Hola a todos, espero que les guste mi historia. Trata sobre Seddie pero también tiene algunos toques divertidos y de humor.
Subiré un nuevo capítulo cada semana, así que sean pacientes y disfruten.
- Venga, tenemos que estudiar - dice Carly a Sam, que se encuentra recostada en el sofá.
- Espera a que acabe estre programa, va sobre comida.
- No, el examen es mañana y aún no te he visto estudiar nada.
En ese momento entra Freddie en el apartamento con los libros:
- Hola chicas, ¿estudiando? - dijo Freddie cerrando la puerta.
- No, Sam está viendo la tele.
- Sam, tenemos examen mañana, ¿por qué no dejas ya de ver ese programa? - le dice Freddie.
- ¿Por qué eres tan idiota?
Carly no puede evitar reirse y Freddie le envía una mirada molesta, y Carly se calla.
- ¿Tienes siempre que insultarme?
- ¿Prefieres que te pegue? - dice Sam apagando la televisión.
- Bueno, parad ya que el examen no se va a retrasar solo porque vosotros estéis dicutiendo – dice Carly cortando la pelea.
- Es verdad, vayamos arriba a estudiar, al menos vosotros – concluye Sam.
Justo en ese momento, Spencer llega al apartamento con Gibby y se extraña al no ver a nadie, por lo que en seguida deduce que estarían arriba estudiando para el examen. Los dos se sientan en el sofá y sacan un cuaderno:
- Bien Gibby ¿ideas para el regalo de cumpleaños de Carly?
- Sí, el otra día fui con ella a Glitter Gloss y me dijo que le encantaban los pintauñas de color azul marino – Gibby lo apunta en el cuaderno.
- Mmmm... ¿por qué... por qué vas con Carly a Glitter Gloss? - dice Spencer extrañado.
- ¡Me interesan los asuntos de las chicas!
- Eh... vale. De todos modos, también podríamos comprarle a Carly unos zapatos nuevos, ¿recuerdas? Los que tenía se le rompieron la semana pasada.
- Sí, buena idea, lo apunto.
Carly, Sam y Freddie bajan por las escaleras y se encuentran con Gibby y Spencer. Casi como un acto reflejo, Spencer guarda rápidamente el cuaderno debajo de los cojines del sofá.
- Hola Spencer, no sabíamos que estabas aquí. ¿Ocurre algo? - pregunta Carly al ver a Spencer un poco nervioso.
- No, no ocurre nada, ¿qué pensabas? ¿qué estábamos apuntando los posibles regalos para darte por tu cumpleaños?
- ¡GIBBY! - dice rápidamente Spencer.
- ¿Qué? - responde Gibby sorprendido.
- Tranquilos chicos, no he oído nada – dice Carly con una ligera risa.
- Creía que estábais arriba estudiando – pregunta Spencer cambiando de tema rápidamente.
- Estábamos, pero a Sam se le cayó el bacon en el libro y ahora tenemos que limpiarlo porque está lleno de grasa – dice Freddie mirando a Sam, con una expresión enfadada.
- Has tenido suerte de que no se me haya "caído" en tus pantalones.
- ¡Demonios Sam!
Carly está en la cocina limpiando el libro de historia con una servilleta, observando la discusión y el libro al mismo tiempo, intentando que no se le corra la tinta mientras lo limpia.
- ¿Vamos a los Licuados Locos a por un batido? - pregunta Sam a Carly, olvidándose completamente del examen.
- Lo siento Sam, no puedo, el examen de mañana es muy importante para mí, así que me quedaré estudiando ahora que he limpiado el libro – dice Carly mirando a Sam con una sonrisa sarcástica.
- ¿Te vienes tú, Freddio?
- Vale, pero deja de manipular mi nombre.
- Haré lo que pueda Freddio.
- ¡Sam!
- ¿Y cómo quieres que te llame?
- ¿Freddie?
- No, suena muy aburrido – dice Sam riéndose.
Sam y Freddie salen por la puerta y se dirigen al los Licuados Locos. Carly recoge el libro y sube arriba para seguir estudiando. En pocos minutos, Gibby sube las escaleras y se presenta en el estudio.
- Me pregunto si Sam y Freddie pararán alguna vez de discutir – dice Gibby sorprendiendo a Carly.
- ¿A qué te refieres?
- Creo que en realidad no se odian.
- Venga ya, Sam y Freddie llevan odiándose desde que se conocieron.
- ¿Quieres mi opinión?
- Por supuesto – responde Carly muy interesada.
- Creo que Sam se porta así de mal con Freddie porque está enfadada de qué él esté enamorado de ti.
- Entonces, crees que Sam está enamorada de Freddie y le odia porque solo se fija en mi.
- Exacto – continúa Gibby – deberías hablar con Sam.
- Vale, hablaré con ella.
Gibby sale del estudio y se reune con Spencer en el salón, para terminar de decidir el regalo que darán a Carly en su cumpleaños, que cada vez estaba más cerca.
- ¿Dónde estabas Gibby? - pregunta Spencer impaciente – necesitamos todo el tiempo posible, quiero que el regalo de cumpleaños de Carly de este año sea perfecto.
- ¿Por qué?
- ¿No lo recuerdas? El año pasado la llevé al zoo y...
- ¡Ah¡ Si, lo de la cabra...
- Eso mismo, pero no lo menciones delante de Carly, odia hablar de acuerdo.
- Claro
Vuelven a sentarse en el sofá y siguen apuntando posibles regalos.
Mientras tanto, en el estudio, Carly se queda pensativa. ¿Sería eso? ¿Sería esa la razón por la que Sam está continuamente molestando a Freddie? Las preguntas se acumulaban en su cabeza y todas tenían la misma respuesta: no sé.
Debía hablar con Sam, esas preguntas pronto estallarían en su mente, necesitaba respuestas, y las necesitaba ya.
En el próximo capítulo:
- ¿Has visto a Sam? - pregunta Carly desconcertada.
- No, ¿por qué? - pregunta Freddie ante el nerviosismo de Carly.
- Tengo que hablar con ella de algo importante.
- ¿De qué?
- Eh...
Los próximos capítulos serán más largos, este ha sido una introducción a la historia. Hasta el próximo capítulo.
