Simbología:

-Hola- Conversación normal.

*¿Cómo están?*- Transmisiones holográficas o conversaciones por celular

(No lo sé)- Pensamientos varios

[Estoy muy bien] {Yo también estoy bien}- Seres de categoría superior sellados.

Gracias por preguntar-Narración.

-Vete al Diablo- seres desconocidos y/o con tendencias malignas


Era una hermosa noche en el inframundo, todos dormían en sus cómodas camas reposando para el dia siguiente.

En el castillo Lucifer, hogar del actual Maou Lucifer: Sirzechs Gremory, el mencionado estaba caminando con lentitud con un libro de pastas rojas en manos.

El hombre de cabellos rojizos y ojos azul verdosos caminaba con una pequeña sonrisa, habían pasado dos semanas desde que su hermanita fue liberada del compromiso impuesto por sus padres sobre ella.

Ciertamente, un alivio para su alma…pero no podía evitar en pensar en el joven que la salvo.

Hyoudou Issei.

El chico de 16 años de cabellos castaños y ojos mieles ciertamente era un caso especial.

MUY especial.

Casi todo el mundo sobrenatural lo conocía por ser un pervertido pero con gran sentido de compañerismo, dispuesto a sacrificar su vida por sus compañeros.

Pero los líderes de cada facción conocían lo que en verdad era.

Él era-

-Tou-sama-una pequeña voz lo saco de sus pensamientos.

Bajando la mirada se topó con un niño de unos 8 años teniendo el cabello corto de un color rojo como el de él, ojos de un color azul platinado y vestido con un adorable pijama roja con estampados de murciélagos.

Él era Millicas Gremory, su hijo y el de su [Reina] Grayfia Lucifuge.

-Millicas-susurro feliz mientras se agachaba para verlo directamente-Justo ahora iba a ir a tu cuarto para ir a contarte tu cuento-

Su hijo asintió emocionado, por lo que tomando la mano de su padre, emprendieron marcha a su cuarto.

Cinco minutos después, con Millicas acostado y Sirzechs sentado a su lado con el libro abierto en sus manos, procedió a leer.

-A ver….DragonTale-menciono el pelirrojo sonriente viendo como su hijo abrazaba con fuerza dos peluches.


Undertale Ost-Undertale Extended.

La superficie.

Un mundo perfecto.

Un lugar que era habitado anteriormente por dos razas: Humanos y Monstruos durante la edad media.

Ambas convivían pacíficamente.

Pero muy pocas son eternas.

Y la paz entre estas no lo era.

Un dia, la guerra estallo.

Los humanos ganaron y con ayuda de los mejores ocho magos del planta exiliaron a los monstruos al Underground.

Un enorme subsuelo debajo del Monte Ebbot.

Pasaron los años y la era del Renacimiento llego, y con esa, la primer humana cayo al Underground.

En su pecho habitaba una de las Ocho características de las almas humanas y la más poderosa al mismo tiempo.

Era de color rojo carmesí y desprendía un aura de calidez que calmaba a todos.

Era Sueño.

La caída era una pobre niña de cabellos negros como la noche y con ojos rojos carmesí, repudiada por la humanidad de la era renacentista; siendo considera como la vasija del odio y maldad de todo el planeta.

A esa pequeña se le negó todo tipo de amor, afecto y protección por partes de sus iguales.

Harta, corrió y corrió y corrió por el Monte Ebbot.

Con la idea de que si no tenía posibilidades de ser amada, entonces no necesitaría vivir; se lanzó hacia el vacío, cayendo en la oscuridad y penumbra del lugar.

Contrario a lo pensado, no murió, pero se rompió la pierna derecha.

Malherida, lastimada y moribunda hizo lo único que cualquiera hubiera hecho en su situación.

Clamo por ayuda.

A cualquier deidad.

A cualquier persona.

A cualquiera rogo ayuda.

Pero nadie vino

O casi nadie

Asriel Dreemurr, Hijo del Rey Asgore Dreemurr y su esposa Toriel, oyó los llantos de la niña.

Fue a socorrerla y sanarla, llevándola a su hogar con sus padres.

La pobre, aterrada y asustada, se dejó llevar por él, con algo de confianza y un extraño y reconfortante calor en su pecho.

Los padres del pequeño al ver a la humana en sus brazos se maravillaron e inmediatamente se encariñaron con ella, adoptándola y volviéndola una mas de su familia.

El Underground estaba lleno de felicidad y esperanza, todos sonreían y eran felices.

¡No necesitaban volver a la superficie ni vengarse de los humanos!

Pero…

La pequeña en su corazón no entendía esos sentimientos que la rodeaban en todo momento.

El amor que todos le brindaban le gustaba y la reconfortaba.

Ya no se consideraba humana como tal.

Se consideraba un monstruo y parte de su gente.

¡La pequeña era feliz!

Por primera vez en su corta vida…era feliz.

Pero…esa felicidad termino cuando cumplió nueve años.

Cuando su perspectiva de su mundo nuevo cambio.

Los veía a todos desde las penumbras.

Veía a los monstruos…su pueblo…su gente…sus iguales…atrapados en el Underground por los humanos.

Sin libertad…condenados a estar allí por la eternidad.

Debido a ese pensamiento, su amor y bondad empezaron a marchitar cual flor en el corazón lleno de sueños y determinación de la joven.

El tiempo paso y su mente, ahora fría y calculadora, dio en el clavo…sabía lo que tenía que hacer.

Ingirió flores doradas.

Un veneno para cualquier criatura sin importar la especie.

La pequeña humana soñadora cayó enferma sin posibilidades de ser salvada.

Los corazones de los monstruos se encogieron al ver a una gran amiga como ella en un estado tan penoso

Los más afectados eran sus padres y hermano.

Los cuales hacían todo lo posible para intentar rescatarla de las manos de Hades que la reclamaban.

Pero todo era inservible.

Ni siquiera WingDings Gaster, el científico real, pudo hacer algo por la damisela.

El dia inevitable llego.

La pequeña al borde la muerte tenía una última petición.

Con la mano temblorosa de Asriel entre sus brazos, le pidió ver las flores doradas del puedo donde nació antes de morir.

Pero eso era imposible.

La barrera era inquebrantable.

La pequeña, con lágrimas y una sonrisa, falleció.

Lamentablemente, la cosa no termino allí.

Asriel sin quererlo, absorbió el alma de su difunta hermana.

Adquiriendo un poder inimaginable e inigualable.

El poder era tal que pudo pasar la barrera sin problemas con el cuerpo de su hermana en brazos.

Recorrió el pueblo hasta llegar al centro de este, donde deposito el cadáver de la humana.

Sin embargo, los humanos al ver como el monstruo coloco el cuerpo muerto de uno de los suyos pensaron que él había sido su asesino.

Por lo que usando todo lo que tenían, le atacaron sin Piedad.

Asriel tenía el poder para destruirlos, pero no lo hizo.

Dentro de él, la voz maligna de su hermana junto al Odio por los humanos le rogaba y tentaban para que acabase con ellos.

Mas su voluntad era inquebrantable, por lo que superando los maliciosos deseos de su hermana, volvió a su hogar.

Con su cuerpo magullado llego hasta el jardín de flores doradas donde sus padres vieron escépticos el moribundo estado de su retoño.

Asriel sonrió y cayó al suelo, convirtiéndose en polvo en el jardín.

El Underground fue brutalmente cubierto por un manto de obscuridad.

Los humanos les habían arrebatado todo a los monstruos una vez más…

Asgore, sumido en la furia y la ira, le declaro la guerra a los humanos una vez más.

Diciendo y declarando ante todo su reino que, desde aquel día, cualquier humano que entrase en el Underground sería asesinado, y una vez se reuniesen las ocho almas restantes la barrera seria destruida y los monstruos tomarían la superficie.

Toriel, no contenta con las decisiones de su marido, renuncio a su puesto de reina y huyo hacia las Ruinas.

No sin antes de declararle a su ex-esposo que desde ese momento ella haría todo lo posible para proteger a cualquier humano que cayera.

Aunque la pequeña princesa seguía allí, expectante, con trozos de su alma en las flores doradas de su pueblo.

Las mismas fueron arrancadas y tiradas al agujero junto al cadáver de la damisela.

No paso casi nada de tiempo para que Toriel lo encontrara.

Por lo que con lágrimas en los ojos, la ahora ex-reina le dio un entierro digno a su retoño.

Sepultándola en el lugar donde caían los humanos.

El lugar donde cayeron las flores.

El lugar donde su hermano la encontró.

Haciendo un ataúd especial que conservaría en perfecto estado el cuerpo de la princesa, Toriel coloco las flores doradas sobre esta, para así amortiguar la caída de todo aquel que entrase.

El tiempo pasó.

Y lo inevitable llego.

El segundo humano cayó.

Con dorada melena y ojos azules.

Alicia era su nombre.

En su interior descansaba el alma celeste.

El color de la timidez, pero a la vez de la comprensión.

Paciencia era su poder.

Toriel vio con gran felicidad a la niña, quien armada con un chuchillo de cocina hecho de plástico y un moño rojo en su cabello, se enfrente a la mujer.

Al poco rato desistió al ver las verdaderas y nobles intenciones de la cabra.

Pasaron mucho tiempo juntas como madre eh hija.

Toriel volvía a sonreír.

Pero todo lo bueno tiene que terminar.

Un dia Asgore visito el hogar de Toriel con intenciones de hacer que vuelva.

Más sin embargo, cuando su mirada se posó en la niña, toda buena intención en su corazón se desvaneció.

Con su tridente en mano, Asgore llevo a la pequeña a su fatídico fin y se quedó con el alma de Paciencia.

Toriel busco durante días a su pequeña, pero no la encontró.

En su lugar encontró el pequeño cuchillo de juguete que usaba para creerse cocinera en el suelo.

Su cuerpo no estaba.

...Nuevamente había fallado como madre…

Mientras tanto WingDings Gaster, el científico real y la mano derecha de su amigo de la infancia, Asgore, desarrollaba experimentos con el alma de Paciencia, intentando ver la forma de crear almas artificiales para acelerar el proceso de liberación.

Sin embargo, se sorprendió al encontrar una microscópica mancha carmesí en el celeste y brillante corazón de la difunta rubia.

Una mancha que sin esfuerzo aisló.

Los análisis en esta indicaron que era el trozo del alma de la primera humana que cayo.

Era Sueño.

Por lo que entregándole el alma al Rey Asgore, el científico real comenzó a experimentar con la característica de la primera humana caída hace ya un tiempo.

Para su gran sorpresa y satisfacción, el poder de Sueño era increíble.

Pero notando el enorme potencial y poder de la misma lo dejo a un lado por su propia seguridad.

Además, su mundo necesitaba una nueva fuente de energía, así que puso todo su empeño en desarrollar un sustento automático que alimentase a todo su pueblo…

El [Core] fue como le llamo, Núcleo en inglés.

Pues era cierto, el [Core] era el núcleo de todo el Underground.

Alimentando a este por completo y de paso siendo la barrera entre las ciudades conocidas como Hotland, Snowdin, Waterfall y las Ruinas separándolas del castillo del rey.

El tiempo pasó.

Asgore tomo a regañadientes a una pequeña la cual quería ser su discípula: Undyne the Undying.

No fue el único puesto que Gaste, luego de haber creado con dos partes de su alma a dos esqueletos: Sans y Papyrus, adopto una aprendiz, Alphys, la cual tenía un gran potencial como su sucesora.

El tiempo pasó nuevamente.

Cayó el tercero.

De melena negra y ojos naranjas.

Maxwell era su nombre.

En su pecho descansaba el alma naranja, el color de la calidez pero a la vez de la fuerza.

Él era Valentía

Con una banda anaranjada atada en su frente y unos guantes resistentes de color gris, el pequeño se encontró con Toriel.

No actuó de forma negativa, incluso fue un buen hijo para esta.

Pero llego lo inevitable y el pequeño huyo, creyendo que era lo suficientemente fuerte para intentar salir del Underground.

Pero fue inútil.

El joven de negra cabellera solo pudo lograr llegar a Snowdin, para luego ver su inevitable fin a manos de Sans, el hijo mayor de WingDings Gaster.

Quien por órdenes de su padre acabo con la vida del humano, llevando su alma y cuerpo a este.

El Guantelete Gris desapareció entre la nieva y la banda fue tomada por una vendedora.

El tercer humano había fallecido…

Gaster, ayudado ahora por Alphys, descubrió de nueva cuenta una onza diminuta de Sueño en Valentía, la extrajeron y empezaron a hacer experimentos con esta.

Primero intentaron revivir a los monstruos fallecidos por la edad.

Lamentablemente, solo se volvieron monstruos horribles llamados Amalgamas, los cuales ocultaron en el Laboratorio Verdadero para ser reemplazado por otro más.

Alphys y Gaster, queriendo mostrarle a Asgore sus descubrimientos con Sueño, no se dieron cuenta que un poco de esta en forma líquida cayó sobre la flor más grande del jardín del rey.

Esa misma flor había sido cuidada y plantada por Asriel.

Y en esa misma se había vuelto polvo.

Con Sueño, aquella flor revivió.

Con vida

Con recuerdos.

Con conciencia.

Era Asriel Dreemurr, pero sin un alma que le permitiese sentir.

Pero a cambio ahora podía usar un nuevo poder.

[Reset]

[Save]

Pero no servía de nada…

Por el momento…

Asriel, ahora conocido como Flowey, decidió dejar sus poderes de lado y ver que sucedía si dejaba de jugar con el tiempo.

Como siempre, paso lo inevitable.

El cuarto cayó no mucho después.

De cabellera gris y ojos morados.

Michael era su nombre.

Con lentes semi-rotos por la caída y un cuaderno de notas en mano, el alma del pequeño era morada.

El color de la inteligencia, pero de también de la curiosidad.

La Perseverancia predominaba en su alma.

Poseedor de un gran inteligencia, el niño le tomo cariño a Toriel.

Pero al igual que su predecesor, este quería salir del Underground.

Toriel le enseño a luchar, debido a que el cuaderno de Michael tenia poderes, podía usarlo como si fuese un mago.

Por lo que aprovechándose de esto, la cuidadora de las Ruinas le enseño magia avanzada para protegerse; luego esto, ella le dejo ir.

Al contrario de Maxwell, Michael era inteligente; pudiendo detener los ataques mágicos del hijo mayor de Gaster y escapar de este.

Pero conto con que en Waterfall la reciente capitana de la Guardia Real, Undyne, le esperaba.

Una batalla campal se desato.

El chico uso sus conocimientos e intelecto para intentar derrotar a la capitana.

Pero ella era más fuerte y la vida su vida fue segada.

Una vieja tortuga recogió lo único que queda de Michael que no había sido llevado por Undyne:

Su cuadernito y sus lentes semi-rotos.

El cuarto había muerto…

Como siempre, el tiempo paso.

Gaster y Alphys trabajan juntos como maestro y aprendiz.

Pero luego de crear un arma flotante, a la cual nombro Gaster Blaster, capaz de canalizar la energía mágica de él y sus hijos para poder atacar de manera muy efectiva, ocurrió algo sorprendente y preocupante a la vez.

Un dia cualquiera se encontraba en el [Core] cuando este se encontraba en estado crítico.

Acompañado por su hijo mayor y su ayudante intento estabilizarlo.

Sin embargo, algo fallo y este se vio obligado a sacar a Sans y Alphys del lugar.

Milagrosamente, logro estabilizar el [Core] a tiempo.

Sin embargo, esto le di algo de improvisto.

Le di la capacidad de viajar entre dimensiones e ir de un lado a otro.

Un poder único e inigualable.

Pero era demasiado incluso para él.

Así que por el momento decidió dejarlo de lado y se retiró como científico para pasar el tiempo con sus hijos, pero aun así asesoraba a su alumna de vez en cuando.

Mientras tanto, en la superficie se encontraba el quinto niño.

Su nombre era James.

Un jovencito de cabello naranja y ojos verdes con deseos de ser cocinero.

El pequeño fue engañado por un grupo de malos compañeros suyos, por lo que inevitablemente, no paso mucho para que cayera al Underground.

En mano una Sartén Quemada.

En su cintura un Delantal Manchado.

En su pecho habitaba un corazón verde brillante.

En su rostro siempre había una sonrisa.

Él era Amabilidad.

Contrario a sus predecesores, James paso mucho tiempo con la ex-reina.

Pero como a los demás, el pequeño se dio cuenta que extrañaba a su familia.

De manera amable, como era común en el, le pidió a Toriel que le enseñase magia.

Esta acepto gustosa pero a la vez triste, pero aún mantenía la esperanza de que su nuevo niño pudiera salir de aquel mundo subterráneo.

Con los conocimientos de la mujer vieron que la magia del pequeño era la protección.

Su defensa era increíble, poseyendo además un gran efecto adicional, la sanación en menor medida.

La cabra sonriente y con grandes esperanzas de que James sobreviviera lo dejo marchar.

Y así lo hizo.

Su defensa y su sartén fueron poderosas y amables con todo monstruo que se cruzó en su camino.

Logro esquivar los nuevos ataques de Sans, quien después de presenciar la casi muerte de su padre, había tenido muchas dudas con respecto a continuar con la caza de humanos.

Por lo que al ver la amabilidad en el niño le dejo marchar.

Con una sonrisa este acepto gustoso, incluso su defensa fue lo suficientemente fuerte para poder hacerle frente a la capitana de la guardia real.

Pero no conto con un nuevo enemigo, Mettaton, un robot que almacenaba a una fantasma de nombre Happstabloock, creado por la Alphys para este mismo espectro.

Fue la última oponente del pequeño en Hotland…

Tristemente, el cayo a manos de la glamurosa robot.

El quinto había fallecido…

Alphys con las notas y asesoramiento de su mentor siguió estudiando a Sueño.

Flowey reiniciaba un par de veces para intentar ayudar al niño de naranja cabellera y que este le hiciese sentir algo.

Pero todos sus intentos fueron fallidos, por lo que se rindió en intentar lograr algo con el quinto humano.

El tiempo pasó nuevamente en el reino subterráneo.

El corazón de Flowey se volvía más negro.

Asgore cayó en una gran depresión.

Y Toriel aún más al ver a sus niños fallecer.

Entonces, paso de nuevo.

El sexto niño cayo.

De tez morena, ojos azules y cabello plateado.

Armada con unas zapatillas de ballet y un tutu.

Martina era su nombre.

Su alma era azul.

Amable, tierna, duce pero bastante tímida y nerviosa era ella.

Integridad estaba en su pecho.

Se quedó con Toriel, pero su estancia con ella fue limitadísima.

La madre cabra no la quería dejar ir, por lo que decidió escaparse.

Tristemente no pudo superar el recorrido de su predecesor.

Martina llego hasta Waterfall, solo para entretenerse con las flores azuladas de esta, y por ese mísero descuido, la joven fue emboscada por Undyne.

La pequeña al no saber luchar intento usar su ágil cuerpo y sus acrobacias para poder intentar hacerle algo en contra de la capitana.

Mas sin embargo, fue inútil, y su vida llego a su inevitable fin.

La sexta había perecido…

Flowey abuso de los puntos de guardado unas cuantas veces para matarla el mismo, encontrando un gran placer en esta acción.

Pero decidió dejar la muerte de Martina a Undyne…

Al investigar su alma, una onza de Sueño fue encontrada en ella.

En la superficie llego la era del viejo oeste, la era de los vaqueros, y con este el séptimo humano.

Cabello rubio y ojos del mismo color.

Su nombre era Jacob.

Portando un sombrero de vaquero café con una estrella plateada y con un revolver de juguete.

Con un sentido de la justicia enorme llego al Underground.

Su alma de un color amarillo al igual que sus ojos y cabello reflejaba su cualidad.

Justicia.

El pequeño decidió quedarse con Toriel durante bastante tiempo, pero tristemente la abandono dejando una nota como despedida y ultimo recuerdo de el para la madre cabra.

Jacob llego más lejos que alguno de sus predecesores, llegando hasta el Hotel MTT, un hotel inspirado en la creciente fama de Mettaton.

El pequeño de dorada cabellera le perdonó la vida al robot dejándole herido y disfuncional.

Siendo el primero de todos los caídos en llegar y estar frente a frente al mismísimo rey Asgore, Jacob empuño su revólver y su capacidad de tiro con gran valor.

Su sentido de la Justicia era tan fuerte como para lograr hacer frente al rey por un largo tiempo.

Tristemente no fue suficiente…

Y murió…

Miles de años pasaron para humanos y monstruos antes de que en el siglo XXI cayeran otros dos niños más.

O mas bien niñas.

Ambas eran hermanas, gemelas de hecho.

Una era tímida cabello castaño oscuro, piel morena y unos bellos ojos mieles que mantenía constantemente cerrados.

La otra era lo contrario; extrovertida y traviesa, con cabello castaño claro, ojos rojos y un sonrojo permanente en sus pálidas mejillas.

Portando la segunda alma más fuerte de las ocho, ambas eran Determinación.

A diferencia de los anteriores caídos, ambas se quedaron de forma permanente con Toriel, les gustaba estar con ella y no la querían dejar sola.

No paso mucho tiempo.

Entonces…paso lo que algunos llamaron imposible.

En forma de un niño huérfano que cayó al Underground totalmente herido.

Con cabello castaño y ojos mieles portando en su pecho la reencarnación del alma más fuerte…

Sueño…

El pequeño tenía un pensamiento distinto a sus antecesores…

Él quería ayudar a los monstruos.

Quería protegerlos.

Quería Salvarlos.

Quería que todos vivieran felices tal y como lo hacían antes de la guerra siglos atrás.

Nadie le oyó y fue lastimado por ello.

Aun herido, al igual que su antepasada, se lanzó hacia el monte Ebbot cayendo de manera indirecta en la tumba de la princesa entro en contacto con ella.

Su cuerpo reacciono y la trajo de vuelta a la vida como la compañera mental del pequeño de castaña cabellera.

La damisela de cabello negro le enseño sobre el poder de su carmesí alma:

El poder de cargar.

El poder de guardar y salvar.

El poder de reiniciar la realidad.

Ella intento convencerle de hacer una ruta genocida, pero fue en vano

El pequeño sacudió todo el subsuelo con las características de sus predecesores y acompañado por las gemelas que cayeron antes de el, logrando lo que ninguno logro.

Salvarlos a todos.

El Final Pacifista.

Él era un pacifista.

Pudo salvar y darles a los monstruos un final brillante.

Pero había algo que le molestaba profundamente.

Aun había dos personas que aún no eran felices.

Asriel Dreemurr transformado en Flowey y la princesa, quien luego de hacer por una vez la ruta Genocida, termino encariñándose con el chico de castaños cabellos.

La chica de ojos rojos y negra cabellera le pidió que encontrase alguna forma de salvarle a ella y a su hermano.

Por lo que utilizando todo su poder, el pequeño reinicio la línea temporal y comenzó a tomar todas las rutas posibles.

En cada ruta Pacifista.

En cada ruta Neutral.

En cada ruta Genocida.

Miles, millones, billones de rutas fueron tomadas por el pequeño.

Asesinando a miles de monstruos.

Diciendo cosas diferentes.

Haciendo cosas diferentes.

Tomando decisiones diferentes.

Pasando malos ratos con Sans.

Asesinando al hermano menor de este…

Y entonces lo descubrió.

Descubrió la forma de salvar a la princesa y al príncipe.

Los trajo de vuelta y los reunió con todos.

La felicidad era total.

Y el castaño, quien había pasado miles de años y rutas con la chica termino encariñándose demasiado con esta...y ella termino igual, oh mucho peor, perdidamente enamorada de él y viceversa.

Ahora todo vivían felices.

.

.

.

Aunque eso no duro mucho

El pequeño tenía muchos secretos.

Algo que parecía venir de familia puesto que los WingDings, su familia adoptiva, también tenían los suyos.

Varios de ellos eran muy peligrosos.

Pero uno ponía en grave peligro la vida de su familia, amigos y amada.

Decidiendo que lo mejor era irse por una temporada para que todos sus seres queridos estuvieran a salvo, el ahora joven de 11 años con ayuda de su padre huyo.

No dejo nada detrás de él.

Salvo los corazones rotos de su familia la cual solo pudo mantener la esperanza de que su salvador volver sano y salvo.


Stop song.

-Desde entonces han pasado cinco largos años.-continuo el pelirrojo sin despegar la mirada del libro-Pero aun así, ellos no se han rendido en encontrar al joven soñador…Fin-

Cerrando el libro con lentitud, el Maou Carmesí alzo la mirada sonriente viendo como su pequeño hijo dormía en paz.

Lo estuvo mirando por unos minutos para luego levantarse e ir al gran ventanal que tenía el cuarto de Millicas.

-Tiempos oscuros se acercan-sus orbes azul verdosos brillaron en rojo mientras posaba su mirada en la Luna del Inframundo-Espero que esté listo para lo que se viene Ise-kun-


Ahora nos encontramos en un páramo lleno de llamas donde se encontraba un gran dragón occidental de escamas rojas como la sangre vientre amarillo y ojos esmeraldas.

Alzando su mirada vio frente a él una figura alta, humana, masculina de cabellera negra algo rebelde.

-¿Listo?-pregunto con una voz extremadamente grave y divertida.

-Hehe-el joven de cabellera negra movió su mano con rapidez haciendo que en un haz de luz apareciera un cuchillo-Como nunca-respondió mientras alzaba su mirada desafiante, mostrando unos ojos heterocromos de color rojo y miel.


¡Heya chicos!

Espero que este reboot de mi primer fic les haya gustado.

Como habrán notado, he cambiado mi manera de escribir a una mas didáctica lo que me facilita mas el método de escritura.

Como sabrán, este prologo se ha basado en una de las historias de mi querido amigo Miguel16310.

Y con la pequeña ayuda de Jack Fall Heaven como aportador de algunas ideas.

Les recomiendo que se pasen por su fic "UnderDxDTale" que, al igual que el mío, es un crossover entre HSDxD y Undertale.

Bueno, sin más, me despido por hoy.

¡See ya!