ANTE TODO AVISO, QUE LUEGO SE QUEJAN, AUNQUE YA LO DIJE ANTES DE EMPEZAR LA HISTORIA. ALGUNOS PERSONAJES PERTENECEN A STEPHENIE MEYER, PERO EL RESTO DE PERSONAJES SON INVENTADOS POR MI.

Dicho esto, prosigo con mi historia.

Han pasado ya 12 años desde que llegamos a Alaska.

El tiempo ha pasado muy deprisa. Demasiado.

Lucy está a punto de terminar el instituto y Clara, mi hija, conoció el amor de la mano de un chico llamado Seth Clearwater. Y yo, vivo felizmente con mi esposa, Johana.

Todos estos años hemos vivido felices, junto a mi hermano Jasper y a su familia, los Cullen.

Toc, toc. Alguien llama a la puerta.

- Hola! Está Lucy en casa señor Whitlock?

- Hola Renesmee. Claro, está arriba. Venga pasa. Lucy está en su dormitorio haciendo los deberes.

- Ah si? – preguntó Renesmee un poco confundida.

- Si. Lo que significa que, o bien está en el ordenador o hablando por teléfono. – le dije con una sonrisa.

Renesmee me devolvió la sonrisa y subió corriendo las escaleras hacia el dormitorio de Lucy.

- Toc, toc!! Lucy, puedo pasar?

- Si, Nessie, pasa. – contesté sin dejar de hablar por teléfono. – siéntate.

Renesmee se sentó en la cama, a mi lado.

- Si, ya lo se. Venga, va, me arreglo y vamos, vale? Venga, hasta luego!!

- Ya has quedado con Virgil?

- Si. A las ocho pasarán a buscarnos por la parada del autobús, como siempre. Ya se lo has dicho a Jacob? Lo digo para que no crea que estás aquí.

- Todavía no le he dicho nada, pero quería ir a verlo ahora. Aun tenemos dos horas, no? Prefiero avisarle yo y no que se lo diga alguien que nos pueda ver.

- Quieres que te acompañe?

- Si, mejor.

- Pues venga. Démonos prisa en arreglarnos.

- Por cierto Lucy, has visto a tu madre hoy?

- Si, ha venido a comer con Seth. Pronto tendrán la casa lista y podré irme a vivir con ellos.

- Y les va todo bien? Hace tiempo que no la veo. – preguntó Renesmee a la vez que empezaba a maquillarse.

- Genial. No me han dicho nada, pero creo que por fin mamá está embarazada.

- Eso seria genial!

- Ya ves. Suerte que Seth dejó de ser hombre lobo, al menos por una temporada.

- Ya ves. Por lo menos ahora parecen de la misma edad, porque cuando se conocieron parecía más de mi edad que de la suya.

- Es verdad. Sabes que? Espero tener pronto un hermanito.

- Ojala. Venga, vamos a arreglarnos.

Por suerte, habíamos quedado para dentro de dos horas, porque tardamos al menos cuarenta y cinco minutos en arreglarnos.

- Estás lista, Nessie?

- Si, un momento. Solo me falta ponerme los pendientes. Ya, que tal estoy? – de dijo dando una vuelta sobre sus talones para que viera su vestido.

- Estás genial. Y yo, que tal?

- Estupenda.

- Pues venga, vámonos.

Bajamos corriendo por las escaleras y nos encontramos con mi abuelo, que estaba hablando con alguien.

Cuando nos oyeron llegar, ambos se dieron la vuelta y pude ver que el otro chico era Jacob.

- Hola chicas – nos dijo sonriéndonos a las dos.

- Hola.

- Renesmee, podemos hablar un momento? A solas.

Nessie me miró y yo asentí con la cabeza.

Renesmee y Jacob estuvieron un buen rato hablando en un lado del salón.

- Desde cuando Jacob la llama Renesmee? Ocurre algo? – me preguntó mi abuelo, que se había acercado a mi, sigilosamente. – Jacob parece preocupado y cansado.

- No lo se. Nessie no me ha contado nada. Ahora iba a acompañarla a casa de Jacob.

- Ya. Bueno, has quedado con Virgil?

- Abuelo!!

- Que pasa? Me interesa!

- Bueno, vale. Si, hemos quedado, pero no es una cita, vamos a ser cinco. Nos vamos al cine.

- No vas muy arreglada para ir al cine?

- Después iremos a bailar. Alguna pregunta más?

- No. Espero que lo pases bien. – me dijo mi abuelo con una sonrisa.

- Gracias.

De repente Renesmee se acercó a mi, casi corriendo, me cogió del brazo y tiró de mi hacia la puerta.

- Vámonos. Adiós señor Whitlock! – gritó desde la puerta.

- Adiós chicas.

Fuimos corriendo un rato hasta que logré frenar a Renesmee y preguntarle a que venía todo esto. Acaso había discutido con Jacob?

- Espera, Nessie! Pero que es lo que te pasa?

- Que estoy harta de ese tío, eso es lo que me pasa.

- Que? - pregunté sin entender nada.

- Jacob! Quería prohibirme que me fuera.

- Pero, porque? – pregunté sorprendida. Nunca me hubiera imaginado que Jacob fuera tan posesivo.

- Dice que no se fía ni de Virgil ni de Russel.

- Porque? si ni siquiera se a molestado en conocerles.

- Dice que solo vienen con nosotras para poder enrollarse con nosotras.

- Hombre… por mi parte no lo veo mal – le dije con una sonrisa pícara, pensando en como sería estar con Virgil.

- Pero es que me ha dicho que tu tampoco podías ir con ellos!

- Que?! Pero de que va este tío? – dije ofendida.

- Eso es lo que yo le he dicho. no tiene ningún derecho.

- Pero…

- Olvídalo, Lucy. Vámonos, que aun vamos a llegar tarde.

- Pero ya le has dicho que vamos con otra chica?

- Lucy, no tengo por que darle explicaciones. Son mis amigos y punto. Yo no le digo nada cuando vienen los chicos de la manada a verle y se van por ahí. Y Leah… ya sabes la rabia que me da, pero son sus amigos y debo aceptarlo.

- Es verdad. Bueno, relájate. – le dije a Nessie poniendo mis manos sobre sus hombros. – respira. Ahora nos vamos a ir al cine y luego a bailar. Y nos lo pasaremos bomba. De acuerdo?

- Si, vamos, que aun vamos a llegar tarde.

- Yo conduzco! – le dije corriendo hacia mi coche.

- Vayamos corriendo. Así llegaremos antes. – me dijo con tristeza en la voz. Estaba más afectada de lo que parecía.

- Vale, vamos. Pero a la próxima conduzco yo, vale?

Renesmee me sonrió y, cogidas de la mano, corrimos hacia el bosque.

Al final logramos llegar puntuales.

- Bueno, hoy nos toca esperar.

- Si.

- Venga Nessie, anímate. Ya aclararás las cosas con Jacob. Luego te acompaño, vale?

- Vale. Míralos, ahí vienen.

Un coche se detuvo delante de nosotras.

- Hola! – dijo Laura desde dentro del coche, asomando la cabeza por la ventanilla.

- Hola!

Laura bajó del coche y se acercó a darnos un beso a cada una. Laura iba súper elegante, con un vestido negro que le llegaba por las rodillas y con unos zapatos de tacón, blancos. Iba a juego con el pequeño el bolso blanco que llevaba.

Ese día Laura llevaba su larga melena recogida en una cola alta, con un coletero blanco, también a juego.

- Vaya! Vais muy guapas. – dijo con una sonrisa sincera.

- Tu también – dijo Renesmee, que ese día llevaba una camiseta roja y una minifalda blanca. Con zapatos rojos y un par de clips que evitaban que el pelo le tapara los ojos, ya que hoy llevaba el cabello suelto.

- Bueno, y a que esperamos? – pregunté al ver que los chicos no salían del coche.

- Virgil ha invitado a su hermano a venir con nosotros. Vendrá con su coche.

- Aaahh!

- Me gusta tu vestido! – me dijo a la vez que me cogía de la mano y haciéndome dar media vuelta para mirar el escote de la espalda.

- Gracias! Me lo regaló mi tío. Bueno, su novia.

- Pues me encanta.

Yo llevaba ese día un vestido azul claro, que llegaba sobre mis rodillas. Dejaba toda la espalda al descubierto. Con zapatos blancos, al igual que mi pulsera y mi reloj.

- Pues me gusta mucho. Queda muy bien con tu color de ojos.

- Vaya! Gracias. – dije ruborizándome

La verdad es que mis ojos resaltaban bastante. Mi madre los tiene de color castaño, por lo que imagino que lo habré heredado de mi padre.