Estoy sentado en mi alcoba, mas explícitamente en mi cama, buscando algo que me inspire. Por una vez, mis suplicas son escuchadas y alli, parada en el umbral de la puerta, está mi musa. Con aquellos cabellos rojos como el fuego, esa suave piel de porcelana y esos ojos azules tan profundos que parecen dos zafiros. Se acerca a mí lentamente, como una leona acechando a su presa. Se sienta en mi regazo y me habla en un suave murmullo.
-¿Qué ves en mi pupila azul?- si supiera todo lo que miro con solo rozar con mis ojos aquellas pupilas, que hipnóticas, me sumergen en un mar de fantasías.
-¿Qué es lo que viste en mí?- me pregunta con aquella mirada que, expresa aquel sentimiento que mata. Pero no soy quien para decirle que no exprese su curiosidad, si yo mismo por curiosear he caído bajo sus encantos de sirena.
-Lysandro- pronuncia tenuemente, no resisto más y beso aquellos labios que me atraen. La beso suavemente y la recuesto en mi cama. Con mis pulgares acaricio su rostro suave como la seda.
-¿Qué es lo que veo en tus pupilas?-mi voz apenas es un murmullo, sus ojos se cierran disfrutando de mis palabras-. Veo todo, veo quien eres. Vivo una fantasía de estar contigo siempre.
Me sonríe. le sonrió, le beso, me besa y me separo.
-¿Qué es lo que vi en ti?- le beso la nariz y se rie adorablemente. Me llena de felicidad saber que soy el único con el que se saca aquella mascara de indiferencia-. Tu sonrisa, tu cabello, tus expresiones, tu voz, todo en ti pero lo que me enamoro y hechizó fueron tus ojos, mi musa.
La veo sonrojarse y una lágrima traviesa baja por sus mejillas. Me enojo, pero no con ella, si no con ellas, ¿Porque arruinan el rostro de mi amada? Tomo con delicadeza, su rostro de princesa y limpio con mis labios aquellas insolentes gotas saladas. Ella se rie y para mí, es la mejor melodía que he escuchado. La beso con pasión e iniciamos una lucha en nuestras bocas de la cual me declaro ganador. La pasión nos envuelve. Todo es con sutileza y especialmente con delicadeza, me mira y la miro con mis ojos dispares. Acaricio sus labios, su cabello y en la profundidad de la noche nos fundimos como uno. La amo con locura, amo esos ojos azules.
