Capítulo 1

"Dialogo"

"Pensamiento"

-Efecto de sonido-

POV de Chris.

Abro los ojos y me doy cuenta que estoy acostada en una habitación que no había visto antes, al parecer una especie de enfermería.

"Hasta que despertaste." Volteo sobresaltada; ya que no esperaba que hubiera alguien más en el cuarto, y veo a una chica de pelo rosa, que por su aspecto parece tener entre 10 a 13 años.

"Aah... este... ¿Hola?... Soy Chris Yukine..." contesto con cierta desconfianza. "Perdona ¿quién eres y dónde estoy?"

"Soy Louise Françoise le Blanc de la Vallière," contesta mientras se acerca. "Y te encuentras en 'academia de magia' de Tristian."

Esperen un momento ¿dijo 'Academia de magia'?Pienso ante la declaración que hizo la chica. "¿Dijiste magia?" Pregunto confundida. "Hasta donde se la magia no existe;..."

"¡Claro que existe!..." responde enojada ante lo que dije. "Eres demasiado ignorante para ser una 'plebeya'. De seguro vienes de algún poblado olvidado por dios."

"¿A quién llamas 'Plebeya'?"

"Por supuesto que a ti." Contesta la mocosa en un tono despectivo que empieza a molestarme.

"¿Y bajo que argumento te basas para llegar a esa conclusión?"

"En primer lugar tu ropa es bastante rara y en segundo lugar el hecho de tu ignorancia sobre la magia delata que no puedes hacer conjuros y hechizos."

"Entonces; si yo soy una 'plebeya', ¿que eres tú?" le respondo a modo de tratar de obtener un poco de información del lugar donde vine a parar.

"Pues lógico; soy un 'Noble'." Esto lo dijo sacando el pecho como tratando de darse aires de superioridad.

"Por lo que deduzco, aquí, las personas las dividen en plebeyos y nobles. ¿No?" La mocosa asiente sin dudar. "¿Qué es lo que diferencia a un 'noble' de un 'plebeyo'?" En esta parte hago énfasis de las palabras noble y plebeyo.

"Claro que la magia; los nobles son magos y los plebeyos no." Esto lo dijo con un tono de fastidio, ya que parecía creer que yo sabría eso, como mínimo. "Definitivamente; no sé qué hice para acabar invocando, a una plebeya como familiar. Y para colmo una muy ignorante."

"OK mocosa... sigue y te aplico el mismo tratamiento que le doy a Hibiki cuando acaba con mi paciencia."

Suspiro y trato de enfriar la mente.

"Bueno; dejando eso de lado, según tú. Fui invocada aquí, ¿Porque?" Le pregunto tratando de no mostrar mi creciente frustración.

"Cada año, los alumnos de 2° año de la 'Academia de magia' tienen que participar en un ritual de invocación para llamar a su familiar, para así, demostrar que están listos para ser considerados como magos capaces de llevar el título de nobles." Aquí es donde la mocosa muestra una cara de decepción. "Pues como puedes deducir este año le toco a mí grupo realizar la ceremonia de invocación y es por eso que terminaste aquí."

"Y este familiar que es invocado..." Digo; ya temiendo el rumbo que tomara el asunto en cuestión. "¿Que función o funciones tiene?"

"Pues serian: proteger, conseguir ingredientes y materiales para los encantamientos, y obedecer las órdenes de su amo."

"En pocas palabras, es el esclavo del mago que lo invoca." Contesto frotando mi frente.

"Lo correcto sería un sirviente."

Tras un momento de vacilación.

"Haber si entiendo. Me encuentro en la academia de magia, de Tristian." La chica asiente confirmando lo que dije. "Donde los alumnos de 2° Año hacen una ceremonia de invocación para obtener un 'familiar' y probar que son magos dignos de llevar el título de 'NOBLE'." A estas alturas siento un dolor de cabeza que ni siquiera la aspirina más grande del mundo me quitaría. "Y por lo que me has dicho los nobles son los que mandan sobre los plebeyos." La mocosa mueve la cabeza de forma afirmativa nuevamente.

"Deberías sentirte honrada por estar a mí servicio," es definitivo, esta mocosa colmo mi paciencia. "Así que; iremos a mi aposento, y como tu primera tarea lavaras y doblaras mi ropa..."

"¡Me voy de aquí!" le contesto mientras me levanto dirigiéndome a la puerta. "¡No me voy a convertir en tu maldita esclava!"

"¡¿Cómo que te vas?! ¡No puedes irte, tu e!..." No termino la frase, debido a que cerré la puerta en sus narices. Pero eso no me importo en lo más mínimo; a causa de mi enojo por la situación y mi ansiedad por regresar a casa.

Tras caminar un poco me encuentro con las escaleras que me llevan al piso inferior.

Al bajar las escaleras veo a un chico rubio, un playboy para ser exacta, que al parecer intentaba ligar con una chica de cabello castaño. Fue entonces; cuando recordé que no estoy familiarizada con este edificio.

"Me lle-" Murmure ante esto. "No queda remedio."

"Disculpen, me podrían indicar a donde se encuentra la salida de este edificio."

"¿Ahh?... Vaya; ¿no es la familiar invocada por 'Zero'? Me pregunto cuanto le pagaron para que fingiera ser invocada por ella." Si no fuera por mi necesidad de salir de esta casa de locos, estaría cediendo ante el impulso de incrustar mi puño en su nariz. "¿Que podemos hacer por una plebeya?"

"Por favor, podrías indicarme donde está la salida más cercana." Dije, haciendo uso de mucha fuerza de voluntad para forzar una sonrisa y no matarlo a golpes.

Vi cómo se tragó el nudo que tenía en la garganta, y con su mano temblorosa señala a cierta dirección.

"¡Alto ahí!" Volteo tras oír a la mocosa gritar. "¡¿A dónde crees que vas?!" Me doy cuenta que esta al pie de las escaleras que anteriormente baje, con la cara roja. No sé si por la ira o por que le estrelle la puerta en la cara.

"¿Por qué tenía que aparecer ahora?" Pienso, al mismo tiempo que giro y empiezo a correr en la dirección que índico el playboy. "Diablos, a este paso, voy a imponer un nuevo récord de velocidad."

"¿Dónde demonios esta la maldita salida?" Volteo a todas parte y me doy cuenta que estoy en una especie de recepción. Fue cuando vi una gran puerta que daba al exterior. "Por fin. La Salida..."

"¡Detente ahí!" Tras oír la voz de la mocosa reanudo la carrera hacia la puerta. "¡Que te detengas! ¡Obedece a tu amo, familiar malagradecido!"

Mientras huyo me parece oír algunas burlas, aunque no sé si están dirigidas a mí, pero no importa. Lo importante en este momento es salir de este manicomio.

"Por fin; ahora podre buscar la manera..." No logro terminar la frase ya que de repente siento como si estuviera flotando en el aire. "Pero que..." Fue entonces, cuando vi hacia abajo, me di cuenta que estaba como a dos metros del suelo.

"Hasta que por fin te atrapo." Volteo en dirección del origen de la voz. "Cuando regresemos al cuarto me asegurare de castigarte."

"Oye Louise, esta es la segunda vez de este día que tengo que ayudarte con tu familiar, deberías..." Era el playboy rubio que vi antes, y parecía que estaba mirándome detenidamente. "Bueno para ser una plebeya tienes buen gusto."

"¿Ahora a que viene eso?" me pregunto, cuando de repente siento una brisa, volteo a ver mi falda, que debido a la posición en que me encontraba, prácticamente de cabeza, dejo mis pantaletas expuestas. "¡Bájame o cuando baje te mato a golpes!" Grito, al mismo tiempo, que agarro mi falda para cubrirme.

"¿Eh?... ¿Que podrías hacerme estando ahí arriba?" Contesta burlonamente

"¡Esto!" Grito mientras agarro lo primero que encuentro en mi bolsillo y se lo lanzo con todas mis fuerzas.

-Crash.-

Fue el sonido que emitió la cara del mocoso al ser impactada por mi celular.

-Pass.-

Debí haber previsto, que al noquearlo yo caería al suelo.

"Uuuhm." Todo aire de mis pulmones salió tras el impacto. A dolorida me doy vuelta, a modo que quede mirando al cielo.

Fue ahí, cuando vi lo que me hizo darme cuenta de la cruda realidad.

"¡¿Dos Lunas?!" Exclamo horrorizada, claro está, después de recuperar el aliento. "¡¿Cómo es posible?! ¡¿Desde cuándo hay dos lunas?!"

"Claro que hay dos lunas, siempre ha habido dos lunas." Volteo y veo a la mocosa parada a mi lado, con cara de disgusto. "Ahora vendrás conmigo."

"Si esto es un maldito sueño, despiértenme." Pienso, mientras la mocosa me agarra del brazo y me lleva arrastrando, de nuevo al edificio.

En el cuarto de Louise, 8:00PM.

"Estoy realmente jodida." Es el pensamiento que cruza mi mente en este momento. "Queda claro que no sigo en Japón, y para el caso, la tierra."

"¡¿Estas poniendo atención a lo que te he estado diciendo?!" La mocosa me grita tratando de que le haga caso.

"No, y ni me interesa lo que tenga que decir una mocosa prepotente como tú." Contesto secamente.

"¡¿Cómo te atreves…?!" Dice, levantando su mano, a punto de azotarme con un pequeño látigo.

"¡Esa es mi línea!" Ya no soporto más, agarro su mano para detener el golpe. "¡Me secuestraste del lugar que llamo 'mi hogar', me separaste de 'mis amigas' y conocidos!" Estoy con las emociones a flor de piel. "Y aun así ¡¿te atreves a tratarme como a una esclava?!" Con la mano libre le doy una bofetada, tan fuerte que cae al suelo.

"No he sobrevivido a varios ataques de Noises para terminar convirtiéndome en el peón de una mocosa engreída como tú." Me doy la vuelta para salir y tratar de pensar sobre toda la mierda que me ha sucedido.

Salgo de la habitación, profiriendo una buena cantidad de insultos, dirigiéndome al patio de antes. Pero; pareciera ser que insulte a algún dios, ya que me encontré con cierto mocoso rubio y la chica que estaba con el antes.

"Maldita, como te atreviste a maltratar mi hermoso rostro." Decía mientras se acercaba a mí. "Debería castigarte como la basura plebeya que eres."

"Ya sacaste boleto al hospital." No iba soportar más a este idiota. "¿Qué tan buena es la enfermería de aquí?"

"¿Qué?" No dejo que pronuncie ninguna palabra más. Porque, en este momento, le hago cirugía plástica con mi puño. Despues; lo agarro por los hombros para luego, con mi rodilla, impactarle el abdomen y rematarlo con un codazo en la espalda.

El mocoso queda inconsciente en el suelo después de la paliza que le propine. Me volteo a donde se encuentra la chica.

"Mocosa, saca a este idiota de mi vista antes de que decida matarlo." No tardó demasiado en reaccionar, o más bien, en desmayarse. "Genial, como si no tuviera suficiente." Pensé ya hastiada.

"¿Qué hiciste?" chillo cierta mocosa de pelo rosa.

"Casi nada." Me encojo de hombros. "Solo le sacudí el polvo... Y a cualquiera que se atreva a tratarme como basura le pateare el trasero."

"No puedes hacernos esto. Somos..."

"¿Y quién lo dice? ¿Tú? ¡No me hagas reír!" Me acerco y la agarro de la camisa. "Si quisiera te haría lo mismo que le hice al mocoso. Así que escúchame bien, mocosa, no soy tu sirvienta ni tu esclava." Voy dejar las cosas claras. "Si quieres que yo te muestre respeto, tu mostraras cierto grado de respeto hacia mí. Ca-pichi..."

"E-está bien..." Contesta asustada.

"Ya que hemos llegado a un acuerdo... Iré a tomar aire fresco. Así que nos vemos después." Me doy vuelta, y antes de empezar a caminar, le digo a la mocosa. "Y te recomiendo que llames a alguien para llevar estos dos a la enfermería... Bueno, si es que quieres." Me alejo más tranquila para meditar sobre todo lo ocurrido hoy.