirosa le golpeo el brazo avergonzada y furiosa, la mujer empujo la pierna de su hija para juntarlas.

-Lo siento mucho .-susurro con una mano en su pecho.

-Creo que nos vamos, gracias por tu ayuda -sonrió tomando de la mano a su torpe hija para levantarse del sofá.

-Ino, te llamare para que planeemos tus clases .-dijo amablemente.

-De acuerdo, gracias. Fue un placer conocerte .-se dirigió a Naruto. Con una mano en su boca el chico le lanzo un sonoro beso.

-Ciao.

La madre, terriblemente incomoda de que su hija interactuara con el chico de semejante mala reputación, obligo a su hija a caminar, reclamándole de que cerrara las piernas y se comportara. En cuanto salieron de la habitación, la sonrisa de la pelirosa desapareció, desabotono su chaqueta y se sentó, tomando entre sus dedos la cruz.

-No sabia que era el día del imbécil en la casa Uzumaki .-dijo con falsa emoción.

-Solo aceptaba a la pobrecita como protegida .-giro la base de la cruz, se abrió y de ella salio una diminuta cuchara con un polvo blanco, se la llevo a la nariz y aspiro con fuerza.

-Llamaron las unidades parentales mientras estabas fuera .-anuncio a su hermanastro.

-Encantador. ¿Disfruta de Bali la zorra caza fortunas de tu madre? .-pregunto con su sonrisa llena de malicia.

-Ya sospecha lo que tu impotente y alcohólico padre hace con la mucama.

-Bien.

- ¿Que te pasa? ¿La terapia no ha ido bien?

-La terapia estuvo bien .-saco una servilleta de su bolsillo con un numero telefónico escrito en ella.- Matsuri, ¡llámame! .- dijo imitando la voz de una niña pequeña a la vez que dejaba caer el papel sobre el regazo de la pelirosa, quien la ocupo para limpiar de su nariz algún resto de polvo.

-Me harte de acostarme con estas insípidas debutantes de Manhattan .-reclamo aburrido mirando un cuadro con un marco dorado en la pared.- ya nada les impresiona.

-Relájate, tengo una misión para ti.

El rubio la miro levemente interesado.

- ¿Que?

- ¿Recuerdas a Sai?

-Oh, ¿te refieres al nazi que te planto el fin de semana del 4 de julio?

-Me esforcé mucho por complacerlo, hice grandes sacrificios por mantenerlo feliz .-dijo recordando al chico que se había quedado dormido completamente borracho mientras le hacia sexo oral.

-Lo siento.

-Como sea... hirió mis sentimientos que se enamorara de otra.

-No querrás decir...- el chico sonrió extasiado atando cabos.

-Ni mas ni menos que Ino Yamanaka.

-Así que de eso se trata todo esto.

-Cuando termine con ella, sera la gran mujerzuela de Nueva York. La princesita de Sai sera mercancía dañada.

- ¿Por que atacar a Ino, y no solo a Sai?

-No puedo permitir que sepan que hice algo contra el. Todo el mundo me ama, y quiero que siga siendo así.

-Entiendo tu punto .-se acerco al piano y reviso su interior.- ¿por que debería importarme?

-Quiero que seduzcas a Ino.

Se acomodo en el sofá recostándose y haciendo mas visible el escote de su blusa, pasando una mano sobre sus pechos, incitando al chico quien no perdió detalle.

-Es algo linda, ¿no crees? pechos jóvenes, trasero duro y firme, cuerpo sin explorar .-atraído por su voz seductora, se acerco al sofá donde se encontraba su hermanastra, quien subió su pie por la entrepierna del chico que gimió excitado, se inclino y paso una mano por la pierna de la joven acercándose a su rostro.

-Se su capitán Picard, Uzumaki .-le murmuro a centímetros de sus labios.- ve audazmente... donde ningún hombre ha ido.

-Agh, no puedo.

La chica no dudo en empujarlo al otro lado del sofá.

- ¿Por que no? .-se puso de pie, molesta por la respuesta.

-Vamos, Sakura. Es demasiado fácil .-dijo con fastidio.- pídeselo a uno de tus amigos idiotas que lo haga. Tengo una reputación que mantener.

-Oh, ¿pero tirarte a la hija de tu terapeuta es un desafío?

-Cobraba de mas .-sonrió.- Esto, es un desafío.

Dejo sobre la mesa una revista juvenil.

-Ya se como aliviar los dolores menstruales, gracias.

-Cállate y abre la pagina 64.

La chica al ver la revista rodó los ojos y la tomo de mala gana, buscando la pagina indicada y comenzó a leer en voz alta, había una foto de una joven de su edad de cabello negro y largo, sobre la foto estaba escrito El manifesto de una virgen.

-Por que planeo esperar, por Hinata Hyuga, Kansas .-siguió leyendo en silencio, haciendo muecas.- Dios, ¿va en serio?

-Es un angelito de papi .-hablo el chico acariciando el cuello de su hermanastra, bajando hasta tocar uno de sus pechos y arrebatandole la revista.- veamos, aburrido, aburrido aburrido. Amo a mis padres .-volvió a decir con voz infantil.- aburrido, aburrido, una decisión madura. ¡Aquí! Tiene un novio llamado Shino. Salimos desde hace un año. Shino entiende.

-Shino es un marica .-exclamo la pelirosa con burla.- Lastima, vive en Kansas.

-Au contraire .-dijo con acento francés.- el padre de la virgen acepto el cargo de director en nuestra escuela. Ella se quedara con mi tía mientras sus padres venden la casa .-anuncio con alegría, ante la atónita mirada de la chica.- ¿Puedes imaginar lo que esto le hará a mi reputación? Acostarme con la hija del director antes de que empiecen las clases. Ella sera mi mayor victoria .-finalizo ensoñado.

-No tienes posibilidad. Ella esta fuera de tu alcance.

- ¿Quieres apostar? .-le reto.

-Lo pensare.

-Bueno, el deber llama .-se levanto y tomo un cuaderno del piano.- La dra. y su hija harán su triunfal entrada.

-Oh, claro, tu diario. ¿Puedes ser mas afeminado?

- ¿Puedes estar mas desesperada por leerlo?

Camino hasta el estudio y dejo el libro sobre el escritorio para buscar un cigarrillo de su chaqueta.

-Naruto -lo llamo inocentemente la pelirosa, el chico con el cigarro recién prendido en sus labios la miro con fastidio.

- ¿Puedes venir un momento?

Dejo el cigarro en el cenicero y haciendo muecas camino hasta la otra habitación donde estaba esperándole.

-Acerca de esa pequeña apuesta. Estoy dentro.

- ¿Cuales son las condiciones?

-Si gano...-el chico se acerco un paso y ella retrocedió.- ese genial auto tuyo sera mio.

- ¿Y si yo gano? .-pregunto con una sonrisa, acorralándola.

-Te daré eso que te ha estado obsesionando desde que nuestros padres se casaron .-dijo quitándose la chaqueta y lanzandola a su cama.

-Se mas especifica.

-En español... te cogeré entero.

El chico entreabrió los labios por un momento sin saber que decir, le había impresionado.

- ¿Que te hace pensar que aceptare esa apuesta? Es un Jaguar deportivo 1956.

-Porque soy la única persona que no puedes tener, y eso te esta matando.

-Ni loco.

Se alejo y la chica aprovecho para acomodarse en la cama y volver a seducirle.

-Puedes ponerlo en cualquier parte.

Esa propuesta hizo que el chico se detuviera, si hace un momento había pensado que ni loco apostaría su auto, ahora lo estaba reconsiderando, en algo su hermanastra tenia razón, la deseaba.

-Es una apuesta, preciosa.

Estrecharon sus manos con seriedad, mirándose el uno al otro.

-Feliz cacería, Naruto.

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Esta historia estaba basada en una película que me gusta mucho aunque es muy dramática, pero es de los 90 y me encanta.