Hola este es mi primer fic. Los personajes le pertenecen a Rumiko creadora de la serie Ranma 1/2. Hago esto sin animo de lucro. Sin más que decir espero que mes guste. :)

Había pasado un tiempo desde la boda fallida; Akane se notaba algo decaida al inicio y aunque ya se había recuperado bastante, cada vez que alguien mencionaba aquel dichoso día, sentía como su corazón se estremecía. Ranma en cambio; desde el inicio se mostró ageno a aquella situación, como si no le hubiera afectado para para nada y seguía como siempre molestando a Akane, siendo perseguido por sus pretendientes y recibiendo golpes de parte de su prometida. Akane notaba que a su prometido parecía darle igual lo que ella sentía, lo cierto es que ni siquiera estaba segura de que este hubiera notado su tristeza. Sin embargo; lo que percibían todos del chico de la trenza no podía estar más alejado de la realidad, la verdad era que Ranma estaba más ansioso que nunca y era perfectamente consciente de que su prometida creía que el no la quería y razones tenía para esto, despues de todo prácticamente la rechazó el día de su boda.

-Ay maldita sea- Decía ranma en su forma femenina sentado sobre el tejado de la casa de los Tendo retorciendo su ropa mojada -¿Porque se tuvo que enojar así esta vez? No es mi culpa que no sepa cocinar.-

INICIO FLASHBACK

-Ranma por favor, pruébalas, te juro que estan ricas- Decía Akane sosteniendo un plato lleno de galletas, dirigiéndose a su prometido que miraba tranquilamente hacia el jardín.

-Vamos hijo, come las galletas de tu prometida, eres muy afortunado de que te cocine, solo para ti- Decía Genma molestando a su hijo.

-Ya papá, ¿Quién quiere comer algo tan horrible? Me voy a envenenar como las otras veces- Decía Ranma con intención de contestar a las burlas de su padre, como siempre.

-Ranma... ¡Pruebalas de una vez!- Decía Akane cada vez más molesta.

-¡Que no Akane! Nadie querría esa comida tuya, pobre de quién se case contigo- Esas últimas palabras ocasionaron que cierta prometida se enfurecida, rompiera el plato con las galletas sobre la cabeza de cierto prometido, para luego arrojarle al pequeño lago del jardín.

FIN FLASHBACK

-Bueno, tal vez eso último que le dije fue más que brusco después de que no me case con ella- pensaba afligido ranma -Ay estúpida Akane, ¿porque no puede entender que no es que no me quisiera casar con ella?-

Mientras en su cuarto la triste peliazul lloraba abrazada a su almohada -¡Ayy Ranma!¿Porque tenías que decir eso? Tu no entiendes nada, nunca lo haces. Si supieras lo mal que me siento...- Se quedó pensativa unos segundos -No, ni aunque lo supieras harías algo al respecto- Dijo volviéndose a abrazar a su almohada.

DOS DÍAS DESPUÉS

Habían pasado dos días desde aquella pelea y Akane a penas le dirigía la palabra a Ranma. Si bien esta pelea no había sido la peor, ni la mas ofensiva, ni la más duradera, Akane no dejaba de pensar en esas palablas "Pobre de quién se case contigo" ¿Sería acaso que Ranma ya había decidido que ese alguien no sería el? Esos pensamientos la hacían querer alejarse del causante de todo su pesar. Ranma por otro lado buscaba la manera de acercarse a ella, sin ser muy obvio por supuesto, buscaba pequeñas excusas como darle algún recado de sus hermanas o de su padre, llamarla a comer, casualmente coincidir cuando entrenaba; sin embargo, no había logrado entablar una conversación que pasara de un par de palabras cruzadas y el posterior retiro de su amada quien en definitiva no le quería cerca.

-Akane, hija ven- La llamó su padre que se encontraba sentado en la sala.

-¿Que sucede?- Respondió la peliazul sentándose frente a él. Ya era de noche, casi hora de dormir.

-Mañana iré con Genma y Nodoka a visitar a unos amigos, ellos viven lejos por lo que nos quedaremos allí una noche, Kasumi ha sido invitada por el Dr.Tofu a visitar su pueblo natal para conocer a su madre por lo que estará varios días fuera y Nabiki se irá a unas termales en la montaña con un grupo de la Universidad. Así que...- Akane ya sabiendo lo que le diría aguantaba sus ganas de gritar, prefería ir con ellos que quedarse allí con Ranma. -Te debes quedar con Ranma y cuidar ambos de la casa y el dojo-. Akane decidida a no permitir aquella situación alegó.

-Pero papá, a mi me gustaría ir con ustedes, no tengo ganas de quedarme acá- Dijo rápidamente.

-No Akane, está decidido. A parte sería una falta de respeto llevar a más invitados a una actividad cerrada, lo mismo digo con respecto a las actividades de tus hermanas-. Dijo su padre con un tono determinante.

-Está bien, me quedaré con Ranma- Dijo desganada la menor de los Tendo.

A su vez Ranma había sido informado de la situación por su padre. ¿Quedarse solo con Akane? Si quería arreglar las cosas esta sería la ocasión.

-¿Pero que le puedo decir?... Akane mira tu has mejorado en lo que cocinas y yo comeré tu comida toda la vida cuando nos casemos...- Negaba con la cabeza tras decir eso mirándose al espejo en el baño -Si le digo eso estaría aceptando que me cansaré con ella. Ay ¿que hago?, ¿que debería decirle?- Pensando decidió mejor tomar un baño a ver que se le ocurría consumido en relajante agua caliente. Ya dentro de la bañera suspiró. -¿Y bueno sería tan malo decírselo de una vez por todas? Pocas veces hay una oportunidad para hablar sin ser interrumpidos, si no la quiero perder lo mejor sería decírselo ya, últimamente la veo tan triste y si tengo razón podría ser por la boda, lo cierto es que yo también estoy algo decepcionado de que no nos casamos en esa ocasión. Si estuviéramos casados podría tenerla entre mis brazos, besarla y hacerle el am...-. Ranma dejo de hablar, al darse cuenta de lo que estaba diciendo, si bien era cierto que esos pensamientos rondaban en su cabeza hace tiempo se sentía algo extraño de aceptarlo en voz alta, si su prometida lo escuchara seguro diría que es un pervertido, eso pensaba en silencio mientras terminaba su baño. Finalmente salió de la bañera y allí de pie desnudo se le ocurrió. -¿Y si se lo digo y ella no siente lo mismo?- Un escalofrío recorrió su espalda y sumido en sus pensamientos no notó que alguien entraba al baño en ese momento. Una Akane envuelta en una toalla apareció por la puerta encontrando a su prometido totalmente desnudo de pie paralizado, Ranma miró a Akane aún sin ser consciente de si soñaba o era real.

-Ranma...- Dijo Akane sujetando su toalla asegurándose de que esta no se desprendiera ni un milímetro de su cuerpo.

-Akane tu estas...- Dijo el chico de la trenza cayendo en cuenta de que su prometida realmente estaba allí mirándolo, en casi la misma situación que el primer día que estuvo en la casa de los Tendo.

-Ranma, lo siento- Dijo muy roja Akane saliendo rápidamente del baño.

Pronto Ranma cayó en cuenta de lo ocurrido y se secó rápidamente, se vistió y fue a su cuarto sin poder creer que Akane le había visto todo... todo, todo.

Al día siguiente; la familia Tendo despertó muy temprano, ya que todos saldrían pronto a sus respectivos viajes, excepto dos jóvenes prometidos que aún estaban en sus cuartos avergonzados por la situación en el baño el día anterior. Finalmente Akane decidió salir para poder despedir a su familia. Después de que todos se habían ido, se dispuso a comer el desayuno que su detallista hermana mayor había dejado para los dos jóvenes dormilones. Akane comía muy feliz cuando escucho unos pasos aproximarse, pronto aparecio su amado prometido al que no fue capaz de ver a los ojos.

-Buenos días- Dijo Ranma mientras se sentaba

-Bu, buenos días- Respondió tímidamente Akane.

-¿Ya se han ido todos?- Dijo restandole importancia.

-Emm si. Pero, Kasumi nos ha dejado el desayuno- Dijo deslizando un plato por la mesa hacia su prometido.

-Gracias- Dijo el ojiazul tomando el plato y sirviéndose comida.

-Supongo que es un alivio que no prepara yo el desayuno- Dijo Akane entre dientes mirando su plato.Ranma sintió como un nudo se hacía en su garganta, ese era el momento podía arreglar o empeorar la última pelea que habían tenido.

-No Akane eso no es así- Soltó intentando parecer casual y despreocupado sin dañarla.

-¿Eh?¿De que hablas? El otro día dijiste que- No terminó de hablar cuando la interrumpió su prometido.

-Si lo se, pero no era cierto. Yo estaba molesto- Dijo mientras se metía mucha comida a la boca para disimular el terror que estaba sintiendo.

-¿Molesto, por qué?-Preguntó la peliazul sin creer lo que decía su prometido.

-Por mi padre, que me estaba molestando- Tragó lo que tenía en la boca, tomo valor y dijo -Lo cierto es que no te quería lastimar y me hubiera encantado comer tus galletas- Dijo muy serio viendo a su estupefacta prometida.

-Ran... Ranma. Pero... tu dijiste... "pobre del que se case contigo"-. Al escuchar esto Ranma se vio acorralado, era lo que temía de esa conversación, pero ya había llegado lejos así que prosiguió.

-Akane... Yo... Sólo te estaba molestando. Además, yo seré esa persona que se casará contigo así que podrás cocinar toda la vida para mi- Dijo mientras se reía con una mano atrás de la cabeza restandole importancia a lo que acababa de confesar.

-Ranma...- Akane no sabía ni que decir tras esas palabras de su amado, ¿Sería verdad?, ¿lo estaría diciendo en serio?

Continuará...

Bueno originalmente sería un one-shot pero tal parece que se alargará más. Espero que les vaya gustando. ¿Será que las cosas se pondrán calientes con estos dos solos en la casa?