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Hola queridos lectores
perdonen por mi ausencia he tenido algunos problemitas pero aqui estoy
ahora con una nueva historia, como ya termine un fic y estoy por terminar otro decidi subir ya estos que me andaban rodando por la cabeza jejeje
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¿Cómo sobrevivir a lo inhumano? ¿Cómo definir que es realmente inhumano? ¿Quién tiene la razón? ¿Quién decide que es bueno y que es malo? ¿Al final como saber elegir entre estas dos incógnitas ¿Cómo sobrevivir a lo inhumano? ¿Cómo definir que es realmente inhumano? ¿Quién tiene la razón? ¿Quién decide que es bueno y que es malo? ¿Al final como saber elegir entre estas dos incógnitas? ¿Cómo defender lo invisible? ¿Cómo superar las dificultades que atormentan tu alma?
En realidad ¿Cómo se puede sobrevivir en este torcido mundo? Cuando la vida crees que ya te ha cobrado la cuota, resulta que no es así.
Aparece otro día, otro tormento al tener que someterte sin salida por el momento.
H.G.P
Miriam estaba en la cocina ateniendo a su hija mayor quien había regresado con ellos, parecía que a partir de ahora estarían ya juntas, pues Olga buscaría algo cercano para no separarse tanto de ellos.
Eso era algo que le interesaba tanto como una mosca a Helga, quien estaba en el marco de la puerta observando la feliz "familia" platicando amenamente.
-¿Dónde esta Bob? –Pregunto sin mas rodeos la rubia
Miriam no le hizo el menor caso, pero Olga escucho a su hermana.
-Papi salió Helga, dijo que iría a abrir el negocio, pero que en la tarde recuerdes llegar.
-Genial –Murmuro la rubia, estaba mas que exhausta
-¿Quieres almorzar algo hermanita?
-No te preocupes Olga, tomare algo en la escuela
-Pero…
-Se que Miriam no soporta que la atención de su preciada hija este en otro lado que no sea en ella.
-Helga –Murmuro Olga
-Dejara cariño, esta en plena adolescencia.
Helga rodo los ojos –Para ti lo estoy desde los 5, bueno ya me voy
-Que te vaya bien hermanita bebe
-Nos vemos –Dijo Miriam sin interés.
Helga había aprendido a que su madre solo tenia ojos para Olga, ella si que valía la pena para ella, incluso para dejar de estar alcoholizada todo el tiempo. Pero ¿Qué mas daba?
Después de lo que paso en San Lorenzo el único que parecía haber cambiado era Bob, aunque no sabia si realmente lo había hecho, ya que ahora tenia mas la atención de su padre pero a veces era demasiado sofocante y mucho trabajo para ella tener que mantener interés en algo que no le gustaba.
Odiaba la vida que Bob ya había planeado para ella, pese a las discusiones que habían tenido en el ultimo año respecto a la carrera, el no quitaba el dedo del renglón pero ella estaba luchando por conseguir la beca, así no tendría que pedir nada de Bob.
Solo debía soportar este ultimo semestre en la preparatoria, solo ese ultimo y seria libre.
Además pronto cumpliría dieciocho, ya nada la detendría.
Había cambiado tantas cosas desde aquella vez, donde unos pequeños niños se unían para poder rescatar los padres o salvar el vecindario, todo eso quedo atrás.
Y con ello también la pandilla.
Todos cambiaron.
Suspiro mientras llegaba a la parada del autobús.
Lo único bueno que cambio fue que su padre se recuperó, ahora tenían de nuevo su casa.
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Arnold miraba con tranquilidad al frente mientras manejaba su automóvil, con su mejor amigo a un lado buscando un lugar en el estacionamiento de la preparatoria. Cuando una joven rubia paso justo por enfrente de donde planeaba meter su auto.
-¡Quítate de en medio! –Le grito Gerald desde la ventanilla -¡Tenias que ser tu Pataki!
Helga solo le hizo una seña obscena y continuo su camino, Arnold por su lado solo la observo irse antes de mirar a su lado.
-¡Hola primor!
-Rhonda –Dijo el rubio mirándola con amabilidad
Gerald se bajó del automóvil, seguido por Arnold.
-Mi amor te extrañe –Decía Rhonda mientras le daba un beso a Arnold
El rubio solo la tomo de la cintura mientras le correspondía el beso.
Helga miraba todo desde la entrada para los salones, cuando llego Thadeus –Seria increíble ¿no?
-¿Qué? –Pregunto la rubia sin interés
-Que fuéramos nosotros los que ellos besan
Helga rodo los ojos –Thadeus ¿Cuántas veces te lo debo de decir? –Suspiro –Personas como Arnold están…están bien con ellos mismo, con gente hueca y sin escrúpulos.
-Y en nuestros sueños.
-¿Aun la quieres no?
-Tu también ¿No es verdad?
Helga negó con la cabeza –No mas, además tengo algo mejor que hacer
Thadeus sonrió de lado –Claro tu amado chico secreto ¿No?
Helga se sonrojo levemente –Es que…el realmente me entiende
El pelinegro solo sonrió dulcemente a su amiga –Aunque yo también te entiendo
Ella rio –Es diferente Thady y lo sabes.
-Claro primor, ahora si me disculpas debo ir a mi audición
-Suerte seguramente te darán el protagónico
-Eso espero
Helga sonrió dulcemente cuando de pronto sonó su teléfono. Su sonrisa se hizo mas amplia mientras leía.
Dark3 "¿Cómo está tu día mi chica poetiza?"
Poetiza3 "Normal, sigo pensando que seria mejor vivir en un mundo de fantasía que en mi realidad deprimente, pero ¿Qué tal el tuyo?"
Dark3 "Estaría mejor si pudiera conocerte….te he extrañado, hace mucho que no hablamos"
Poetiza3 "Hablamos en la mañana"
Dark3 "¿Cuándo te conoceré?"
Poetiza3 "Quizás…algún día"
Dark "¿Crees que nos hayamos conocido ya?"
Poetiza3 "Probablemente"
Dark3 "Creo que el profesor Simmons ya ha tenido demasiado de su profesión, parece que se esta volviendo loco"
Helga volteo a ver al profesor Simmons quien estaba tratando de juntar todos los papeles que habían sido tirados por los alumnos, quienes aun jugaban.
Poetiza3 "Son unos idiotas"
Dark3 "No tanto como Wolfang, parece que se le olvido que la fuente no es bebedero"
Miro al rubio quien tomaba agua de ahí.
Helga rio un segundo antes de escribir nuevamente, había varios chicos escribiendo en su teléfono ¿Quién seria su chico secreto? ¿Quién de todos seria Dark?
Dark3 "Enserio ¿Cuándo te vería?"
Helga suspiro un poco antes de responder.
Poetiza3 "Pronto"
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Rhonda se acerco a su novio cuando lo vio algo distante a ella -¿Qué ocurre cariño?
-Nada Rhonda, solo…
-Vamos llegaremos tarde ¿No?
-Claro vamos
Arnold camino lentamente con la pelinegra a su lado aunque en su mente estaba solo un pensamiento desde el semestre pasado.
¿Cómo decirle a sus padres lo que había decidido?
¿Cómo dejar de fingir lo que los demás quieren? ¿Qué tan fácil o difícil es poder ser quien eres sin la necesidad de lastimar a los demás? Sobre todo a quienes amas.
Por supuesto es imposible.
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Helga caminaba rápidamente para llegar al negocio de los Beeper's donde ya estaba su padre esperándola.
Estaba cansada de trabajar por las tardes y en los momentos libros que tuviera para que su padre estuviera feliz.
Pero ¿Qué mas podía hacer?
Lo único que le gustaba es que en la noche podría hablar con su amado chico secreto, por quien suspiraba ya día y noche.
Aunque aun no podía quitarse completamente de la cabeza a Arnold, este chico la hacia sentirse segura, feliz y sobretodo comprendida, no tenia que usar mascaras con el, no tenia que esconder lo que sentía o lo que le pasaba.
Era un amor diferente pero este chico le gustaba y moría por conocerlo por supuesto pero a la vez tenia miedo, miedo de tener que hablarlo y mirarlo físicamente, una cosa era por el chat o mensajes y otra muy diferente hacerlo ya frente al joven.
Aun así….la curiosidad era demasiado.
-¿Qué tal tu dia Helga?
-Bien papa
-¿Comiste hija?
Helga suspiro un poco, Bob sabia perfectamente bien que no había desayunado como era costumbre en su casa porque Miriam nunca le hacia nada.
-En la escuela pero ya tiene un poco –Dijo malhumorada
Bob asintió –Quédate a cargo, mientras yo iré a buscar algo de comida para ti –Dijo seriamente
-De acuerdo papa
Un joven rubio se acerco a ella cuando su padre se fue.
-¿Qué tal las clases?
-Como siempre –Dijo desinteresadamente la rubia
-¿Enserio Helga seguirás de ese modo conmigo?
-No tengo mas que decirte Brainy
El rubio suspiro frustrado -¿Es por Arnold?
Helga lo miro molesta –Bien sabes que no
-¿Por qué no me das una oportunidad entonces?
-Por no siento realmente algo por ti, lo siento es mejor que lo sepas.
-Ese beso…
-Demonios Brainy supéralo, solo fue un momento y fue por agradecimiento
-Tal vez en ese momento pero ahora.
-No, lo siento Brainy y ahora si me disculpas debemos trabajar
-Si como tu padre, te gusta mejor el trabajo ¿No?
-No, solo que no tiene caso ¿De acuerdo?
Brainy la miro con frustración, pero decidió no agregar nada, llevaba años intentando que la rubia le hiciera caso, sobretodo despues de que Arnold y ella decidieron distanciarse…ella nunca le dijo la razón del porque prefería estar lejos del rubio, pero el sabia perfectamente bien que era porque pensaba que Arnold solamente estaba con ella por lastima o algo.
Era mas que obvio que Helga tenia miedo pero no para el rubio, ambos se separaron y no volvieron a tocar el tema por supuesto.
Miro como la rubia estaba de un lado a otro en la tienda, atendiendo y vendiendo los nuevos teléfonos que Bob había decidido poner a la venta por recomendación de su nuevo socio, que en realidad no sabia de quien se trataba, al menos el no.
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En la noche llegaron a la casa de los Pataki's, Helga estaba exhausta todavía tenia que realizar varios trabajos, suspiro frustrada.
-Como siempre he pensado cariño, trabajar duro ayuda para poder obtener una mejor vida ¿No lo crees? –Rio por lo bajo –Otro dia, otro dólar eso es lo que siempre he dicho
-Claro papa –Dijo molesta ingresando a la casa molesta
-Hola papa, hermanita, prepare la cena y asi todos comeremos juntos.
-Olga lo siento tengo tarea que hacer
-¿No se supone que no tenias? –Pregunto Bob enarcando una ceja
-Siempre tengo tarea Bob
-Pero en el trabajo te vi con cuadernos ¿Qué estabas haciendo entonces? ¿Perdiendo el tiempo para no trabajar?
-No papa, pero este trabajo es de literatura y es…
-Te dije que no quiero que estes teniendo ese taller absurdo ¿de que te servirá?
-Bob no es ni el momento y no tengo ganas de volver a la misma discusión, mejor me voy, además estoy cansada.
Bob solo la miro irse.
Detestaba que tuviera su mismo carácter y su determinación cuando lo enfocaba en algo que no le daría ningún tipo de recompensa al menos para el.
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Helga suspiro mirando los menajes de Dark3
-Otro día sin el amor verdadero –Miro su pequeño relicario que ya dejaba en su cajón –Pero al menos ahora no me siento sola –Volvió la vista a los mensajes –Te tengo a ti.
Al final el amor tiene mil sabores y colores, al menos sabia que podía querer y demasiado a una persona si es que se lo proponía.
Pero quizás nunca seria igual que como lo que sentía por Arnold.
Arnold…
Otro día donde lo miraba pero el no la miraba.
Otro día más sin poder gritarle lo que sentía por él.
Otro día sin poder aclamarlo como suyo
Otro día donde solamente se conformaba con verlo desde la distancia, deseando su amor y que sus ojos solo la vieran a ella.
Pero eso nunca pasaría.
Hola queridos lectores
espero que les haya gustado, por favor dejen sus hermosos reviews que me alientan a seguir escribiendo
saludos cordiales desde CDMX
