-Ya es hora de levantarnos-susurro. Acomodando los rebeldes cabellos que cubrían el delicado rostro de ella.
-No quiero - se queja, frunciendo las cejas; aún con los parpados cerrados, curveando sus labios; haciendo su berrinche de niña mimada, como el siempre le dice.
-Nos están esperando- le dice. Dándole un tierno beso en su frente.
Ella se acurruca más hacia él, hundiendo su rostro en el pecho desnudo de su compañero.- que sigan esperando- le abraza, para tenerlo más cerca de ella, para poder sentir como su pecho subía y bajaba lentamente, para poder escuchar los latidos rápidos de su corazón.
El sonríe al sentir como le rodean sus brazos, el también la abraza; porque sabía que a ella le relajaba estar cerca suyo, y a él también.
-Si por mí fuera...- la escucha decir, mientras siente como sus largas pestañas rozan su pecho de él.-Me quedaría así todo el día.
El no dice nada, solo se limita a escucharla; acariciando suavemente su cabello, no quería decir nada, no quería romper el momento.
-Pequeña...- se acomoda mejor para poder mirar sus ojos, esos hermosos ojos que lo traen loco.-pensaran mal si llegamos tarde-toma sus mejillas y les da un suave roce. -sabes que no queremos que sospechen.
-Sí, no queremos eso -dice acercándose al rostro de él. -pero sabes, mejor hagamos lo que si queremos- susurra, besándolo muy lentamente; él le corresponde como siempre lo ha hecho desde la primera vez que se besaron.
El profundiza el beso, rozando su lengua en el labio inferior de su compañera. Ella abre un poco sus labios para permitirle el paso; ambos rozan sus lenguas, adentrándose en una batalla en la cual el siempre sale vencedor.
-Pero esta vez no será así - pensó ella, y sin separar sus labios, apoya sus rodillas a cada lado de la cadera de él y sentándose sobre esta.
-ahh...- soltó un leve gruñido, al sentirla encima suyo. Ella aprovecho para estirarse sobre su cuerpo y descender hasta su cuello en un camino de besos. Ella sabía que a él le encantaba, cuando le hacía eso.
Pero el la agarro de cintura y de un rápido movimiento la cambió de posición, quedando el encima de ella.
-Sabes que yo siempre gano Pequeña- le dice. Luego le besa los labios intensamente, mordiéndole el labio inferior. Ella evita soltar un gemido, porque hacerlo significaría perder y no piensa perder está vez.
El sonríe al darse cuenta que ella aún quiere seguir en su "batalla", entonces aprieta más fuerte su labio, a ver si con eso se rinde.
-Auch..!- se queja. Al sentir como sus dientes se clavaron más fuerte en su labio.
-Eres un tramposo- le reclama. Frunciendo sus cejas y alejándose un poco de el.
-No- sonríe, divertido al verla molesta.-Soy un ganador
-Tramposo- le repite. Sobándose el labio con su dedo.- Además sabes que no podemos dejarnos marcas- reclama, haciendo su "berrinche de niña mimada"
-Solo te enojas de lo que te gane - se ríe, haciendo que ella frunza aun mas las cejas.
-ohh.. Vamos no te enojes - le da un sonoro beso en su mejilla y la abraza.- de todas formas ya gane.
-Pero tu hiciste...- no termina de hablar porque la interrumpió el sonido de un celular.
-Es el mío - dice el, reconociendo su celular.
-No contestes- le susurra ella.
-Debe ser ella - la trata de moverse un poco.
-No lo hagas, por favor - le suplica dándole un tierno beso en los labios.
-Pero me Debe estar esperando - le dice entre besos.
-Ya... - dice ella cortando repentinamente el beso y apartándose de él.
La mira por un momento, mientras la ve dirigirse al baño. Sabía que no debía decirle eso, pero tenía que contestar la llamada.
-Hola amor.
-¿Donde estas?, casi todos ya están aquí.
-Estoy de ida, me detuve porque la llanta del auto se desinflo.
-ahh bueno, entonces te espero. Te amo.
-Yo igual te amo - le dice, colgando la llamada.
No le gustaba mentirle, pero tenía que hacerlo, porque la amaba y no quería perderla.
Pero también estaba ella;"su Pequeña" como él le decía. Ella era su adicción; que por más que debía hacerlo, no podía ni intentar alejarse de ella. Era " Su Pequeña obsesión".
Y si bien sabía que ella también tenía a alguien más, no podía evitar también tenerla para él, no podía evitar ser un egoísta.
Escucha que se abre la puerta del baño, ahí la ve saliendo; con un sencillo pero hermoso vestido color blanco con pequeño detalles negros en su escote. Se veía hermosa.
-Ya me voy - dice. Tomando su bolso negro que se encontraba sobre la mesita de noche.
-Espera, yo te llevo- le dice. Se levanta de la cama y se pone su pantalón.
-No - coge una camisa que se encontraba en el sofá y se la pasa. - No pueden vernos llegar juntos.
-Pero...
-No, me iré yo sola - se acerca a la puerta de salida. - Ya nos veremos Boomer.
La observa abrir la puerta y salir de la habitación. Quería alcanzarla, pero lo último que logro ver de ella era su larga cabellera negra salir del departamento.
-Ya nos veremos Kaoru.
