La conversación ha sido largamente retrasada. Tiene que suceder, porque Regina quiere y necesita a Henry en su vida tanto como él quiere estar en ella, y no debería haberla pospuesto pero esta demasiado desbordada y no han pasado ni cinco minutos y ya quiere poner sus manos alrededor del cuello de alguien. En el no tan suave y amoroso modo.

-Absolutamente no- Emma se atreve a decir, y eso solo alimenta el dolor de cabeza de Regina mientras esta camina de un lado al otro de la oficina -Ella aún es peligrosa.

-Y tu aún no eres su única madre- Regina reniega, dándole la espalda a Emma. No se voltea a ver que tipo de aguijón le enterró.

-Ni siquiera me dijiste lo que estabas haciendo- La evade Emma -¡Me lo ocultaste!

-Nunca te molestaste en averiguar- Regina se gira brevemente, apuntándola con un dedo silenciador -Y antes de que siquiera se te ocurra, , estaba pensando en Henry cuando tomé la decisión de ayudarla. Nunca he tomado decisiones que puedan afectarlo sin pensar también en él. Esta discusión que estamos teniendo no es algo que pensé sobre la marcha.

Emma se cruza de brazos, frunce el ceño pronunciadamente, y se ve tan parecida a su madre, tanto que cuando Regina se da vuelta para completar otro círculo a pie a través de la habitación y ve esa mirada heredada de desaprobación, tal vez necesite ir al hospital por algo así como hipertensión.

Luego, Emma se suaviza. Se inclina sobre el escritorio y suspira, y Regina se siente silenciosamente aliviada.

-Okey. Entonces la recibiste y se está quedando allá. ¿Ahora qué?

-He tomado precauciones, claro. No puede salir de la casa a menos que tú o yo o cualquiera con un mínimo grado de competencia y fiabilidad la acompañe. Cuando Henry venga aquí- Emma de repente está muy ocupada con sus pulgares, y Regina la mira fijamente porque sabe, el mundo entero hubiera sabido -y va a venir aquí, porque eso es lo que él explícitamente quiere, ella no podrá salir de su cuarto.

-Suena consistente- Responde Emma, la voz baja y cargada de culpa pero muy, muy dubitativa.

-Qué bueno que así lo creas- Comenta Regina en seco. Y luego su lenta caminata cesa, se pone de pie frente a Emma. -Tu entiendes ¿Verdad?- El cambio en su voz es suficiente para hacer que Emma de verdad levante la vista para verla -¿Entiendes por qué no puedo simplemente abandonarla?

Y Emma... Emma es poco fiable. La Emma que se da la vuelta para gritar "Es mi hijo" inmediatamente después de "Yo la conozco, yo le creo" y la Emma que salta de un bote para detener una tormenta o inventa una búsqueda inútil para cubrirle las espaldas a Regina. Nunca es solo una clase de Emma.

Pero bien, están esos buenos, buenos momentos, cuando todo está alineado, cuando los hombros se aflojan, se bajan las defensas y los ojos reflejan genuina simpatía: -Sí, lo entiendo.


Los días pasan y va bien. Todos, incluida Regina, parecen estar conteniendo la respiración, a la espera de que algo salga mal, pero todo va bien. Quizás por una vez en la vida, todos ellos puedan coexistir en Storybrooke sin que algo salga terrible, terriblemente mal.

Cuando llega el momento de que Henry se quede por el siguiente par de noches, Regina le da las instrucciones a Zelena de permanecer en su habitación, excepto cuando Henry duerma y Regina este despierta, o cuando ambos hayan salido.

-Tengo que pensar en Henry- Dice Regina firmemente cuando Zelena se muestra reacia -Tengo que pensar en su seguridad.

-Pensé que estabas empezando a confiar en mí. ¿Qué pasó con creer en mí?

-¡Lo primero que le hiciste a Henry cuando lo conociste fue amenazarlo de muerte!

En verdad no importa lo que Regina crea, si él no se siente a salvo, si él no está a salvo, entonces ella no podrá ver a su hijo. Y cuando Zelena se cruza de brazos, derrotada suelta un "Bueno", se encuentra con un brusco "Gracias" que la verdad suena poco a un gracias y mas a un "Por fin".


La primera noche él está visiblemente tenso, aunque trate de esconderlo. Su niño hermoso es tan valiente, pero esta noche está asustado. Mira hacia las escaleras pero no sube.

-Está bien, Henry- Le dice ella, tomando su mano -Ella no te va a lastimar.

Pero entonces él sacude la cabeza -Solo no quiero que te lastime a ti.

Hermoso, valiente, buen Henry.

-No lo hará.

(Luego de enviarlo a la cama, le golpea amablemente la puerta a Zelena antes de abrir, y la encuentra sentada sobre sus pies con el plato de la cena que Regina le había alcanzado más temprano en el final de la cama.

-No lo haría, sabes- No la está mirando. Suena tan pequeña -Ya no. No lo haría.)

Pero algo cambia durante el curso de la estadía de Henry. Regina nota la forma en la que se demora frente a la puerta de Zelena antes de dirigirse hacia su propio cuarto, como ya no hay mas preocupación en sus ojos cada vez que Regina se disculpa para subir a llevarle comida. Cuando salen a tomar un helado y dar un paseo por el parque, le dice -La próxima vez ¿Quizás ella podría venir con nosotros? Debe sentirse sola.

Y no se equivoca, él no se equivoca -Sabes que Emma me mataría si le permito a Zelena acercarse a ti tan pronto.

Él frunce el entrecejo, se mancha de chocolate las esquinas del labio superior -Eso no suena justo.

Regina suspira, porque sabe que no lo es. Está tratando de simplificar la situación pero no es tan sencillo, todos saben que no es tan sencillo, y que apesta cuando tratan de hacerlo sencillo.

-Todo tenemos que ganarnos la confianza- Ella le dice, pero no en suficiente, hace falta mucha mas charla sobre el asunto pero realmente ahora no es el momento, cuando tiene a su hijo por tan poco tiempo -Zelena incluida. Y yo, al parecer, todavía.

Henry menea la cabeza solemnemente, como si fuera mucho mayor a los doce años que tiene, pero luego muerde el cono de helado y chilla cuando el frío envuelve sus dientes delanteros, y Regina ríe y ríe.

El sol se está poniendo cuando vuelven a casa. Henry está un poco cansado y le dice que pasa de ayudar a preparar la cena esta noche, entonces Regina lo deja en el living viendo la televisión (-Emma dice que ya estoy lo suficientemente grande para mirar Game of thrones ahora. -Buen intento. Pero jamás) El horno está ya encendido cuando Regina se da cuenta de que el televisor ni siquiera está prendido, a Henry le gusta tenerlo a volúmenes ensordecedores, entonces se acerca para encontrarlo arrodillado frente a los estantes revisando curiosamente entre los DVD's y CD's.

-¿Ocurre algo malo?

-Las cosas no están en orden alfabético.

Regina parpadea (Y tal vez sonríe, por el recuerdo de un diminuto, meticuloso Henry alfabetizando todo lo que pudiese caer en sus manos una vez que aprendió como era y la llena la calidez del amor) -Ah.

-El mago de Oz estaba en el reproductor cuando llegué- Y luego él se ríe, porque comprende, luego arruga el gesto -Cuanto crees que la haya odiado?

-Probablemente bastante- Responde Regina, sonriente pero entendiendo.

-¿Crees que quiera acompañarnos para la cena?

-Tal vez la próxima, querido.

Y la sonrisa en su cara ya no alcanza sus preciosos ojos marones cuando asiente -De acuerdo.


Sin embargo, con Henry hecha la ley, hecha la trampa. Él es hijo de una pareja de ex-ladrones y sobre todo el de Regina, así que por supuesto que a medianoche cuando ella siente que algo esta fuera de lugar, descubre que él ya no está en la cama, y tampoco lo está Zelena. Está lista para entrar en pánico, pero ese sentimiento es puesto en espera mientras se dirige escaleras abajo donde el living emite un brillo azul.

Encuentra a Zelena envuelta en el cubresofá sentada en una extremo de este, mientras Henry duerme acurrucado en el suelo, con su cabeza descansando sobre un almohadón.

Zelena solloza, se refriega los ojos, Dios, por qué está llorando, y levanta la caja del DVD de Lilo y Stitch y la agita para que Regina pueda verla -Tu hijo insistió.

Regina se ha quedado completamente sin palabras. Quizás esto es un sueño, quizás ella todavía está dormida y cuando se despierte descubrirá que esto no está pasando porque es realmente ridículo, y su silencio es lo suficientemente prolongado para que Stitch le balbucee a Nani "Ohana significa familia. Y la familia..."

-...Nunca te abandona- Completa Regina a la par de Nani.

("Ni te olvida. Sí.")

Y luego Regina se frota el tabique, maldice un poco en silencio porque esta es su vida. Cubre a su pequeño niño dormido con su bata y se acomoda al lado de Zelena hasta que la película termina porque Zelena, una mujer adulta y la antigua Bruja Mala del Oeste, está llorando silenciosamente por una niña y su pequeña familia rota, y la verdad no hay mucho que Regina pueda hacer excepto dejar que ocurra.


Temprano en la mañana, Emma está en la banquina esperando a Henry. Él mete sus cosas en la valija con los ojos entrecerrados, y Regina no dice le nada de lo de Zelena, si no que en lugar de eso lo sermonea por haber dormido hasta tarde. Un somnoliento beso en la mejilla y un "Dile a la tía Z que me divertí mirando películas con ella"después, él sale por la puerta.

Ella se recarga sobre el marco de la puerta, agita la mano en un gesto civil hacia Emma. El escarabajo se pone en marcha y se aleja y Regina cierra la puerta, esperando el próximo round.

-Tía Z- Suspira y sacude la cabeza.

-Él lo inventó- Oye a Zelena decir desde arriba de las escaleras. Regina levanta la vista hacia ella, y todavía está envuelta en el cubresofá -Como la Z del Zorro. Aunque no tengo ni idea de lo que eso signifique.

Regina piensa en Henry lleno de entusiasmo, inventando apodos para su hermana, para hacerla parte propiamente dicha de la familia, y se ríe -Yo hubiese sugerido tía Greenga.

El chiste ronda un poco la cabeza de Zelena pero lo que dice a continuación es más importante de todas maneras -Puedo ver porque lo quieres tanto.

Regina sonríe genuinamente, baja la vista y se rasca la nuca perezosamente -No hay realmente un porque, la verdad.

-Es extraordinariamente indulgente, dado todo lo que yo hice. Dado todo lo que hiciste.

-Ese es un progreso reciente- Dice Regina, los ojos cerrados y la mano todavía en su cabello. Se siente mal diciendo eso, pero necesita hacerle saber a Zelena que ella no es el único agente responsable del cambio en esta reconciliación -No siempre fue así. Pero yo aprendí mucho. Él aprendió mucho. Y tú también lo harás.

Entonces abre los ojos, se encuentra los de Zelena y ella se ve diferente. Más suave. Como si esto pudiera funcionar después de todo.

-Baja a desayunar. Y devuelve eso al lugar de donde vino, por favor.

Zelena da un bufido desafiante y se aferra al cubresofá alrededor de su cuerpo mientras comienza a bajar las escaleras -Oblígame, hermanita.

Regina piensa en los apodos, Zelena preguntándole a Henry "¿Cómo dirías..." sacude la cabeza riendo, y camina hacia la cocina.

-...Greenga sin lo verde.

-¿Qué?

-Nada. ¿Waffles o panqueques?